Capitulo 13: ¿Lo prometes?
Tae Hyung
La boda era linda, muy linda, y dulce a mi parecer. Ji Min me había contado lo mucho que su amigo estaba buscando una boda del típico cuento de hadas, aquellas donde su príncipe llegaba por él y le daba el beso del verdadero amor. Bueno, tal vez esté exagerando, pero aquel lugar, que por cierto, era una hacienda que habían alquilado para realizar la boda, estaba muy bien decorada, todo muy organizado y por sobre todo, tal y como en un cuento de hadas.
La primera orden que se nos fue dada fue llevar las copas llenas de champaña a las mesas y después de aquello, nuestro trabajo no se detuvo, no hasta que los invitados comenzaron a llegar y a ubicarse en los asientos pulcramente blancos del jardín, incluso la alfombra blanca con pétalos de color rosa estaba limpia, a pesar de que muchos zapatos y tacos habían pasado por encima.
— ¿Te estás divirtiendo? — la voz chillona de Ji Min me regresó a la realidad y me obligó a verlo.
— Te mentiría si digo que sí.— bromeo. Él me sonríe y le devuelvo el gesto, sabiendo que nuestro momento de diversión había llegado.
— ¿Alguna vez has pensando tener una boda muy parecida a esta? — mi sonrisa desaparece totalmente y desvío la mirada, ignorando por completo su pregunta y tomando otra bandeja de bocadillos para los nuevos invitados que han llegado.
Sé que él se ha dado cuenta que estoy evadiendo la pregunta y no precisamente porque no me guste contar todos los sueños e ilusiones que tenía junto a Ho Seok, sino porque sé a qué punto nos llevará esa sola respuesta, y lo que menos quiero es discutir con él o abandonarlo en este lugar.
Camino con la delicadeza de un mesero y ofrezco los bocadillos con mucha educación, escuchando al final un gracias de muchas personas, y pienso que tal vez vaya a ser un buen día, dejando de lado la situación de Ji Min. Sin embargo, al tocar el hombro de un chico y preguntar si se le ofrecía algún bocadillo, caigo en la cuenta de que este día estaba destinado a ser el peor de todos.
La sonrisa del Ho Seok de esta época me deleita y su sorpresa es tan grande e incluso, parecida a la mía. No obstante, prefiero fingir que no lo reconozco y seguir con mi trabajo.
— ¿Qué haces aquí, Tae? — pregunta luego de un rato con la confianza de un amigo o la de un hermano.
— ¿Gusta un bocadillo? — pregunto nuevamente. Él mira la bandeja y luego a mí.
— En realidad solo me gustas tú y quiero tu número telefónico, pero...
— Si gusta de un bocadillo, en la mesa central hay más de estos, entre otras variedades. — digo con total respeto antes de escapar de su presencia, sin embargo, sé que no es un gran día y que puede empeorar en cualquier momento, y eso es lo que sucede. Tropiezo con alguien y de inmediato los bocadillos ensucian la espalda desnuda de una invitada.
Las personas se quedan en silencio tras escuchar el sonido de la bandeja de plata al caer y también al ver la expresión de la mujer, que hasta el momento desconozco.
Ella voltea después de un segundos e instantáneamente me maldigo. Es ella, la chica que se acuesta con Ho Seok y por la que me dejó plantado.
— Lo siento tanto.— digo rápidamente antes de agacharme y comenzar a recoger los desperdicios, pero ella no se conforma con unas simples disculpas. Sé que ella quiere venganza.
Pronto siento unas manos halando de mis cabellos y no hay que ser adivino para saber que es la loca que se acuesta con Ho Seok cada vez que quiere, la que está agrediéndome.
— ¡Eres un incompetente! — grita llena de ira.— ¡Le diré a Seok Jin que te bote antes de la ceremonia y ten por seguro que nunca nadie querrá contratarte! — solo veo como sus labios se mueven y como su expresión se endurece, pero no la escucho y tampoco tengo ganas de hacerlo, porque ella solo está desatando su rabia con la primera persona que ha visto, o eso quiero creer.
