Unico

Solo, aquí y llorando solo.

Todo se acumula y se derrama.


Los días eran brillantes, pero para nosotros dos, demasiado blancos.

Y es tan doloroso ver.


Si puedes vivir solo, solo.

Ya no creo que pueda amar o sentir.

.o.

Playmaker, esta es mi voluntad. Aunque no me tengas a mí, estás unido a muchas personas. Dijiste que la soledad, sólo te dio un deseo de venganza. Que tus compañeros expandieron tus pensamientos y que al estar conectado, te haces más fuerte. ¡No temas esas conexiones! No llores aunque desaparezca...

Eran esas palabras que los unían, era ese algo más que conectaba sus corazones y que no les permitía pensar con claridad, no podían tener sus propios pensamientos porque eran capaces de pensar y sentir lo mismo. Todo era gracias a aquel vínculo que era totalmente imposible de romper o de interrumpir y que nunca creyeron que algo así se formaría hasta el momento en que se conocieron. Sus pensamientos se alejaban en cualquier punto del mundo real como del mundo virtual, sus mentes eran capaces de convertirse en una sola y podían simplemente saber que era lo que pensaban y las acciones que iban a tomar con solo mirarse, las ideas ya estaban ahí, los movimientos obedeciendo sus instintos. No tenían porque dudar, no tenían el porqué no saber lo que estaba pasando como los riesgos que se podrían llegar a tomar. Todo ya estaba ahí. Era tan fuerte aquella conexión que se podía decir abiertamente: Yusaku era Ai y Ai era Yusaku. Aunque de cierta manera, era cierto, Ai había sido creado a partir del sufrimiento de Yusaku y este había crecido gracias a Ai, a esa parte de él que le quitaron cuando solo era un simple y pequeño infante que se encargaron de corromper. De alguna manera, entre ambos existía el apoyo que cada uno necesito en todo ese tiempo, esos sentimientos y emociones que les hicieron falta para comprender mejor al mundo. Se complementaban a pesar de ser dos caras distintas de la moneda, era lo que siempre les había hecho falta.

Eran aquello a lo que sus corazones les permitieron volver a sentir, volver a palpitar y sentir la calidez por primera vez. Toda aquella alegría y paz, todo aquello que siempre les hizo falta pero nunca habían preguntado el porqué de todo eso. Al fin podían decir que había regresado a ellos pero poco duro aquella alegría cuando volvieron a separarse y aquella larga distancia que decidieron tomar en sus caminos, era lo que los mataba lenta y silenciosamente. Era algo que solo ellos podían comprender, podían sentir.

¿A qué costo fue? Perder todo por lo que ya habían conseguido.

.o.

Tu aroma persiste a mí alrededor.

Tu voz sigue sonando a través de mí, hoy.

Y sé que nuestra historia ha terminado.

Pero estas piezas de nuestro amor todavía están atrapadas en mí.


Y seguiré deseando.

Oh, hoy seguiré rezando.

Que te sentirás igual, tan lejos.

Espero que estés llorando.

.o.

Cuando Ai decidió crear su forma humana, tomo la imagen de Yusaku para crear a su propio yo, para crear aquella semejanza que siempre quiso tomar desde el momento que observaba a ese pequeño niño en las simulaciones de duelo como ahora que era un joven fuerte. Siempre se imagino, que en algún momento de su vida, se vería de esa forma. Su cabello oscuro con amarillo, su flequillo azul con mechas moradas, sus ojos más filosos y conservando el amarillo eléctrico que su pequeño yo, tenia. Fue en Yusaku el primero que pensó para ser creado, fue en el quien decidió hacer una copia y crear una versión alterna de él, un poco más oscura como su propio elemento le indicaba al mundo el ser que realmente era. No podía llegar a imaginarse ser de otra manera más que en su humano, en su origen, en su niño que tanto había querido proteger que ahora, ahora simplemente para él, se convirtió en su propia destrucción. Tomar aquella imagen y manipularla a su antojo. Pero lo que nunca llegó a creer, es que los sentimientos que se escondían en su corazón, salieran con más libertad al momento de ver una figura completamente humana frente a él, ver aquellas manos y tocar con cuidado aquella imagen. La ropa que habia decidido portar por puro capricho, aquellos ojos que cambio de esmeralda a citrino, no tenía planes de manchar aquel bello color por sus acciones tontas y egoístas. Empezaba a comprender mejor cada uno de aquellas emociones humanas, tan difíciles pero que ahora, no podía dejar de pensar que ser un humano, era realmente horrible. Tanto había ansiado ser uno que ahora, ahora solo tenía miedo en convertirse en uno de verdad.

No pudo evitar caer de rodillas mientras su mismo programa le volvía a repetir una y otra vez que lo estaba haciendo por su bien. Que lo estaba haciendo por él y con tal de cambiar aquello que sus ojos vieron y lo que su boca callaba por el temor de cambiarlo y que fuera peor o que este se acelerara en el proceso.

