Beso

Los días comenzaron a transcurrir, curiosamente, con una gran tranquilidad. Después de lo sucedido por culpa de rouge, shadow se mantuvo a la distancia de infinite, no quería verlo, no quería ni siquiera estar en el mismo sitio que el chacal, verlo le traía ese recuerdo a su mente incomodándolo y confundiéndolo. Cada vez que lo miraba simplemente desviaba su vista y su camino para apartarse, trataba de mantenerse lo más lejos posible y no aparecía en los lugares, que sabía, frecuentaba el chacal, como la cafetería, la armería y las áreas de entrenamiento.

Era como si estuviera escapando, aunque él prefirió tomarlo como una táctica para evitar más conflictos.

Conocía bien su rutina al toparlo varías veces y gracias a ello sabía cómo mantener la distancia. Al mismo tiempo, trataba de estar ocupado, distraer su mente y calmar su ansiedad por saber/comprender que era lo que le molestaba, solo era un toque, solo era un accidente, solo era algo tonto que debía desaparecer de su mente, sin embargo, este regresaba siempre que podía a su cabeza causándole un ligero escalofrío y un ligero calor.

Los toques y el beso lo mantenían estresado al no lograr comprender como podía provocar en su cuerpo todas esas cosas, todas esas sensaciones; el estremecimiento, el calor en sus mejillas, el cosquilleo en su cuerpo y los sonidos salir de sus labios. Pero lo que más confuso para él era el hecho de seguir sintiendo esa suavidad en sus labios como si el evento acabara de suceder, a pesar de ya llevar dos semanas sin siquiera verlo de frente. 

Estuvo horas en la práctica de tiro, usando todo tipo de arma, disparando a casi todos los blancos y destruyéndolos en el proceso sin siquiera atinarle al centro. Lo mismo en el gimnasio, levantaba pesas, corría sin utilizar sus air shoes, entrenaba su abdomen, sacaba el máximo de su cuerpo con tal de ya no pensar y calmar esa energía otorgada por el estrés y la ansiedad, aunque eso terminaba lastimando su cuerpo.

Y este día no era diferente.

—infinite, has venido a entrenarte?— o quizás sí.  

—necesito quemar energía— escucha a lo lejos, deja un momento lo que hace y mira hacia la dirección donde la voz se origina, encontrándose con él, a quien ha esquivado todo este tiempo.

Gruñe ante la sorpresiva aparición, detiene por completo su entrenamiento retirándose del gimnasio. El chacal lo nota y lo sigue con la vista frunciendo los labios símbolo de su molestia. ¿La razón? Sencilla, tomaba sus desaires como menosprecio y una humillación, una forma de decirle que no vale la pena ni siquiera saber de su existencia.

Una enfrenta a su persona por lo sucedido en la misión.

Le hervía la sangre de pensar eso y con ese pensamiento comenzó a seguir al azabache, pero al final, no lo encontró, se había esfumado de su vista.  

—estúpido erizo— gruñe con fastidio mirando cada parte de los pasillos, solo mirando a más soldados pasar.

Shadow, por su lado, aparece en su habitación con un teletransporte que siempre utiliza respirando rápido y con el corazón a mil por hora.

—tranquilízate —se regaña a él mismo sosteniéndose de la pared respirando profundo. No quería pensar en ello, ni tomar su retirada estratégica como escapatoria, claro que no.

Resopla y se adentra a su baño, deja sus guantes y zapatos entrando directamente a la ducha abriendo el agua fría. Deja que el líquido helado caiga en su cara en un intento de calmarse. Baja la mirada a la pared de la ducha y termina golpeándola, frustrado.

—maldita sea, que es lo que está pasándome?! ¿Por qué está pasándome?— Deja que el agua ahora golpee su espalda, respira por la boca y cierra los ojos tratando de calmar, ahora, los gritos de su cabeza —¿por qué? Por qué me provocas esto, maldito chacal, ¿por qué?— respira profundo acallando su mente —esto solo es una tontería, solo, deja de pensar en ello —se dice a si mismo

Un poco más calmado cambia la temperatura del agua a caliente para relajarse y de paso limpiarse un poco.