— ¡Ya basta NaEun! — y esa segunda voz me coloca en alerta, me obliga a alejarme de aquella mujer que por poco y me escupe en el rostro. Lo miro y su rostro serio me dice que él no está feliz con el espectáculo que está montando su mujercita.— La que debería irse de esta fiesta eres tú, ya ni siquiera eres de la familia.— le dice él con total serenidad, a pesar de que su rostro demuestre enojo total.
Ella ríe sin gracia y de aleja de mí para ir hacia Ho Seok. Lo mira de pies a cabeza y tras tomar su mano y mirarlo a los ojos, lo besa. Sí, lo besa. Él parece resistirse, pero cede al final.
Estoy seguro de que el que sobra en ese momento soy yo, por lo que me arrodillo nuevamente y comienzo a recoger los bocadillos.
Al levantarme y girar hacia el lugar donde se suponía estaría la parejita, ya no encuentro nada. Rápidamente mi corazón comienza a latir con fuerza y temo que sea otro ataque que no pueda controlar.
Recojo lo que puedo y regreso a la cocina con las pocas fuerzas que me quedan. Ji Min no se da cuenta de mi situación y tampoco parece importarle, pues está más atento a su celular.
Pido permiso para ir al baño y al entrar, no dudó en asegurar la puerta y mojar mi rostro, mientras inhaló y exhaló con lentitud, tal y como escuché decir a unas parteras el siglo pasado.
En verdad no sé cuántos minutos u horas han pasado desde que he ingresado al cuarto de baño y me he sentado en la bañera. Pero cuando veo que está atardeciendo por la pequeña ventanita del cuarto, sé que es hora de salir y enfrentar mi castigo, tal vez sea arrojado del lugar en medio de burlas o qué sé yo.
Me miro al espejo antes de salir y también me arregló lo suficiente. Camino lento, casi con temor, por el pasillo cuando salgo del baño y al querer entrar a la cocina, lo encuentro a él saliendo de esta. Es Ho Seok.
— Te estuve buscando.— son sus primeras palabras al verme y realmente no sé qué tiene este hombre.
Para cuándo se acerca quiero alejarme, pero hay algo que me lo impide y la verdad no lo sé.
— ¿Estás bien? — pregunta mientras toma mi rostro entre sus manos, lo hace con tanta confianza que por un momento me dejo llevar hasta el punto de pensar que él es mi Ho Seok.
Pero no es así, él no es la persona que quiero. No lo es.
— P-por favor... Aléjese.— digo con dureza, a pesar de que en mi mente estoy dudando en si dejarlo ir o arriesgarme por completo.
— Ya no lo niegues... — me susurra y para cuándo me doy cuenta, su rostro está demasiado cerca al mío. Trago grueso, pero no me alejo.— sientes lo mismo que yo, pero lo niegas y la verdad ni siquiera la sé.
Cierro mis ojos cuando sus manos comienzan a acariciar mis mejillas y definitivamente no tengo escapatoria. Él es el Ho Seok que quiero... pero...
— NaEun no significa nada para mí si eso es lo que te importa, incluso ese beso de hace un rato solo lo correspondí para calmarla. No hubo nada más.
Quiero creer, en verdad quiero creerme su mentira, porque muy en el fondo sé qué tal vez esa mujer signifique más para él, que yo.
— ¿Lo prometes? — preguntó aún con los ojos cerrados y dejándome acariciar como si fuera un gatito que busca cariño.
— Lo prometo.— susurra y al abrir mis ojos lo encuentro mirando mis labios.
Muy en el fondo hay algo que me grita: peligro, pero yo también quiero lo mismo, lo quiero a él, a pesar de que no sea el Ho Seok que quiero.
Y sin pensarlo mucho, mis labios impactan contra los de él, dejándome un sabor más que dulce en la boca y floreciendo algo muy significativo dentro de mí, algo que no puedo expresar, pero que en verdad lo siento.
[✨]
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Hola bebés ♥
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