--Perdóname --Siempre susurraba.-- Realmente espero tu perdón algún día pero también espero que puedas llegar a comprender el porqué realmente estoy haciendo esto

Yusaku pensaba mucho en Ai, era su compañero, era su otro yo un poco más idiota con esa pequeña sonrisa pero al final en cuenta, era él. Era aquella versión que en algún punto de su vida había querido ser pero ante aquel tormento, es que él cambio, era aquella mitad que le habían quitado en ese momento, era aquella felicidad que tanto había querido tener y que de un momento a otro, es que había decidido marcharse sin siquiera mirar atrás o sin siquiera mirar en las consecuencias que traería aquella ausencia. Dos caras de la misma moneda, dos miradas similares y dos corazones que se llamaban para buscarse. ¿Cómo es que se vivía antes de que él llegara a su vida? Siendo sincero, ya no podía recordar cómo era. ¿Cómo actuaba frente a las personas? ¿Cómo era ser él realmente? Era como si lo olvidara en ese momento. Dentro de él, se sentía incompleto, dentro de él, se sentía tan perdido que muchas veces se sorprendió de lo distraído que se podía llegar a encontrar cuando realmente no era así.

¿Qué fue lo que le hizo Ai? Acostumbrarlo a su presencia por ese corto tiempo, darle aquella calidez, darle aquella seguridad que había perdido en ese momento, una seguridad que creía perdida pero él se la regreso. Fue capaz de brindarle aquellos sentimientos que tanto habían estado desaparecidos de sí que ahora que los tenía, no sabía cómo debía de actuar. No sabía qué hacer y solo le provocaba que empezara a dolerle el pecho. ¡Oh! Que doloroso era, aquellas noches tormentosas de pesadillas que habían regresado, aquel pequeño zumbido que podía escuchar como el temblor en sus manos. No, algo no estaba bien. Aquel enlace que desde el momento que se conocieron, se empezaban a unir, se empezaban a convertir en uno solo.

--¿Dónde estarás Ai?

La distancia era lo peor o tal vez lo mejor. Evitar dañar al otro. Evitar tragedias pero también, implicaba que se hicieran tanto daño.

.o.

Y cada paso, se siente más pesado con cada nuevo aliento.

Me siento tan perdido y solo.


Y si algún día naciera de nuevo.

Desearía poder verte una vez para que mi corazón se recupere.


Y en el sol del verano.

O en los copos de nieve que caen del invierno.

A medida que los días siguen pasando.

Puedo ver las piezas de nuestro amor cayendo.


De alguna manera soy un poco feliz.

Aún así, me siento solo sin ti.

Porque mi amor todavía se desborda, y ahora sé.

Es más grande de lo que podrías saber.

.o.

Sin embargo, ante aquel distanciamiento, se vio otra cosa que nunca creyeron capaz. Aquel enlace que los unía se hacía más fuerte. La sincronía en ese momento empezaba a crecer y empezaba atrapar a ambos en una oscuridad que sería difícil de romper y de separar.

Podían llegar hasta cierto punto en que cerrarán los ojos y era hasta ese momento en el que al fin se pudieran ver y sentir. Donde sus corazones eran uno solo como su propio ser, donde se veían reflejados en los ojos del otro y al fin podían sentir que era aquella parte que les hacia tanta falta. Podían llegar hasta cierto punto donde también caerían de rodillas por el frio que recorría su cuerpo, cubriendo su rostro y dejando que las lágrimas como los lamentos, los llegaran a invadir, donde un dolor verdadero podían llegar a sentir y era hasta ese momento en que preferían abrir los ojos y volver a tranquilizar su acelerado corazón, donde querían poner en orden sus pensamientos pero era difícil cuando les hacía falta tanto al otro.

Por algún motivo, ambos buscaban el perdón, ambos buscaban aquel arrepentimiento. Ese sentimiento de perdón, de derrota que tuvieron cuando derrotaron a Bohman, no lo sentían como una victoria, era un sentimiento de derrota, de miedo. De frustración y desesperación que los inundaba. El sentimiento de que no pudieron llegar a hacer más para poder salvar a los demás. Pero tal vez, era mejor dejarlo de esa manera. Tal vez, era mejor que así se quedaran las cosas, no querían abrir otra herida en su muy roto corazón que compartían.

Aquella fría lluvia en la que ambos estaban abajo y sin importar que se mojaran como que Yusaku se enfermara o que los circuitos del SOLtis no pudieran llegar a soportar tal humedad. Era para querer maquillar aquel sufrimiento, aquellas lágrimas que no podían evitar salir por montón por el dolor que se empezaba a sentir. Por no poder comprender aquello que probablemente hicieron mal de aquello que no quisieron darse cuenta. De alguna u otra manera, realmente esperaba, realmente ansiaban que encontraran en aquel lugar. Lo habían sentido, sus corazones mismos le indicaban que podían estar más cerca de lo esperado pero llegado a este punto, sus ojos ya no se podían ver. Sus ojos solo se apagaron y ante la ira de no poder volver a ver tan siquiera una última vez, prefirieron dar la vuelta y solo marcharse. Prefirieron solo seguir caminando, seguir el curso de su destino. Llegar al final y esperar a la prueba más difícil de sus vidas.

.o.

