XXV

Lo siento :( No me odien después de esto.

¿Alguna vez has visto a un potro correr? Bueno, esa sería la mejor descripción gráfica que puedo darles de Danilo. Cuando mi pequeño hijo corre, es como si corriera un potro salvaje. Hace que los otros perros se muevan de su camino y algunas familias que se encontraban disfrutando de un paseo, se alejen despavoridas.

Mil disculpas a todos por el susto que puede dar ver a mi perro correr.

Mi bebé solo está jugando.

—¡Danilo!— Lo llamo cuando me he cansado ya de correr detrás de él

Y como es un buen chico, detiene su carrera para regresar a mi encuentro. Dejamos a Kitty muy atrás desde el principio, tenía una buena excusa.

Odiaba correr

Era perezosa en realidad.

Caminamos a paso lento de vuelta a donde Kitty se quedó sentada. Danilo se encuentra respirando agitadamente al igual que yo.

—¿Han vuelto tan rápido?— Se encuentra en el césped sobre una manta, la luz del atardecer hace que su rostro sea enmarcado por los rayos anaranjados

Es hermosa.

Es como ese sorbo que le das a una taza de chocolate caliente después de regresar de una dura nevada, te calienta el cuerpo y hace tu pecho sentirse bien, así era ella.

—Bueno Kitty, si me hubieses acompañado no creerías que fue rápido— Toma una botella de agua que se encontraba a su lado en la engullí rápidamente.

Danilo comenzó a lloriquear frente a mí pidiendo agua, se levantó en sus dos patas y se paró contra mí, por poco me lleva de espaldas, pero dado que prácticamente pesábamos lo mismo pude sostenerme.

Kitty me tendió otra botella, le di la vacía y abrí la nueva dándole agua a Danilo.

—Mira mamá, es como Clifford— Un niño de alrededor unos 6 años, paso a lado de nosotros viendo asombrado a Danilo quien estaba parado orgulloso en dos patas

—Ey chico, ¿Quieres tocarlo?— La madre me observó asustada

Señora, mi perro no come niños, relájese un poco

El niño se acerco corriendo, Kitty nos observaba con una sonrisa en el rostro

—Abajo Danilo— Bajó poniéndose sobre sus 4 patas meneando la cola. Mi pequeño amaba a los niños, pero los niños le temían— Sientate

Obedeció inmediatamente.

—Es enorme— Susurró el niño en cuanto estuvo de frente a él

—Sam, ten cuidado— Su madre se había detenido a un par de metros y observaba a su hijo con temor

Le teme a mi perro, pero fue capaz de mandar a su hijo solo.

En fin, la hipocresía.

Sam, como ahora sabía que se llamaba, acariciaba a Danilo. Comenzó a reírse en cuanto Danilo decidió que era una excelente idea darle un lengüetazo al pequeño, oh Dios, pobre creatura.

—Oh por Dios— La madre se acercó al chiquillo y comenzó a limpiarlo— Ahora vas a apestar a perro

La observé en silencio con el ceño fruncido, como se atrevía.

—Danilo ven aquí— Kitty se encontraba muy entretenida con la situación, reía disimuladamente mientras lo llamaba.

La señora tomo a su hijo furiosa y se fue sin despedirse, la gente suele ser un poco maleducada

—Creo que esa señora va a bañar a su hijo con jabón sanitizante— Soltó Kitty mientras acariciaba a Danilo, quien se había acostado a su lado

—La compadezco— Me dejo caer a su lado agotado, me recuesto sobre la manta soltando una profunda respiración— Danilo babea demasiado

—No es su culpa— Kitty se recuesta quedando a mi lado— ¿Estás cansado?

Asiento— Corrí por todo el parque, claro que estoy cansado

—¿Qué tan cansado?— Abro uno de mis ojos y la observo, ella me observa con una mirada inocencia y una sonrisa en el rostro

—¿A qué viene esa pregunta?

Se encoge de hombros. Voy a preguntar algo, cuando observo a Danilo ponerse de pie. Me incorporo observándolo curioso, ha visto algo. Mueve su cola agitadamente y de pronto sale disparado.

—¿Qué pasa?