Sale a los minutos sintiéndose mejor, seca sus púas vistiéndose con lo habitual: guantes, calcetines y zapatos.  «debo salir de aquí, quizás salir haga que olvide toda esta estupidez» se dice mientras arregla un poco sus púas. Toma sus llaves y sale de su habitación.

Camina hasta las afueras del cuartel donde se encuentra su motocicleta, sube en ella y desaparece a alta velocidad por la carretera principal. El aire frío recorre su rostro agitando sus púas, respira profundo varias veces, esto le llegaba a calmar y olvidar todo, absolutamente todo consiguiendo un poco de paz mental por el momento.

Sigue su recorrido llegando a la ciudad, la noche había caído y en su camino encontraba a varias personas regresando a casa o saliendo con otras personas. No era la gran cosa así que no le prestó atención a nada más que su camino hasta detenerse en un pequeño edificio lleno de luces y música, un bar. Se lo piensa un momento optando por entrar, tener otro tipo de estímulos puede ayudar a olvidar. Un consejo tonto que rouge le dio alguna vez, y que tomaría esta vez.

Entra al lugar detectando rápidamente un olor a cigarro y alcohol junto a algo de droga y sudor, le pica un poco la nariz por ello. Lo ignora y toma asiento en la parte más lejana y solitaria.

Mira de reojo a uno que otro individuo del lugar sin darles importancia. Una vez llega el cantinero pide una botella de ron. Golpetea sus dedos en la mesa observando lo que sucede en el lugar, desde la música fuerte y el montón de pubertos bailando en el centro de la pista, las luces parpadeantes sobre las cabezas, risas y tonterías que generalmente le molestan, pero en este momento ayuda a distraerlo.

El licor llega a su mesa y se sirve un trago, bebiéndolo. El líquido le raspa un poco la garganta y luego un ligero calor lo envuelve. Cierra los ojos centrándose en esa sensación, era curiosa. Bebe un poco más sintiendo sus músculos desestresarse con un ligero calor en sus mejillas. No le preocupaba, su metabolismo era rápido, así que lograría desaparecer el alcohol pronto de su sistema.

Regresa a su apreciación de la locura de juventud idiota que tiene a su alrededor: algunos bailando, otros simplemente bebiendo mientras la música los deja sordos a todos, sus movimientos son tan erráticos que está seguro que se han pasado de copas o tienen alguna droga en su sistema. Detiene su inspección al ver algunas parejas arrimadas en algunas mesas, muy juntos, demasiado, sus labios unidos en un jugueteo intenso, tocando al otro con intensidad.

En su mente algo hace click al apreciar eso, un beso.

Traga su saliva al notar esos movimientos y relacionándolos con ciertas manos con pequeñas garras que tocaron puntos similares. Se sonroja de nuevo tras pequeños flashes de las sensaciones, ahora asociándolo a lo que mira en esa mesa con dos jóvenes caninos.

Tapa su rostro con una sola mano, sintiendo ese cosquilleo pasar por su cuerpo «no, no es posible» se niega a relacionar las cosas. Deja el dinero en la mesa y se levanta de inmediato, sintiéndose incomodo. Realmente fue mala idea salir.

Toma su moto y regresa por donde vino, decidido a irse a la cama, o quizás leer algo, tal vez ayudaría a su cabeza.

Acelera hasta donde su moto puede llegar, escucha su motor rugir con furia por todo el camino y en poco tiempo ya se encuentra en la entrada de las instalaciones del GUN.

Entra, siendo visto por algunos guardias que cuidaban la entrada, pasando de ellos. Camina por los pasillos a paso decidido. Mientras se encaminaba un brazo azabache le dio un empujón obligándolo a cambiar su rumbo hacia una intersección donde fue acorralado contra la pared. Gruñe un poco ante los movimientos algo bruscos y a su propia falta de atención ante el peligro, al abrir los ojos y enfocar a pesar de la poca luz, detecta a un par de ojos de distinto color mirándolo con molestia, identificando al dueño, precisamente a quien no quería ver y el culpable de esa frustración. «maldita sea» reniega en sus adentros.

—al fin te encuentro, no vas a seguir despreciándome maldito erizo— gruñe el chacal sosteniendo con fuerza los brazos de shadow, aunque este no está colocando ninguna resistencia.

