Porque...

Él obviamente no era perfecto, su forma de ser y de pensar daban mucho de qué hablar a todos.

Le juzgaban como niño...

Pero era el menor de los casos. Si él no quería, no lo era. ¿O sí?

Se abalanzó sobre el pasto intentando relajarse, ya había terminado sus labores, y era hora de volver a su pueblo natal, por lo que lo había hecho sin dificultad, en cuanto terminó el ciclo de estudios de su escuela en Alola

Respiró profundo y dejó que Pikachu le diera alcance unos minutos después.

-¿Pikapi?- Preguntó el roedor colocándose al lado de su entrenador

-Pikachu... Todo va genial...- Contestó Ash en un tono extraño, algo que el ratón no veía venir normalmente de él

Entonces una imagen le llenó la mente, era la de aquella chica que pertenecía ahora a la familia, o bueno, para él apenas y lo sería.

¿Pero cómo proponérselo?, se preguntó en repetidas ocasiones, y el hecho de que estuviera en plena calma lo hacía ver de diferente manera

Tal cual su madre le dijo, no había nada que esperar más que todo saliera bien.

Aun así, la sorpresa no le conllevaría nada de satisfacción.

Así recordó aquella llamada...

Cuando llamó, recordó varias cosas, las cuales torpemente le hicieron sudar las manos y le alteraron los nervios de sobremanera

Todo porque:

Porque sabía la torpeza con la que se cargaba, porque sabía que había grandes probabilidades de que ella le guardara algún mal pensar, porque incluso adoptaba su actitud infantil cuando esa situación requeriría de la más grande madurez que nunca hubiese mostrado

Por ello se sintió un completo charlatán, porque igual sabía que terminaría de bocazas ante la persona que especialmente, así como dificultosa de muchas maneras lo llegó a cautivar

Prácticamente le hacía falta mucho valor para completar su objetivo. ¡Se odiaba a sí mismo por ese hecho!

Pero a pesar de todo lo que él creía, se armó del valor necesario para hacerlo. Marcó aquel número con lada de Kalos que él guardaba en una libreta especial

Y la vio.

Cuando volvió a ver esos cabellos acaramelados, esos ojos azul celeste que le cautivaban, además de su dulce tez que obviamente reflejaba sorpresa de ver a quien se comunicaba con ella, eran simplemente hermosos, que hicieron preguntarse al de cabellos azabaches, ¿cómo no enamorarse de semejante ángel?

¡Tonto aquel que no la reconociera así...!

Entonces se recordó a él hacia apenas unos años...

Saludó con miles de titubeos instantáneos en la mente; tartamudeó con repetitividad y al fin le salieron las palabras pastosamente.

Pero algo tenía seguro.

No podía hablar bien en su presencia, y aun sin esta, porque al darse cuenta de lo que sentía, descubrió que había madurado, al menos físicamente

Era su cuerpo, y quizá el 40 por ciento de su mente quienes la hacían ver así.

Les agradecía desde lo más profundo, aunque extraño sonara el hecho...

Encontrar escusa era la problemática.

Se preguntó ¿cómo había llamado sin primero jerarquizar sus ideas?.

Y ella lo vio sonriente apenas identificó su falta de habla, tal cual niño que ve a su súper héroe favorito en vivo y a todo color

Así, fue ella quien tomó la iniciativa saludándole, platicándole sus ya buenas experiencias en las dos regiones que ya había visitado y explorado.

Pero Ash no quedó como pensaba.

No terminó como el bocazas. Mas bien parecía mudo, oyendo con orgullo que su amiga estaba logrando sus sueños.

Lo demás era historia, pues con torpeza le invitó a pasarse algún día por su residencia en Kanto. O mejor dicho, la invitó a ir...

Y recordando eso, vio una nube con forma de corazón

¿Acaso era calentura?, no aquella enfermedad, sino andar caliente, después de todo ya era un adolescente en la etapa de la pubertad, uno de esos tantos a los que las hormonas se le alteraban

Y si lo era, ¿que?

Total, la decisión había sido tomada, y así mismo no culparía a su humanidad por hacerlo enamorarse. Algún día tenía que pasar

Su Pikachu lo vio alzar la mano hacia el sol

Empezó a pensar en muchas cosas más.

Y recaía en su primer duda...

