"Pesadilla"

Antes, quiero decir que esta historia no está basada en la anterior. Sólo es otro one-shot que escribí hace días. Tiene lemon. Sin más, ya puedes bajar v:

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Se besaban sin parar. Un día sin verse era suficiente para que su amor se desbordara por cada uno de sus besos, por cada una de sus caricias. Querían más del otro, sentir al otro en otro nivel, y lo estaban logrando.

Poco a poco iban cayendo acostados en la cama, ella abajo, él arriba. Metió su mano de bajo de su blusa y comenzó a acariciar su abdomen. Ella metió sus manos en su camisa, acariciaba y rasguñaba su fuerte espalda, no tan fuerte. Luego subió sus manos hacia su cabeza, acariciando su aparentable puntiagudo pero suave cabello. Las ganas les ganaron y querían más de eso.

Antes de quitarle la blusa, le preguntó:

-¿Puedo?-Ella asintió y accedió a quitarle la blusa y quedar en brasiel. Lo mismo hizo ella con él, sonrojandose al ver el buen físico de su novio.

Comenzó a besarle el cuello y entrelazar sus dedos en el cabello del rubio. Éste mordia su trapecio y hacia chupones por la cual ella gemia. Bajó su short y ella bajó su licra de pijama, quedando ambos en ropa interior.

Sudados y ya excitados, se separaron para mirarse. Posó su mano en la mejilla de la castaña y con su dedo pulgar hacia pequeñas caricias. Se sonrojo y decidió seguirle el paso, sólo que esta vez su dedo pulgar estaba acariciando los dulces labios del chico.

-¿No haremos nada malo?-Preguntó ella.
-No haremos nada que no quieras, tonta-Sonrió de lado.
-Y tu...¿quieres hacerlo?
-Joder, si hemos llegado a este punto es por algo. No estaría encima tuyo, mordiendote y semi desnudo por nada. Quiero todo de ti, cara redonda-Tomó sus manos y las puso a cada lado de ella, apretando sus muñecas y mirandola fijamente.
-Si es así, entonces vamos por todo-Respondió ella.
-Oye, espera, tampoco hay que ir muy ra-No lo dejó terminar ya que lo había atraído a él y lo comenzó a besar.

Él no se negó. "Seré cuidadoso, no la cagues Bakugou" pensaba mientras la besaba y le desabrochaba el brasiel. Se separó un instante de ella para quitarse su shorts y boxer, quedando totalmente desnudo. Ella sintió algo de pena por ser él el único que estaba desnudo, así que decidió quitarse su última prenda.

Volvieron a besarse pero con más intensidad y brusquedad, llegando al punto de meter sus lenguas en la boca del otro y saboreando la saliva. Bakugou tenía una mano en el pecho de ella, pellizcando su pezón, mientras que la otra estaba en el clítoris de ésta, moviendo sus dedos en forma circular.

Tomó su miembro y lo movía de arriba a bajo sobre el clítoris de su novia, ella suspiraba. Puso la punta en la entrada y poco a poco lo iba introduciendo en ella hasta que entró completo. Gritó y un par de lágrimas salían de los ojos de la castaña, mientras oprimia la sabana con su mano y con la otra se tapaba la boca.

El rubio sobo su abdomen y limpió las lágrimas de la castaña, se acostó encima de ella y le susurró "Te amo". Ella lo abrazó muy fuerte y fue la señal que le indicaba a Bakugou que podía seguir.

Se volvió a erguir y con sus manos tomaban las piernas de su novia, acercandola a él. Comenzó lento y ella gemia cada vez más. Él sabía que ella lo estaba disfrutando, puesto que ya no estaba llorando. Luego de lento, vino lo rápido. Bakugou posaba una mano en su pecho, lo apretaba y movía.  La castaña gemia del placer, con cada penetración sentía que su cuerpo no tendría más fuerzas para levantarse de allí.

-Eres mía, Uraraka, sólo mía-Le decía el rubio que cada vez aumentaba su penetración hacia ella y estaba cerca de venirse.
-Si, siempre!-La castaña ya estaba como en un modo de hipnotizacion con cada embestida. Cada vez lo disfrutaba más.

En un abrir y cerrar de ojos, el rubio se vino dentro de ella y los dos suspiraron de placer. Bakugou cayó al lado de ella ya exhausto y sin energías, ella trataba de recuperar el aliento.

Se miraron y rieron juntos, estaban felices.
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Bakugou despierta de su sueño, con su pantalon mojado y su rostro sudado. Su madre le grita que baje a desayunar. Revuelve su cabello y mira sus pantalon. "No otra vez, maldita sea" dice para sí mismo. Se baña y se cambia, baja a desayunar.


~Fin~

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