♥Acto I:"Capricho"

Alguien tocó la puerta un par de veces irritando al arácnido quien se alistaba para salir para comprar cosas muy importantes para él. O mejor dicho, para cualquier Omega que va entrar en su periodo de celo.

Ángel siempre ha sido muy meticuloso en esos asuntos, la protección, supresores y pastillas anticonceptivas. Debido a su trabajo es normal seguir estás normas, en especial cuando tiene como jefe a Valentino quién siempre procura recordárselo. No quiere que su mejor estrella del porno terminé en cinta o tenga una infección interna al practicarse algún aborto. Practicar el aborto en el Infierno te sale mucho peor que tener al niño.

—¿Qué quieres? — preguntó con cierto fastidio sin saber exactamente quién venía a tocar la puerta con tanta imprudencia. Tenía en mente a la dueña del hotel; Charlie quién siempre lo trata con hospitalidad radiando alegría y bondad, a su pareja Vaggie que aunque siempre la ve seria o molesta ha sido muy amable con él, o hasta la misma Niffty que por alguna razón sigue creyendo que es una mujer.

Se encontraba poniéndose unas largas botas con tacón en aquellos pies que no le agradan, de todo su arácnido cuerpo esa zona de su cuerpo es la que más le disgusta verse. No entiende como Charlie o incluso su amiga Cherry que han conseguido ver sus pies les parezcan lindas, cuando es obvio que no lo son. No para él. Son peludas y no de la manera tierna, sin mencionar que muy grandes. Conseguir zapatos que le entren son muy difíciles. Casi siempre tiene que mandar a pedirlos especialmente.

Su pequeño cerdito fat Nuggets descansaba tan tranquilo en su pequeña cama, sin problemas y haciendo pequeños sonidos. Ángel le tenía tanto cariño, casi como si fuese su hijo. Antes también un pez pero de un momento para el otro lo perdió.

Para su desconcierto la puerta fue abierta antes de que tan siquiera pudiera decir un "adelante".

—¿Ya estás listo chico?— su voz ronca y gruesa le hizo soltar un suspiro de sorpresa. Realmente no había imaginado que podía ser él, siempre lo veía en aquel mini bar o en algún sofá durmiendo. Verlo lejos de esa zona le es imposible de creer.

—¿Husk? ¿Qué te trae a mis humildes aposentos? — preguntó interesado, levantándose apenas terminó de ponerse sus tacones. Agradecía que el nombrado no le haya visto sus grandes y peludas patas de araña.

El demonio gato hizo una mueca incómoda, casi escuchó un gruñido provenir de él. Su aroma delataba lo aburrido y fastidiado que se siente. Intentando no mirar demasiado el cuerpo del Omega, aquel delgado pero voluptuoso cuerpo en algunas partes. Encajado en un atuendo de ropa provocativo pero que ocultaba un poco sus zonas más erógenas para dejar al espectador usar su imaginación. Sin duda alguna Ángel Dust es un Omega que a cualquier le gustaría poseer más de una forma. Si no fuera porque le "pertenece" a alguien tan poderoso e importante como Valentino, ya lo hubiesen violado en sus primeros meses ahí abajo . Por Lucifer, Husk odiaba pensar en querer enterarse en aquella pelusa que sobre salía de su pecho, sólo tenía curiosidad de saber si es tan suave como el mismo Omega presume a veces. Nada más.

—Charlie quiere que te acompañe a comprar tus supresores. — contestó luego de un rato en silencio desviando un poco la mirada a la esquina de la habitación, luego sus ojos viajaron al cerdito de Ángel.

—¿En serio?

—Era yo o Alastor, pero la "princesa" aún no confía en él. Así que prefiere mil veces qué yo vaya contigo. — contestó encogido de hombros, necesitaba un buen trago. Estar cerca del chico, en el umbral de su habitación donde son más fuertes sus feromonas le marea hasta el punto de que su instinto animal quiera salir. Ángel es demasiado despampanante.

Apenas ha pasado poco más de dos semanas desde que él junto a Niffty y Alastor llegaron al Hazbin Hotel para ayudar en el servicio. Si bien nadie de ahí le cae precisamente bien, puede tolerar perfectamente a conocidos como los antes mencionados. En especial la pequeña y linda cíclope. Lejos de eso, evita relacionarse tanto con Charlie, Vaggie y algún otro huésped del hotel. Él no está para esas mierdas cursis del romance. Ya sea en modo amistoso o de pareja.

