«Tanta gente hay fuera y coincidir aquel día»¹

Oh, mi querida Rose, si tan solo supieras las sensaciones que experimenté al verte aquel día, sentada en la última banca del parque, completamente sola; habrías sido capaz de llamarme "desquiciado". Pero, ahora no me importa, Ro y nunca me importó.

Fuí feliz, demasiado feliz como para que durara tanto aquella felicidad que me otorgaste durante algunos minutos, hasta que te ví levantar y pasar al lado mío sin siquiera notar mi presencia. Me dolió, Rose, pero me dolió aún más saber qué era lo que realmente te pasaba.

¿Quién diría que ese día estuviste llorando, Ro? O peor aún, ¿Quién creería que estabas rota por dentro…totalmente rota y todo absolutamente todo por mi culpa?