Capítulo 70
Narra Juan Pablo Villamil
Sabía que Dylan estaba muy enojado conmigo al igual que Martín y lo entendía, ellos la cuidaban demasiado, ella era importante.
El silencio que reinaba en el auto era tan incómodo. Solo se escuchaba la musica que Dylan había puesto en el estéreo.
- Dylan...- hablé con intensión de terminar este horrible momento.-
- Dylan: Uhm.
Resople y luego gire mi vista a la ventana.
- Dime ya lo que tengas que decirme.- dije resignado.-
- Dylan: Eres un pendejo y uno muy grande.- se quedó callado unos segundos y luego siguió.- te pedí una sola cosa y la jodiste.- lo miré.- te pedí que no la hicieras sufrir, Villamil.- subió una de sus manos para rascar su barbilla.- no tienes idea del daño que le has causado, ¡Chinga, era feliz contigo!-
- Lo se y lo siento, Dylan, la cagué y me di cuenta de mi error demasiado tarde.- juguetee con mis dedos.- me deje llevar por los malditos celos, me cegaron tanto que no pude darme cuanta de que ella jamás haría algo a mis espaldas.-
- Dylan: No la mereces.- respondió en un tono seco.-
- También lo se, lo supe desde la primera vez que la perdí por ser un cabrón.- suspiré.- es por eso que le pedí enamorarse de alguien más.
- Dylan: ¿Carlos?
Fruncí ceño y lo mire con enfado.
- No. De todos los que ella quiera enamorarse pero menos de él.- una risa escapó de su boca.-
- Dylan: ¿Y eso? Si él vato se ve que es muy atento y cariñoso.
Sabía que quería jugar conmigo hasta lograr que estallará en celos.
- ¿Porque no vas tu por ella?- le cambie la pregunta.- sinceramente eres mejor partido para ella.-
Dylan era atractivo, tenia que admitirlo.
- ¿Quien no morirá por alguien como tu? alguien de ojos azules, alto, tez blanca...- el sonrió negando con la cabeza.-
- Dylan: Minette.- hablo.-Ella no es como las demás, ella no caería rendida a mis pies.- bajo un poco el volumen de la música.- sabes que ella solo tiene ojos para tí.
- Tienes la oportunidad, Dylan, ahora que yo la dejé ir por... por pendejo.
- Dylan: Oh Villamil, creeme que e tenido demasiadas oportunidades.- me dió una mirada triunfal.- y en la primera que tuve ella me dejó claras las cosas.- rascó su cabeza.- además, Minette a demás de ser mi amiga, paso a ser como mi hermana, la que nunca tuve.- poco a poco bajo la velocidad del auto para estacionarlo.- Y ahora... ahora tengo interés en alguien más.- sonrió como tonto.- creo que ir de cama en cama ya me ha cansado, ahora solo quiero conquistar a una sola persona.- puso el freno de mano.-
- ¿Quien es la desafortunada?- ambos reímos.-
- Dylan: Sharon.- elevo los hombros con una sonrisa picarona.
Abrí mis ojos sorprendido.
Quien lo diría, los dos se la pasaban peleando todo el tiempo. Vaya que la vida da muchas vueltas.
Ambos bajamos del auto y comenzamos a caminar por el lugar.
- Dylan: Quiero pedirte que no comentes con nadie lo que acabo de confesarte, eres él único que lo sabe.
- Que lindo.- hice un puchero.- Ya sabes que cuentas conmigo.- golpee levemente su espalda.-
- ¿Ustedes dos estan bien?- Isaza bajaba corriendo del carro de Nath.- No veo ningún golpe.- nos revisó a ambos.- Ufff marica, creí que iban a matarse dentro de ese carro.- lo señalo.-
- Nath: ¿Porque mejor no dejan sus tonterías y nos concentramos en encontrar a Minette?
Todos asentimos y seguimos a Dylan y a Nath.
Era una plaza grande en donde se escuchaba música, pero música de...
- Simón: ¿Mariachis? Guao, esto es genial, Nett es genial al venir aquí.- comenzó a reír.-
Comenzamos a buscarla entre el tumulto de gente hasta que por fin di con ella.
- ¡Alli esta!- grité.- vamos.-
Nos dirigimos un grupo de personas que disfrutaban de la musica ranchera, mientras cantaban y bebian.
Un chico con quien ella reía la empujo al centro en donde se encontraban los mariachis. Uno de ellos le cedió un micrófono y ella reía negando.
Me gire a mirar a los demás quienes estaban mirando lo mismo que yo, sorprendidos.
Vi que Marto saco su celular para comenzar a grabar.
- ¿Que hace, Martín?
