Este especial está situado en un momento en el que no se encuentra actualmente el desarrollo, para que no se me confundan.
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Observo mi teléfono por centésima vez, son las diez de la mañana y no me ha llegado ninguna felicitación por el día de San Valentín de ella.

¿Se le habrá olvidado?

Reviso el ultimo mensaje que me respondió anoche, no creo que lo haya olvidado, por algo aceptó la cena.

Debe saber el porque de esa cena ¿O creerá que es algo al azar?

Tomo mi teléfono para llamar a mi agente, el cual me responde al tercer pitido.

—¿Qué pasa, Marvin?— Su tono me indica que está hartó de que lo llame cada 10 min

—¿Está todo listo ya?

—Hace 20 minutos te dije que solo faltaban las flores— Suspira frustrado— No pueden poner eso temprano o se marchitarán

—¿Y lo demás?

—Están adornando el departamento ya, la cena la entregaran a las 6 y te repito que las flores llegaran a esa misma hora ¿Feliz?

—En serio, gracias— Murmura algo por lo bajo que me hace reír— ¿Danilo? ¿Han ido ya por él?

—Ya— Suelta molesto— ¿Quieres relajarte un poco? Todo saldrá bien

—Lo siento, es la primera vez que hago esto

—Si, ya veo porque lo ridículo

Río y el gruñe molesto.

—Gracias por ayudarme— Trago saliva mientras jalan la tira de cera que se encuentra en mi pubis— Debo colgar, estoy arreglando el regalo

—Como sea

Corto la llamada y respiro profundamente.

Espero que todo salga bien con la cena de hoy y le guste lo que hice a Kitty. Observo mi teléfono de nuevo y no hay rastros de ningún mensaje de su parte, sin embargo, hay algunos de mis amigos.

Brandon: Feliz día de San Valentín, te mando un enorme beso, póntelo donde más te guste

David: Feliz día de la amistad

Annie: Feliz día de San Valentín, espero verte pronto, te mando un beso

Pongo los ojos en blanco con este último, iba acompañado de una foto de si misma recostada sobre una cama con chocolate encima.

Y no me interesa en lo más mínimo, lo que daría por una foto de Kitty así.

Al salir del centro de depilación, me dirijo hacia la licorería más cercana a comprar mi Champagne favorito. Probablemente solo bebamos algunas copas después del regalo principal, pero no estaría mal.

Al llegar a casa más tarde, después de hacer mis diligencias, me topo con que todo está listo ya. La mesa colocada en el centro de mi departamento y toda la utilería colocada, sin duda hacen ver un ambiente romántico.

Si fuera mujer, me besaría. Como no lo soy, es extraño.

Me voy en dirección a mi habitación a tomar una ducha limpiando lo que haya que limpiar, me recorto la barba incipiente que siempre mantengo y cuando salgo del baño, la cama se encuentra lista para más tarde.

Salgo hacia la sala, está ya todo en su lugar y sonrío satisfecho.

Observo ansioso la hora en el reloj, cuando veo que está cerca la hora me voy a la habitación y tomo mi posición.

No tengo otra cosa que hacer, con Danilo en la guardería me encuentro ansioso esperando la hora.

Envío un solo mensaje, corto y conciso.

No es necesario que toques, entra directo y sigue el camino.

Coloco todo en su lugar y suspiro profundamente, esperando a su llegada.

Unos minutos después escucho la puerta principal abrirse. Mi estómago se contrae y otra cosa se aviva ante la adrenalina que comienza a correr por mis venas.

Me siento un adolescente con las hormonas alteradas

Escucho unos tacones acercarse por el pasillo, cosa que me hace tensarme.

Kitty no usa tacones.

Veo la manija girar, y joder, ojalá estuviera preparado para la diosa que estaba abriendo la puerta del otro lado.

¿Se puede sufrir de un colapso ante tanto erotismo que emana?

Es que no, no puedo con tanto.

—Acabas de dejar en ridículo mi regalo— Suelto molesto

Ella ríe, porque sabe que lo que sea que iba darle no va a superar esto.

Sigue de pie recostada de costado en el marco de la puerta de forma sensual, trae puesto un conjunto de lencería de encaje, acompañado de unas medias con ligero.

¿Lo mejor?

Son de mi color favorito, negro.

¿La cereza del pastel?

Esos enormes tacones que terminan de adornarla.

¿Y que le iba a dar yo?

A mí mismo recostado en la cama, ¿Ven cuánta razón tengo? Estoy quedando en ridículo.

¿Ya les dije que me calienta más que el sol en verano?

Desde que entró a la habitación, mi miembro se puso duro a la espera de que le ponga atención.

Oh vamos hombrecillo, comportate.

—¿En donde está Danilo?
—En la guardería
Me da una risa de lado y una mirada coqueta.

Le indico con mi dedo índice que acerque y lo hace a paso lento, cada paso hace que mi mirada se dirija a sus piernas torneadas que me hacen babear.

Coloca la primer rodilla en la cama, se acerca gateando hasta llegar a mi lado, donde sigo sin moverme desde que llegó.

¿Nunca les dije como estaba? Voy a hacerles un resumen rápido.

Estaba recostado de lado, solo en un boxer negro, con una rosa entre las manos.

¿Demasiado cliché?

Bueno, no tenía muchas opciones

Pero regresemos a lo que realmente importa ahora, a la diosa que está situada a mi lado, y se acerca peligrosamente a mis labios, mientras las hebras de su cabello dorado hacen contacto con mi piel, causando que se me erice.

—Feliz día de San Valentin— Murmura contra mis labios antes de colisionarlos con los suyos.

—Pense que lo habías olvidado— Murmuro entre besos apresurados, mientras siento sus manos entrar en contacto con mi cuerpo.

—Solo quería hacerla de emoción

—Voy a follarte con esto puesto y después te lo quitaré para atesorarlo en la sala de mi casa— Susurro cuando nos separamos a tomar aire.

—Entonces haré lo mismo con esto— Responde llevando su mano hacia la cinturilla de mis bóxers— y tal vez luego los subaste por internet

Volvimos a unirnos en un beso, se colocó a horcajadas sobre mí, mientras llevaba mis manos por todo su cuerpo.

No fui capaz de quitar nada de lo que traía puesto en la primera ronda, la bese sobre todo, y humedeci todas su zonas que la hacen explotar.

—Feliz San Valentin— Susurré contra su oído en medio de la madrugada durante otro encuentro

Recorrí toda su piel, y la hice tocar el cielo con las manos, muchas veces esa noche.

No soy egocéntrico, pero sé de lo que soy capaz.

Y también sé, que esos gemidos y caras de placer, no eran fingidos como con los que estoy acostumbrado a interactuar.

Esta de más decir que la cena se enfrió, y se agradece al inventor de los hornos eléctricos.

Las cenas a veces pueden ser olvidadas por otro tipo de cenas.

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Feliz San Valentín atrasado, iba a subirlo por la mañana pero es que no pude ☹️ espero hayan tenido un lindo día en compañía de quién hayan querido.

Les mando un fuerte abrazo, xx.