Capítulo 24

Dedicado a: @verowright

Tiempo presente...

Si los días pasados Rachel tenía problemas para conciliar el sueño, esa noche después de todas las cosas que descubrió durante la dichosa entrevista, sería casi imposible dormir. ¿Cómo hacerlo? sabiendo que era legítimamente la esposa de William..., y lo peor de todo, que creían que ella retiro y se gastó veinte millones de dólares. Ahora tenía sentido que la acusaran de ser una interesada y de ser la autora de la desaparición de William, al parecer por ser la mayor beneficiaria. 

Sabía que ser la esposa de William no era cualquier cosa; a pesar de ello, prefirió ignorarlo después de todo estaba enamora del hombre que la complementaba, él que la hacía feliz, y con quien tenían tantas afinidades y cosas en común. Sin embargo, ahora que él no estaba, y que prácticamente ella era la dueña de todo lo de él, sentía que era un paquete muy grande para el cual no estaba lista, ni tenía el interés en estarlo.  

Últimamente Rachel se había acostumbrado a dormir temprano y ahora por más que quisiera  no podía hacerlo. Además de sentirse cansada, lo que más le preocupaba era que tenía varias noches durmiendo mal y sin sus medicamentos tenía miedo de tener una recaída; por suerte esa mañana despertó tarde, bastante tarde, por cierto. Algo inusual en ella, pero necesario, después de tantas desveladas.

Como era costumbre desde que llego ahí, no podía conciliar el sueño. Eran las dos de la mañana y si no se sintiera tan cansada, no dudaría en ir al gimnasio ya que los ejercicios de yoga no le sirvieron. Cuando se cansó de dar vueltas en la cama, opto por ir a buscar el té que le ayudaba a dormir. No le gustaba el efecto de provocaba en ella, pero era eso, o no dormir; tendría que fijarse bien que ingredientes tenía para averiguar cuál de ellos le causaba ese efecto a ella.

Cuando salió de la habitación se sintió observada y cuando regreso varias veces volteo para ver quien la seguía, pero no vio a nadie. Por un momento creyó que era su imaginación o paranoia; sin embargo, cuando escucho el ruido de algo caerse y en seguida el quejido de un hombre, no dudó en correr a su habitación. Al entrar puso el  seguro a la puerta, y al escuchar que intentaban abrirla, de prisa tomo una silla para colocar el respaldo debajo de la agarradera, para que no pudieran abrirla. La mayor parte del té termino derramado en el piso del pasillo y lo poco que quedaba, cayó al piso junto con la taza por las prisas de tomar la silla. 

Cuando escucho el golpe seco y vio la puerta y la silla moverse, sin perder tiempo comenzó a buscar algo con que poder defenderse. En ese momento se lamentó de no tener el teléfono de nadie que estuviera en la casa y sabía que de llamar a la policía les llevaría al menos una hora en llegar.

"Mañana mismo le pido el numero a Raúl y a la detective" −pensó mientras buscaba en los cajones de William alguna arma. Lo cual dudaba que hubiera, especialmente después de que la policía inspeccionó la casa. 

Lo único que encontró para defenderse fue una decoración de metal, la cual sostuvo en su mano mientras estaba parada a un lado de la puerta. Sentía que el corazón saldría del tórax, no supo cuánto tiempo estuvo de pie y viendo hacia la puerta corrediza del balcón en caso de que quisieran entrar por ahí. Por la adrenalina del momento, ni cuenta se dio que se había quemado la mano. Cuando su respiración se normalizo, fue hasta entonces que sintió en ardor en su mano y al tocar sintió un par de ampollas.

Cuando no tolero más el ardor de su mano, fue al baño para poner su mano bajo el agua fría y para aplicar una pomada, después de eso se fue a la cama con la figura en una mano y con el celular en la otra. No supo en qué momento se quedó dormida, supuestamente iba a estar alerta, pero después de abrir los ojos un par de veces y ver no había nadie más en la habitación, quedó profundamente dormida.  

Cuando se despertó, se sentía cansada al punto de no querer levantarse. Por lo que, sin dudarlo continúo acostada y casi de inmediato se durmió. Al volver abrir los ojos y  enderezarse para ya levantarse, no se sintió menos cansada; por la tanto, decidió volver a cerrar los ojos un ratito más. Mientras se acomodaba sintió algo frio cerca de su mano, cuando lo palpó abrió los ojos y al ver lo que era, recordó lo que sucedió la noche anterior. De inmediato se enderezo y dirigió su mirada a la puerta, al ver la silla bloqueándola confirmó que en realidad sucedió.

Cuando se puso de pie, se mareo probablemente por el movimiento repentino y por los recuerdos de la noche anterior. Volvió a recostarse y a pesar de que el sueño se le fue, en ese momento lo que más deseaba era no salir de la cama. Resignada porque tenía muchas cosas que hacer, se levanto para darse un baño. Esta vez lo hizo con calma y cuando comenzó a sacar la ropa que se pondría, recordó vagamente las palabras de William diciéndole en donde estaba escondida una arma.

