Narrador normal

El albino reacciona tras haberla besado se separa lo más pronto que pudo dejándola atontada por lo sucedido — Emm... Frisk no sé que me pasó- rascándose la nuca, sus mejillas teñida de un azul intenso. Ella se encontraba petrificada analizando todo lo sucedido, acaso fue lo que ella cree que fue un ¿beso? No podría ser. Ahora ella comprendía todo, su forma de comportarse después de lo sucedido a la salida del instituto, al llegar a su casa él sentía algo por ella ese fue el motivo de su comportamiento tan seco — Mira Frisk.... puedo explicarlo- exclamó el albino nervioso — Tu.. ¿sientes algo por mi...? - un gran rubor se hizo presente en sus mejillas al igual que una mirada tímida — ....- suspiro- Será mejor que subamos al vehículo- no hubo respuesta, solo encendió su vehículo, y sin decir nada se marcho rumbo a la casa de la castaña. Tal vez podían parecer enojados mutuamente, pero en realidad no dejaban de pensar en lo sucedido.
Él iba tranquilo hasta que la castaña se atrevió decir.

— Sans - agarrándole del brazo, este la mira de reojo, así pudiendo ver su sonrojo — ¿Me escuchas? - preguntó con timidez.

— Sí....- dudó en responder, esperando lo peor.

— Ya que tengo tu atención quiero pedirte si...- sus mejillas se tornaron de un tono rojizo — conoces un baño cerca... - Sans la miro de arriba abajo, está estaba muy apenada apretando sus piernas para contener las ganas.

— Justo estamos cerca de Gribills, podrías ir ahí ‐ dijo apuntando con el dedo índice a un letrero, en este decía en una letras grandes de un tono rojizo Gribills. Al cabo de unos pocos minutos llegaron, la primera en bajar fue la castaña, quien iba deprisa, detrás de ella bajó el albino. Al entrar no encontró a la castaña, supuso que se había ido al tocador, como conoce a las mujeres sabia que tardaría en salir del tocador. Se dirigió al mismo asiento de siempre. Gribills no dejaba que nadie se sentara sobre el solo 2 personas tenían permiso a usarlo Sans y su preciada hija para los demás estaba prohibido.
El albino levantó la mano en forma de saludo hacía Gribills.

— Hola Sans cómo te encuentras- saludo con corteza mientras limpiaba un vaso de vidrio.

— Con mucha actividad física je je ya sabes hay que mover el hueso de vez en cuando - ríe guiñanto el ojo — Y tú cómo te encuentras porque estás que ardes je je.

— Nmms.. - suspiro — ¿Lo mismo de siempre?

— Desde luego Gribills, ya sabes algo para olvidar las penas - Gribills se retiró, Sans quedó en su asiento observando el viejo bar de Gribills, tan hogareño como a él le gusta. Había una dama al lado de su asiento, esa silueta femenina le pareció haberla visto antes. No pudo evitar saludarla.

— Hey, hola - saludo llamando su atención.

— ¿Hola...?- mirándolo de arriba abajo, su similitud con la castaña era bastante notable cosa que dejó sorprendido al albino.

— Puede ser idea mia pero te me haces familiar - encogiendo sus hombros y extendiendo sus brazos de forma irónica.

— A mi también me resultas familiar- lo miro con cierta intriga.

— Se que soy hermoso pero no es para que me mires tan detenidamente je je- sonríe guiñando el ojo. Ella solo lo miraba de de forma extraña tratando de recordar quién es, en cambio él solo podía fijarse en sus parentescos con la castaña. Parecían prácticamente iguales solo con la diferencia edad en ellas.
Al cabo de unos minutos Gribills vuelvel a la barra trayendo la botella de kétchup.

— Aquí tienes Sans tu tercera botella del día.

— Oh genial me moría de sed- bebe un sorbo — Ahh... los placeres que da la vida- dijo de forma aliviada.

— ¿Tomas kétchup? - lo miro de forma extrañada.