No recibe respuesta y eso le resulta extraño, lo habitual sería que shadow lo maltratara igual, que lo apartara y quizás le diera un buen golpe en el estómago o en el rostro, a lo cual estaba preparado, tenía toda la intención de pelear con shadow aunque eso significara regresar al confinamiento. Pero esta vez no pasó nada, solo estaba shadow, mirando hacia otro lado, oliendo a alcohol.

Por un momento la idea de que estaba borracho le pasó por la mente y eso hizo que sonriera, puesto que podría vengarse del azabache, un momento vulnerable del erizo debía ser aprovechado. No lo piensa y lanza un golpe directo al rostro del erizo, siendo detenido rápidamente por el para luego ser empujado y apartado. 

Lo mira un poco confundido, si no estaba idiota por el alcohol ¿Por qué no respondía a sus insultos, o simplemente a su presencia? ¿Qué le sucedía entonces? ¿estaba despreciándolo de nuevo? ¿era para él solo un insecto al cual no le presta atención? ¿estaba sugiriendo que no podría hacerle ni la más mínima cosquilla?

Todos esos pensamientos atacaban al chacal, molestándose, incluso más cuando shadow desvió su mirada hacia otro lado.

—deja de tratarme como si no valiera una mierda— alza un poco la voz demostrando su ira

—hmp, lo vales?— pregunta y dirige de nuevo su mirada hacia el chacal para desviarla una vez más.

Eso fue suficiente para infinite y trata de nuevo de atacarlo, pero sus golpes eran esquivados o detenidos por el azabache fácilmente hasta terminar en la pose inicial. Shadow contra la pared sostenido por infinite.

—maldito erizo— escupe acercándose de nuevo para retenerlo con el peso de su cuerpo, quedando más juntos que antes, cerrándole escapatoria cuando pone su pierna entre las de él.

Shadow se estremece sintiéndose nervioso, de nuevo estaban muy juntos, las sensaciones (aunque ligeras) regresaron a su cuerpo y el recuerdo de esos chicos en la silla lo hicieron mover su mirada a los labios de su captor. Solo faltaban como unos cinco centímetros para tener contacto y la idea lo estremeció, su mente nublada un poco por el alcohol se despejó comenzando con pensamientos inapropiados para él.

Sus mejillas toman un ligero color carmín y mira a otro lado, tenso, «mierda» maldice en su mente «está muy cerca, debo irme, ahora» se dice a sí mismo, sin darse cuenta que sigue mirando los labios del chacal y que no está ejerciendo ninguna fuerza para liberarse «quiero… sentirlos de nuevo» pasa en su cabeza como un lejano eco, el eco de sus deseos más profundos.

El chacal, por su lado nota cada movimiento, dejándolo totalmente desconcertado. «acaso… está viendo mis labios?» se pregunta mientras fija su atención a sus mejillas, que tenían ese ligero, pero notable color carmín «shadow the hedgehog está sonrojado?» ahora no comprendía nada. 

El erizo reacciona de su pequeño transe y trata de escabullirse, mueve su cuerpo como un gusano para luego golpear al chacal haciendo que se aparte y poder irse, aunque por un momento su orgullo gritó que no lo hiciera, él no era de huir, siempre enfrentaba a sus enemigos y podría acabar con el chacal si quisiera, pero esta vez, su enemigo no era infinite, era el mismo.

Se aleja tratando de escapar, pero no lo logra, infinite sujeta su brazo y vuelven a estar contra la pared

—¡suéltame ahora si no quieres que rompa cada maldito hueso de tu cuerpo! —exige y amenaza, mirando al chacal con el ceño fruncido.

Infinite también lo observa, mirando cada movimiento y expresión del erizo, aturdido por su comportamiento, era como si estuviera nervioso, su voz era algo temblorosa y aunque trataba de que sonara amenazante, era más fina de lo habitual.

«¿por qué? ¿Qué lo altera tanto? ¿yo? No, es imposible que sea yo, ¿por qué sería yo? Me detesta como yo a él, entonces ¿Qué demonios le sucede?»

Shadow gruñe, pelea por apartarse, buscando no mirar a infinite, está inquieto, su cuerpo tiembla ligeramente y sus manos daban picazón, solo quería alejarse y dejar de pensar en tonterías, dejar de desear otro toque y dejar de recordar a la pareja que se besaba en el bar.