Me levanto rápido confundido por su comportamiento, el no suele irse de pronto. Dispuesto a emprender otra carrera detrás de él, salgo disparado, pero a unos cuantos metros se detiene dándole lengüetazos a una mujer.

Mierda.

Anna

¿Qué demonios hago ahora?

—Joder

—¿A dónde se fue?— Kitty se detiene a mi lado y observa confundida— ¿Qué hace?

—Saludando a Annie

—Tu ex— Suelta consternada

—¿Cómo es que sabes de ella?— Se encoge hombros

—¿Quién no conoce a tu ex?— Su tono es burlón, la observo confundido y ella decide iluminarme un poco— Te investigué un poco, y digamos que la noticia de su separación fue trágica para muchos, 1 de cada 4 noticias que salían sobre ti, la incluían, además me hablaste de ella, no me dijiste su nombre pero es tu única pareja conocida.

Asentí recordando que ya le había hablado de ella en algún momento.

Anna levantó la mirada y me dirigió una sonrisa, la cual se desvaneció cuando observo a mi compañera.

—Allí viene— Murmuro

—¿Debo salir huyendo?— Suelta en tono divertido

—No por favor

Danilo viene caminando a su lado.

Maldito traidor, siempre me dejas en ridículo.

—Marvin Jones— Me sonríe y se acerca a besarme la mejilla— ¿Y tú eres?

—Soy Katia— Saluda con su mano y Anna la observa con el ceño fruncido cuando Danilo se acerca y se sienta a su lado

—¿Tu nueva novia?— Pregunta en tono desdeñoso, cosa que me hace fruncir el ceño

—Si

—No

Observo a Katia quien responde al mismo tiempo que yo, ¿Qué no habíamos acordado algo?

Anna nos da una mirada divertida

—Bueno, como sea— Se encoge de hombros— Creí que estabas saliendo con Dulce

—No funcionó— Asiente con una sonrisa

—¿Y tu eres una actriz también? Nunca te había visto

—No lo es, Anna— Respondo— Fue bueno verte— Le doy una ultima sonrisa y le doy la espalda— Danilo, es hora de irnos— Paso mi brazo por la cintura de Kitty y beso su cabeza— ¿Nos vamos?

Voltea su rostro a verme y asiente con una sonrisa, se pega más a mi cuerpo y caminamos hacia la camioneta. Danilo camina a paso lento a nuestro lado, el silencio por parte de Kitty me pone nervioso, debe estar molesta por lo que dije.

Abrí la puerta de la parte trasera, y Danilo subió rápido de un salto. Kitty se detuvo del lado del copiloto, esperando a que la ayudara a subir.

Abrí la puerta y la tomé por la cintura colocándola en el asiento, justo cuando iba a cerrar la puerta me toma de la mano deteniéndome.

—¿Estás bien?— Su mirada es de preocupación, cosa que me hace suspirar, esa pregunta debería hacerla yo— Pensé que ya no sentías nada por ella

Su mirada muestra incertidumbre, espera mi respuesta.

—Y no lo hago— Me observa esperando una explicación— Es solo que su presencia no me agrada en absoluto

—Debe de doler aún— Susurra con media sonrisa

Niego con la cabeza— Es solo que no quiero que ella sepa de tu existencia

Arquea una ceja confundida— ¿Porqué?

—Solo quiero protegerte, sé que el ámbito en el que suelo moverme no es de tu agrado— Entrelazo nuestras manos y me acerco depositando un beso en frente— Quiero evitar que te involucres mucho con otros actores, porque no todos son buenas personas

Me mira con una ligera sonrisa en los labios, parece comprender y termine asintiendo.

Cierro la puerta y me subo de lado del conductor, arranco la camioneta y nos dirigimos con rumbo a mi departamento. Kitty se incorpora de golpe al percatarse que hacia su casa no es nuestro destino.

—¿A dónde me llevas?— Señala la ventana— La desviación a la avenida para ir a mi casa la pasaste

Me río y ella suspira, sabe que no hay manera de decirme algo.

