Capítulo 29: Acepto

Tae Hyung

Ji Min no dejaba de sonreír y acomodar el traje a su gusto. Yo solo me dejaba hacer y deshacer por él, pues darle la contra en el día más feliz de mi vida no valía la pena.

— Te ves precioso.— susurró una vez que se separó y dejó de "acomodar" mi camisa. — No pensé verte de esta forma. — sonrió y cuando lo hizo, sus ojos se volvieron más chiquitos. Reí y volteé para verme al espejo. Ji Min se apoyó en mi hombro y estuvo callado por un largo rato, como dándome un momento para asimilar todo esto.

No podía creer que lo estaba haciendo. Hace mucho tiempo, para ser precisos, cuando Ho Seok murió, pensé que me quedaría solo por la eternidad y sufriría una y otra vez, hasta volverme loco; sin embargo, cuando conocí al Ho Seok de esta época supe que la vida me había brindado otra oportunidad, no solo de amar, sino de completar mi sueño y ser feliz.

— Pensé que todo se moriría con Ho Seok.— susurré, viendo mi reflejo y a mi amigo detrás de mí. Él sonreía más que yo y parecía el más emocionado, pero sabía que en el fondo estaba más asustado que yo.

— Es hora de salir, Tae. — Ji Min comenzó a limpiar el polvo inexistente de mi traje y reí por lo tonto que se veía al estar limpiando algo que ya lo estaba por completo.

— Lo sé.— relamí mis labios y miré mi reflejo por última vez. El traje blanco y holgado que traía puesto hacía juego con mi cabello rubio y con el maquillaje natural que me había hecho Ji Min, además de ocultar bien mi vientre de casi cuatro meses.

— Tae Hyung.— mi amigo volvió a insistir y entonces me vi en la obligación de salir, no solo de mis ensoñaciones, sino también del cuarto de baño.

Ji Min tomó mi mano una vez que estuve fuera de la habitación y caminamos juntos por los pasillos lujosos del hotel en el que me casaría. El padre de Ho Seok rentó uno de los mejores hoteles de todo Seúl por un día completo, no solo para la ceremonia, sino también para la pequeña fiesta de bodas. No pude estar más feliz de seguir contando con su apoyo y también el de Seok Jin, quien prometió no dejarme sin trabajo por el embarazo. Mi pequeño amigo se encargó de bajar las escaleras con cuidado y con demasiada lentitud, haciendo del trayecto algo aburrido.

— No estoy paralítico, Ji Min.— le recordé, tratando de apresurar sus pasos.

— Lo sé, pero no quiero que sufras ningún accidente. — sus palabras pudieron sonar exageradas, pero para mí no, al contrario, me causaba algo de terror el solo pensar en sangre, en este día... en Ho Seok. Ji Min dejó de soñar conmigo después que volvimos a ser amigos y aunque quise pensar que solo había sido una exageración de parte suya o quizás, un error, no podía quitarme de la cabeza todo lo que me mencionó, incluso, desde ayer por la noche comencé a plantearme esto de la boda y aunque no quería hacerle daño a Ho Seok, tampoco quería dejarlo y menos en este día.

— Ji Min... — lo llamé. Él apenas y me contestó. — ¿Tú sigues pensando que esto es un error? — esperé su respuesta por lo que fueron minutos y solo cuando estábamos al frente del salón, negó.

— Ahora no. Es tu felicidad, Tae Hyung, es la felicidad de mi sobrino y yo no puedo arruinarla así por así. — nuevamente me dedicó otra sonrisa y sus manos rodearon mis hombros, abrazándome y brindándome una sensación de calor, que se repartía por todo mi cuerpo. — Sé feliz, Tae. Yo estaré aquí, te seguiré de cerca como el buen amigo que soy. — quise llorar y sabía que él era consciente de aquello, pues comenzó a acariciar mis mejillas y a advertirme que arruinaría el maquillaje. — ¿Estás listo? — preguntó luego de unos minutos. Asentí y entonces empezó.