Y aunque tuviste la llave en tus manos.

Dejaste a este canario en silencio para pararte.

Solo, en su oscura jaula, para pudrirse.


Tu aroma persiste a mí alrededor.

Tu voz sigue sonando a través de mí, hoy.

Y sé que nuestra historia ha terminado.

Pero estas piezas de nuestro amor todavía están atrapadas en mí.

.o.

Dolor y sufrimiento sería su futuro si no lo detiene en ese mismo instante. Lagrimas y muerte era lo que empezaba a llegar a su vida. Detenerlo cuanto antes, era la única opción que tenía. Quería evitar en todo momento el pensar de toda aquella sangre que había llegado a sus manos como sentir que su corazón se rompía por culpa de que él existía de ese sufrimiento y de ese tiempo que se encargo de robar. Cuando una vida se corta, empieza una nueva, así era el curso de la vida, así era el desgraciado destino que les había tocado vivir. ¿Vivir? Ya no había más esperanzas de vida, ya no podía existir nada si nunca más iban a volver a estar juntos, si nunca más volverían a verse o escucharse. ¿De que valía la pena vivir ahora? Ya no tenía nada por lo que quedarse en ese mundo, ya no podía existir algo que le diera un sentido a su creación y quisiera seguir caminando cuando podía dejar a todos ellos atrás. Sus compañeros muertos, su única familia que había aprendido a convivir en todo ese tiempo, se esfumaron de su lado y ahora la soledad era su única compañera, la oscuridad misma de la que había sido creado empezaba a ser absorbido, empezaba a desaparecer aquel sentido de la razón.

Era por el bien común que hacia todo eso. Era por el bien de la humanidad. Era por su propio bien, nunca dejo de repetírselo en el momento que empezaron todos aquellos ataques, en el momento que decidido ser el malo de la historia para que nadie sospechara de sus verdaderas acciones sin que quisieran cambiar algo en sus planes. Se tenía que hacer porque se tenía que hacer. Sin poder o querer darle una oportunidad a aquellas palabras, aquellos sentimientos.

Aquella ultima vez donde se vieron, aquella ultima vez donde se sintieron conectados. Saber que querer entrar en razón al otro, sería realmente difícil. Saber que el querer volver a tomar sus manos y detener aquellas acciones, sería más complicado de lo que llegaron a imaginar. El dolor que sus corazones sintieron, era algo inimaginable, las palabras que en ese momento dijeron, los gritos que pedían que no hiciera aquello. La tristeza que inundaba su ser y las lágrimas que en su momento, no pudieron evitar soltar. Querían ir y querer convertirse en uno solo, querían ir y volver a ser a cómo era antes. Querer olvidar todo y empezar una vez más, no permitir que fueran alejados de aquello, no permitir que una vez más fueran separados pero era algo inevitable, era algo que en algún momento tendría que hacerse.

Fue en ese momento que se dieron cuenta de cuanta falta les hacía aquel igual que tomaron de sí y lo alejaron, una vez que aprendieron a convivir, una vez que aprendieron a estar juntos, era realmente difícil el querer separarlo otra vez por voluntad propia. Se dieron cuenta de aquel enlace que de tanto estirarse, solo aumentaba la tensión y fue gracias a eso que en enlace se rompió de tanta tensión. El dolor que sintieron, los gritos que salieron de sus gargantas como las lágrimas que no tardaron en aparecer. Perder a su igual, perder a su otro yo. Perderse era lo peor que pudieran llegar a sentir y en ese momento, realmente lo vivieron a carne propia. Eran dos seres creados de la misma manera pero que lamentablemente, no se les era permitido estar juntos, nunca se les permitirá que ambos coexistieran en un solo lugar.

La vida era cruel como para provocar aquella desgracia.

.o.

Y seguiré deseando.

Oh, seguiré rezando, siempre.

Que algún día encontrarás tu camino, que sonreirás.

Espero que seas feliz.


Amor eterno.

El curso del amor.

De todo, piensa en ti.

.o.

-El futuro que provocaba mi existencia, te vi siendo víctima de ese futuro. Y eso no puedo elegirlo. Voy a desaparecer, empiezo a tener miedo. Un día, todos me olvidarán. Claro, tiene sentido. Las conexiones impiden que otros te olviden.

-Yo nunca te olvidare

-¿Puedo hacerte una última pregunta? Imagino que me pusiste el nombre Ai sin pensar demasiado pero a mí me gustaba ¿Qué significado tiene ahora?

-Ai significa amar, porque amas a los humanos

-Piensas lo mismo que yo, creo que ahora lo entiendo. Adios Play... Yusaku. Te amaba...

Sin tener oportunidad alguna de aquellos seres que eran tan similares pero que no podían estar en un solo lugar fue que dejaron irse. Fue en ese momento que decidieron no tomar sus manos para evitar más el daño.

--Te amaba idiota

Sin oportunidad de responder aquellas palabras. Sin oportunidad de estar más tiempo al lado de su misma persona. Al final en cuenta, tal vez era lo mejor para ambos. Aunque seguiría faltando su igual pero era lo mejor para todos.

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