Capítulo 26
Narra Minette
¿Han sentido esa sensación de vacio en el pecho, esas ganas inmensas de llorar? O de simplemente huir de todo lo que te atormenta, o tratar de regresar el tiempo para cambiar algunas cosas o simplemente volver a disfrutarlas? Bueno pues yo sentía todo eso.
Estaba ya en camino para verlo, a Juan Pablo.
Solo quería que el momento de vernos no pasara o se retrasara, no estaba lista para dejarlo ir, no aun. Él me hizo sentir completa y cuando tenía un día del carajo, un simple mensaje o llamada de él me arreglaban el día. Él lo es todo para mí. Yo prefería mil veces seguir en la situación que estábamos a dejarlo ir, no quería que alguien más llegara a darle color a su vida.
Flashback
- Sabes prefiero seguir sufriendo por él a hacerme a la idea de que ya no somos nada.- dije tirada en la cama de Arleth.-
- Arleth: Amiga mía estas muy mal, de verdad que lo estas.- tomo asiento en la esquina de la cama y me observo.- Una de las posiciones más frustrantes en las que tú ahora estas es estar en una relación con alguien que te hace sentir como si estuvieras soltera. No puedes seguir perdiendo tu dignidad con alguien a quien le da igual tenerte o no, que dice quererte pero demuestra todo lo contrario.
Fin del flashback
Arleth tenía toda la razón esas palabras quedaron grabadas en mi mente día y noche y fueron un pequeño empujón para que tomara la decisión que ahora mismo estaba a punto de realizar.
Nerviosa camine hacia el lugar donde me vería con Villa. Ese lugar es donde ambos solíamos estar cuando estábamos en la escuela pues estaba alejado de todos. Pude ver que él ya se encontraba ahí, sentado.
- Hola.- dije con voz nerviosa tomando asiento a un lado de él, ni siquiera lo vi a los ojos.-
- Villamil: Hola.- dijo serio.- También quería hablar contigo sobre algo ¿Quieres comenzar tú?-
- Claro.- sentía un nudo en la garganta.- Ya no sé qué más hacer para que estemos bien, ya se me acabaron todas mis opciones.- fui directa al grano.-
- Villamil: Sabes bien que lo nuestro ya no funciona, ya no es lo mismo de antes, todo cambio desde que terminamos por primera vez.- suspiro un momento mientras yo contenía las ganas de llorar y escuchaba atenta cada palabra que decía.- Solo nos estamos haciendo daño, yo te hago más daño por mi comportamiento. Se que demasiadas veces te prometí cambiar pero no pude, Nett, de verdad que lo intente pero no pude.- bajo la mirada hacia sus manos.-
- Me has hecho daño lo se, pero también me has hecho muy feliz, Juan Pablo.
- Villamil: Te mereces algo más que yo, mejor que yo
- Te quiero solo a ti, mira todos los problemas que hemos tenido nos han servido de experiencia, se que aún me quieres ¿No es asi?
- Villamil: Te quiero pero todo esto que nos está pasando los problemas, las veces que nos dejamos de hablar sin razón alguna me hacen dudarlo.- Aquellas palabras fueron como una apuñalada en el corazón, no entendía como es que seguía conteniendo las lágrimas.-
- Villamil: Lo nuestro creo que ya no funciona no solo por el orgullo, sino por falta de interés.-
- ¿Falta de interés?.- trague saliva.- Dime que es lo que he hecho para que pierdas el interés en mi.-
- Villamil: No, no has hecho nada.
- Me encantaba tanto la manera en la tratabas de conquistarme.- di una media sonrisa recodando nuestro inicio.- Ahora ya no lo haces mas, me decias que eras muy afortunado de tenerme contigo, que no imaginabas estar con nadie mas que no fuera yo, que serias un completo idiota si me dejabas ir tan fácil.- y la primer lagrima salió de mi.-
- Villamil: No soy el mismo que cuando te conquiste. Mira yo yo estoy confundido con que es lo que realmente siento- gire rápidamente mi vista hacia él por primera vez desde que llegue.-
- Confundido .- solte una pequeña risa.- entonces existe alguien mas verdad. Como no lo pensé, es por eso que has estado asi de distante.- Limpie mis lagrimas.- Nunca entendí el porque a veces me escribías con tanta emoción y cariño, pero al dia siguiente era como si ni siquiera me conocieras, no te acordabas de mi. Tenias una personalidad bipolar conmigo en el hecho de quererme.- hice comillas con mis dedos.- te juro que trataba de entenderte y a pesar de todo asi te quería.- baje la mirada.- pero ahora lo entiendo todo.-
- Villamil: No hay alguien más- dijo de forma dudosa.-
No podía creer que él tuviera a alguien mas, su silencio y forma de dudar al decir esto último me hacían entender todo. Por un momento pasaron todos los recuerdos bonitos que tuve junto a él y entendí que él también estaba dispuesto a dejarme ir de la manera mas fácil, pues nunca tuvo algún interés en luchar por mi.
