Capítulo 22: Sangre
Tae Hyung
Por más que quise, me negué
totalmente a correr escaleras abajo e impedir que arrestaran a Ho Seok. Sin embargo, apenas se fue la policía, baje corriendo y me detuve al frente de su auto. Quería ir a la comisaría y declarar por él, decir que no estaba alterando el orden y que tampoco tenía intenciones de ensuciar la calle; pero no lo hice, solo me quedé de pie, hasta que decidí entrar nuevamente y quedarme bajo las sábanas por toda la mañana.
No estuve con ánimos por la tarde y tampoco al día siguiente, no obstante, tuve que levantarme para ir a trabajar o mejor dicho, renunciar. Tenía que alejarme de todo lo que me recordara a Ho Seok.
Ninguno de mis compañeros esperó verme vestido casualmente, cuando tenías que prácticamente venir de traje a trabajar. Solo dejé una carta, donde explicaba mis razones de la renuncia, encargada a uno de mis compañeros y salí lo más rápido posible.
Me pasé gran parte de la mañana caminando de allí para allá, sin un destino en especial, sin embargo, me encontré delante de la Torre Namsan, el lugar donde la mayoría de parejas iba a pasar sus tardes. Quería irme, estaba pensando hacerlo, pero unos gritos llamándome me detuvieron.
— ¡Tae Hyung! — el grito de Ji Min junto a sus brazos alrededor mío me tomaron por sorpresa y no supe cómo actuar. Hace mucho que había dejado de hablar con la única persona a la que le había confiado prácticamente todo. — Pensé que jamás volveríamos a vernos.— seguía anonadado, por lo que no aparté mi mirada de su brillante sonrisa, a pesar de que quería retirarme. — pensé que estarías feliz de verme.— susurró al no recibir una respuesta.
— Y-yo... — pasé saliva y ya iba creando alguna mentira creíble cuando él tomó mi mano y me sonrió, como antes, cuando éramos amigos sin algún interés en particular.
— No es necesario que digas más, lo sé todo. — su mano se alejó de la mía, pero su sonrisa no se borró. — ¿Quieres ir por algún helado y ver películas tristes?
— No soy una chica.— repliqué, sonriendo al final por la forma en la que Ji Min dijo aquello. Él estaba intentando revivir nuestra amistad.
— De igual manera podemos comprar helado y algunos dulces para hacer una pijamada y ponernos al día con la vida del otro.— su sonrisa, que nunca desapareció, a excepción de cuando hablaba, me dio la confianza de seguirlo y de intentar sonreír, a pesar de que me encontraba hecho pedazos.
[✨]
— Y-y... e-entonces él m-me pidió una cita.— Ji Min comenzó a reír al terminar de hablar o mejor dicho, de intentar unir palabras.
Habíamos decidido comprar helado y algunos dulces, pero mi amigo terminó agarrando unas botellas de soju y un paraguas, pues misteriosamente había comenzado a llover y aunque para mí, fue una coincidencia, al salir, Ji Min me dijo que algo andaba mal. Intenté ignorarlo mientras corríamos por las calles con nuestras bolsas y al llegar, Ji Min me susurró que se sentía como en casa, a pesar de que mi "casa" fuera como una ratonera.
Pensé que tomaríamos helado, pero en vez de probar bocado alguno del helado de vainilla, él se lanzó a las botellas y terminó ebrio, mientras yo me mantenía aún con mi primer vaso de soju.
— Y-yo le dije que no y... y ¿Sabes qué hizo? — Ji Min comenzó a reír y tomando la botella de soju, se sirvió aun más. — re-regresó con su ex... una z-zorra de cab-cabello negro.— ahora no parecía reír, sino llorar y entonces me preocupé, porque jamás pensé que un chico le afectara tanto a Ji Min.
Él terminó abrazándome y le correspondí como pude, pues prácticamente se lanzó encima de mí y tuve que sostenerlo con fuerza para que no cayera de la cama.