Una vez estando frente a ella... ¿Qué haría?

Ahora se dedicó a golpearse en la frente, puesto que las ganas ni le venían de pedirle una ligera descarga a su ratón...

-¿Qué haré?, ya no hay vuelta atrás- Exclamó con redundancia de ideas y escenas en mente

-¡Nunca me decido!- Dijo golpeando al lado suyo, sin dar importancia a que su Pikachu descansaba ahí

El tipo eléctrico al sentir el golpe no evitó lanzar un Atacktrueno dirigido al de cabellos morochos, quien lanzó un grito al cielo parándose al instante.

~Mientras, en otra parte...~

Las brisas del mar le hacían sentir muy fresco y bien, en su rostro se reflejaba la jovialidad y la nostalgia de regresar a donde en alguna vez conoció a quien era y es, su primer y verdadero amor.

Serena viajaba en el Ferry que le dirigía desde las tantas costas de Hoenn a las de Kanto

Tantas cosas le habían pasado, y por una cordial invitación hacía una pausa luego de su segundo intento en el Gran Festival, para ir a las tierras donde el mismo chico de sus sueños le esperaba

-Breix Xen- A su lado una zorra de apariencia humanoide extendía sus patas para sentir la misma brisa que su entrenadora, detrás de ella, un pandita y una de las formas evolucionadas de Eevee jugaban en lo que era la alberca del Ferry

-Estoy muy emocionada, Braixen- Afirmó con una gran nota de felicidad dirigiéndosele a su inicial

-Planeé esto hace tiempo, ¡pero quién diría que el mismo Ash me invitaría a venir!- Dijo saltando y uniendo sus manos, entonces un tierno sonrojo le invadió las mejillas mientras, quizá infantilmente se imaginaba al azabache guiñándole el ojo...

Todo porque era parte de la verdad.

Ella nunca había imaginado que después de su segunda derrota habría podido contactarse con su amado dueño de un Pikachu, quien sospechosamente la miraba de diferente manera que la última vez

Irradió felicidad en cuanto oyó su voz, aun a pesar de que fuese por llamada.

Entonces el adorno que no hacia falta.

El porqué.

Ese era en especial algo que a nuestro héroe le costaba trabajo asimilar, puesto que él no tenía mucha prueba contundente sobre el dato, pero según él, pudiera ser verídico

-Quién diría que la Señora Delia tiene fotos de hace tiempo...- Dijo refiriéndose a lo contado por el muchacho en la ya mencionada llamada.

•=00=•

Pasadas las cuatro y media de la tarde, Ash despertaba con la sensación de haber recibido un mismísimo rayo de Zapdos, pero no era ni más ni menos que el ataque primario de su ratón eléctrico, quien ya no se encontraba en el sitio

-Ay Pikachu- Exclamó él con un tono divertido

•=00=•

Finalmente llegó la noche, era la hora en que Ash había prometido regresar a casa para recibir a su amiga

Aunque todavía sin la más mínima idea de qué hacer...

En fin, no era inesperado. Él iba corriendo

Se le había hecho muy tarde mientras conseguía algo para ella

-¡¿Por qué esto me pasa a mí?!- Se preguntó agitado.

~En ese preciso momento, en Pueblo Paleta~

Un coche llegó, era una de las unidades de taxi que recién trabajaban en la región Kanto

De él bajó cierta chica de cabello color miel, el cual le llegaba ligeramente bajo el cuello, pues cuidaba que no creciera mucho

Al bajar identificó tan sólo las calles ya solitarias del acogedor pueblo, en las cuales los faroles iluminaban parpadeando uno que otro

-¿Está segura de que este es su destino señorita?- Preguntó el conductor bajándose del coche

La chica asintió segura, pues a la lejanía vio e identificó el molino de viento que estaba bajo el cargo del Profesor Oak, signo de que su laboratorio también estaba ahí

-Claro, ¿cuánto le debo, disculpe?-

-Son 585 yenes-

Y ahí se encontraba de nuevo. Obviamente con aviso a su madre, quien se encontraba en Kalos

Rápidamente fue al laboratorio del profesor, pero por las altas horas de la noche, nadie salió.

Pero eso no la detendría.

Sacó su navegador y accedió a buscar...