—Bueno, la verdad es que no necesito compañía.— aclaró Ángel buscando un bolso de mano color rosado fuerte y poniéndose a lado de Husk quién le dio paso libre para salir y cerrar.—Pero te prefiero a ti que a esa fresita con patas.— agregó con una pequeña risa.

Husk debía admitir que le causó un poco de gracia la manera en como Ángel se dirigió a Alastor, más no lo demostró y sólo se encogió de hombros siguiéndolo con su habitual postura encorvada. Ángel sentía curiosidad por ver a Husk en una pose firme, ¿Qué tan alto sería? También le llama demasiado la atención aquéllas grandes alas. Y antes de que tan siquiera preguntara algo sobre porque nunca lo había visto volar o no las usa seguido, Husk rompió el breve silencio que se llegó a formar.

—Solo guarda tu distancia, arañita.— hizo una breve pausa mirando a los costados. Siempre intentaba estar alerta por si Alastor o su sombra se aparecían de manera tan desprevenida. Por suerte no los vio cerca y suspiró aliviado. — Charlie y su novia están muy ocupadas atendiendo a los huéspedes y manteniendo todo en orden con ayuda de Niffty.

—¿Y Alastor?

—Por ahí. — respondió sin mucha importancia. Dando a entender que no sabía exactamente dónde se encontraba, y tampoco le importaba lo suficiente.

Ambos caminaban por los pasillos y bajando algunas escaleras hasta llegar a la puerta principal de entrada/salida del edificio. Husk parecía bastante calmado a comparación de otros días que trata de aislarse en su propio espacio. En su zona de confort.

—Oh cariño~, tu puedes llamarme bebé o cielo. Con confianza. — habló meloso Ángel acercándose más a Husk en un intento claro de coqueteo apenas salieron del edificio. Le gustaba tanto molestarlo, le divertía los gestos que hacía y además de que obviamente quería hacer cosas sucias con él. No por algo tenía esa reputación tan caliente.

—En serio Dust, deja tu melosidad. Y vamos rápido porque quiero regresar al bar lo más pronto posible. — podía oler el aroma que desprende el Omega, dulce y embriagador que le molesta. No tanto por él, si no porque llama mucho la atención de otros y eso extrañamente le enoja.

—Tranquilo gatito, sólo son diez minutos caminando hacia el local donde venden las cosas que necesito. — respondió dejando de acercarse ante el gruñido de advertencia que el mismo Alpha hizo.

Si bien su celo llegaría hasta pasado mañana, es mejor prevenir que lamentar por si se le adelanta y por eso es que debe ir a comprarlos de una vez debido a que ya se le volvieron acabar, ya no quedaron los supresores de emergencia que Charlie siempre guarda.

En el hotel no hay muchos Alphas en realidad, sin contar a Alastor, Husk y Charlie —aunque ella ya está enlazada con su novia por lo que tampoco caería ante él—, había por lo menos uno más ahí escondido entre otros Betas y Omegas como él. Pero tampoco quiere tomar riesgo alguno. Aunque según el mismo Alastor él tiene perfectamente controlado sus instintos Alphas y jamás caería ante esa sucia tentación. Si no lo hizo nunca en el pasado, tampoco lo haría ahora.

La razón por la que sigue aún en aquel hotel de segunda tan sólo es para librarse de Valentino. Estando en territorio de la princesa del Infierno, él no puede tocarle ni llevárselo por más que lo necesite. Hasta un Overlord como él sabe que no debe meterse con una Alpha como lo es la misma Charlie Magne, que si bien a veces ha caído en el ridículo del público, también a demostrado hacerle honor a su apellido. Ángel espera que así sea por un largo tiempo más, no cree mucho en eso de la redención de la que tanto alardea la rubia pero, si puede librarse de Valentino bajo su protección tampoco iba a desaprovechar dicha oportunidad.

X


De todo ese tiempo que llegó al hotel y conoció a Husk, jamás habían convivido tanto como fue toda esa media hora extra buscando las cosas que tanto necesita. Se tardaron más de lo que creyeron, debido a que Husk es pésimo buscando cosas y Ángel terminaba por ayudarlo, pero no fue cuestionable que se le habían pasado bien, valga la redundancia, ellos dos buscando supresores y vibradores. Ésto último porque Ángel no tenía guardado alguno de los suyos, debido a que todos sus juguetes sexuales los dejó con Valentino. Y obvio no se iba a arriesgar a buscarlos. Necesitaría ir a buscarlo con el mismo Alastor para que tal ves saliera vivo de ahí de vuelta al hotel. Pero no quería deberle algún favor al radio demon.