—Tengo que llevar a Danilo a casa— Me encojo de hombros— Tan solo míralo, apenas y puede mantenerse en pie

Voltea a ver la parte trasera de la camioneta, Danilo va sentado cabeceándose. Kitty ríe y se acomoda en su asiento

—¿Podemos pedir la cena?— Asiento y le tiendo mi celular

—En los contactos tengo algunos lugares que envían comida a domicilio, llama al que sea

Asiente y accede a mi carpeta de contactos.

¿Qué porque no tiene bloqueo?

No tengo a quien esconderle algo, nunca le pongo códigos a ninguno de mis teléfonos, no hay nada que ocultar. Ni siquiera mis fotos desnudo, solo necesitas buscarme en internet y obtienes unas mejores, más nitidez y calidad.

Las que tengo en mi teléfono son tomadas con la cámara del celular, nada que no haya visto el público ya.

Además, son para mi cuenta con suscripción mensual, tan solo 1.50 dólares.

Así es, siempre pienso en la economía de todos.

Interesadas, al mensaje privado.

Me estaciono en mi cajón de estacionamiento, Kitty abre su puerta y baja de un salto, acción que me hace suspirar pesadamente.

Esa mujer es obstinada.

Bajo y me dirijo a la parte trasera, Danilo está ansioso por bajar. En cuanto abro, el brinca de golpe y comienza a hacerse pipí.

No puede ser, tuvo toda la tarde para hacerse en el pasto y se le ocurrió que el estacionamiento era mejor lugar.

—¡Danilo!

Kitty ríe a carcajadas, por su parte, Danilo me observa con la mirada más inocente del mundo.

Tomo el agua que siempre cargo en el maletero para este tipo de situaciones, y lo vacío sobre el enorme charco que ha dejado.

—Estuvo aguantándose todo el camino— Suelta Kitty divertida. Acaricia su cabeza y comienza a mimarlo— Eres un buen chico

Pongo los ojos en blanco ante la forma en la que Danilo la observa, parece caerle muy bien.

—¿Porqué a mí no me hablas bonito? También puedo ser un buen chico— Suelto serio

Kitty me sonríe en respuesta

—Danilo, tu padre no ha sido un buen chico ¿No es así?

Niego y los paso de largo.

Bien Kitty, quédate con Danilo.

La escucho reírse a mi espalda mientras camina siguiéndome.

—Buenas noches, Don Jose— Saludo al portero del edificio, quien se encontraba sentado viéndonos con una sonrisa

—Buenas noches, Joven Mike— Asiente respondiendo— Señorita, buenas noches

Volteo a verla, se encuentra sonrojada y ahora quien ríe soy yo.

Murmura un ligero buenas noches y nos introducimos al ascensor, cuando las puertas se cierran suelto una sonora carcajada.

—Oh por Dios, cierra la boca

-*-**-**-*-*-*-*

—Oh por Dios— Gimo dejándome caer contra el sofá— Estoy muy satisfecho

Kitty suelta un sonido de afirmación recostándose a mi lado— Estuvo delicioso

Asiento suspirando profundamente

—Eres excelente— Sonrío de medio lado— Tus gustos son muy buenos

—Es algo que ya había probado antes, y sabía que te iba a encantar

—Y no te equivocaste— Sobe mi abdomen— Es lo mejor que he probado en mi vida

—La comida de ese lugar es la mejor de la ciudad

Y no se equivocaba, había probado una de las mejores comidas de mi vida, en mucho tiempo.

¿Creías que me refería a otra cosa?

Te hace falta Jesús en tu vida, pecadora.

—Coincido totalmente— Me pongo de pie mientras tomo los recipientes sucios y vacíos de la mesa.

Decidimos que era una buena idea comer en la sala de estar, en lugar del comedor. Nos acomodamos y pusimos los recipientes en la mesa de centro, no había sido mala idea.

Comida y comodidad. La mejor combinación.

Cuando regrese a la sala, Kitty estaba en el sofá y Danilo había aprovechado a subirse a ocupar mi lugar.

Tendré una seria charla con ese individuo en cuanto se vaya Kitty, marcaremos límites.

—Me voy menos de 5 minutos y este desgraciado me quita mi lugar— Niego sentándome en la otra esquina del sofá, ahora lo único que me separa de Kitty es Danilo.

—Creo que le agrado

Me da una sonrisa que hace calentar mi pecho, también a mí me agradas Kitty.

