Capítulo 29

Estaba tan feliz por el apoyo que recibí de mis padres y mis hermanos aunque estos últimos se molestaron cuando les dije mis planes para seguir estudiando sabia que tenia su apoyo.

Mis trámites ya estaban en proceso para mi admisión en la universidad y mi estancia en la escuela de Colombia ya había culminado. Ninguno de mis amigos estaba sabedores sobre el regresarme para México. Me quedaban dos días para irme y eso me ponía triste y feliz al mismo tiempo.

Triste porque iba a extrañar a mis papás, a mis hermanos, a mi tierno y lindo Charlie, a mis amigos, a Juan Pablo Villamil. A quien probablemente no volvería ver en un buen tiempo.

Hoy cite en casa de Lea como era costumbre a los hermanos Vargas, Isaza, Aleho, Arleth, Saúl y por supuesto que a Lea. Les comente que tenían que ir forzosamente pues tenia una noticia por darles. Como mi situación con Villa estaba algo rara, decidi mejor enviarle este mensaje con Simón pues era el mas allegado.

Me encontraba ya camino a casa de Lea, estaba nerviosa (cosa que ya no es rara en mi) comencé a morderme las uñas como era mi costumbre cada que sentía nervios. Sabia perfectamente que todos se enojarían conmigo por darles esta noticia estando a nada de dejar Bogotá pero era lo mejor.

Al tocar la puerta en casa de Lea pude escuchar la escandalosa risa de Isaza sonreí nostálgicamente.

- Lea: Ey por fin llegas.- dijo saludándome con un beso en la mejilla.-

- Lo siento.- dije entrando a su casa.-

- Isaza: Le tocara una rebanada de pizza menos por llegar tarde.-

- Es injusto Juan Pablo.- dije en una risa.-

Mientras me adentraba buscaba con la mirada al chico de color de ojos verdes pero no lo vi por ningún lado. Tenía la esperanza de poder irme y decirle las miles de cosas que jamás pude decirle después de lo que paso entre nosotros.

- Simón: ¿Buscas a Villa?- Salí rápido de mis pensamientos y salte por el susto que me acababa de dar.- creo que te asuste. Dijo riendo.-

- Si un poco.- dije también soltando una risa.- ¿Vendrá?

- Simón: Me dijo que si vendría asi que tranquila.-

Pasamos la tarde riendo, los chicos cantaban algunas canciones que ellos mismos habían compuesto. Estuvimos esperando a que llegara Villa para poder comer la pizza que ya tenia media hora de estar lista y que ya se había enfriado pero no había señales de él.

- Isaza: Villamil ya se tardó no?

- Alejandro: Demasiado weon ya tengo hambre.- dijo sobándose la barriga.-

- Isaza: Lo llamaré.- dijo sacando su celular y a los tres timbres respondió e Isaza lo puso en altavoz.-

Llamada Villamil

- Isaza: Villaco va a venir si o no. Llevamos una hora esperándolo y nada que llega.

- Simón: Tenemos hambre ya Juan Pablo.

- Villamil: Lo siento olvide decirles de última hora que no podré ir tengo un asunto importante.

- Lea: ¿Qué puede ser mas importante que tus amigos?- dijo en un tono molesto.-

- Villamil: Lo siento nos vemos después.- dijo ignorando la pregunta de Lea y después colgó.-

Fin de la llamada

- Martin: Vamos a calentar la pizza entonces.- mencionó poniéndose de pie.-

- Alejandro: Mejor primero que Netti nos diga eso importante que nos tenia que decir.- Martin volvió a tomar asiento en uno de los sillones.-

- No, eso puede esperar y la pizza no.- dije en un tono desanimado pues tenia muchas ganas de que él estuviera aquí.-

- Saúl: Calentemos la pizza entonces.

Luego de que todos arrasáramos con la pizza ahora si tenia que decirles.