Cuando por fin salieron, Husk dijo que debía regresar porque le dieron ganas de ir al baño. Qué no tardaba y el debería esperarlo en la mera entrada del local. Ángel tan sólo asintió lanzándole un beso en el aire para molestarlo y esperó hasta su regreso. No pasaron ni dos minutos y una voz femenina lo vino a molestar.

—Oh vaya, ¿Pero a quién me encontré luego de un mes sin aparecer en el set? La perra de Valentino. — sonrió la chica de piel oscura, con su cabello amarrado en dos coletas y una sonrisa siniestra. Detrás de ella habían tres demonios grandes con músculo quiénes la acompañaba.

Ángel miró a los lados y suspiró de alivio cuando no vio de cerca al resto del trío V, ni a Vox ni a Valentino.

—Y la más cara y hermosa querida. — sonrió con arrogancia llevando dos de sus manos inferiores a sus caderas. En las principales cargaba una bolsa donde tenía las cosas que había comprado.

—Te llevaré al set de una vez.— dijo ignorando lo anterior. Con confianza. Velvet que a veces puede ser sumisa y otras tantas bastante ruda, es una bonita Beta bastante conocida por andar muy pegada con dos famosos Overlords. Su reputación no es por ser conocida en la pornografía como lo es Ángel, si no por sus amistades.

—¡Ja! ¿Crees conseguir arrastrarme hasta allá?— rió mirándola con lástima.— Velvet no seas ingenua. Me caías tan bien antes. — negó con su cabeza suspirando lleno de decepción.

Ciertamente desde hace años se habían juntado mucho, la consideraba una buena amiga casi tanto como Cherry. Pero ella le es demasiado fiel y lame botas a Valentino y Vox, demasiado para su gusto.

—Yo sola no, pero con ellos sí.— señaló con la mirada a los demonios que la acompañaban. Sonrió divertida.— Te van a castigar por haber faltado tanto. Valentino te ha dado demasiadas libertades. Y fue su error confiar en ti. — agregó, como si le tuviese tanto rencor.

Antes de que los demonios se acercarán a él o Ángel escapará o por lo menos se pusiera en pose defensiva para iniciar alguna pelea, una tercera voz se hizo presente en medio de ellos llamando la atención de Velvet.

—Ángel es hora de irnos. Charlie nos está esperando. — dijo serio con una mueca inexpresiva en su rostro. Husk es de aquellos pocos por no decir nulos Alphas que nunca han dejado salir su aura o escencia dominante. Por eso siempre pasaba de desapercibido como un Beta cualquiera que a veces a otras personas se les olvidaba su casta verdadera, incluso a la misma Charlie.

Y aunque no daba todo su potencial, si demostraba cierta aura intimidante hacia Velvet y los demonios betas detrás suyo. A la beta no le preocupaba él, si no lo que dijo.

—Tsk, vámonos. — dijo luego de pensarlo para darse la vuelta y alejarse del lugar en dirección contraria. No quería enfrentarse a la princesa del Infierno, y no dudaba en qué lo que aquel Alpha dijo fuese verdad.

Apenas regresará le diría todo a Valentino, eso es seguro.

—¿Charlie está aquí?— preguntó con sorpresa y alivio acercándose al contrario, mirando como Velvet se alejaba más y más.

—Claro que no, pero necesitabas que alejara a esas personas, ¿No?

—Si, y gracias. No estoy para lidiar con ellos. No quiero regresar.— habló con aburrimiento para esconder el miedo que le tiene a Valentino.

—¿Y no extrañas eso? Ya sabes, tus... Cosas de prostituto. — carraspeo un poco para encontrar las palabras adecuadas. Seguía sin saber cómo interactuar con alguien como Ángel. Qué es todo lo contrario a él. Animado, cariñoso, empalagoso y abierto. Pero que al igual que él, oculta sus sentimientos sólo que de manera diferente.

—Un poco sí.— se abrazó así mismo para comenzar a caminar con Husk de vuelta al Hotel. Luego de asegurarse que Velvet no los siguiera.— Pero, aunque suene ridículo prefiero darme unas largas vacaciones. Además se acerca mi celo y mis días más fértiles por lo tanto. Es muy peligroso para mí trabajar en esos estados, ni siquiera los más fuertes supresores pueden contra eso. Y los condones se rompen con un Alpha excitado. — agregó con picardía.

