Capítulo 25: Brujo

Tae Hyung

— Sabes lo que iba a pasar si regresabas con él, ¿Por qué lo hiciste?

Quise sentirme mal por Ji Min, pero no pude, ni siquiera logré sentirme la mitad de mal por él, a pesar de que él era la única persona que estuvo advirtiéndome durante muchos días sobre el trágico final de mi historia con Ho Seok, no hice caso y me lancé con todo.

— Sé que hice mal, pero no puedo evitarlo.— seguí comiendo del helado de fresa, que mi mejor amigo había traído para mí, mientras que Ji Min se encargaba de seguir bebiendo.

— ¿Al menos le dijiste que la persona con quien se casará tiene poderes sobrenaturales? — hizo un movimiento extraño al mencionar lo último y terminó derramando algo de vino en mis sábanas.

— Por ahora no.— fui honesto, pero al parecer a Ji Min no le gustó aquello, puedo rodó los ojos y tomó otro sorbo de su bebida antes de continuar.

— Le estás mintiendo, ¿Lo sabes no? — quise decir que no, pero sabía que le estaba mintiendo.

— Lo sé, pero no puedo hacer nada, lo amo y no quiero perderlo. Ya perdí a un Ho Seok, no quiero que con este ocurra lo mismo.— me apoyo en la baranda de la cama y sigo tomando de mi helado por cucharadas.

— Pues si piensas llevar esto hasta el final es mejor que hables. ¿Qué pasará cuando él se despierte un día con cuarenta años y tú sigas luciendo de diecinueve? — eso realmente me dolió y aunque quise golpear a mi amigo, preferí sumergirme en una burbuja de felicidad, donde Ho Seok y yo éramos felices sin maldiciones de por medio.— Además, ¿No crees que él será el primero en escapar cuando se entere que su novio nunca podrá envejecer?

Y aunque quise mantenerme en la burbuja, no lo logré, pues con ese simple comentario me sentí más que deprimido.

— Te reto a que se lo digas, estoy seguro que será el primero en huir. Vas a ver cómo correrá cuando se entere que tú siempre serás joven y...

— ¡Ya cállate! — grité tan fuerte como pude, logrando asustar y callar a Ji Min.

— Yo solo decía... — murmuró, devolviendo su atención al vino.

Por más que quise quitarme esas palabras de la mente, no pude hacerlo y terminé pensando aquello por un mes entero, mientras me encontraba en una cita con Ho Seok, ya sea en el cine, en el parque de diversiones, en la Torre Namsan, en un restaurante, en cualquier lugar.

Ji Min me había asustado demasiado y la curiosidad comenzaba a picarme por dentro. Quería saber si es que el amor que Ho Seok me profesaba era tan grande como para aguantar mi naturaleza.

Quería saberlo ya.

[✨]

— Cariño, ¿Estás bien? — su pregunta me descolocó y a la vez, me sacó del mar de pensamientos. Seguía algo inseguro y ¿Quién no lo estaría? Amaba mucho a Ho Seok y por más que haya insistido anteriormente en que nos olvidemos, ahora estaba rogando por nunca separarnos. — Pensé que estarías feliz de venir a a esta pastelería. Desde ayer me estuviste pidiendo que viniéramos y ahora pareces algo ausente.

Entonces miré mi anillo, ese pequeño anillo que al ser colocado encima del de Ho Seok, formaba un corazón, un hermoso corazón de plata. No quería perder esto o tener que lanzarlo a la basura, tal y como hice con el anterior.

— Y-yo...— escuché las palabras de Ji Min en mi mente, como si esta fuera una grabadora y yo, un idiota que amaba repetir una y otra vez ese momento.

— ¿Tú qué? — siguió él, manteniendo su sonrisa. — ¿Quieres tu tercer postre?

Lo miré mal por un momento por mencionar aquello, pues ya había probado dos pasteles y el pastel de plátano me provocaba demasiado, pero aquel ceño fruncido desapareció tan pronto cómo apareció, pues me acordé de la manera en la que posiblemente terminemos.

— ¿Has escuchado de la brujas? — quiero ir directo al grano, pero decirle a tu novio que has vivido alrededor de seis siglos no es algo fácil.

Ho Seok ríe y niega.

— No, pero siempre he sabido por los cuentos de hadas que ellas son las malas.

— Esos cuentos son unos engañabobos.— digo de repente. Ho Seok ríe y toma mi mano, acariciando el anillo alrededor de mi dedo.