Por un instante se fija en los labios el chacal, otra vez, movimiento visto por su adversario, dándole algo de claridad a lo que sucedía, o por lo menos, dándose una idea.

«el beso?» piensa, recordando el día en que el erizo comenzó a evitarlo, fue justo después de la caída y ese pequeño toque con sus labios, al cual no le dio realmente importancia, para él no tenía significado ese pequeño accidente, en realidad lo había olvidado «será posible?» duda un momento ante sus deducciones, pero otro reojo de shadow a sus labios le quita gran parte de sus sospechas «solo hay una forma de comprobarlo»

Suelta uno de los brazos de shadow pasando a sostener su barbilla, en reacción el erizo se queda tenso e inmóvil, como si su cuerpo fuera congelado por alguna fuerza externa. Infinite mira cada acción, precavido ante cualquier golpe que pueda ser lanzado en su contra, acaricia la barbilla del erizo suavemente sintiendo como se estremece y suelta un ligero jadeo.

«es enserio?» se pregunta mirando al paralizado erizo «si ese es el caso» sonríe levemente y se acerca despacio al erizo escuchando nuevamente ese jadeo y logrando sentir una respiración rápida y algo forzada de su parte «he de admitir que verlo así de frágil me gusta, aunque no me imaginaba tenerlo de esta forma»

Shadow, por su lado, solo se estremece al sentir su aliento tan cerca, trata de moverse, no lo logra, su cuerpo ya no le responde. «¿Por qué? ¿por qué no puedo moverme? Muévete!!» grita en su mente luchando por hacer obedecer su cuerpo, o mejor dicho, su voluntad. Cierra los ojos cuando siente el primer roce, el aroma de la colonia termina de llenar sus fosas nasales y siente sus piernas temblar, sujeta su brazo en un vano intento de detenerlo.

«no, para infinite, para» su lucha se detiene al sentir el siguiente rose, no podía más, aunque su orgullo gritara que lo detuviera la verdad es que no quería, tenía curiosidad, una extraña curiosidad por sus labios, sentirlos, sentirlos y entender porque no podía olvidarlos, entender porque ese día sigue presente, y por qué tiene ese ligero cosquilleo en su abdomen bajo al tenerlo ocupando su espacio personal.

«si lo dejo continuar, lo comprobaré, cierto?» se justifica, callando al fin su voz interna que pedía pararlo. 

El chacal solo seguía pendiente de los movimientos, viendo que este dejó de resistirse totalmente y ahora mantenía los ojos cerrados, esperando que continúe.

—que es lo que te sucede?— pregunta en susurro pero sin ser respondido, porque shadow no tenía respuesta para ella.

«bueno, si así son las cosas, que sucederá si seguimos?» razona.

Roza una vez sus bocas, chocando respiraciones, uniendo al fin sus labios. Las mejillas de shadow se tiñen aún más y sus piernas tiemblan con mayor intensidad. El beso no dura mucho, solo unos segundos, un simple toque para probar el terreno. Lo repite una vez más separándose poco después, shadow tiembla más y por un segundo parece que pierde la fuerza, resbalando su cuerpo por la pared. El chacal lo sujeta de la cintura impidiendo que baje más y a su vez apegándolo más a su cuerpo ganando un suave gemido por su parte.

Quedan así unos segundos, el chacal veía como shadow respiraba agitado, como sus ojos brillaban a pesar de la oscuridad, como temblaba ante lo que él considera solo besos bobos. En cierta forma le da algo de gracia, miraba al gran shadow the hedgehog totalmente dominado por pequeños piquitos.

¿Qué sucedería si el beso es más intenso?

—shad— susurra siendo visto por esos ojos rubí dilatados y brillantes —abre un poco los labios— pide, esperando que no lo haga. Para su sorpresa, este obedece sin pensar.

«se ha vuelto sumiso» piensa y sonríe con algo de perversión «creo que disfrutaré de esto» se acerca de nuevo y saca su lengua, introduciéndola entre los labios de shadow, uniéndose una vez más, pero esta vez con mayor intensidad. Ante su acción el erizo suelta un gemido ahogado, su cuerpo se vuelve a tensar y el color de sus mejillas pasan a hacerle competencia a sus pupilas. Sujeta sus hombros con fuerza mientras siente esa sensación en su abdomen y pecho intensificarse a un grado que no logra explicar. 