- Martín: Que clase de mejor amigo sería si no grabo las locuras de Minette para después reirme de ella?- estaba tan entusiasmado.-
- Iré por ella.- caminé decidido ya que todos estaban apreciando el show sin hacer algo.-
Los músicos comenzaron a tocar sus instrumentos y segundos después la voz de Minette los acompañó.
Poco a poco me acerqué hasta el frente, ella aún no me había visto, era una buena señal porque de ser lo contrario ya me abría gritado de majaderias en el micrófono y frente a toda esta gente.
Todos la acompañaban cantando y gustando muy felices.
Y no voy a llorar cuando te vea partir
Trataré de borrar esa desilusión
Que dejarás en mí y te juro por Dios
Que no voy a llorar
Si te quieres marchar, yo no voy a impedir
Tus sueños de volar a un mundo más feliz
Con nubes de cristal, dejando lo que yo guardaba para ti...
Sus ojos claros chocaron con los míos.
Me habían dicho que el amor era así
Yo no sé por qué no quise escuchar
Hoy te alejas y me toca vivir
Experiencia más amarga quizás
Me habían dicho que el amor era así
Y hoy me encuentro que es la triste verdad
El querer está amarrado al sufrir
Y el sufrir envuelto en la soledad...
Seguia cantando mientras me miraba fijamente.
Dentro de su mirada percibí nostalgia, esa misma que vi esta misma tarde.
Cuando terminó la canción todos aplaudían y halagaban lo bonito que había cantado. Y como negarlo, ella tenía un toque especial al hacerlo pero no le gustaba mostrar su talento.
- Minette: ¡Villamil!- gritó.- chicos.- se giró para hablarle a las personas con quienes había estado.- este guapo hombre es el amor de mi vida.- habló arrastrando las palabras.-
- X: ¿Es quien te rompió el corazón, princesa?
¿Princesa? Quien era esté borracho imbécil y porque le decía asi.
- Minette: Sip, es él.- me sonrió.- Alex, Villa, Villa...- el hipo la interrumpió.- oh disculpen.- comenzó a reír.- aquellos son Ángel, Omar y los demás no tengo idea, son amigos de Alex.- señaló.-
- Alex: Soy un ex compañero de universidad de esta hermosura.
- Y yo soy su novio.
- Minette: Ex.- corrigió.- ex novio, guapo, que no se te olvide.- guiño su ojo.- ¡Ay... pero mis amigos! ¡Están todos aquí!- se apartó de mi lado.-
- Isaza: Oiga que bien cantó.- mostró sus característicos dientes.-
- Simón: Muy bacano.-
- Dylan: ¿Porque no nos has llamado? ¿Sabes lo preocupados que nos tenías?- regañó.-
- Martín: Dinos que no has manejado ebria hasta aqui, Vargas.- cruzó los brazos.-
- Minette: Si les digo que no, va a crecerme la nariz como pinocho y no quiero.- toco su nariz haciendo un leve puchero.-
Si Minette era divertida estando sobria, estando borracha lo era más.
Me llenaba de ternura verla así, con sus mejillas levemente sonrojadas por el alcohol, con sus tiernos gestos, su risa escandalosa que hacía eco por todo el lugar y con su corazón y sus sentimientos tan expuestos ante los demás. Isaza decía que salía su lado cursi maternal.
- Es hora de irnos.
- Minette: ¡Agh! Amargado.- rodo los ojos.-
- Alex: ¿Y porque se la van a llevar? Ella la está pasando de poca madre.- se acordo a ella y beso su frente.-
Hijo de puta.
- ¡Apártate de ella!- la jale para ponerla detrás de mí.- Vuelves a ponerle un dedo encima y...
- Isaza: Cálmense.- me tomó del brazo.- emm ¿Alex, no?- se dirigió al pelinegro que asintió.- lo mejor es que la llevemos a casa, gracias por hacerla pasar un buen rato.-
- Alex: Tú me caes bien.- sonrió.- bien Netti cuídate mucho y gracias por aceptar mi invitación.- elevó su mano en forma de saludo.-
El tal Alex se alejó de nosotros para irse con sus demás amigos.
- Minette: Iré por un tequilita.- se dió media vuelta y comenzó a avanzar.-
La tomé rápidamente de la cintura y la atraje a mi cuerpo para evitar que se me escapará.
- Simon: Bien señorita ¿donde has aparcado tu carro?
- Minette: Uhm...- pensó.- no tengo idea.- comenzó a reír como loca.-
- Debemos irnos ya, que esta mujer esta cada vez mas ebria.
- Dylan: Sí, si.- comenzó a caminar de un lado para el otro.- Nosotros buscaremos su carro y tú llévatela al departamento en mi carro- me miró lanzandome las llaves.-
- Martín: Ahhhh.- bostezó con pereza.- bien entonces nos vemos en el depa, estoy muerto de sueño, me voy con Papo y Nett.- se pasó a nuestro lado.-
- Dylan: Ha no.- lo jalo de regreso.- tu también te quedas a ayudarnos a buscar el carro de esta borrachita.- miró a Nett.- para que sea todo mas rápido y todos vayamos a nuestras camas felices y sin preocupaciones.-
- Nath: Anda ya, Villa, llévatela y tengan cuidado.-
- Bien nos vemos en un rato.