Pero fue inútil, puesto que la casa del azabache no era sitio público.

Entonces comenzó a caminar...

¿Cómo se le había ocurrido irse a parar ahí sin siquiera saber llegar a la casa de quien buscaba?, desilusión al fin y al cabo no podía ser, puesto que sabía que Ash nunca la habría hecho pasar tal vergüenza a propósito

Empezó a vagar por la calle por donde había caminado, prácticamente errante se sintió mal, y no sólo mentalmente, sino que sus pies le empezaban a doler por no sentarse

¿Pero dónde hacerlo...?

Entonces dejó la pena de lado, su vergüenza le valió poco y se dejó caer en el suelo, recargándose en una valla blanca.

Una vez ahí, se llevó la mano a la frente, secándose el poco sudor, debido a la temperatura de la región

No perdió noción del tiempo, pero así sintió que algo le daba pequeños piquetes llamándola

Abrió los ojos, y se encontró con Pikachu sonriéndole

•=00=•

Más tarde, esa misma noche, Delia platicaba con Serena, quien amenamente le respondía con mucha alegría

Pikachu mientras tanto, estaba afuera esperando a ver a su amigo llegar en algún momento.

El azabache llevaba las prisas encima, ciertamente había cambiado, pues su sedentarismo le afecto demasiado de cuando estudió en Alola

Obviamente no corría igual.

Era digno de una comedia verlo parar cada cinco minutos luego de correr cierta distancia para retomar el aire...

Pero para él era lo de menos. Esa noche quería cambiar algo, algo que en realidad había estado pensando muy seriamente

"Supongo que era inevitable... Sentirme así por ti..."

Cerró sus pensamientos a la vez que volvía a parar el paso para descansar una vez mas.

Desde aquella separación, para nuestro héroe era difícil alejar de sus pensamientos a la chica que le había concedido su primer estímulo en su cerebro, dando lugar a amar a más que sólo los pokemon en general.

Si bien el sentimiento era diferente, sabía ahora a la perfección que en varios sentidos hacía lo correcto al enfrentarlo

"¿Pero qué debería decirle...?" Se seguía preguntando de manera torpe.

~Pueblo Paleta~

-¿Cuánto tardará ese jovencito...?- Se preguntaba la madre del entrenador casi lanzando rayos

-Le dije que no tardara- Y Serena la veía sonriendo divertida

-Lamento la espera hija. No sé qué le pasa a Ash por la cabeza- Dijo apenada, sonrió restándole importancia al asunto, entonces sacó un libro de un cajón en una de las mesas

-En fin, ¿quieres empezar a ver?- Le invitó

-Me gustaría, pero me sentiría mal por Ash. Él fue quien me invitó a final de cuentas- Su cara dibujaba un sonrojo que enternecía a Delia

Pues quién diría que ella le robaría el corazón a su pequeño Ashy...

-¿Recuerdas algo de cuando estabas aquí?- Preguntó

-¿Disculpe?-

-De cuando eras pequeña- La joven sólo la vio en silencio por unos instantes, era nostálgico oír esa pregunta, aunque su respuesta era escasa con lo que seguramente quería llegar Delia

-Señora... No recuerdo mucho, siempre he querido saber más, pero lo único es de cuando conocí a Ash- Dijo viendo una fotografía donde el azabache estaba apenas por iniciar su viaje, cuando traía a Pikachu

-Bueno. Quizá todavía no veamos las fotos por las que estás aquí, pero bien puedo enseñarte otras- Comentó cambiando el tema y poniéndose de pie

Entonces tomó una foto de una repisa

-Mira, esta es de cuando recibió a Pikachu...- Empezó a contar.

•=00=•

Mientras tanto, la espera y la gran cantidad de pasos, además de una que otra caída, ya daban por agotado a nuestro candidato a Maestro Pokemon

En un intento de seguir había tropezado.

Pero siguió sin importarle nada.

Pues su motivación seguro ya le esperaba.

Y si no llegaba, además de ella, su madre estaría decepcionada

Porque él mismo le había confesado los sentimientos que guardaba por la pelimiel.

Era de suma importancia eso, y por lo mismo seguía corriendo, ya que detrás de cualquier revelación fotográfica que Delia les quisiera enseñar a ambos

Él se confesaría.