«no, detente, pa-para» shadow suplicaba en su mente, pero en vez de parar, todo se volvió más y más potente. Los labios de infinite comenzaron a moverse a un ritmo exagerado y su lengua a pasar dentro de su boca con tanto ímpetu que le robaba el aliento.

Sus pensamientos se detuvieron y ahora se concentraba en las sensaciones, en como ese movimiento volvía su cuerpo un caos total. Sentía su corazón en su garganta, sus pulmones dolerle ante la respiración rápida y forzada que mantenía, el temblor de sus piernas se volvió más fuerte y si no fuera por infinite terminaría en el suelo. Su cuerpo subía de temperatura, sentía calor a pesar de poder soportar temperaturas altas, el cosquilleo entres sus piernas era más insistente, tanto que tuvo que cerrar las piernas ante esta y se removía buscando calmarla.

Y a pesar de todo esto, de toda la locura que pasaba en su ser, lucha por corresponder el beso como puede, mueve los labios tratando de imitar a infinite al igual que la lengua, pero claro, de una forma totalmente inexperta e inocente. 

Por su lado, infinite disfrutaba del beso, devorándolo, intensificándose cada vez más al pasar los minutos. «sabe a café y a vodka» pasa por su mente «sus labios son suaves y algo pequeños, son agradables» juega con la lengua del erizo separándose ligeramente «son unos labios algo inocentes, creo que me gustan» mira al temblante erizo y une de nuevo los labios moviéndolos rápidamente.

El beso continúa por un largo tiempo, tiempo que shadow sentía estar en otro lugar, un lugar nuevo y desconocido, pero fascinante. Todo se detiene por infinite al separarse, teniendo algo nublada la mente ante el nuevo calor que su cuerpo comenzaba a crear y el ligero cosquilleo en su parte baja.

Mira al azabache mientras jadea, admirándolo ahora con su sonrojo, sus orejas bajas, su jadeo y temblor además de estar más encogido gracias a sus piernas juntas, estaba totalmente derretido ante ese beso, su primer beso. «que… lindo» suena en su cabeza mientras entrecierra los ojos, su rostro ahora también poseía un sonrojo y en su interior un deseo de continuar avanzando. Deseo que obedece sin pensar.

Vuelve a sujetar a shadow ahora con mayor fuerza, como si quisiera impedir que se escapara, comenzando un nuevo beso intenso y deseoso, desbordado de lujuria y pasión. Shadow se siente desfallecer ante este, ya no puede con tanto, es demasiado para él, y aun así lucha para seguirle el ritmo queriendo más, deseando sentir más de esas sensaciones.

Había perdido la cordura.

Infinite sigue su instinto y baja sus manos hasta las piernas del erizo, sujetándolas para levantarlo y pegarlo contra la pared, juntando sus pelvis de golpe, haciendo que shadow suelte un momento el beso liberando un gemido alto y claro causando por un pequeño bulto entre sus piernas que fue acariciada sin querer por el dominante chacal.

Ante ese sonido infinite reacciona «¿qué demonios estoy haciendo?» observa al erizo temblando como gelatina entre sus brazos y la pared, con la mirada confundida al igual que la suya, pero más por el golpe de excitación que su cuerpo sintió ante el nuevo toque ahora en su parte baja.

Infinite lo suelta rápidamente separándose de él unos pasos dejando confundido al erizo, que no se puede sostener mucho y termina sentándose en el suelo temblando, acalorado y desorientado.

«es tu enemigo imbécil, que pensabas hacer?» se regaña el chacal, asustado de lo que estaba pasando, de lo que estaba haciendo «es tu maldito enemigo, ibas a acostarte con él? lo odias, no puede atraerte de esa manera, no puedes» se repite aun mirando al erizo en el suelo. Aparta su vista de golpe y se marcha sin mirar atrás.

Mientras, shadow seguía totalmente aturdido y poco a poco recupera su respiración junto a un poco de claridad de su mente.

—¿qué demonios acaba de suceder?— pregunta a la nada, acariciando su boca ahora algo adolorida, ardiendo y de un color rojo suave.

Imagen hecha por su servidora por motivos de ilustración de escena :3

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