— Bueno, explícame, ¿Qué son las brujas para ti?

El hambre se me va de pronto y alejo mi mano de la suya.

— E-esto es difícil, Ho Seok, pero... pero yo soy uno.

— ¿Tú eres qué? — pregunta en tono burlón, tratando de volver acariciar mi mano.

— Soy un brujo.— digo muy bajo y lento. Él me mira sin expresión alguna por un momento y luego ríe, echándose por completo en su asiento.

— ¿Esto es una broma? Porque en verdad me está gustando.

Quiero asentir, decir que es una broma, y seguir con mi relación, pero no puedo, así que solo niego y bajo la mirada. Ho Seok deja de reír y entonces al levantar la mirada, él se encuentra serio.

— ¿Mi madre te está pagando para hacer esto?

— No... — susurro, tratando de no parecer un idiota al decir esto.— ¿Te acuerdas de ella vez que te caíste en mi antiguo departamento y no había agua? — él asiente.— Y-yo te hice caer, pero fue con magia... — Ho Seok se me queda mirando por un largo rato, por lo que deduzco que quiere que siga. — He... he estado en este mundo por seis siglos, he deambulado por lugares que jamás imaginarás y todo porque vengo arrastrando una terrible maldición. A-antes vivía en un bosque, crecí ahí, pero un día conocí a un joven unos años menor que yo y entonces... me enamoré de él perdidamente, pero yo era un brujo y su familia vivía con unas creencias estúpidas, unas creencias que los llevaron a la locura y al punto de quemar vivo a su hijo. — Ho Seok no se inmuta, pero sé que al mencionar lo último, sí lo hará.— ese joven eras tú, Ho Seok. Ese chico que fue quemado vivo fuiste tú, me enamoré de ti, pero del ti de hace seis siglos.

Ho Seok realmente está sorprendido, lo sé por su expresión y por su ceño fruncido. Entonces, sin esperarlo, comienza a reír.

Me siento algo ofendido al escucharlo reír y eso es porque estoy exponiendo mi vida, luego de largos siglos, a la persona que amo y esta solo se ríe.

— ¿Ya terminaste? — digo con seriedad cuando continua riendo, casi llorando. Él niega y continua con su numerito, mientras las personas pasan por nuestro lado y se le quedan mirando con asombro.

Al poco rato se detiene, pues no estaba compartiendo su broma.

— Está bien, ¿Cuánto dinero te dio mi madre? — su voz fuera más seria, parecía estar convencido de que su madre me había sobornado.

— Tu madre no me ha sobornado, si es lo que estás pensando. Y-yo en verdad soy un brujo, es esa la razón por la que conozco tanto de la historia de nuestro país y de otros países, es por eso que ahora mismo estoy leyendo tu mente y no es una broma, como estás pensando. — él abre sus ojos en par y entonces espero por su respuesta por segunda vez.

— Está bien... sigo sin creerte. Pero si mi madre está metida en esta estúpida broma, pues ten por seguro que será la última vez que la vea o que incluso...

— No es una broma y te lo puedo probar. — está mal lo que haré, lo sé, pero es la única manera en la que él se callará y me creerá. — Mira tu auto. — él mira su auto, mientras mantiene su sonrisa boba y cuando apunto con mi dedo este, en el auto se va haciendo visible una gran raya, como si algún auto invisible estuviera haciéndolo.

Ho Seok me mira y cuando ve que estoy apuntando su auto, se coloca de pie de inmediato.

— ¡Qué mierda! — exclama, recibiendo miradas llenas de odio de padres que están disfrutando de sus postres con sus hijos al lado. — No quiero un auto rayado. — dice alterado. Me detengo de inmediato y arreglo su problema, no sin antes hacer caer a una pareja que iba caminando por ahí.

— Y eso no es lo único que puedo hacer.— digo al ver que él me mira, esperando alguna explicación o qué sé yo. — ¿Ahora sí me crees?

Ho Seok no contesta y tampoco creo que lo haga, pues nadie se espera que su novio sea algo parecido a un mago. Sin embargo, yo jamás me esperé que Ho Seok saliera corriendo de la cafetería y entrara a su auto con mucha prisa, para luego retirarse.

Ji Min tenía razón.



[✨]

Imagen en multimedia:
https://pin.it/5d2o3bxqorgaxc

Maratón 10/10

Falta poco para navidad en Perú, espero que hayan pasado un bonito día y que esta maratón les haya gustado.♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top