6. Presentimiento


Me quedé mirando la pantalla, la verdad, no quería hablar con nadie. El teléfono seguía sonando y yo continuaba negándome a contestar. Era Chimon el que llamaba, así que decidí, que no tenía caso contestar, pues no era él... no era Bright.

El teléfono dejó de sonar y segundos después, la pantalla se volvió a iluminar. Era mi Papá, quien llamaba. No quería hablar con nadie que no fuera Bright, pero era mi padre, así que de todos modos respondí.

—Hola Papá —le dije mientras caminaba hacia el sofá.

Mi padre que se quedó en silencio, no dijo una sola palabra, solo escuché su respiración. Comprendí, que estaba esperando que yo hablara. Pero no pude hacerlo.

—¿Todo está bien conejito? —su voz preocupada inundo mis oídos. No podía decirle a mi padre lo que estaba ocurriendo. Llevaba poco tiempo viviendo sin ellos y después de haberme costado tanto conseguir su aprobación, no iba a tirar todo al diablo. Debía decirle que todo estaba bien. Aunque no lo estuviera.

—Si Papá, todo está bien. ¿Por qué lo preguntas?

Se quedó en silencio una vez más.

—Llamé a tu tío Lee esta mañana y fue Bright quien contestó. Me dijo que pasó la noche en casa y que estaba pensando quedarse un tiempo.

—Oh... eso. Pues... Bright, al parecer estaba extrañando a los tíos, así que le pedí que fuera con ellos.

Gran mentira y ni siquiera estaba seguro de que mi padre me creería, cuando suspiro derrotado, antes de decir:

—Me doy cuenta de que no quieres hablar. No te preguntaré nada hijo, pero quiero que sepas que siempre puedes llamarme y hablar conmigo, de cualquier cosa. Si Bright y tú tienen problemas y... —se detuvo un instante— solo cuéntame cualquier cosa que suceda contigo. Sabes que tu Papi y yo te amamos sobre todas las cosas.

Tuve que despedirme y cortar la llamada, porque de lo contrario las lágrimas me traicionarían y empezarían a caer. No estaba listo para hablar de lo sucedido con mis padres, no podía siquiera pensar en su reacción.

------------------------------------

Observé a Bright, doblar con mucho cuidado una hoja de papel y meterla en un pequeño sobre.

—¿Ya tienes el regalo para mi hermano? —Le pregunté. Entrando en la habitación.

Bright estaba emocionado, aunque también lucía un tanto asustado.

Recuerdo que cuando le aconsejé escribir una carta como regalo de cumpleaños para Win, no pensé que se atreviera a escribirla. Había notado desde hacía algún tiempo, como Bright miraba a mi hermano, y reconocí el amor en su mirada, y no era un amor de amigo o de hermano. Era el tipo de amor que solo se siente por la persona que te gusta, por la que suspiras, en la que piensas todo el tiempo y a quien quieres en tu vida para siempre. Lo sabía bien, porque Pluem y yo, ya estábamos enamorados y él, me miraba de esa misma manera.

No entendía cómo era posible que mi hermano no se hubiera dado cuenta de todo lo que provocaba de Bright, está bien, nos criamos como prácticamente hermanos, pero no lo somos. Y definitivamente, en algún momento tendría que suceder. Bright estaba perdidamente enamorado de mi hermano.

—Sí. Pero no sé si me quedó bien —susurró él. Estaba siendo tímido. Y eso me arrancó una sonrisa.

—Mira, Bright, el conejo te quiere mucho, así que le gustará cualquier cosa que venga de ti. No te preocupes. —Bright se sonrojó y eso lo hizo lucir adorable— pero quiero saber algo —ya lo sabía, pero quería escucharlo de su propia boca.

—¿De qué se trata Chimmie?

—Pues... ¿Es muy difícil?

Me miró confundido.

—¿A qué te refieres?

—A tus sentimientos.

—¿Eh? —él se sonrojó mucho más que antes.

—Si Bright, a lo que sientes por mi hermano ¿Tu lo quieres?

—La respuesta es obvia Chimon, claro que lo quiero, igual que te quiero a ti y a Nirin. Ustedes son como mis hermanos. —Se apresuró a contestar.

—Entonces... ¿en esa carta le dices que lo quieres como hermano? Sé que es difícil aceptar tus propios sentimientos, pe-

—¿Cómo puedes decir eso? Tú sabes desde siempre que te gusta Pluem. ¿Cierto?

—Tienes razón, tanto él como yo, lo hemos sabido desde siempre. —Respondí, porque era cierto, desde que éramos muy pequeños, supimos que nos unía algo más que una simple amistad. Nos gustábamos, de una manera distinta, pero no teníamos la edad, ni madurez para saber exactamente de qué se trataba todo aquello, que despertábamos el uno en el otro.

—En cambio a mí me ha resultado extremadamente difícil. Me gusta, pero he tenido que ocultarle a Win lo que siento por él —dijo agachando la cabeza— Cuando estamos juntos, no puedo evitar sonreír como un tonto y sonrojarme, me pongo nervioso, pero no puedo dejar de mirarlo y apreciar lo bello que es.

—Créeme Bright, no sé cómo mi hermano no lo nota. Pluem y yo lo sabemos desde hace algún tiempo ya. Eres demasiado obvio.

Miró la carta sobre la mesa, y pasó sus dedos sobre ella.

—Pero mañana, él lo sabrá. Porque en esta carta, le confieso mi amor.

Sonreí tiernamente, mientras imaginaba la reacción de mi hermano cuando la leyera. No estaba seguro de que Win fuera gay, porque siempre estaba rodeado de chicas, en la escuela, pero lo había oído hablar todo el tiempo de Bright, incluso con las chicas más bonitas.

Había escuchado decir que la regla número uno de los códigos de amistad, o algo así, era —Nunca te enamores de tu mejor amigo—, pero al diablo con eso, yo me enamoré de mi mejor amigo y él de mí. Y éramos muy felices, lo somos aun, a pesar de los años. Así que esperaba que mi hermano, no rechazara a Bright o en todo caso, si lo hacía, no lo lastimara demasiado. Porque Bright no se lo merecía.

Sin embargo, han pasado tres años desde aquel día. Bright, nunca entregó su carta y terminó con el corazón herido —cuando mi hermano nos presentó a su novia— pero nunca permitió que su relación con Win cambiara. Seguían siendo los mismos, los mejores amigos del mundo, tomándose de las manos, cada vez que querían, a veces sin siquiera darse cuenta, durmiendo juntos, después de una tarde jugando futbol, saliendo a divertirse, compartiendo momentos, juntos, que a veces resultaban hasta envidiables. Se llevaban extremadamente bien. Tanto así que terminaron viviendo juntos.

—¿Qué sientes por Bright?— le pregunté una vez, y él me respondió que lo amaba tanto como me amaba a mí. Que era su mejor amigo y que jamás, dejaría de serlo. Porque incluso cuando fueran ancianos, seguirían portándose como lo hacían.

Y espero que así sea, porque puedo sentir que algo está sucediendo justo ahora, pero mi hermano no se anima a contarme. Tengo el presentimiento de que se ha enterado de la verdad, pero no quiere contestar el teléfono cuando lo llamo y no puedo viajar a verlo. Así que convencí a Papá de que lo llamara, pero tampoco consiguió nada, bueno, pero al menos a él si le contestó.  

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top