1. Siempre seré tu conejito
—No puedo creer que vayas a irte de mi lado, mi bebé, voy a extrañarte tanto, tanto.
—¡Pá, lo estás haciendo otra vez! Ya no soy un bebé.
—Win Jumpol Atthaphan, no contradigas a tu padre, si él quiere que seas su bebé hasta que tengas cincuenta, lo serás.
—¡Papá! Por favor no te pongas de su parte. Tengo diecisiete años, he tenido cuatro novias, mido un metro ochenta y cinco, explícame, ¿dónde parezco un bebé?
—Aquí —dijo Gun señalándose la cabeza— y aquí —esta vez tocó su corazón.
Win había crecido y era tan alto como Off, pero a pesar de ser considerablemente más alto que Gun, él siempre lo había consentido y tratado como si fuera un niño pequeño.
—¿Por qué no eres así con Chimon? él sí que parece un bebé, hasta el tamaño de uno tiene —se burló Win, lanzándole un guiño a su hermano, que permanecía parado bajo el umbral de la puerta observando como Gun se colgaba de su cuello y no lo dejaba terminar de hacer las maletas.
—Es porque no soy un conejo de cristal —se rió el mayor de los hermanos Jumpol—. Y además soy mayor que tú.
—Chimon, somos gemelos, por si no lo recuerdas.
—Pero yo nací un día antes.
—Veintitrés minutos antes, enano.
—Per-
—Bueno ya, bollito, creo que por esta vez dejaremos que tu papi y tu hermano se arreglen solos. Tú y yo vamos a preparar la cena, ¿te parece?
—Está bien papá —le dio una mirada cómplice, mientras se encaminaban por el pasillo— ¿Iremos a casa de los abuelos verdad?
—Por eso eres mi favorito.
—Te oí papá —Win se quejó, aun tratando de soltarse del abrazo de Gun.
Tanto Gun como Off, amaban a sus hijos, pero era notorio que la preferencia de Gun por Win era extrema, y lo mismo sucedía con Off y Chimon. Aunque Win era más parecido a Off, en todo sentido, siempre había estado más unido a Gun, ya sea porque Gun temía por su salud todo el tiempo, cuando era niño, y tendía a sobreprotegerlo, o porque Win buscaba su cercanía y lo perseguía a todos lados, pero no porque fuera mimado, no, el sentía que debía ser el protector de su Papi, pero siempre se andaba metiendo en aprietos, por lo cual, Gun, deseaba apacharlo todo el tiempo. Chimon y Off, eran cómplices y amigos. Chimon era muy parecido a Gun, no solo físicamente, era muy artístico también y se veía más frágil que Win, no solo por la diferencia en la talla y contextura, sino también porque Chimon era demasiado dulce y sentimental. Para Off, Chimon era su bollito, suavecito y dulce. Chimon siempre quería estar con sus padres, incluso a los diecisiete años, era feliz pasando la tarde acurrucado en medio de ellos, mientras veían una película en la televisión. Mientras que Win, entrenaba en el gimnasio o pateaba la pelota en el jardín. Pero eso algún día tendría que cambiar.
El deseo más grande de Gun, era mantener a su familia unida, pero el deseo de Win, era crecer, salir, cumplir sus metas y hacer realidad sus sueños, aun cuando eso implicaba dejar atrás a sus padres, su hermano y sus abuelos.
—¿Vas a llamarme cada día?
—Lo hare Pá. ¿Por qué piensas que no lo haría? Sabes mejor que nadie que no podría dormirme sin escuchar tu voz.
—Es que has crecido tan rápido bebé. Parece que fue ayer que andabas saltando y corriendo en mi estudio como si fueras un conejito.
—Siempre seré tu conejito inquieto Papi, tu conejito bebé. Pero no se lo digas a nadie. Y tú, siempre serás mi papi hermoso, el más dulce y bueno del mundo. Te amo Pá. Mucho, mucho.
—Te amo bebé, y sé que lo que más deseas es jugar futbol, pero entiéndeme un poquito, es difícil para mí dejarte ir, hace diecisiete años, temí perderte y a pesar de que los médicos dijeron que todo estaría bien, verte en aquella incubadora, necesitando oxígeno para respirar, fue la peor experiencia de mi vida. Aun no puedo creer que decidieras jugar futbol. Cuando empezaste a correr tras el balón a los tres años, yo sentía que el corazón se me podía salir del pecho, temía que en algún momento el aire no llegara a tus pulmones y-
—Pá, nada de eso sucedió y ya vez, no solo crecí sin problemas de salud, sino que tengo una excelente condición física, así que deja de preocuparte ¿está bien? Y pasado mañana cuando me dejes en la universidad, despídeme con una sonrisa, una de esas que tanto me encanta y hace desmayar a mi papá.
—Lo haré. Te extrañaré a morir, pero lo haré. Te dejaré seguir tu sueño.
—Pero, prométeme algo más.
—¿Qué?
—Que no sobornarás al portero para que te deje entrar a verme dormir.
«El recuerdo de un Win de once años, durmiendo en una cabaña en el campamento de futbol soccer, abrazando un balón. Hace sonreír a Gun.»
—En mi defensa, tenía que... es que... aich... bueno ¡sí! te extrañaba horrores, no iba a soportar tres meses sin verte. Y si Bright no fuera sonámbulo, y no me hubiera pegado el susto de mi vida aquella noche, no me habrías descubierto. Ya llevaba seis semanas colándome en tu habitación para darte el beso de buenas noches.
—Una suerte que seamos ricos ¿verdad? Y que para entonces ya hubieran inaugurado el aeropuerto en Suay.
Win sonrió y levantó a su padre del suelo, para besar su frente.
—Te amo con todo mi corazón Gun Atthaphan. Agradezco mucho a Dios porque me regaló la dicha de ser tu hijo.
Como aquella vez, hace diecisiete años, cuando lo tomo entre sus brazos por primera vez, Gun lloró de felicidad, y lo abrazó como si fuera la última vez, porque así era como vivían ellos, demostrándose amor incondicional, cada día como si fuera el último, para no perderse nada...
—¡Por favor, Win, dale!
—Dije no, Bright.
—Pero eres mi amigo, eres el único en quien puedo confiar y se supone que siempre me tendrías que ayudar —Bright rogaba, con su voz apagada, casi rindiéndose—. Te lo pido por favor, mejor amigo, ayúdame.
—Esto no es como que te ayude a llevar cosas a tu auto. Eso es ayudar a un amigo. Lo que estás preguntando... joder, Bright. No. No puedo. No lo haré.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top