—Probablemente

—Marcus— El tono de Kitty es bajo, y puedo ver en su mirada un poco de nerviosismo— ¿Por qué le dijiste a tu ex que era tu novia?

Frunzo el ceño confundido, ¿Qué no habíamos dicho que nos gustábamos? ¿A que viene esa pregunta?

—Porque lo eres

Niega—No lo soy— La veo encogerse de hombros— Nunca me lo preguntaste

Rio negando con la cabeza, me levanto del sofá y tomo una de las paletas que traje de la cocina, me acerco a su lugar y me arrodillo frente a ella en el suelo. La veo tratar de contener una sonrisa, cosa que me hace sonreír a mi también.

—Entonces Kitty— Pongo frente a su rostro la paleta entre mis dedos— ¿Quieres ser mi novia?

Toma la paleta de mis manos y la abre, llevándosela a la boca inmediatamente.

—No— Suelta como sin nada

—¿Disculpa?— La sonrisa se va de mi rostro, pero del de ella no

¿Qué carajos?

—Dije que no— Se acomoda en el sofá acercándose a mi

—¿Por qué rayos no?

En sus ojos puedo ver diversión, cosa que me pone nervioso.

—¿Recuerdas que te dije que quería conocerte mejor?— Lleva una de sus manos a mi cabello, siento sus dedos pasar entre mis hebras, causándome un estremecimiento— Es en serio Marcus, creo que es un poco pronto para ponerle título a esto— Lleva su mano a mi rostro y con su dedo indica comienza a delinear mis facciones— A penas y nos hemos besado unas cuantas veces

Asiento no muy convencido con su respuesta. Dispuesto a ponerme de pie, ella me detiene con su otra mano en mi nuca. Saca la paleta de su boca y se acerca a mí, puedo sentir su respiración chocar con la mía. Trago nervioso, esta mujer pone en riesgo mi autocontrol de años.

Mete la paleta a mi boca con una sonrisa en el rostro, besa la comisura de mi boca y yo sigo sin moverme ni un centímetro.

—Pero eso no significa que no podemos divertirnos— Suelta con una sonrisa coqueta— Llevo toda la tarde pensando en lo del ascensor

Una parte de mi se siente ofendido, pero la otra parte, esa parte que controla mi deseo sexual, está comenzando a dar brincos mientras va gritando, ¡Es hoy! ¡Es hoy!

Mierda, este no era el plan

Saco la paleta de mi boca y la coloco en algún lugar, mi sentido común ha dejado de funcionar y ahora solo funciona el deseo, que bombea en mi interior como lava caliente.

La tomo por las piernas levantándola, siento como enreda sus piernas en mis caderas. Llevo la mirada a sus ojos, tienen determinación, y estoy seguro que los míos muestran nerviosismo.

—¿Estás segura?— Suelto en un susurro contra sus labios

La veo morder su labio inferior mientras asiente lentamente.

—Es sexo solamente— Lleva sus manos a mi rostro— ¿Qué no haces esto todo el tiempo?

Me sonríe antes de llevar su rostro a mi cuello y comenzar a repartir besos en esa zona.

Su comentario me ha incomodado un poco, pero sus besos logran distraerme lo suficiente para que lo deje de lado.

Siento sus manos trasladarse hacia la parte baja de mi cuerpo, buscando el borde mi playera, comienzo a caminar en dirección a mi habitación. Entro y la coloco en medio de la cama, regreso a cerrar la puerta, lo que menos quiero es hacer un espectáculo frente a Danilo, sería la primera vez.

Me saco la playera por la cabeza, lanzándola en algún lugar de la habitación. Veo como se contonea tratando de sacar su pantalón por sus piernas, la detengo negando con la cabeza. Me acerco de nuevo a donde se encuentra con el cabello esparcido por mi cama. Llevo mis manos al borde de su blusa y la subo por su cuerpo, hasta sacarla. Solo lleva un bralett de encaje color piel, que hace juego perfecto con el tono de su piel.

Llevo mis manos al frente de su cuerpo, colocándolas a cada lado de su torso. El contraste de tamaños es considerable, no es que fuera diminuta, pero era un poco alto para ella y mis manos eran un claro ejemplo.