— Así es y tu tomas... - dirije su vista al contenido de su vaso — Whisky de ¿Chocolate...?

— Solo lo suelo tomar cuando algo me preocupa o estresa- murmuro.

— Y ¿qué es exactamente lo qué te preocupa?

— Muchas cosas me preocupan, pero ahora en este preciso momento lo que me preocupa es mi hermana, no ha venido del instituto y estas no son horas para que una niña deambula sola...- suspiro preocupada.

— Creo que en eso podría ayudarte- se ve interrumpido.

— No es solamente eso, sino que no sé que sentir por ella- Sans la mira extrañado — De pequeñas no fuimos unidas por mi culpa, ella siempre lo intentaba pero jamás le di una oportunidad - pequeñas lágrimas salían de sus ojos — Es una persona bastante decidida a lo que quiere podría decirse que en su alma abunda la determinación pero en cambio... en la mis jamás lo fue... solo quiero saber donde esta mi hermana - lo último lo dijo en forma de murmuro. Él comprendió de inmediato la situación, también tenía un hermano menor y sabe perfectamente el dolor y preocupación que pueden generar.

— Hey no te han dicho que las mujeres bellas no deben llorar - seca sus lágrimas con su pulgar — Todos estará bien - le guiña el ojo, seguido de esto la abraza, ella quedó callada, pero luego lo abrazo, pequeñas lágrimas salían de sus ojos y un suspiro de alivio dejó salir.
La castaña salia del baño con una sonrisa en su labios.

— No creerás lo que te voy a decir pero en el baño hay muchas mujeres, cuando por fin pude entrar se me olvidado a... que fui... - quedó paralizada al ver a Sans abrazar a su ¿hermana....?

Chara reacciono de inmediato al escuchar la voz de su hermana, así separándose del albino se levantó rumbo a ella, una vez enfrente la abrazo, Frisk no comprendía la situación ni el por qué Chara estaba ahí y muchos por qué la abrazaba, siempre se rehusó a demostrar cariño enfrente de ella y ahora la abrazaba como si nada. Quizás comprendía que se había ido de casa por un largo período de igual manera la abrazo apenas la castaña mayor sintió sus brazos rodearla se separó, con una mirada fría y penetrante se dirigió a ella.

— Como te atreves a desaparecer durante todo el día ¡¡QUE TE CREES UNA NIÑA DE 16 AÑOS!!- alzó su mano y una gran bofetada le dio- ¡¡SOLO ERES UNA MOCOSA DE 13 AÑOS!! - bruscamente la agarra del brazo sacándola del local. Después de caminar unos minutos se detiene — Mamá esta preocupada al igual que papá...

— ...... - el nudo en la garganta no la dejo responder, que podía decir si todo fue su culpa, Toriel no merecía estar preocupándose por ella o Asgore tampoco ambos fueron los mejores padres que pudo tener.

— También Asriel esta preocupado por ti... - susurró desviando la vista, no pudo evitar sentirse apenada, incluso Asriel se tomó el tiempo de ir hasta casa y saber de ella.

— Y no solo ellos también yo...

— Lo siento - murmuro apenada.

Chara solo se limitó a seguir caminando bajo la fría noche, a su lado iba la castaña menor quien no levantó la mirada ni por un segundo.