A rastras saqué a Minette de la plaza y ambos nos dirigimos al auto de Dylan.
- Minette: Tengo... tengo frío.- hablo bajito.-
Me quité rápidamente la sudadera gris que llevana encima y la ayudé a ponérsela.
Me dió una mirada de agradecimiento pero luego esa mirada cambió.
- Minette: Ni creas que voy a subirme contigo a ese carro.- se quedó parada frente al carro con los brazos cruzados.-
- No empieces con tus berrinches y sube ya.- hable frío.-
- Minette: No.
- Minette no me obligues a meterte ahí dentro por la fuerza.-
- Minette: ¿Ha si? Pues inténtalo imbécil.- me retó burlona.-
Giré los ojos y en un fugaz movimento la cargue como a un costal de papas para darle la vuelta al carro y meterla al asiento del copiloto.
Cerré la puerta y me metí al carro.
- ¿Que decías? Hable triunfal.-
Ella solo me mostró el dedo corazón.
Comencé a manejar y todo iba en silencio, esta vez no había música, solo se escucha nuestras respiraciones y algunas veces el hipo que le daba a Nett.
- No debiste beber en exceso.- le di una mirada de reojo.-
- Minette: Tú no me das órdenes, es mi vida.
- Sólo me preocupo por tí.- respondí tranquilo.-
- Minette: Pues deja de hacerlo que tu y yo no somos nada.
- ¿Olvidaste ya todo lo que paso entre nosotros?- me habían dolido sus palabras.- ¿O es que alguien ya te está haciendo olvidarlo?-
- Minette: Deja tus malditos celos, ya te dije que es mi vida y puedo hacer lo que quiera con quien quiera, que para eso estoy soltera.
- Ah entonces sí estás con alguien, vaya que rápido pasaste página.- inconsciente aprete el volante.-
- Minette: ¿Y que si estoy o no con alguien?- su mirada era fría.- tú fuiste quien decidió terminar lo que teníamos, fuiste tú quien puso desconfianza en la relación.- poco a poco sus ojos iban poniendose rojos por las lágrimas que se asomaban.- tú no tienes idea de lo que e estado pasando Villamil, solo te preocupa el quien esta ahora en mi vida.- rápido limpió dos lágrimas que habian salido.- ¿Sabes? yo soy una persona que sabe estar sola, que no necesita de alguien para tener que estar bien y si te elegí a ti fue porque de verdad queria estar contigo no por necesidad.-
Y dicho esto volvió su mirada al frente y no volvió a decir nada al igual que yo.
Otra vez la había cagado con ella.
De reojo solo miraba como con la manga de mi sudadera limpiaba las lágrimas que insistían en salir de sus ojos.
Mi dulce niña de ojos hermosos.
Cuando llegamos al edificio intenté ayudarla a subir porque de lo mareada que estaba no lograba mantenerse mucho tiempo de pie pero ella siendo tan orgullosa rechazó toda muestra de ayuda y como pudo entró a su departamento.
La seguí hacia su habitación, antes nuestra y deje su bolsa en una silla.
Fuí hacía su closet y saqué ropa cómoda para dormir.
- ¿Quieres darte un baño?
- Minette: No, mañana temprano.- respondió.-
Se sentó en la cama y vi que intentaba quitarse sus botines pero no podía. Asi que me agache y la miré.
- ¿Me dejas ayudarte?
Asintió apenada.
La ayude a quitarse los zapatos y mi sudadera
Pero cuando iba a quitar su blusa me detuvo.
- Minette: Ese me la quito yo al igual que los pantalones.-
- No voy a hacerte nada, Minette. No tienes nada de lo que no haya visto.- le sonreí pícaro.-
Ella golpeó mi hombro y también sonrió para luego asentir.
La vesti y la ayude a meterse en la cama.
- Minette: Necesito tu sudadera de nuevo, tengo frío.- su mirada era de corderito.-
Le puse mi sudadera de nuevo y se acurrucó como un bebé.
- Descansa Vargas.- me incliné para dejar un suave beso en su cabeza.-
Iba a alejarme pero ella tiró de mi mano.
- Minette: Quédate conmigo.
Sus ojos me decían a gritos que me extrañaba tanto como yo a ella, pero ambos éramos tan rencorosos que ninguno se atrevía a decirlo en voz alta.
Asentí y me quité mis botas, ella me abrió espacio en la cama y sin pensarlo la abracé por la cintura y si nos quedamos dormidos.
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