Un mero instante es lo que lo depara del mundo real.

Cada vez que siente sus manos desaparecer entre las suyas, sabe que sigue con vida, que verá el sol salir una vez más.

Lo odia.

Porqué no lo contemplará con él a su lado.

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Cada mañana la misma rutina:
Despierta con todo el pesar del mundo, abriendo los ojos lo más lentamente que puede, deseando con lo más profundo de su ser no poder volver a abrirlos.

Que ingenuo.

El segundo paso es levantarse. Realmente se esfuerza por imaginar que es un sueño. Que no ha despertado y que no lo hará pronto.

Iluso.

El roce suave de las telas sobre su piel en su afán por salir debajo de éstas ahora mismo le parece molesto, asfixiante y lo peor: real.

La fría sensación del piso haciendo contacto con la piel de sus pies, también se lo corrobora.
Ya no hay esperanza.
Hay pruebas por todos lados.

Una vez convencido, se asea, se viste y mira por unos minutos la pintura a un lado de su puerta, queriendo perderse en sus tonos azulados tan calmos y los rojos fugaces que muestra.

Cuando siente que la ha contemplado lo suficiente como para percibir una ligera tranquilidad, toma el pomo gélido de la puerta y lo gira con cuidado para abrir. Suelta un suspiro apenas perceptible que intercambia por una sonrisa confiada y unos ojos burlones.

Junto a ese suspiro se van sus emociones que sustituye por un cascarón vacío.

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-¡Dazai! ¡¿Qué crees que haces perdiendo él tiempo?! Tenemos suficiente trabajo como para que te tomes el lujo de holgazanear en la oficina.

-Oh, ¿Entonces puedo holgazanear en otro lugar que no sea el espacio de trabajo?- preguntó el mencionado con inocencia fingida y una burla clara en su voz.

-¡¿Qué?! ¡Sabes perfectamente que no dije eso!- repuso colérico el rubio, ya se empezaba a notar la vena hinchada de la frente.

Sólo obtuvo como respuesta una mirada despreocupada por parte del castaño.

-Ranpo-san ¿Crees que algún día se dará cuenta que sus regañinas no tienen efecto en Dazai-san?- cuestionó un joven albino al detective de la agencia.

-¿Mmm? No creo que debas preocuparte por eso, Atsushi- el mencionado contestó con aparente desinterés, comiendo tranquilamente una papa frita de la bolsa de frituras que tenia en la mano para luego agregar:- Estoy seguro que sabe perfectamente que no le presta mínima atención, simplemente ignora ese hecho. Quién sabe, tal vez es masoquista.

-¿Es así?- preguntó Atsushi en respuesta, no muy convencido de esa deducción- más al volver su vista al duo protagonista no pudo encontrar mucha evidencia de lo contrario.

-Si aún no me crees puedes preguntarle a él tu mismo.- ¿Ranpo acababa de adivinarle los pensamientos? No estaba seguro.- E-spere, Ranpo-san ¿Qué pasa si se enoja por preguntarle algo tan tonto?

-No pasará eso- mencionó abriendo los ojos, dejando a la vista esos misteriosos y peligrosos orbes verdes y así agregar con semblante serio:- Creo que hay algo interesante detrás de todo eso. Algo que talvez aclare el panorama que tienes de ellos dos.

Por alguna razón, ver directamente a esas esmeraldas, le daba la sensación de estar frente a un tribunal. Era cómo si todo lo que dijera, careciera de gracia y se limitara a mostrarte una verdad que no te atreverías a negar por más que lo intentases.

No pudo despegar su mirada hasta que él otro cerró los ojos y adoptó su postura despreocupada usual. Se hubiera mantenido aún hechizado por el curioso dictamen del detective si no fuera por el comentario que este soltaría acabando con el aura misteriosa que los rodeaba:

-Además, ¿que es lo peor que podría pasar? Sólo que te tache de vieja chismosa.- se rió con ganas. Atsushi bajó el rostro avergonzado y ruborizado. Quiso defender su orgullo, más él otro lo interrumpió incluso antes de empezar.

-¡Bien!, Creo que ya es hora de que me vaya. Hey, Kunikida, buen trabajo.

El aludido dejó su tarea de estrangular a la razón de sus migrañas para contestar al saludo:
-Por supuesto Ranpo-san. ¿Atsushi?

-¡Si!

-Acompañalo.

-¡Si!

-¡No!

-¿Eh?/¿Eh?- Tanto el rubio como el albino mostraron una mirada de confusión. A lo que Ranpo continúo con seguridad.

-Le llamé a Poe para que viniera a recogerme.- se giró un momento para tomar su bolsa llena de dulces y guiñarle un ojo complice a Atsushi sin que Kunikida se percatase.

Sabía lo que significaba esa mirada "aclara tus dudas, es tu oportunidad"

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Una arma base para cualquier detective en formación es la observación meticulosa de las cosas. Atsushi no era ignorante de eso, sabia que si quería llegar al fondo de un misterio, debía poner todo su esfuerzo en analizar el panorama.
No descuidar ni una sola de las posibilidades que tuvieran oportunidad de ocurrir bajo ciertos factores, sin importar que la probabilidad fuera mínima.

"Eso es Atsushi, no lo pierdas de vista. No dejes que note que lo miras. Esto es una misión encubierto, el objetivo..."

-Mocoso.

-.....

-El espionaje se basa en la vigilancia a una distancia prudente y disimulada. No sirve de nada si parece que quieres ver su sistema nervioso a traves de la piel.

-¿Kunikida-san sabía que lo seguia desde el inicio?- Atsushi preguntó asomando la cabeza desde su escondite a unos metros del rubio.

-¿Qué clase de superior sería si no? Sal de ahí, te ves ridículo.- respondió queriendo parecer severo, pero algo de diversión se escurria de su reproche.

El aludido entre apenado y desilucionado decidió salir del que creia era su "perfecto traje de espionaje".

-Deberia comenzar a darte clases de camuflaje ¿Un bote de basura fue lo mejor que se te ocurrió?

-¡Era lo único que tenia a la mano!

- Para eso hubiera sido mejor que no usaras nada ¿Crees que ver un basurero con patas es algo usual hoy en día?- espetó con la ceja alzada.

-Y-yo...- intentó defender su intento frustrado, pero su cerebro no procesaba ninguna respuesta coherente- Ah, supongo que tienes razón.

-Acompañame.

-¿Eh?

El rubio no se molestó en responderle, a lo que él comenzó a seguirlo en silencio sin preguntar nada más.

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HOLA A TODOS!

Este segundo intento de escrito va dedicado a dos personitas hermosas. Como premiación de segundo y tercer lugar en la primera ronda de "RETOS "
Una de ellas, mi esposa y la otra, mi querida hermanita menor.
Ojalá les guste(⁠ ⁠◜⁠‿⁠◝⁠ ⁠)⁠♡

@patosquad_

@Akiko_2903

Todavía no sé si deberia hacerlo en una, dos o tres partes. Posiblemente cuando lo publique termine ignorando la idea original y haga otra cosa, así que no le tomen importancia a esta segunda nota.

Es probable que algunas cosas esten revueltas y no haiga mucha concordancia entre párrafos... Pido perdón por eso. Todavía no me acostumbro a ordenar ideas a mitad de la noche.😅

Esperando que termine siendo de su agrado está humilde y pequeña historia.... Me despido por el momento 💗. Bye bye ✨