Al llegar a casa antes de entras la mayor suspiro sabiendo lo que se vendría al abrir esa puerta. Al abrir la puerta la primera en ir hacia ellas fue Toriel, quien al ver el rostro de su hija menor no pudo contener las lágrimas de felicidad, seguido de Asgore que les brindo un cálido abrazo y por último Asriel solo se limitó a ver la escena desde la puerta, los tres se reunieron dándole un cálido abrazo a Frisk. Chara contemplaba la escena con recelos, no podía evitar sentirse así, agobiada por el ambiente se dirigió al patio trasero sentadose sobre el piso de madera que sobre salia. Miraba al cielo con una mirada perdida y confundida desde cuando este sentimiento la estresaba tanto y cuando fue que comenzó, ni ella lo sabía, lo único que podía afirmar es que desde hace mucho que no se sentía bienvenida en su ¿familia? Se lo había preguntado muchas veces ¿quiénes son sus padres de sangre? y ¿por qué la dejaron en adopción? Quizás fue una hija no deseada. No podía evitar sentirse mal al pensar sobre su familia de sangre, a pesar de haber vivido pocos años con ellos.
A lo lejos su hermano la observaba, escuchando cada uno de sus suspiros al igual que lamentos, él no podía evitar sentirse mal por su hermana su amor es tan inmenso hacía ella que siempre la observo y apoyo incondicionalmente no tenía dudas en su corazón él la ama y siempre la amará, ya hace mucho se dio cuenta de eso pero por culpa de su timidez nunca fue capaz de confesarse pensando sobre lo que ella pensaría sobre él como puede su hermano estar enamorado de ella que dirían de él.

Miles de dudas pasaban por su cabeza, pero no es momento de pensar y lamentar  sino hora de apoyarla y acompañarla, dio un gran suspiro profundo y gran paso, llamando la atención de la castaña, el solo hizo una seña de "hola" con su mano.

— ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas ahí adentro.

— Creo que Frisk ya tiene mucha atención- sonrío.

— Oh y viste a la pobre de Chara solo y dijiste "si le hago compañía quizás ya no se sienta sola" - imitó una voz muy chillona.

— Claro que no dije eso, simplemente quería tomar aire fresco- se justificó encogiéndose de hombros, solo se le quedó mirando por unos breves segundo para luego volver a mirar al cielo, el ojiverde se acerco.

— Puedo sentarme - señalando a la par de ella.

— No recuerdo haber comprado este espacio del patio.

— En ese caso me sentaré - ella lo miro por unos segundos, un aura de tranquilidad los rodeaba, al igual que un gran silencio, no uno incomodo sino uno agradable para ambos. A lo lejos la castaña menor los observaba con un gran pesar en su corazón, le dolía ver a la persona que ama junto con otra, y más le dolía saber que esa persona es su hermana. Aunque sabía bien que su amor nunca sería correspondido muy en el dentro de ella se negaba aceptar eso igualmente sería mal visto su amor. Pero la opinión de los demás no le importaba mucho a la castaña pero a Asriel si le importaba su trabajo consistía en base a la opinión de los demás. Por ese mismo motivo Asriel no podía estar con la castaña mayor, Apoyo su mano sobre la ventana dejando caer una lágrima, le dolía pero no podía dejar de observar la escena, una parte de ella se sentía feliz al verlo feliz aunque no sea con ella "si él es feliz yo también seré feliz" y con eso le bastaba para consolarse a si misma.

A lo lejos se escucho la voz de Toriel llamándolos.

— Mis niños vengan un ratito - su voz llamo la atención de los tres.

Chara y Asriel se levantaron mutuamente y Frisk se escabulló lo más rápido que pudo. Una vez que los tres se encontraban en la sala Toriel procedió hablar.

— Como sabrán hoy Frisk se fue a la casa de unos amiguitos sin avisar, debido a que no avisó nos hizo preocupar a todos, así que he decidido poner unas reglas.

— Regla número uno; Chara siempre tendrá que acompañar a Frisk al instituto y de igual manera acompañarla a casa.

— Regla número dos; si por algún motivo Chara no puede acompañarla a Frisk Asriel lo hará.

— Regla número tres; siempre que salgan a algún lado tendrán que avisar.

— Y por último tendrán que decir que mi pay es delicioso sino quieren lavar los platos- dijo fulminando con la mirada.

Todos rieron, no por diversión sino por temor. Lo que quedaba de la noche transcurrió con normalidad, nadie tocaba el tema y tampoco querían hacerlo.

"El amor está lleno de sorpresa a lo mejor todo la un giro radical"