Capítulo 18: Mirada
Tae Hyung
Ho Seok no dejaba de sonreír mientras íbamos en su auto y tampoco lo hizo cuando nos despedimos, una vez que me dejó en el trabajo. Por un momento pensé que le dolería los músculos del rostro de tanto sonreír y aunque quise decirle que deje de hacerlo, terminé por no hacerlo. Se veía tan alegre, que no quería arruinarlo y tampoco, hacerlo enojar.
Pasé la mayor parte del día de aquí para allá, con una orden y otra, hasta que llegó la tarde y con esta, la poca clientela. Eran apenas tres personas las que estaban con un café a un lado y utilizando sus computadoras, quién sabe para qué.
Deseaba tanto que el tiempo pasara rápido y aunque tenía los poderes para hacer que algunas horas avancen, no me atrevía a usarlo, mucho menos para mi conveniencia. Esperé que la hora y media transcurriera, mientras me distraía con un juego que había descargado en mi celular, después de que Ho Seok ya no quisiera prestarme su celular para jugarlo ahí.
— Otro cliente.— fue el susurro de uno de mis compañeros, cuando iba a superar mi récord. Maldije mentalmente al idiota que entró a la cafetería y perdí a propósito, para así atender al cliente.
Caminé con pocas ganas hacia la mesa, mientras alistaba la libreta y el lapicero, pero cuando alcé la vista me di directamente con la sonrisa brillante de Ho Seok. Quise golpearlo, en especial porque había perdido solo por su culpa.
— ¿Qué deseas, pedazo de sabandija que me obligó a perder? — digo con total inocencia, como si no hubiera insultado a mi cliente y novio.
Ho Seok ríe y niega con la cabeza.
— ¿Nuevamente estás pegado a ese juego del piano? — me crucé de brazos y fruncí mi ceño. Ho Seok no ha dejado de fastidiarme desde que decidí descargar el juego en mi celular, pues jugarlo en el suyo no era algo que le convenía a él.
— ¿Qué quieres? — ignoro su pregunta totalmente y me preocupo en ser un eficiente empleado hasta que mi turno termine.
— A ti, cariño, pero no estás en la lista de postres, por lo que tendré que pedir una tarta de chocolate. — ruedo los ojos y tomo nota del postre de mi novio en la libreta.
— ¿Algo más? — él niega y luego de darme la vuelta no puedo evitar suspirar y llenarme de enojo. — Deja de mirarme el trasero, pervertido.— digo algo desafiante, pero en voz baja. Ho Seok ríe nuevamente y aunque ame escucharlo reír y verlo sonreír, ahora mismo estoy odiando que esté tan feliz por su descaro.
Cuando le traigo el postre, él me exige que me siente al frente suyo y compartamos momentos de pareja, pero me siento tan enojado que solo doy media vuelta y me marcho de su lado. No podía entender por qué él no respetaba mi trabajo, incluso parecía que buscaba que me despidieran.
Tomo mi celular de nuevo y cuando estoy abriendo la aplicación, mi compañero, que lamentablemente no me sé su nombre y tampoco me preocupa saberlo, me dice que vaya a sentarme a lado de Ho Seok.
Maldigo por lo bajo y miro mal al chico que se dejó comprar por mi novio.
— Eres un maldito... — susurro al sentarme al frente de Ho Seok. Él se deleita con mis insultos y solo come de su pastel.— Mi jefe puede despedirme, si es que no lo has comprado aún.— me cruzo de brazos y él asiente.
— También le he dejado un monto a tu jefe. Estoy seguro que la cantidad de dinero le servirá para dos meses o incluso, tres. — abro mi boca ligeramente y las ganas de golpear a Ho Seok para hacerlo entender que no puedes conseguir todo con dinero. — No te enojes cariño. Esta es la última vez que estaré por aquí y no quiero recordarte con ese ceño fruncido y con esa cara de pocos amigos. — hace un puchero y aunque quiero golpearlo, la curiosidad me pica, en especial al escucharlo decir que esta es su última vez por aquí.
— ¿A qué te refieres con...?
— Trabajaré para mi padre desde el lunes y es oficial.— deja de lado la tarta y me sonríe.— además... — comienza a buscar algo en su saco y al encontrarlo, lo deja en el centro de la mesa.— a papá le agradaste tanto que nos quiere ayudar. — Tome el sobre y al abrirlo encontré un formato de... — Es una de las mejores universidades de Seúl, papá quiere pagar tus estudios y por lo que me iba contando esta mañana, sabes mucho de historia y tal vez puedas...
— No. — lo interrumpo. Ho Seok se detiene, pero al instante continúa.
— Como iba diciendo, puedes empezar la semana entrante o el próximo mes. Los requisitos están ahí y al ser nuestra familia de gran prestigio, ten por seguro que entrarás sin necesidad de dar el examen ordinario.
Quise callarlo o pegarle una cinta adhesiva encima de los labios, pero eso era muy cruel, así que solo opté por dejar el sobre en la mesa y negar nuevamente.
— No pienso aceptar eso, Ho Seok. Acepté casarme contigo, pero vivir de mantenido no está entre mis planes.
— Cariño, no es vivir de mantenido. Papá es muy buena persona y lo único que quiere es que seas aceptado por mi madre, que te...
— Me desprecia por ni siquiera tener una carrera profesional. Lo sé, pero carecer de estudios superiores no me convierte en un idiota o en una mala persona.
Ho Seok relame sus labios y colocando sus manos en la mesa, asiente.
— Sé que no eres un idiota o un completo ignorante, pero mamá es demasiado exigente y lo único que papá quiere es que seamos felices.
Miro el sobre por un momento y aunque sepa mucha historia, no es porque precisamente me haya amanecido leyendo libros de estos, sino porque amanecí muchas veces viviendo dentro de estos libros, no me gustaría volver a revivir todos esos momentos y tampoco contradecir a catedráticos que solo se han guiado de los registros que ofrece un libro.
— Dile a tu padre que agradezco mucho la oportunidad, pero no pienso estudiar una carrera profesional y no es porque no quiera superarme, solo que...
Ho Seok está sumamente sorprendido y aunque quiero decirle la verdad, termino mintiendo.
— No puedo, Ho Seok y creo que si sigues insistiendo en esto de estudiar para ser aprobado por tu madre, tomaré la decisión de cancelar el compromiso y también con todo.— me coloco de pie apenas termino y juego con el anillo en mi dedo anular lo que resta de la hora, hasta que se termina mi turno y salgo de la cafetería.
Ho Seok me espera afuera, apoyado en su auto y no basta más que una mirada para saber qué tengo que entrar al auto y discutir esto en casa.
[✨]
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Maratón 3/10
Estoy cansada y me ha dado sueño 😥
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