No hubo una marcha nupcial y tampoco es como si me hubiera importado. Mi vista solo estaba fija en una persona, en ese hombre de traje negro que me esperaba al frente del juez; aquel hombre que me amaba y que hace una semana atrás había tocado mi puerta con violencia, me había pedido perdón y jurado amor eterno. Ese hombre que llevaba por nombre Ho Seok, tal y como mi primer amor y que a pesar de contar con el mismo físico, tenía un carácter muy distinto.

Ji Min me dejó al lado de Ho Seok y le susurró algunas advertencias (amenazas) antes de volver a su sitio, junto a Yoon Gi. Mi pequeño amigo por fin se había declarado al cocinero y tras unas citas, habían decidido formalizar, por lo que él se encontraba aquí. El padre de Ho Seok, la hermana de este, su primo y Seok Jin también se encontraban aquí y aunque la madre de Ho Seok también había recibido una invitación, ella no se presentó y tampoco creía que lo hiciera, pues al parecer seguía enojada con su hijo, con nosotros.

— Tae Hyung.— la voz de Ho Seok me sacó del pozo en donde había caído y apenas fui consciente de que todo el mundo estaba esperando algo de mí, pero no sabía qué.

— Tae Hyung, ¿Aceptas a Jung Ho Seok? — El juez volvió a hablar y entonces supe lo que estaban esperando de mí.

Miré a Ho Seok por un rato, su sonrisa, su mirada llena de brillo, sus manos tomando las mías y esa felicidad que era más que reflejada en su persona. No podía seguir esperando más, lo había hecho esperar demasiado, yo había esperado demasiado.

— Sí. Acepto.— sonreí de inmediato y con los anillos ya colocados en nuestro dedos, Ho Seok y yo nos besamos. Todos aplaudieron y nos felicitaron poco después.

[✨]

El señor Jung fue uno de los más felices con la noticia de un nuevo nieto, también fue la persona que más regalos le prometió a un niño o niña que aún no nacía. Ho Seok y yo solo éramos testigos de su felicidad y de las lindas palabras que le susurró a nuestro hijo, estando aún en mi vientre. Él parecía más emocionado que nosotros y no tardó en sobreprotegerme, al igual que Ho Seok y Ji Min, quienes no permitían que diera ni un solo paso si no estaba a su lado.

La fiesta no duró mucho, pues JiWoo, la hermana de Ho Seok, tuvo que retirarse y el padre de mi novio por igual, al recibir una llamada de su esposa. Solo me quedó despedirlos y quedarme un rato más con los invitados restantes, a quienes también tuvimos que despedir poco después, pues la espalda comenzó a dolerme y los pies también. Ji Min decía que era por el embarazo y aunque podría tener razón, algo dentro de mí me decía que era por otra cosa.

Me tiré a la cama cuando entramos a la habitación, que habíamos alquilado en el mismo hotel donde nos casamos. Ho Seok había decidido ir a tomar una ducha y luego solamente dormiríamos, pues no había prisa para tener una luna de miel y tampoco para disfrutar de un momento en pareja, pues para eso teníamos toda una vida.

Estuve demasiado tiempo mirando el techo de la habitación y pensando en todo lo que había esperado para este momento. Seis siglos, había esperado siglos para por fin ser feliz, para por fin pertenecer a alguien y que este me pertenezca por igual.

Sonreí como bobo al alzar mi mano y ver el anillo, era el mismo que al colocarse uno sobre el otro formaba un corazón, y aunque sea el mismo que compramos antes, ahora tenía otro significado. Definitivamente tenía otro tipo de significado. Ahora era el reflejo de amor, valentía... de compromiso, un compromiso que no se rompería.

[✨]

Imagen en multimedia:
https://pin.it/todgq73vpfrwi3

¿A qué no se esperaban al vhope casándose? Pero sí, se casaron y tengan en cuenta que esto no acaba aquí ✨❤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top