- Arleth: Bueno Minette habla ahora o caya para siempre.- todos me miraron atentos.-

- Lo que les quería decir es que fue para mi fue una bendición haberlos conocido a todos y cada uno de ustedes, que fueron lo mejor que me paso durante mi estancia en Bogotá.

- Simón: ¿Durante tu estancia?- dijo y todos me miraron confundidos.-

- Si- baje la mirada y luego volví a mirarlos.- Quería decirles que estudiare medicina.

- Isaza: Eso es increíble Nett

- Alejandro: Pero eso no es todo verdad?

- Lo siento chicos pero la decisión ya está tomada y ya no puedo hacer nada.- mis ojos comenzaron a cristalizarse.-

- Arleth: No estamos entendiendo ¿Qué pasa?

- Estudiare medicina en México.- todos me dieron una mirada de sorpresa.-

- Saúl: ¿Te iras de Bogotá?

- Así es.

- Martin: Pero como, porque tus papás quieren mandarte a estudiar alla?

- No fue idea de ellos, fue mía.

- Isaza: No se puede ir, no puede dejarnos

- No los dejare bueno básicamente si pero vamos entiéndanme, extraño mucho mis tradiciones, la comida, extraño mi país, mi familia.

- Lea: Te olvidaras de nosotros

- Claro que no eso jamas podría pasar

- Alejandro: ¿Cuándo te vas?

- Martin: En unos dos meses supongo verdad.- dijo un tanto emocionado.-

- No Marto, en dos días o ya en un dia porque el dia ya ha terminado.-

- Arleth: Pero cual es a prisa

- Las clases comienzan allá en mes y medio pero quiero irme antes para tener tiempo de instalarme ya saben.- moví los hombros.-

-Saúl: ¿Por qué hasta ahora nos lo dices?

- Porque no quería que a cada rato me estuvieran recordando que me quedaba poco tiempo.

- Isaza: Pero pudimos haber disfrutado más.

- Lo siento de verdad.

Estuvimos en silencio por unos momentos hasta que sentí un abrazo proveniente de Martin y luego todos se unieron al abrazo. Me llenada de fuerza y felicidad.

- Arleth: Te vamos a extrañar montones.- dijo una vez que todos nos separamos.-

- Y yo a ustedes.

- Martin: ¿A qué hora sale tu vuelo? Queremos ir al aeropuerto a despediste.

- No.- dije rápidamente.- no les diré la hora, no me lo tomen a mal pero no quiero que me vayan a dejar, seria muy duro para mi y me conozco y se que dejaría todo atras y no me iría. Y no puede hacer eso mis papás ya han pagado y no quisiera que fuera una pérdida de dinero.-

- Isaza: No me gusta para nada esa idea pero yo la acepto.-

- Todos: Esta bien.- dijeron al unisonido.-

A las casi 8 de la noche me despedí de todos pues sería la última vez que los vería. Luego de tan triste despedida con cada uno de mis amigos decidí irme sola casa. Caminaba tranquilamente por las frías calles de Bogotá, pues sería mi última caminata. Pasé cerca de uno de los tantos parques que tenía esta bella cuidad, parque en el cual habían tantos recuerdos, tantas risas, tantos besos con Juan Pablo. Estaba por dejar atrás cada uno de esos recuerdos que tanto me tenían atormentada por tres años. Nadie sabía que esa era una de las principales razones por las cuales me iba. Y era mejor que nadie lo supiera.

Y como si con la mente lo hubiera invocado, ahí se encontraba él, aquel niño de ojos de color indescifrable y sonrisa encantadora. Estaba riendo felizmente con su actual novia, el sonido de su risa causo que mi piel se erizara. Mientras seguía caminando note que sus ojos se cruzaron con los míos regalándome así una última mirada, yo sabía que la mía que gritaba tantas cosas que mi boca no podía. Mis ojos comenzaron a aguarse y para que mis rebeldes lágrimas no salieran a relucir mi tristeza le di una débil sonrisa y seguí encaminada a mi lugar de destino.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top