Capitulo 11: Lágrimas
Siento que mi cabeza duele y mis ojos arden, no comprendo donde estoy o como llegué aquí solo veo oscuridad y una gran ventana. El cielo sin luna se ve más hostil de lo normal, el inmenso cielo me deja ver parte de la habitación donde me encuentro, definitivamente esta no es mi habitación pero me resulta familiar como si la hubiese visto en algún momento. Me dirijo hacia la perilla de la puerta y con mucho cuidado la abro. Este balcón ya lo he visto definitivamente es la casa Skeleton... pero.... cómo he llegado.... aquí?
Bajo con cuidado sin hacer ningún ruido, distingo algo en el sofá, hay alguien aquí... despacio y con determinación me acerco a él...
Este sofá para dos personas le queda bastante pequeño como cama para alguien de su tamaño, sus pies y cabeza sobresalen del sofá, definitivamente se ve incómodo dormir así.
Al intentar tocarlo para despertarlo sus ojos se abrieron causando un sobresalto en mi haciéndome caer al suelo.
- Hey... es de mala educación ver a alguien dormir... he he
- Yo... N-No t-te.... - la vergüenza y el susto no me dejaban expresarme con coherencia.
- Supongo que has acabado con mi sueño de belleza he he... pequeña acosadora - dio un pequeño bostezo y se sentó sobre el sofá, viéndolo sentado se notaba que en ese sofá no cabrían dos personas como él...
- No soy una acosadora... Solo quería que vayas a dormir a tu cama... ese sofá se ve algo pequeño para ti - lo último lo dije en un tono bajo de voz.
- Oh niña no deberías preocuparte por mi - suspiro - Mi sueño de belleza seguirá siendo de belleza sea donde sea - dio una pequeña risa guiñando el ojo.
- Si tu lo dice... - me aleje de él y me dirigí hacia la escalera pero en medio del transcurso me pregunté que hago aquí - Sans...
- Que sucede niña - dirigió su mirada a mi.
- ¿Por qué estoy aquí?... - su expresión cambió a una seria por unos segundo para luego volver a su habitual sonrisa.
- Duermete niña mañana te daré los detalle ‐ al terminar esa frase me guiño el ojo para volverse a recostar.
Algo no parece estar bien aquí, esa mirada perdida que hizo por un instante no me deja tranquila o tal vez solo sea mi imaginación al estar con sueño... aún así espero que nada malo haya pasado.
En la mañana Sans me evitó en todo momento y evadió el tema de todas formas posibles, el único consuelo es que me pasarían a buscar al terminar las clases, Papyrus por otro lado solo me dijo que Chara se fue deprisa dejándome pasar la noche ahí. Todo este asunto me trae un mal sabor de boca y el silencio de Sans hace que sea aún más amargo el sabor. Él sabe algo y lo está ocultando pero sé que insistir es inútil... él no hablará aunque le suplicara.
Las primeras horas pasaron lentas e infinitas, el receso llegó, en ningún momento vi a ninguno de los hermanos Skeleton, solo a las "fangirls" recorrer de un lado a otro buscando a los dichosos hermanos
Por otro lado Monster Kid se hizo presente.
- ¡Hey Frisk! - gritó Kid desde lo lejos.
- Qué sucede Kid
- Tan solo te he visto divagar sola por la escuela y se me ha hecho una buena idea pasar el rato contigo.
- Hey kid, por casualidad no has visto a los hermanos Skeleton...
- ¿No te has enterado? Papyrus está jugando en la cancha de básquetbol del instituto contra Undyne. Hay rumores de que Papyrus es el mejor de su clase que hasta incluso podría superar a la grandiosa Undyne... ¡Por supuesto yo no creo que sea mejor que ella! - lo dijo con una pequeña gota de sudor recorriendo su rostro.
Fuimos junto con Kid a la cancha de básquetbol y aunque pareciera increíble iban empate, Papyrus vs Undyne.
- pss Frisk.... no le digas a mis padres que estoy aquí... - susurro en mi oído - ellos creen que los deportes crean emociones competitivas...
Tras terminar de hablarme Kid se fue corriendo a la primera fila para ver el juego obvio sin antes haberse caído en el camino...
En el partido pocas fueron las caras conocidas entre ellas estuvo Alphys quién admiraba cada movimiento y anotaba todo en una libreta de color negro. A lo lejos se veía el grupo de fans de Sans y Pap's con un puesto de ¿mercadería de ellos? Y aún más loco fue ver gente formada para comprar. En la última fila pude ver al huesos flojo durmiendo.
Me disponía ir hacia él pero sentí como alguien chocó conmigo haciéndome caer...
- Ooh! No, perdón preciosura! Déjame ayudarte - extendió su mano para ayudarme.
Al levantarme la pude ver con detenimiento, es una chica bastante bonita con una piernas largas y hermosas.