"No dudes en usarla, si tienes que hacerlo" −Esa frase se repetía en su mente como un mantra.

−¿Es un recuerdo...me lo dijo antes de la boda, o soñé con él? −se preguntó en voz alta. No tenía respuesta, ni intenciones de esclarecerlo debido al dolor de cabeza que estaba comenzando a sentir. Después de vestirse, busco el lugar en donde supuestamente estaba el arma, y para su sorpresa ahí estaba; una hermosa 38 glock en un compartimente secreto en la parte inferior de la mesa de noche. Para abrirlo tenía que presionar una pequeño botón oculto que estaba del lado de la cama y pegado casi a la pared.

"Si alguien intenta hacerte daño, tu tendrás el factor sorpresa porque usualmente al buscar algo enfocas tu vista al nivel de tus ojos; al estar en el piso, en posición vertical al costado de la cama, algo que ellos no esperan, tendrás fracciones de segundos de ventaja. Desde ahí tendrás que disparar, porque si alguien se atrevió a llegar hasta la recamara, no viene con buenas intenciones; apunta al centro del pecho, y dispara varias veces."

Ahora que ese recuerdo vino a su mente, tenía más dudas que antes.

"¿Sabría William que ella corría peligro o, mejor dicho, que ambos lo hacían y por eso el arma estaba del lado de la cama de él?"

Esa mañana mientras los demás huéspedes desayunaban conversando y las mujeres bebiendo mimosas, Rachel comía en silencio planeando todo lo que tenía que hacer. Desconocía las razones por las que William se casó con ella sin decirle y si alguien en realidad lo había desaparecido, no dudaba de que fueran a ir tras de ella. Especialmente después de lo que sucedió la noche anterior y el arma. Lo primero que haría, seria retirar parte del dinero que supuestamente era de ella para contratar un buen detective. También estaba considerando contratar seguridad para ella, pero tendría que encontrar la forma de que pasara desapercibido. El hecho de que ese dinero continuara en el banco significaba que no sabían de el o que no les interesaba tanto, o que William puso las medidas de seguridad necesarias para que únicamente ella lo pudiera retirar o hacer transferencias.

Después de terminar de comer, al llevar su plato a la cocina se encontró con Julia.

−¡Rachel! ¿Qué te paso en la mano? −preguntó consternada y preocupada.

−Me quemé, pero no es nada.

−No me diga que no es nada, si se ve que se le hicieron ampollas. ¿Ya se puso algo?

−Sí, por suerte en la recamara había un botiquín de primeros auxilios.

−Menos mal.

−¿Sabes en donde se encuentra Raúl?

−Desayunó temprano, me imagino que debe de estar afuera. ¿Quiere que vaya a buscarlo?

−Gracias, no hace falta. Yo voy, sirve que camino un poco. – comentó con una media sonrisa. Julia no era tonta y sabía que algo le preocupaba.

Después de hablar con Raúl y de mencionarle lo que había pasado la noche anterior, le pidió su número y que si era posible que alguien de seguridad estuviera dentro de la casa por las noches.

Mientras regresaba a la casa se encontró con la detective López y le pidió la información de la cuenta que William le dejo. En ese momento estaban entrevistando a alguien más, lo cual le daría tiempo a ella para ponerse en contacto con el banco y transferir la parte que sería para pagar al detective privado y otra para el seguridad que pensaba contratar.

Poco después de terminar de hacer la mayor parte de las cosas que tenía que planeado, fue su turno de ser entrevistada.

"Veamos si hoy va a ser más una entrevista que un interrogatorio" −pensó mientras entraba nuevamente al mismo lugar que el día anterior.

−Buenas tardes señora Ferreira.  −saludó el detective.

−Buenas tardes detective, me puede llamar por mi nombre; de hecho, lo prefiero. ¿Si no es mucho pedir?

−¿Le molesta que use su apellido de casada? Después de todo, según usted el día que murió el señor Ferreira, ustedes se iban a casar.

−¿Tiene mala memoria detective, o simplemente prefiere ignorar lo que le pido? 

−¿Por qué lo dice señora Ferreira?

−Justamente porque acabo de pedirle que me llamé Rachel y no lo hizo, y porque ayer le pedí que mientras no encuentren el cuerpo de William prefiero que se mencione como desaparecido. –aclaro molesta, levantándose de su lugar, inclinando el torso y acercando su cara al detective sin despegarle la mirada.

−Cuide su tono señora Ferreira, no olvide que está hablando con la autoridad.

Rachel guardo silencio unos segundos y después soltó una carcajada. Ese hombre la quería irritar, pero no iba a caer en su juego.

−Le pido disculpas si lo ofendí detective, no era mi intención. Llámame como usted guste, y refiérase a William como quiera. No tengo porque alterarme..., voy a tomar las cosas de quien vienen.