Lo haría por ella, por saber si los sentimientos de la hermosa flor que quería seguían siendo para él.

Aun si contara conque ya no, lo intentaría, así como varias veces había intentado ganar una liga, así mismo lo haría con ella.

¿Qué tonto él?, ¡aceptaría el título!. Lo merecía el muy despistado...

Entonces llegó a la ruta del pueblo, y a la distancia divisó las luces de los faroles.

Entre cuerpo y codo llevaba una pequeña caja, la que no consiguió a tiempo y fue motivo de tardanza.

Aunque tampoco lo maldecía.

Después de todo, a cualquiera le gustan los pastelillos.

A Serena, según él, los de vainilla.

•=00=•

Fueron apenas minutos en que Delia y Serena platicaron.

No había mucho, pues el tema central iba a ser un álbum fotográfico que la castaña-pelinegra había hallado hacia días.

-¿Gustas algo hija?-

-No, gracias-

-¿Entonces quieres hablar de algo?- El objetivo de la mayor era distraerla

-Bueno... La verdad es que... Yo no esperaba nada de esto de Ash- Comentó en tono triste

-Ay... Yo me lo esperaba, si te soy sincera.- Volvió a sentarse y tomó una de las fotos que ya había enseñado a la joven. Era el azabache de bebé

-Se me hizo costumbre no tenerlo en casa... Aunque en este tiempo que él no ha salido a ningún viaje, no deja de hablar de una de sus tantas amigas- Dijo en tono de complicidad

-¿En una... De sus amigas?-

-Sí... Primeramente no quiso hablar, pero ahora que está de vacaciones, siento que el sol de Alola le afectó-

-Sinceramente, yo esperé que quizá él me recibiera, o que como menos lo encontrara en su casa-

La mujer rió ante el comentario de la joven de Kalos

-Créeme. Él hubiese estado aquí, si no se le hubiera ocurrido irte a comprar un regalo- Le puso una mano sobre el hombro y observó cómo se sonrojó

-¿Un regalo?- Articuló con brillo en sus ojos

-Bueno, quizá no es nada, créeme también que cuando viene, casi nadie nos visita- Dijo ocultando su vergüenza de haber expuesto algo de más

-No te puedo decir de quién tanto habla Ash por su propia petición, pero te aseguro que hoy o mañana lo descubrirás de una manera seguramente única- Le aseguró sonriente

Entonces oyeron la puerta sonar.

Fuera o no esperada la llegada suya, no se echaría para atrás

Unos rasguños y leves raspadas no eran nada para lograrlo detener ya estando tan cerca

¡Lo haría esa misma noche!, aunque sólo recuperaría poco de los dos años que no se habían visto

Bendito el álbum de su madre, ¡que los ángeles mismos cuidaran de ella si el no podía!, o al menos que quien estuviera con ella lo hiciera, varios pensamientos, o quizá delirios invadieron su mente todavía sana.

En cuanto la puerta se abrió, su madre lo miró

-¡¿Pero qué te pasó?!- Y él la vio con una clara preocupación, además de presentar dolor por...

-¡¿Pero qué es eso?!- El hematoma que en su pierna dejaba salir sangre

Tampoco era un punto crítico.

Se lo había hecho tropezando.

Avanzó hasta la sala y la vio cabizbaja y mirando a otro lado sin darse cuenta de su presencia

Su cabellera amielada seguía igual que la última vez

Se había sacado el gorro...

-Serena...-

Y volteó, viéndolo y cambiando rápidamente todo pensamiento por una inmensa preocupación

-¡Ash...!- Obviamente notó su preocupación

Aun así no le dio importancia.

Mantenía su palabra de que esa misma noche sería la noche en que todo se lo aclararía.

Avanzó hasta ella y la besó...

Y antes de cualquier cuestionamiento, o intento de evitar algo de lo que pasaba, Serena le empezó a corresponder ante la vista de la madre del chico.

Fin.

•=00=•

A quien no haya entendido el final:

- El objetivo se Ash desde el principio era volver con Serena, volverlo a hablar en persona y declarársele.

- El motivo de que terminara en un beso, es que tardaría más tiempo en hacer la charla entre ambos.

Espero que les haya gustado, esto fue por la página de Amourfiction.

Bajo la etiqueta de #AmourfictionNoKinenbi

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top