- No te preocupes je... - mi sonrisa era un poco nerviosa pero aceptable.
- No crees que Papyrus se ve tan sexy jugando - soltó ese comentario de la nada...
- Emm supongo... es bueno...
- Bueno?! Yo diría buenísimo ‐ posó un dedo sobre su labio inferior haciendo una cara ¿sensual?
- Em ¿sí..? ‐ todo esto me ponía bastante incómoda y nerviosa, cómo se supone que debería actuar como novia si alguien me dijese eso...
- Sí.. hug.. - volteó a verme detenidamente - ¡Ay perdona!, no sabes ni me nombre y pongo hablar de esto ja ja - un dio una pequeña palmada en mi espalda mientras reía - Me llamo Mettaton y no puedo evitar hablar de chicos lindos cuando los veo - me dio una pequeña sonrisa para luego marcharse.
No comprendía con exactitud que había pasado pero pasó, solo me quedé parapléjica unos segundos para luego seguir con mi cometido principal. Al volver a mirar Sans ya no se encontraba durmiendo ahí para colmo sonó el timbre.
Papyrus aún se encontraba en la cancha de básquetbol, corrí hacia él pero fui derriba por una estampida de chicas feroces y salvajes con deseos lujuriosos y poco normales con Pap's. Entre todas ellas yo no destacaba en lo absoluto entonces solo me alejé viendo como él disfrutaba de aquella atención brindada "no podría hacerte feliz" Papyrus requiere de atención y admiración pero yo jamás podría brindarle algo así... eso no va conmigo...
Las horas pasaban y yo con ansias esperaba el terminar de las clases, mamá Toriel no atendía llamadas... nadie atendía mis llamadas... y aunque estuviese en un salón lleno de personas sentía a todos tan distantes. Solo podía imaginarme posibles resultados de lo que pudo haber pasado...
- Frisk... - una mano se posó sobre mi hombro haciéndome volver a la realidad.
– ¿Qué sucede... ¿Papyrus? - nunca hablamos en el salón de clases pese a estar juntos.
– Te notó distante en el día de hoy... ¡NO ES QUIERA TU ATENCION TODO EL TIEMPO! solo quiero saber si estás bien... nye - intento ocultar su sonrojo mirando hacia otro lado... quizás he estado algo distante con él en este día.
– No te preocupes Pap's, no sucede nada solo he estado algo pensativa - sonreí para aliviar su preocupación...
– ¡GENIAL! Si necesitas consejos me tienes a mi, podrás imaginar que el gran Papyrus es inigualable en dar consejos ¡NYE NYE!
Papyrus se sentó junto a mi, el resto de las horas la pasamos juntos y aunque estuviese preocupada él hizo que todo dejara de sonar tanto en mi cabeza. Tal vez él si pueda hacerme feliz a mi... pero podré hacerlo feliz...?
Al finalizar la escuela nos quedamos esperando a Sans en la vereda de la escuela, aunque Papyrus me hablaba me preocupación estaba en no ver llegar a mamá Toriel, con cada minuto que pasaba mis ganas de querer llorar aumentaban.
– ¡Heya! ‐ los dos nos volteamos inmediatamente, venía Sans con su habitual sonrisa y sus ojos dormilones.
– Dijiste que mamá vendría... - Papyrus volteó a verme confundido.
– ¿Qué sucede Frisk? - su miraba mostraba preocupación y yo ya no podía contener las ganas de llorar...
– Hey Pap's mejor ve a la casa de Undyne. Necesito hablar con Frisk - con solo ver la mirada de Sans él comprendió y aunque en sus ojos se notaba el no querer irse lo hizo, aún así me sonrió "eres fuerte" dijo antes de marcharse.
– Sube al auto, hablemos en el camino.
Hasta llegar al local de Grillby's ninguno hablo, "sube" la única palabra que se limitó a decir al llegar al estacionamiento, nos subimos y nos fuimos.
– Niña lo que estoy por decirte puede que suene algo fuerte... - solo mire su rostro. Un nudo en la garganta no me dejaba hablar, sentía que el mínimo respiro fuerte me haría caer en lágrimas.
– Asriel se encuentra en el hospital, fue atacado por uno de sus fans... aún no despierta de su cirugía.
Mis ojos se abrieron tan grandes como pudieron llegar abrirse, mis manos temblaban y mis ojos lloraban. No pude contenerme aunque lo deseaba, todo este tiempo se trató de eso aunque intente engañarme y hacerme creer que no había pasado nada no puedo... no puedo seguir engañando a mi corazón así cuando mi mente sabe la realidad.
Volteé mi rostro hacia Sans, su expresión de no saber que hacer y de incómodo me hicieron sentir vergüenza como jamás lo había sentido. Vergüenza al no poder hacer y verme tan débil ante él de este modo.
– Lo siento... Sans...
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