— Y-yo no si-siento nada por él... P-pero me enoja.— Ji Min comenzó a balbucear más cosas incoherentes, para luego quedarse dormido. Ni siquiera bastó cambiarse o irse a su departamento, él se quedó ahí, quieto, por lo que sería media hora, pero repentinamente se levantó y con ojos lleno de terror, tomó mi rostro entre sus manos.— T-tú... — comenzó a murmurar, incluso parecía que se le había ido la ebriedad.— Tú no te vayas a casar con Ho Seok.— dijo claro y fuerte. Me sentí totalmente asustado de su mirada, pero ahí no quedó.— N-no lo hagas. — y entonces el Ji Min ebrio regresó. Me sentí totalmente un tonto al verlo tirar la cabeza hacia adelante y pronto sentí mojado mis pantalones y al levantar a mi amigo, este se encontraba babeando. Idiota.
No hice nada más que dejarlo descansar, recoger todo el desorden que habíamos hecho y limpiar un rato mi departamento, hasta que el reloj marcó las once de la noche y tuve que ir a dormir. Decir que dormí tranquilo sería mentir, pues Ji Min se movía incansablemente y me estaba cansado. Tenía ganas de botarlo, pero no lo hice porque mis ojos se cerraron y no supe nada más.
[✨]
En la mañana fuí el segundo en levantarme, pues claramente el que se encontraba preparando el café fue el primero en levantarse.
Caminé con lentitud hasta la cocina, a pesar de que este solamente al frente de mi cama y me senté en la mesa, viendo a mi amigo agarrándose la cabeza y quejándose del dolor.
— Eso te pasa por beber. — susurré, sintiendo más sueño del común. Jamás había sentido tanto sueño como ahora, sin embargo, le atribuía toda la culpa a mi amigo pelinaranja, que se encontraba murmurando una sarta de maldiciones.
— No quise beber, en realidad fue culpa de...
— ¿Yoon Gi? — él me miró asombrado y luego se hizo el sordo.— ¿De tu rechazo hacia él? — continué molestándolo. — ¿O tal vez será de su novia Ji Soo? — terminé riendo, mientras Ji Min, desviando la mirada por la vergüenza. — No pensé que alguien te pondría de aquella manera, Ji Minnie. — sonreí gustoso al ver el sonrojo en las mejillas de mi amigo y terminé negando. — No te diré nada Ji Min, creo que no estoy en la posición de hacerlo.
Él no contestó, solo tomó de su café mientras miraba hacia otro lado, menos a mí.
— Por cierto... — interrumpí el silencio tan incómodo en el que estábamos sumergidos. Él me miró, esperando alguna palabra mía. — ¿Cómo sabías que Ho Seok y yo íbamos a casarnos o que no debo casarme con él?
Rápidamente la mirada de Ji Min se tornó seria y tras dejar su taza de café en la mesa, dónde me encontraba sentado, se sentó, pero no dijo nada por un largo rato, hasta que un suspiro salió de sus labios y...
— He tenido algunas visiones, pensé que esto solamente eran propias del pasado, osea del Ji Min que conociste en el pasado, pero... — relamió sus labios y tras darle un sorbo a su taza de café, continuó.— los veo casados, Tae. — quise interrumpir, decirle que ya habíamos terminado ese compromiso y posiblemente, cualquier tipo de conexión.— y aunque tú me digas que piensas o qué has roto el compromiso, eso no los salva de su desgracia... las visiones han sido algo confusas, primero los veo en una boda, sonriendo y luego, todo es negro y rojo. Creo que lo rojo puede ser sangre y lo negro, maldad, pero aún no estoy seguro y entre más tiempo ha pasado, esas visiones han ido avanzado. Como te he dicho, es algo confuso y cada vez te veo menos a ti en ellas, pero sí a Ho Seok, él sonríe por mucho tiempo, pero luego su sonrisa se desvanece y lo veo llorando sangre... Te soy sincero, me da miedo.
Quiero decirle que también me da miedo, pero solo me quedo pensando por un momento hasta que al final, nos volvemos a sumergir en un increíble silencio.
No sé por cuánto tiempo me quedo pensando en el sueño de Ji Min, pero cuanfo me doy cuenta, mi amigo se está preparando para retirarse.
— Solo ten cuidado, por favor, y te vendré a visitar muy pronto.
Quiero molestarlo nuevamente con ese tal Yoon Gi, pero prefiero quedarme callado, mientras sigo analizando las lágrimas de sangre de Ho Seok, esas que menciona Ji Min.
[✨]
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Maratón 7/10
Bebés, creo que mañana actualizaré todo. Hoy ha ocurrido algo muy personal y solo quiero ir a dormir. Perdón :')
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