CAPITULO XVIII
Hola! Espero y se encuentre bien. ❤️
Okey lo prometido es deuda.
Esto es corto pero prometedor ¿Verdad? 😏🔥🔥
No olviden regalarme su voto si les gustó
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CAPÍTULO XVIII
Aparcamos en casa a las doce y media. Elsa se despidió de mí con una sonrisa victoriosa en su rostro, no pregunté nada sobre lo que había hecho, no me preguntó nada por lo del callejón y Kenny, me agradaba esa forma de ser, no se inmiscuye pero eso también hace que desee ser sincera con ella.
Papá me esperaba en la sala, estaba dormido con un libro de economía en su pecho, resumí mi noche cuando me preguntó cómo la había pasado, omitiendo el desenlace. Nos dimos las buenas noches y fuimos a nuestras habitaciones.
Me di un baño rápido mientras recordaba el roce del cuerpo de mi mejor amigo encima de mí, sus labios y los míos, sus labios en mi cuello, sus labios en mi pecho... Sentía arder mis mejillas. Me puse una pijama rosa con estampados de ositos que Mikel me había comprado cuando fuimos al centro hace dos años, me encantaba.
Cepillaba mis dientes y otras cosas regresaron a mi mente; las fotos de Kenny y Miley en el auto ¡Santos del cielo! ¿Por qué lo había olvidado? Además su reputación con relación a las chicas de la escuela era un asco, es mi mejor amigo pero no era ciega y por más enloquecida y estúpidamente enamorada que estuviera, no omitiría esa escena, no debo olvidar la pelea en la escuela, su temperamento extraño y anormal que he conocido últimamente, el cual lo hace jodidamente más atractivo.
—Qué sexy cerdito. —murmuró con una sonrisa lujuriosa.
—¡Carajo!—exclamé asustada, di un brinco hacia atrás por la sorpresa en el instante que salía del baño—¿Cómo entraste?
—Por la puerta, Jane.—contestó—. Como las personas normales. —fingió pensarlo—. Pero tú papá debería cerrar la puerta de la cocina...
Kenny llevaba aún la ropa y la gorra de hace una hora. Se había sentado en la orilla de la cama y cruzaba sus piernas quedándose en una posición donde su torso y hombros resaltaban al mismo tiempo. Quitó su gorra y pasó sus manos por su cabello, alborotándolo un poco más.
—Eso es allanamiento.—mascullé—. Podría llamar a la policía.
—Y yo esperando a que me llamaras.—soltó alzando una de sus cejas.
—¿Querías que lo hiciera hoy?— pregunté confundida. Suspiré, no iba a caer de nuevo—. Es tarde, debo dormir...
Se levantó de la cama y se acercó a mí. Retrocedí pero me tomó de las caderas con sus dos manos y me apretó hacia él.
Piensa, Jane.
—Te he deseado toda mi vida.—susurró para mi sorpresa, haciendo que mi corazón latiera desbocado—. Y son mentirosos los que dicen que después de esperar tanto, pueden esperar un poco más, porque ¡Mierda! Jane, ahora que te he probado, estoy tentado a exigirte, estoy loco...—volvió a susurrar tocando mi labio inferior con su pulgar—. Por besarte y tenerte ¿No sientes igual?
—Nunca. —susurré lamiendo mi labio y clavando mis ojos en su boca carnosa, frente a mi.
Su mano bajó de mis caderas a mi entrepierna, descansando en mi muslo izquierdo, regalándome una electricidad placentera, dejándome templando entre su mano.
—Mientes.—dijo al acercarse a mi oído.
Piensa, Jane.
—¿Me besarás como a todas? Porque soy como las demás, ya lo sé.—recordé lo que me dijo Andrea—. No debo sentirme especial a tu lado, tú jamás te comprometes con algo.
Se tensó.
Me besó.
—Así beso a cualquiera.—respondió sin más.
Lo empujé, sin embargo no lo moví ni un centímetro. Era un idiota, ya debía reconocerlo.
Me volvió a besar. Me removí.
—Así beso a mis amigas.
—Te odio.—mascullé sin poder alejarlo.
Entonces me dió un tercer beso.
—Te voy a besar de todas las formas, Jane.—susurró apresándome con su mano, sin un mínimo de esfuerzo—. Para demostrarte que todos te pertenecen, siempre te he pertenecido.
En el cuarto beso me rendí. Primero fue despacio, tal vez para que lo dejara arremeter contra mí, luego su lengua se posó entre mis labios sin ingresar, hasta que abrí y los dos nos comimos con la boca. Un beso ardiente y con deseo. Mis manos que las había tenido en su abdomen para evitar que se acercara, las subí a su cabello y se lo revolví, luego sentí como sus manos me tomaron del trasero y me llevaba hasta la cama, se montó encima de mí y mi respiración se volvió más agitada, al igual que él. Comencé a temblar cuando tomó mi pierna y la apretaba en su cadera, haciendo que la doblara, nuestros sexos estaban muy cerca...
—Kenny, la puerta...—balbuceé entre sus labios.
—La cerré.—susurró entre los míos agitado.
—Yo nunca...—dije. No sabía hasta dónde llegaríamos.
Se detuvo y me miró, había un brillo en sus ojos, luego una sonrisa de complacencia se notó en la esquina de sus labios ¡Dios! Sus ojos me encarcelaban.
—Bien, sólo...—levantó mi blusa con estampados de ositos, lamentaba eso, y besó mis pechos hasta mi abdomen, haciendo que me estirara de placer debajo de él—. Sólo voy tocarte, Jane.
Tragué espeso al escucharlo, su voz se volvió más gruesa.
Sus besos me estremecían bajo su pecho, con los ojos cerrados apretaba la sábana y dejaba que una electricidad me invadiera el estómago, hasta que sus labios calientes se sintieron muy cerca de mi pantalón.
—No.—repliqué tomando su hombro para empujarlo, pero él era más fuerte que yo y su mano apretó la mía y con la otra bajaba mi pantalón dejándome a mitad de bragas, media expuesta para él—. ¿Qué harás?
Sonrió.
—Ya te dije.—contestó—. Voy a tocarte.
.......
¿Qué creen que pase después? 😏
Aquí un meme de nuestra historia
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