La grandeza esta en el corazón y la humildad en el alma.

~ MizhaDB

Bulma Brief

A lo lejos escuchaba una voz llamandome, suplicando que despertara que mi cuerpo reaccionará. Pero, ¿Quien era él dueño de aquella voz tan imponente?

— Eres tan hermosa...— No de nuevo, no otra vez.— Tu me darás un legado y cambio yo te entregare mi corazón. Protegeré a los tuyos para que seas feliz cuidando de nuestro príncipe.

Mis ojos seguían cerrado y los latidos de mi corazón acelerados, podía sentir mi pecho ardiendo y mi mente dominada por mi bestia pero estaba consiente.

— Yo me encargaré de que seas solo mía...

— No.— Respondo al individuo, que esta tan cerca de mi que puedo sentir su asqueroso olor.

Abro mis ojos, topandome con su rostro muy cerca, su respiración es pesada. Como si tratara de controlarse.

¿Controlarse para qué?

Entonces lo veo, es deseo. La excitación es palpable en su erección marcada. Sus labios besan la comisura de los mios, toma mi cabello tan fuerte que me hace echar la cabeza hacia atrás, y gimo por el dolor recién causado.

Su dedo índice toca mi cuello y poco a poco se desliza por mi escote en V gracias al traje de entrenamiento. Hasta que llega a mi vientre y se queda ahí,— Aquí crecerá el príncipe, mi reina.

Cierro de nuevo mis ojos al sentir su mano bajar a mi intimidad y palparme. Puedo sentir la opresión de las cerraduras de metal en mis muñecas y tobillos, mis colmillos sobresalientes, colapsando mi alma, llevándola al limite de su capacidad.

Cuando deja de tocarme, los vuelvo a abrir. El miedo ya no, el miedo y yo ya hicimos las pases. Me digo al punto del colapso. No puedo moverme, no puedo hacer nada mas que abrir mis ojos y pronunciar una sola palabra. Va a violarme, estoy segura.

— Vegeta...— Susurro tan bajo que dudo que me pueda entender.

— Me darás un legado y te hare mía, seras mi reina. Mia y de nadie mas.— Grita cerca de mi boca, para luego besarme con tal brusquedad que me lastima. Poco a poco veo algunos mechones de mí cabello negros por completo y busco alguna fuerza escondida dentro de mi para librarme de este tipo.

Sus manos viajan al cierre del traje para bajarlo y dejarme completamente desnuda, desprotegida y con completa libertad ante él. Lo hace.

Me arrebata la prenda, dejandome expuesta frente a sus ojos. Veo como desabotona cada uno de los botones de su camisa, hasta deslizarla por sus hombros, llega hasta el cierre de su pantalón y lo baja. Se deshace de todo y no me queda otra opción mas que rogarle a Dios que me ayude.

Su miembro duro roza con mi intimidad y lo siento penetrarme de una sola estocada que duele.

— No por favor...— Veo su mirada oscura por el deseo, siento algo salado en mi boca y sin darme cuenta estoy llorando.

No.

No por favor.

Vegeta ayudame. Me hace daño.

Lo siento moverse en mi interior, lo siento haciéndome daño, destrozando por dentro. Siento sus asquerosas manos tocarme y el olor emanado de él se vuelve mas fuerte.

Es muy importante bulma que no dejes que te reclamen, si te reclaman no habrá marcha atrás, le pertenecerás por que tu bestia así lo deseara.— Es verdad, no debo dejarlo que me reclame.

Mis ojos buscan algo con lo que pueda ayudarme a escapar y no hay manera de deshacerme de estas cadenas de plata pura. El espejo frente a mi me hace Verme siendo penetrada sin piedad una y otra vez. Pero algo cambia de repente.

Mis orbes se tornan carmesí y mi cabello completamente negro, los colmillos sobresalen de mi boca y las uñas se alargan.

Sigo consiente. Como aquella noche.

Poco a poco se aleja de mi cuerpo desnudo y él azul de sus ojos me observan con miedo. Jalo la cadena con tal fuerza que se rompe de ambas muñecas, caigo arrodillada para tirar de las cadenas de mis tobillos. El hombre solo me observa y retrocede cada vez mas.

— Nunca debiste tocarme.

— No, tu no...  No es posible, no puedes poseer la marca.

Sonrió mostrando supeoridad y cuando salto hacia el, dejo de estar consiente. Pierdo el control y la noción del tiempo.

×××

— Bulma vamos despierta, debemos irnos. ¡Maldita sea!

— Ayudame...

— Vamos Bulma tu puedes, no te rindas, no dejes que consuma tu alma.

— Qu-ien... Quien eres.

Siento mi boca seca, mi cuerpo pesado, estoy tan cansada que apenas puedo estar despierta.

— Soy yo azulita, tarble... Estás muriendo y acabas de ser reclamada por la raza Angélical. Estamos en serios problemas azulita o morena. Debemos salir de aquí.

— ¡Date prisa Tarble! conseguí un auto pero ahí vienen los arcángeles...

Fasha también esta viva y esta aquí.

— ¿Donde esta vegeta?

— Esta con la raza vampira, en el castillo. ¿Dime de una maldita vez que eres?

Sonrio apenas, aún no lo descubre.— Soy una vampiresa demonio, la portadora de la marca.

— ¿¡Imposible!?— Una princesa que acaba de ser destrozada, reclamada y al borde de la muerte. Si, si es posible.

Ya es muy tarde para huir, puedo sentir su olor venir hacia nosotros en grandes masas y no hay salida para mi. No la hay.

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Amores, vamos de apoco. Gracias a esa lectora hermosa que pidio de regalo actualización.

Seguiré, lo prometo. Solo téngame paciencia.

Los amo, no olvidés votar, comentar, ya sabes dejar tu amor.

Besos.
Los extrañé.

~MizhaDB