Lleve mi mirada a la suya, me miraba ansiosa y curiosa al mismo tiempo, esperaba ver nerviosismo como el mío, pero no veo ninguna señal de él.

Conecto mis labios con los de ella, trato de hacerlo lento, pero el jugueteo por parte de ella busca la manera de hacerlo desesperado.

De nuevo la sensación en mi pecho que me hace sentir incomodo, pero decido hacerla de lado. Quiero que esto sea diferente, que ella no crea que está con el actor si no con mi parte real.

Separo nuestros labios y llevo los míos a su cuello, reparto besos y pequeños mordiscos, causando que suelte pequeños gemidos que hacen mi espalda tensarse.

Mi mente está jugándome una mala jugada, evocando recuerdos con Dulce, pero es que los sonidos son tan parecidos que comienzan a hacerme dudar.

Ella no seria capaz de mentirme a la cara ¿No es así?

Levanto mi rostro de su cuello y nuestras miradas se conectan, no es ella, esos ojos no son los mismo.

—¿Pasa algo?— Susurra, por primera vez en todo el día, puedo ver un poco de nerviosismo en sus ojos.

Frunzo el ceño negando con la cabeza.

Toco los bordes de su sostén y lo saco de su cuerpo, se encuentra desnuda de la cintura hacia arriba. Mi pecho se contrae ante su cuerpo, sus pechos son un tamaño normal, ni muy pequeños ni muy grandes, pero eso no es lo que me pone tenso.

¿Todos los cuerpos son similares no es así?

Las similitudes son cada vez más obvias, y no quiero que sea verdad.

Llevo mi boca a sus pezones, que se encuentran erectos y duros. Respinga ante el primer toque de mi lengua con su pezón, con una de mis manos, ahueco su otro pecho, pellizcando su otro pezón.

Llevo una de mis manos a la parte inferior de su cuerpo, tomando su pantalón y sacándolo con su ayuda de su cuerpo, mi boca seguía intercalando entre un pezón y el otro. Teniendo el pantalón fuera del campo, me incorpore apreciando la imagen ante mí. Kitty se encontraba sonrojada del pecho hacia arriba, acostada en mi cama adornada solo con sus bragas de encaje que hacían juego con su desaparecido sostén.

La humedad comenzaba a hacerse evidente en su centro, mi polla ya se encontraba dura, pero el sentimiento de incertidumbre seguía ahí. Picando mi pecho de forma insistente.

Tome sus bragas de los lados y las baje por sus piernas, deje expuesta su zona íntima y me hinque frente a ella.

Cuando mi boca encontró su carne, su cabeza cayo contra las almohadas y dejó escapar un largo gemido que me erizó la piel de la espalda. Rodeé su clítoris con mi lengua, jugando y chupando la delicada carne con mi boca mientras ella se retorcía contra mí. Sus caderas no podían mantenerse quietas, se levantaban al encuentro de mi boca como si tuvieran mente propia, tuve que sostenerla por la cintura para poder mantenerla quieta. Podría pasar saboreando su néctar toda la noche, pero no pasó mucho tiempo antes de que ella apretara el edredón en sus puños y soltará un grito cuando su liberación se estrelló contra su ser.

La observe retorcerse con las secuelas con una sonrisa en el rostro, no era por presumir, pero podía hacer magia con la lengua.

Subí a la cama a su lado mientras se recuperaba, después de un momento giro en mi dirección y pude sentir su mano sobre el botón de mis jeans.

—¿Ya estás lista tan rápido Kitty?— Asiente con una sonrisa juguetona en el rostro

Se incorporo y desabrocho mis jeans, introdujo su mano al interior y le dio un ligero apretón a mi polla que me hizo respingar.

—Quítalos— Demandó

—Como digas— Me puse de pie riendo, tiré de mis pantalones junto con mis calzoncillos y subí a la cama completamente desnudo.

No me incomodaba estar desnudo frente a ella.

Me acomodé recostándome, tenía el miembro sobre mi abdomen y ella me veía con el labio inferior entre los dientes.

—¿Ves algo que te guste?— Ella me mira, su mirada ardiente me pone incluso mas duro, como si eso fuese posible.