—¿Entonces por qué compras...?

—Jajaja, en realidad son cosas que me ayudarán en mi celo. Pero si compré pastillas anticonceptivas por si acaso.— le miró con cierta coquetería que Husk decidió ignorar.

—¿Y con quién pasarás tu celo?

—Puedo conformarme con algún Beta del lugar. Pero sólo si realmente lo deseo. — respondió sin demasiada importancia en ese tema.

—Charlie no...

—No tiene porque enterarse. Además, nadie se resiste a mis encantos.— sonrió divertido mientras con dos de sus cuatro manos libres se levantaba su pelusa provocativamente. Le gustaba como Husk intentaba hacerse el desinteresado. —Y tampoco me quiero meter con un Alpha.

—Sólo hay un huésped Alpha, luego estamos Alastor y yo.

—Bueno, ¿No te gustaría pasar el celo conmigo, Husk? Prometo que lo disfrutaras.— le rodeó de los hombros, más esté se apartó de inmediato mirándolo con un gesto histérico.

—Ja, chico yo ya no creo en esas mierdas.— respondió con una mueca de desagrado.

—Sólo será un buen polvo, nunca dije que debíamos meter nuestros sentimientos en ésto. Además he tenido pensamientos sucios contigo desde que te vi.— confesó mientras seguía caminando y adelantándose le un poco al contrario, meneando sus caderas para que su corta falda oscura se alzará lo suficiente para que Husk alcanzará a ver por unos segundos sus muslos cubiertos por una tela de encaje. A cualquier le agradaría tal vista tan provocativa. Qué el mismo Ángel te permita tan exquisita vista es un deseo hecho realidad.

—Estas enfermo chico. — se apresuró a caminar arrevasando al Omega para llegar lo más pronto posible al Hotel, le faltaba la mitad del camino y le molestaban las bromas que Ángel hacía.

—Oh vamos Husk~ prometo satisfacerte, no seas tan arisco conmigo. — dijo fingiendo dolor, más divertido por la reacción del demonio alado siguiéndolo por detrás.


Ángel todavía no lo sabía pero, había algo que le traía loco por ese demonio amargado. Y no sabe cómo, pero necesitaba sentirlo dentro suyo. Quizás así, se le quite ese "capricho" que tiene por él.




Mientras tanto, una sombra acechaba las acciones del Omega lujurioso y conocido por los nueves círculos del infierno. Realmente hambriento, decide seguir observándolo para luego ir con su dueño.


Palabras: 2,563
Fecha de publicación: domingo 22 de marzo del 2020
Escritor: JaquiiAleWorld
Au: Omegaverse
Historia: "Por tu entretenimiento"
Fandom: Hazbin Hotel
Nota del escritor:

Por un momento creí que no la publicaría hoy xd. Aunque si digo que puede que me tarde mucho en subir el siguiente capítulo porque no lo tengo adelantado para nada, apenas pude con este y me gustó como quedó.

Puede también que quizás haya un poco de RadioDust, o una mención. Pero nada relevante, creo.

Ya se, ya se, muchos quieren una secuela de "Polvo de Ángel". Yo igual la quiero pero no he podido escribir algo digno para la continuación, así que me tardaré meses en escribir algo. Por mientras aquí les traigo este Hangel Dusk que he querido escribir desde hace tres meses, y apenas ayer en la noche me dieron inspiración.

Otro dato, esto tampoco iba a ser Omegaverse pero la idea digivoluciono xd, elizabethnainory12 mi querida niña me dio la idea del nombre y también la inspiración para escribir este nuevo fanfic. O al menos la idea principal.

"Entre broma broma, la verdad se asoma" jajaja xd.

Otra cosa, no se si Nifty se escribe con una o dos efes, y cuando lo busque me aparecía de las dos maneras así que ya no supe que pedo. Me parece curioso porque antes escribía su nombre sin problema pero ha pasado mucho tiempo desde que lo escribí que fue en mi primer RadioDust. En polvo de Ángel ella no apareció.

Disculpen también si ven otra falta de ortografía. Espero hacer bien este fanfic, pero no prometo actualizaciones rápidas. Esta parte no iba a ser larga para no acostumbrarlos. En fin, nos vemos en la próxima, cuídense! Saben que sus votos y comentarios me animan para seguir escribiendo.

Los amo!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top