Asi que luego de estar unos momentos en silencio, y tratar de entender lo que pasaba rompí con el incómodo silencio que se había formado entre ambos, silencio al cual ya estaba acostumbrada.
- Tenias razón lo nuestro ya no va a funcionar, creo que esto será lo mejor para ambos.- solte de repente.- Siempre te estaré agradecida por lo feliz que fui a tu lado.-
- Villamil: Quiero pedirte disculpas por prometer cosas que nunca cumplí y solo hablaba por hablar, pase momentos muy chéveres a tu lado, pero ahora solo nos hacemos daño y tal vez separarnos pueda ayudar a que pensemos mejor las cosas y saber que es lo que de verdad queremos.
- Espero que podamos quedar como amigos por lo menos.- sonreí nostálgicamente y con la manga de mi suéter limpie mis mejillas.-
- Villamil: Tenlo por seguro y cada cosa que necesites sabes que estaré aquí para ti.- sentí su mirada sobre mi y luego de eso se puso de pie dándome una última mirada en la cual ya no había brillo ni expresión alguna y después se dio media vuelta para irse, dándome a entender que sería la última vez que lo tendría cerca de mi.-
Me dolía hasta el alma pero tenía que dejarlo ir, por mas que me costara aceptarlo. Esta historia que ambos habíamos construido ya había llegado a su final, o quizás ya lo había hecho desde hace tiempo pero yo no quería darme cuenta. Porque si somos sinceros el amor nos ciega y al final siempre hay un perdedor, un perdedor que fue quien mas se enamoró y esa perdedora había sido yo.
Me quedé unos minutos mas en ese lugar sentada en aquella banca de color blanca, tratando de asimilar lo que había pasado. Y luego de un rato me fui pues la hora de la salida ya había llegado.
- Saúl: ¿Dónde estabas? Arleth no ha dejado de llamarte al celular... ¿Minette?- me miro frunciendo el ceño.-
- Ya ha terminado Villamil y yo terminamos, Saúl, terminamos.- y sin decir mas me abalance a los brazos de mi amigo pues necesitaba de un gran abrazo.-
- Saúl: Ya, ya tranquila.- decía mientras acariciaba mi cabello.- todo estará bien, sabes que es lo mejor para ambos en especial para ti.-
- Arleth: Con que aquí estas, debemos irnos parces ¿Minette?- Tomo de mi hombro y yo me despegue de los brazos de Saúl dejando al descubierto mis ojos rojos con lágrimas que caían de ellos.- Venga acá.- dijo entendiendo lo que había pasado.- Tranquila mi niña, después de la tormenta llega la calma, todo va a estar bien nos tiene a nosotros.-
Luego de el apoyo que recibi de Arleth y Saúl decidí irme sola a casa, al llegar me encerré en mi habitación, solo quería estar sola y desahogarme lo mas que pudiera, no sabia si iba a poder con esto, pero debía intentarlo, mi cabeza no dejaba de recordarme cada palabra bonita que me decía Juan Pablo, también repetía cada pelea y cada palabra dicha hoy, seguí recordándolo hasta quedarme dormida.
Desperté después de cuatro horas y al darme cuanta que tenia los ojos un poco hinchados decidí darme una ducha. Al terminar Sali de mi habitación para entrar a la recamara de mis papás y pude ver a mi mama recostada mirando la televisión.
- Estefanía: Despertaste ya.
- Sí, llegue cansada de la escuela y decidi dormir un poco.- le di una débil sonrisa.-
- Estefanía: ¿Qué tal te fue hoy?- como le decía a mi madre que me fue de lo peor pues tenia el corazón hecho pedazos.-
- Bien ma, todo tranquilo.-
- Estefanía: Ven.- dijo golpeando su cama en señal de acostarme a su lado.-
Y ahí estaba yo, recostada a lado de mi mamá, con el corazón roto mientras su calor me cobijaba, lo hacía sin saber que había salvado mi vida cuando no tenía ganas de seguir. Le agradecía tanto en silencia por hacer tanto aun sin saberlo.
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