La veo sonrojarse, se acerca peligrosamente a tomar mi miembro con su mano, comienza a subir y bajar en un movimiento lento. Suspiro profundamente, estoy a nada de soltar mi carga, y en esta ocasión no puedo ponerme a divagar como lo hago durante las grabaciones.

Trago saliva cuando la veo inclinarse a poner sus labios sobre mi hinchado capullo, llevo la mirada al techo inhalando profundamente por la nariz y sacando el aire de golpe por la boca ante el primer contacto de su lengua.

La mirada que me da causa un estremecimiento en mí.

Dulce Jesus

He recibido decenas de mamadas durante mi vida, pero esta es la única que me hace imposible contenerme de soltarme. Y esa mirada que me ha dado me causa sentimientos extraños que no se descifrar.

—Oh mierda— Suelto con un gruñido. Tenso la mandíbula y aprieto los puños tratando de contener las ganas que tengo de follar su boca de manera rápida, estoy haciendo un gran uso de mi fuerza de voluntad para evitar moverme mientras su lengua juguetea con la cabeza de mi miembro, y su boca intenta llevarme por completo a su interior, se ahoga un poco pero no se detiene.

Llevo una de mis manos a su cabello, enredando mis dedos entre sus hebras, masajeo la parte baja de cabeza logrando relajarla un poco, pero aún así es imposible para ella.

Saca mi miembro de su boca para respirar, la veo llevar una de sus manos a su entrepierna y regresarla a mi polla llena de fluidos, me rodea subiendo y bajando.

Santa Mierda

El contacto de sus fluidos solo me pone más ansioso, por lo que llevo mis manos a su cuerpo y la traigo sobre mí, colocándola a horcajadas sobre mí.

—Por más que quiero que sigas con tu boca, ya no puedo más y quiero tu coño sobre mí

Ella ronronea con entusiasmo y se acomoda mejor para abrazar mis caderas. Se me corta la respiración cuando su coño ya mojado roza la cabeza de mi tensa polla.

Se frota contra mi eje rígido. Deja escapar un suspiro de alivio leve por la fricción. Sigue moviéndose en mi contra, estimulándose mientras se desliza sobre mi polla con sus propios jugos.

Se me queda la respiración atascada en la garganta mientras la miro moverse experimentalmente. Incorporándome un poco, guío su boca hacia la mía y nos besamos profundamente mientras Kitty continúa su dulce tortura.

Finalmente, cuando ninguno de nosotros aguanta más la espera, se hunde en mí. Ambos gemimos cuando su calor húmedo me envuelve lentamente. Parece que pasa una eternidad antes de que mi polla toque fondo dentro de ella y su pelvis descanse completamente sobre la mía.

Y si creía que su boca era una maravilla, su interior lo es más.

Se levanta, luego se desliza hacia abajo, jadeando y me es imposible contener un gemido que sale de mi interior. Luego, otra vez con más fuerza y, de nuevo, encontrando su ritmo rápidamente. Pongo mis manos en sus caderas para guiar su cuerpo sobre el mío.

Grita cuando mis dedos le tocan el clítoris. Me monta cada vez más rápidamente, moviéndose sobre mí, gimiendo cada vez que golpeo ese punto dulce en su interior. Le froto el clítoris más rápido y me esfuerzo por moverme a su ritmo. Estoy desesperado por hacerla venir; lo necesito más que mi propia liberación, mi propio aliento, y el dolor punzante en mis bolas me lo está recriminando. Estoy borracho ante la vista, el sonido, el aroma de ella, lo impresionante que es con su pasión. Y, cuando nuestros ojos se encuentran, una ola de ternura y deseo amenaza con ahogarme el corazón.

Echa la cabeza atrás.

Me encanta la sensación de su cuerpo sobre el mío, sus uñas enterrándose en mi espalda causaban escalofríos en mi cuerpo, la mujer sobre mí era una diosa en ese instante, con el cabello en su espalda y la respiración agitada, cualquier hombre en su sano juicio se volvería loco por ella.

