Capítulo 01: Continuemos juntos


Comencé a correr por todo el lugar, sentía que ellos me seguirían, por lo que trate de evadir todas esas hojas secas y así no hacer ruido alguno, lo cual por cierto era un trabajo muy díficil. Llamar la atención de algunos centinelas no era algo bueno, en especial al saber que ellos resguardaban a nuestro pueblo de aquellas bestias y brujas que lo acechaban. Sin embargo, era algo irónico que yo, alguien perteneciente a ese pueblo resguardado, ya conocía y tenía contacto directo con una bruja, para ser exacto con un brujo.

Seguí corriendo una vez que sentí que ellos ya no podrían oírme. Solo continué así hasta llegar al río, el punto de encuentro entre Tae Hyung y yo, pero al llegar a este no lo encontré. Rápidamente me coloqué en alerta, pues él siempre estaba ahí, esperándome, para así salir huyendo hacia nuestra " "guarida"

— Tae... — susurré, buscándolo con mi mirada por todos los alrededores. No lo encontré.

Tragué grueso y ya sentía mis ojos picar y algunas lágrimas querer caer por mis mejillas. Tenía miedo, temor de que alguien lo haya atrapado y ahora mismo estén torturándolo. Sin embargo, el miedo por él desapareció, cuando alguien sujetó mis dos hombros, temiendo esta vez por mi vida o el posible regaño que recibiría al escapar de mis deberes y estar en el corazón del bosque.

— ¡Te atrapé! — y esa voz ronca y juguetona casi rompe mis tímpanos, obligando a mi cuerpo a saltar y colocarse en guardia. Rápidamente me di la vuelta y observé a Tae riendo, su perfecta dentadura era mostrada, mientras que sus ojos se achicaron al estar riéndose de esa forma.

— Me asustaste. — lo regañé, cruzándome de brazos al ver que esto le parecía divertido.

Tae dejó de reír e hizo un puchero, terminando por acercarse a paso lento, seductor en otras palabras, y rodear con sus brazos mi cuello. Nuestra cercanía era casi nula, sus labios rozaban los míos y sin pensarlo dos veces, mis manos fueron a sostener su cintura delgada.

— Te extrañé tanto, Ho Seok... — empezó, sonriendo aun más y alejándose a los pocos segundos, viendo alrededor como si minutos atrás no hubiéramos estado a punto de besarnos.

Traté de encontrar lo mismo que él buscaba. Sin embargo, me rendí a los pocos minutos, acercándome lo suficiente para abrazarlo por detrás. Él se estremeció ante mi tacto, pero sonrió, alejándose a los pocos minutos.

— Hoy no habrá cariñito... — dijo en un tono un tanto inocente, tomando en cuenta que Tae Hyung no era alguien puro. — te vi hablando con Nina y sabes que esa mujer no me gusta para nada.

Rodé los ojos ante sus celos, tratando de convencerlo como siempre que yo no quería nada con Nina, ella fue el amor de mi adolescencia, hasta que conocí a Tae Hyung hace unos tres años atrás. Desde que mis ojos se posaron en él, no ha habido persona alguna que haya logrado quitarme el "hechizo" que aquel increíble chico delante mío ha puesto sobre mí. Practicando podía considerarme alguien embrujado, tomando en cuenta los cuentos que mi madre solía narrarme cuando pequeño, sin embargo descubrí que no había ningún embrujo y que lo único que sentía por Tae era amor... estaba enamorado de ese chico de sonrisa rectangular y de un escultural cuerpo.

— Sabes que no quiero estar con ella. — respondí.

— Pues sus padres parecen decir lo contrario. Los he visto, Ho Seok... — y ahí empezaba el chico histérico que cierta vez conocí años atrás.— puede que no te guste que use mis poderes para espiarlos, pero era necesario, en especial al saber que ellos piensan casarlos y al parecer esa tal Nina está conforme con la situación. — se cruzó de brazos y ahora el enojado era yo.  No me gustaba ser espiado, me sentía un poco indefenso ante eso y algo impotente al no contar con los mismos poderes que él. Tampoco es que odiara su naturaleza, pero no podía soportar ser tan predecible para él, incluso podía apostar que él ahora mismo estaba leyendo mi mente.— No eres predecible. — y ahí estaba.

Me crucé de brazos y apoyé en el árbol más cercano. Miré mal a Tae, pues él sabía que odiaba que lo haga. No me gustaba ser estudiado por él.

— Ya sabes lo que pienso de eso, Tae Hyung. — fueron mis únicas palabras.  Él me miró y también se cruzó de brazos.

— Tienes 17 años, compórtate como alguien de tu edad. — y entonces abrí mis ojos en par. Me estaba regañando y eso ni siquiera sé lo permitía a mis padres. Ya era mayor de edad, por lo tanto no tenían el derecho a reclamar algo.— y justo lo que piensas es algo propio de un niño, de ese niño que vi tres años atrás.

— ¡Es enserio, Tae Hyung! ¡El brujo aquí eres tú! ¡El que lee mi mente casi siempre eres tú y el que anda espiando a mi familia eres tú! — grité, ya cansado de la situación.

Sin embargo, a Tae no le hizo gracia mi ataque de ira, si así se podría llamar, y rápidamente se acercó para besarme. Solo de esa manera podría darme cuenta que él estaba enojado. Sus besos se volvían más duraderos, mucho más exigentes y algo violentos.

Llevaba tres años conociéndolo, nuestro primer encuentro no fue algo común, recuerdo que la imagen de su cuerpo no dejó de atormentar mi mente por días, hasta que un día finalmente decidí ir al bosque solo, fingiendo que iba a recoger agua y dejando arrojados los recipientes en cualquier lugar para así comenzar a adentrarme al bosque. Encontrarlo no fue algo difícil, tomando en cuenta la primera vez que lo vi. Nuevamente me sonrió y esta vez fue él quien me exigió que me acercara. Yo, como un tonto hipnotizado, lo hice y solo al mojar mis pantalones y botas fue que reaccioné, alejándome de inmediato. Sin embargo, su cuerpo y su voz volvió a llamarme y en menos de unos minutos nos estábamos besando.

Tener intimidad a los catorce años con un completo desconocido, tomando demasiado en cuenta que este era hombre y no una mujer, no fue algo que esperé o que busqué aquel día, no obstante, lo obtuvé. Ese día Tae Hyung me enseñó otra manera de mantener relaciones sexuales y de disfrutar de este acto, por más que la iglesia aseguraba que el placer era malo y que el coito solo se realizaba con el propósito de tener hijos. Fue increíble y por más que insistí ciegamente a mi cabeza que no volvería a verlo y que tampoco regresaría al bosque, terminé haciéndolo. Regresé al día siguiente y al que siguió de este y así continuamente, hasta encontrarnos en este punto... hasta encontrarme completamente hechizado por él, ya sea de una forma mágica o realmente amorosa. No lo sabía con certeza, pero sentía muchas cosas por Tae Hyung, que no lograba sentir por las mujeres de mi aldea, mucho menos por otros hombres. Incluso por un momento se me pasó por la mente el que Tae haya realizado un hechizo con el propósito de sentir asco por todos aquellos que se me acercaban con intenciones demás, pues eso es lo que sentía al estar cerca de las chicas, de chicos o de cualquiera en general.














[✨]

Volví con otro capítulo. Hola bebés, gracias por la aceptación que le van brindando a esta historia. Me esforzaré para que sea de su agrado.

Imagen de multimedia:
https://pin.it/y5ulor6u4u3cxh

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top