−Detective, por favor haga lo que la señora le pide. No hay necesidad de tener una confrontación. –intervino la detective Ariana.

−Un momento detective López, primero quiero que me aclare ¿Qué quiso decir con ese comentario?

−No hay nada que aclarar. ¿Podemos continuar? −preguntó Rachel como si nada.

−¿Sabía usted que el señor Ferreira tenía una amante?

Rachel no sabía si molestarse porque estaba difamando a William o reír por la creatividad del hombre, que seguro lo dijo únicamente para molestarla.

−William me amaba, el sería incapaz de tener alguien más. En dado caso que él tuviera una amante y yo lo supiera, créame que no hubiera seguido a su lado y muchos aceptaría casarme con él.

−O quizás encontró la forma de desaparecerlo, después de todo ya estaban legalmente casados y todo lo de él, pasa automáticamente a usted al morir intestado.

−Detective, yo amaba a William, yo estaba con él antes de que el caos comenzara. Le pedí, le supliqué que no me dejara, que se quedara conmigo. −confesó conteniendo las lágrimas. −Pero no lo hizo...Yo hubiera dado mi vida por la de él o hubiera preferido haber muerto con él, en caso de que haya muerto.

−¿Entonces acepta y reconoce que él está muerto?

−¿Tiene algo en contra mía, detective? ¿O así son todas las interrogaciones?

−El detective no tiene nada en contra tuyo Rachel, tenemos fotos de William con la misma mujer saliendo o entrando a hoteles, y a otros lugares en donde se les ve de forma afectuosa.

−Eso no es verdad, William no haría era eso. −hablo sin poder creer lo que le dijo la detective.

−¿Conoce a esta mujer? −preguntó el detective mostrándole las fotos.

Rachel miraba las fotos mientras intentaba contener las lágrimas, lo cual fue inútil.

−Esto debe tener una explicación. −dijo con la voz cortada, negándose a creer lo que sus ojos veían.

−¿Rachel, tu trabajabas y vivías con él, no lo notaste diferente?

Rachel guardo silencio, recordando como la actitud de William cambio durante las últimas semanas, tenía más salidas de lo normal, más compromisos o juntas con nuevos inversionistas; a las cuales no había requerido su presencia. Esa eran las noches en las que le pidió que la llevara el chofer porque él llegaría más tarde.

No hizo falta decirlo, el rostro de sorpresa al tomar en cuenta todas esas cosas y las fotografías, le dio la razón a los detectives.

Nuevamente volvió a tomar las fotos buscando algo, algo que le dijera que no era su amante. En ninguna foto se veían besando, solo abrazados y sonriendo. De pronto, Rachel puso toda su atención a una de las fotos y después de unos segundos con su dedo trazo la camisa que llevaba él. Recordó a la perfección ese día, tenían planeado salir a cenar y ella misma selecciono la ropa de él.

−¿Mi amor, estas lista?

−¿Ya casi, y tú ya vienes para acá?

−No amor, por eso te llamo. Surgió un contratiempo y no creo que llegue para la cena.

−¿Tienes que ir ?

−Sabes que si no fuera así, no lo haría.

−No hay problema, podemos dejarlo para otro día.

−Por eso te amo tanto; gracias por comprender, hermosa.

Rachel además de esa conversación también recordó que él llego muy noche y antes de ir a darle las buenas noches, entro directo a bañarse. Esa noche lo noto muy pensativo y no le hizo el amor, únicamente la atrajo a su pecho en donde ella no tardo en volver a dormir.

−Él no pudo hacer me eso...,no puede ser cierto..., tiene que haber una explicación. −dijo llorando devastada.

−¿Quién es ella? quiero hablar con ella, tiene algunas cosas que aclararme.

−Eso no va a hacer posible. −informó el detective.

−No gana nada negándome la información, yo misma lo puedo averiguar.

−Rachel, te podemos decir el nombre de ella, pero es imposible que la veas. −mencionó la detective.

−Sólo necesito su nombre para encontrarla.

−Buena suerte con eso. −dijo el detective con sarcasmo.

−Ella desapareció un día después de lo que ocurrió aquí. −informó Ariana








Pronto sabremos lo que paso el día que desapareció William.

¿Creen que William engaño a Rachel?

Gracias por esperar y continuar leyendo, en especial muchas gracias a: @Dolores552, @Dolores29, @v1torial, @AuryHerasme6, @EstrellaGuerrero9, @leidynatalygonzales3, @verowright, @solciitho, @carmentroched, @OlgaM_07, @nuryocta, @MagoPacheco, @betzabethsilva,@MoCaMart425,
@RakelVerduJimenez, @Ambrous-mi-Amor, @magallyamo, @KattyZamora8, @MariaCoria200, @MaryChocopronto, @deysichipantiza98, por sus votos.

Con cariño,

Lynn Baez

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