—Demuéstrame que lo que se ven en esos vídeos no es fingido— Mordió mi cuello y mi barbilla— Demuéstrame que esas chicas realmente disfrutan lo que haces, Marvin

Como un balde de agua fría, sentí como mi cuerpo fue bajado de la nube en la que se encontraba

Decidí follarla con más ímpetu, sacando mi lado de actor, dándole esa otra parte de que evitaba mostrar con ella, no la parte cariñosa, ni la parte delicada, ella quería lo duro y salvaje que veía en esos videos.

Y por una extraña razón eso me molestaba en gran medida, yo no quería que ella prefiriera al actor, quería que ella quisiera a Marcus y no a Marvin, sin mascaras ni facetas.

Odiaba que siempre ella buscara a Marvin en mí, al actor y no a él.

Comenzaba a odiar que ella creyera que mi profesión era mi personalidad, ese no era yo, y solo por eso comenzaba a odiar ser un actor porno.

—Oh, Mar... oh, oh, voy a... —Sus palabras se disuelven en un gemido sin palabras, trayéndome de nuevo a la realidad.

Sus paredes internas se aprietan alrededor de mi polla, casi causando que me corra. A través del cegador placer, lucho por seguir frotándole el clítoris, escurriendo cada gota de éxtasis de su orgasmo hasta que gime de la estimulación.

Sigue encima de mí, con los ojos entrecerrados y nublados sobre los míos.

—¿Te viniste?

Sacudo la cabeza. Honestamente, lo que menos buscaba ahora era eso, solo quería hacerla sentir bien, justo como a las otras actrices.

Desvié la mirada y la alce recostándola sobre la cama. Me levante en silencio dirigiéndome al baño, tome unos paños húmedos y regresé a la habitación. Limpié delicadamente su entrepierna, y fue cuando me di cuenta que no había usado un maldito condón.

—Mierda— Gruñí molesto

Kitty tomó mi muñeca deteniéndome— ¿Estás bien, Marcus?

Asentí, llevo su otra mano hacia mi entrepierna, pero retrocedí. No quería que me tocara justo ahora.

—No— La vi fruncir su ceño— Lamento no haber usado un condón, me perdí y...

—¿Es eso?— Se levanta soltándome, está hincada en la cama y yo me encuentro de pie— Estoy en control, no tienes que preocuparte— Lleva sus manos a mis mejillas y las desliza hasta llegar a mi pecho— Déjame ocuparme de esto— Siento una de sus manos descender hacia mi entrepierna, si me toca estoy perdido y justo ahora estoy muy confundido

—No es necesario, está bien— Beso su frente, hay tantas cosas dando vuelta en mi cabeza y solo quiero poder asimilar todo— Tomaré una ducha

—¿Te acompaño?

—No es necesario— Coloco sus mechones desordenados detrás de sus orejas— Descansa un poco

Me alejo en dirección al baño, al entrar pongo el pestillo y suspiro.

No quiero pensar en lo que me viene rondando la cabeza, porque no quiero creer que ella fue capaz de mentirme a la cara, de mentirme y hacerme ver como un estúpido durante todas estas semanas.

Pero hay tantas diferencias entre ambas, y solo hablo de personalidad, porque físicamente tienen muchas similitudes.

Estoy tan confundido justo ahora.

La noche que debió ser la mejor de mi vida, se convirtió en la peor que he tenido desde que me mude a Los Angeles.

Abro los grifos y me meto bajo la cascada de agua, mi miembro sigue duro y no tengo otra opción que masturbarme hasta que baja un poco.

Cuando salgo de la ducha, mi habitación se encuentra vacía.

Lanzo la toalla contra la cama molesto.

Se ha ido, y probablemente ahora sea un idiota para ella.

Lo arruiné todo, y todo por ser un imbécil. 

//////////////////////////////////////////////////////////

Espacio para dejar preguntas respecto al capítulo.

¿Ya me siguen en Instagram?

Muy bien, quiero aclarar una duda que tienen muchas desde que empezó todo, ¿Cómo es que Marvin no podía diferenciarlas?
Bueno, si se dan cuenta las veces que Marvin estaba con Dulce, era muy superficial al detallarla, a diferencia que cuando estaba con Kitty. Inclusive, ella lo sabe. Además que, usa lentes de contacto y cambia un poco el tono de voz.

Tal vez olvide mencionar eso al principio, pero ya la iré editando.

Bueno, me voy. Nos leemos pronto, xx.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top