Capitulo 3
La ultima semana de vacaciones pasó rápidamente, hoy era primer día de clases, quede con mis amigos que eran Simón y su hermano menor Martin, Isaza y Alejandro, para llegar juntos al colegio.
Así que me apure a desayunar y luego de ellos me despedí de mis padres.
- ¡Mamá, Papá, me voy ya al colegio!- Grité desde la puerta de mi casa.-
-Clemencia: Con mucho cuidado, suerte.- se acercó hasta donde estaba y deposito un tierno beso en mi mejilla.-
-Mauricio: Adiós hijo.
Salí de casa y en el camino al colegio fui encontrando a mis amigos y así todos juntos pusimos los pies dentro del colegio. Como siempre íbamos riendo por las estupideces que decía el otro.
-Martin: Bueno muchachos, yo me voy a mi salón, los veo después- se despidió y dió media vuelta para irse.
Los demás restantes pusimos marcha a nuestro salón pero nos detuvimos en uno de los pasillos ya que Simón iba a tropezarse con las agujetas de sus zapatos, todos comenzamos a reírnos. Luego de que Simón atara sus agujetas se unió a nuestras risas.
Pero al estar todos en ese momento de risas, pudimos observar que una niña pasaba frente de nosotros, ella se veía perdida y puede reconocerla, era la niña que se había mudado cerca de mi casa. La niña se paso derecho pero a los pocos segundos retrocedió y nos pregunto tímidamente donde se encontraba el aula de ciencias naturales.
Vaya que ha simple vista era linda como había dicho mamá.
Minette, la chica nueva, palabra con palabra que cruzaba con nosotros parecía ir perdiendo el miedo. Todos comenzamos una conversación sobre ella, ella me agradaba bastante.
Caminamos hacía el aula de Ciencias naturales, resulta que todos estábamos en las mismas clases
En todas las clases la invitamos a sentarse junto a nosotros, era muy amable.
Algunas veces me sorprendia a mi mismo observándola y poner atención a cada movimiento que hacia.
Simón al ser tan observado y curioso me pregunto mientras ambos estábamos solos pues Isaza y Alejandro la habían entretenido con alguna de sus platicas.
-Simón: Papo, tranquilice esas miradas con la niña nueva - una sonrisa burlona adornaba su rostro.
Fruncí las cejas y lo miré extrañado haciéndome el tonto.
- Pero de que habla Moncho, ¿cuáles miradas?-
- Simón: Vamos Villa no se haga el tonto, lo e estado observando desde el momento en que se nos acercó.
- Deja de decir tonterías, y ¡Dejade mirarme, pareces un acosador!
- Deja el drama a un lado, y... - tomó su menton mientras pensaba - para que veas que soy buen amigo, le preguntaré que si vive cerca, para que nos vayamos todos juntos camino a nuestras casas.
Rdé mis ojos mirando como Simón se acercaba a Minette logrando su objetivo.
Sin darme cuenta, ese día la niña nueva consiguió que sintiera curiosidad y tal vez una pequeña atracción hacia ella.
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