Estar triste.

Narra Neji

—¡Mandaré un reporte a Konoha ahora mismo!—Dijo Ten-Ten alterada.

Ya hacia horas que despertamos y que el resto del equipo notó la ausencia de ___. Sin embargo, durante algún tiempo pensaron que igual sólo había ido al baño o algo por el estilo. Mientras yo, disimulaba, aunque podía notar la atenta mirada de Lee sobre mi.

—No.—Dije de inmediato.

Todas las miradas se posaron sobre mi.

—¿¡Cómo que no!? ¡___ ha desaparec..—No dejé a mi compañera terminar.

—No ha desaparecido.—Sentencié.

—¿Qué intentas decir, Neji?—Dijo Gai-sensei con seriedad.

Yo resoplé y negué con la cabeza. Lee se limitó a seguir observando.

—Se ha ido.—Estabamos de pie formando un círculo, mire unos instantes las puntas de mis pies. Mentiría si dijera que no tenía un nudo en el estómago desde que me despedí de ella.

—¿C-como que se ha ido?—La voz de Ten-Ten sonó demasiado débil e incrédula.

El silencio se apoderó de la situación durante unos minutos.

—Neji, sabes que lo según la legalidad, debemos informar a la Hokage, ¿No?—Dijo al fin Lee.

Gai-sensei abrió los ojos sorprendido. Él también sabía que esa era la manera en la que debíamos actuar, pero decirlo en alto significaba tener que afrontar la realidad.

Volví a mirar la punta de mis pies y después dirigí mi mirada a mi compañero.

—Lo sé.—Suspiré.—Pero eso sería convertir a ___ en una renegada para la aldea.—Mi voz se quebró durante esa frase. Carraspee.—Y ninguno de nosotros cree que ella merezca ser tratada así, aunque puede que no entendamos del todo lo que ocurre, ¿no?—Mire durante unos instantes a cada uno de ellos.—___... creo que necesita que la protejamos. En realidad, somos lo más parecido a una familia que ella tiene.—Al pronunciar esas palabras recordé a Naruto. Ni si quiera estaba en la aldea cuando nos fuimos, ¿Sabrá sobre esto?

Volvió a reinar el silencio.

—Hasta que volvamos a la aldea, mantendremos esto para nosotros. Pero tarde o temprano, tendremos que pronunciarnos.—Sentenció Gai-sensei.—La protegeremos todo lo que podamos.

Narra ___

—¿No vas a hablarme?—Preguntó Deidara parando en seco y me miró a los ojos. Hacia horas que estábamos caminando hacia mi aldea. Prácticamente pisabamos ya la frontera entre la cascada y la aldea oculta de la Luna.

Yo evité su mirada notando como mis lagrimales empezaban a inundarse. Sentía que mi cuerpo pesaba, y como bajo mi pecho algo se retorcía. Solo quería tumbarme, taparme hasta la cabeza y llorar como un bebé. Nada digno de un ninja, pero muy humano.

—Es que...Estoy muy triste.—Mi voz se rompió con aquellas palabras. Era algo obvio, pero sentí la necesidad de decirlo y oirlo en alto.

Mis labios comenzaron a hacer pucheros involuntarios y empecé a llorar y sollozar. Puse mis manos sobre mi cara.

Pude escuchar una pequeña carcajada por parte del rubio.

—Lo raro sería que no lo estuvieras.—Respondió con calma. Su cuerpo se acercó al mío y me abrazó con fuerza. Enseguida noté el calor que Deidara desprendia. Era un poco como la sensación de taparse con una manta hasta la cabeza, y me reconfortó.

—Pero es que se que he tomado la decisión correcta—Rechisté entre más sollozos. Durante un rato más largo del que me gustaría admitir, seguí con ese llanto mientras aquel criminal me acompañaba en mi tristeza.

Sentía tantas cosas y algunas tan contradictorias que creo que simplemente mis lágrimas eran el desbordamiento de algo dentro de mi.

Una parte de mi, quería la comodidad de seguir en los brazos de Neji, y compartiendo tiempo con mis amigos, sin pensar en nada fuera de aquello. Sin pensar en la vida antes de ellos. Vivir en una falsa realidad en la que pareciera que yo nací en la aldea de la hoja, que nunca tuve que vivir una masacre. Esperar simplemente a que mis ojos se recuperasen y seguir.

Sin embargo, otra parte de mi sabía que había cosas que resolver, y que si no lo hiciera, en algún momento explotaría todo de la peor manera posible. Y, aunque quisiera evitarlo, debería responsabilizarme de ello tarde o temprano.

Quedaban más partes de mi, una deseando ver qué ocurría después de esta decisión, saber hasta dónde podría llegar. Una que vivía en la constante espera de Neji, porque aún teniéndolo, me sabía a poco. Había más. Había una que sonreía al personas que convivirá con el rubio de la coleta.

Y todas ellas habían llegado a esta decisión, habían concluido que era la mejor, sin embargo, pocas veces en mi vida había tenido tantas ganas de huir de absolutamente todo. Y eso me hacia sentir completamente desgraciada.

Me separé un poco de su abrazo y con el dorso de mi mano limpie las lágrimas de mis mejillas.

—¿Ya está?—Preguntó el de ojos azules, con una tierna sonrisa.

—Ya está.—Sorbí por la nariz.

—Esta bien sentirse triste después de tomar la decisión correcta.—Sentenció antes de deshacer por completo el abrazo.—Descansemos un rato. No quedan más de dos horas para llegar a tu aldea.

¡Hola! ¡Es un capítulo corto, pero a mí me ha gustado mucho!

Os aconsejo mirar mi muro, porque he puesto un mensaje importante allí, pero lo resumo: No quiero cometarios bromeando sobre las violaciones.

Por cierto, muy importante también, no recuerdo ni la contraseña del correo que tengo asociado a esta cuenta, ni la contraseña de la cuenta, así que si se me cierra la aplicación estoy jodida. Si alguien sabe como resolverlo que me hable, por favor.

De todos modos me haré una cuenta alterna, por si acaso, pero en principio quiero terminar la historia antes de verano que me cambio de móvil. Cuando la cree la dejaré en mi muro, por si queréis seguirme allí, aunque me da mucha pena perder esta cuenta, porque mi novela Por Ti es muy importante para mí. Pero bueno.

Gracias por estar aquí.

Mucho amor. 💗












Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top