Capitulo 10 « Acuérdate de mi »
Sugerencia para escuchar: Acuérdate de mi - Morat
Luego de mis indicaciones sonreiste derrotada, sabía que no querías hablar de eso pero era lo mejor a dejarte lidiar sola con tus emociones, rápidamente caminaste hasta el perchero negro donde se encontraba tu bolso y posteriormente caminaste apresurada hasta el baño donde te cambiarias de ropa para regresar a tu casa.
Yo observé con lastima aquella escena. "Que cansado debe ser" pensé y analicé detalladamente tu rutina de todos los días: salir de tu casa con una vestimenta para no levantar sospechas de tus parientes y cambiarte en un baño público, prepararte para tu verdadero trabajo y tomar una dirección diferente a la pensada por tu familia para finalmente llegar a un lugar de mala muerte con potenciales criminales, pasar el día expuesta a peligrosos experimentos, terminar tu jornada y cambiar nuevamente tu ropa para poder llegar a casa fingiendo que ha sido un día aburrido y cansado de oficina y papeleo.
"Ojalá pudiera hacer más" completé a mi pensar. ¿Pero que podía hacer? Yo no contaba con la cantidad de dinero que necesitabas cada semana, mi alma pertenecía a Black Hat y yo ni siquiera contaba con un sueldo fijo. Rogaba por tu despido esperando que encontraras un lugar mejor pero eso solo te perjudicaría, no sabía las acciones que tomaría el jefe en esa situación.
Pasados unos minutos saliste, con una pequeña sonrisa caminaste hasta quedar frente a mí, mi corazón se agitó ignorando por unos momentos mi preocupación anterior, sentí mis pómulos y orejas enrojeciendo, una sensación cálida se apoderó de mi cuerpo que al mismo tiempo iba acompañada de un cosquilleo en el estómago ¿Esto eran las famosas mariposas en el corazón? No, era más bien una paz interior indescriptible.
Inconscientemente te devolví la sonrisa.
Sin duda era hermoso estar enamorado, la emoción de verte todos los días y compartir contigo miradas y risas me hacía sentir vivo, aún cuando mi mente y corazón eran un caos tu presencia dispersaba cualquier mal, y el sentimiento de que estaba enamorado de la persona correcta me hacía suspirar. Era claro que estaba faltando a mis principios cómo villano pero a estás alturas no me importaba.
«Querida, sería un honor que fueras tú quien rompiera mi corazón.»
-Algun día, me gustaría salir contigo, -comencé, - fuera de algo del trabajo. - diciendo lo último cómo un murmullo para mí, pues a decir verdad yo no salía para algo más que no fuera trabajo o encargos.
-A mi me gustaría hacer lo mismo -hablaste, aunque algo triste en tu expresión, pues conocías las diferentes circunstancias que nos impedía vernos fuera del horario laboral.
-¿Vamos? -señalé la salida para comenzar a caminar, no sin antes dar un vistazo a Slug, quien extrañamente se había mantenido callado o más bien se había dormido debido a los efectos de la droga.
Asentiste y emprendimos el camino hasta la puerta principal sin decir algo más en el trayecto de ese largo pasillo con cientos y cientos de cuadros de lord Black Hat y la organización, algunos hat bots corrían de un lado a otro con algunos planos y artefactos, otros limpiaban algunos rincones. Salimos a la entrada de la mansión, entonces me senté en las pequeñas escaleras y te invité a hacer lo mismo para poder hablar tranquilamente.
-El cielo se ve hermoso. - comenté rompiendo el silencio entre los dos, pues el cielo era una buena manera de comenzar la conversación, estaba cubierto de una bella tonalidad rojiza y brillante que indicaba que pronto caería la noche en la ciudad. Era un escenario muy romántico, perfecto para las parejas y enamorados, lastima que las circunstancias hacían que nuestra conversación fuera por un rumbo más melancólico.
-Si, aunque, México no es un lugar en el que debería oscurecer tan temprano -- respondiste con un toque de ironía y diversión. -Maldito cambio de horario.
-Tienes razón. -rei de igual manera, dejando una pausa para pensar mi siguiente comentario. - Entonces... ¿Qué pasó?.
Ninguna palabra salió, tampoco quería presionarte a decirme, solo mostrarme comprensivo y hacerte saber que estaba ahí para tí.
Tu postura se encorvó y llevaste ambos brazos a abrazar tus piernas al mismo tiempo que posabas tu mentón sobre tus rodillas, cómo una pequeña niña escondiéndose de la oscuridad, miraste a la nada buscando las palabras correctas que no te hicieran romper, mi corazón se encogió, Dios, dolía tanto verte así.
-Oye, tranquila, todo va a est...
-El cáncer de mama hizo metástasis y ya llegó hasta el pulmón, -me interrumpiste, - el oncólogo dice que con el tratamiento adecuado le ayudará unos años más, pero ya no hay cura para ello. -una lágrima se deslizó por tu mejilla la cuál limpié con mi pulgar. -Nada va a estar bien Flug, mi mamá se va a morir y yo...
Te cubriste la cabeza con desesperación, tirando de tus mechones de cabello buscando calmar el dolor mental con el físico, tu voz se cortó, sonando igual a unos susurros cortados, tormentosos y dolorosos.
-Estoy hasta la madre -maldeciste dejando escapar las lágrimas. - El tratamiento es costoso, este año entro a la Universidad y se acercan los exámenes de ingreso ¿Qué hay de mi hermanita? Ya perdió a mi papá, ahora mi mamá...
Me quedé sin palabras, ¿De qué forma podía apoyarte y brindarte esa tranquilidad que necesitabas en esos momentos? Sudé frío, con la impotencia de no poder reaccionar y procesar aquella noticia ¿Por qué tu madre? ¿Por qué eras tú quien tenía que atravesar esas circunstancias? Y lo peor aún, sola.
La imagen mental de verte llorar era horrible, siempre tan radiante y sonriente y ahora tan vulnerable e indefensa.
Incliné mi cuerpo, abrumado por la repentina noticia, y estiré mis manos hacia tí para envolverte en un cálido abrazo que te consolara, mientras mi mano izquierda tomaba suavemente tu nuca y la guiaba cuidadosamente hacía mi pecho. Una repentina fuerza en mi espalda y abdomen me dejó sin aliento por unos momentos, eras tú correspondiendo aquel abrazo mientras hundias tu rostro en mi pecho.
-Está bien... Déjalo salir. -entrelace mis manos con tu cabello, realizando pequeñas caricias en este cómo consuelo. -Y-Yo... Realmente no tengo idea del infierno por el que debes estar pasando, pero estoy aquí para ti y no tienes por qué cargar con ese peso tú sola.
-Gracias Flug... -mi bata comenzó a mojarse a causa de tus lágrimas pero no era relevante en ese momento.
-Entiendo tu miedo, y quiero que sepas que, pase lo que pase, yo nunca me iré
***
El día siguiente fue simplemente agotador, mi cuerpo temblaba debido al frío y cansancio, mi cabeza dolía y mis párpados amenazaban con cerrarse y tomarse un merecido descanso. ¿Y cómo no estar así? La mayor parte de las piezas importantes del artefacto estaban quemadas, había pasado la madrugada realizando unas nuevas y averiguando que había salido mal en los planos, juraba por toda la maldad en el mundo que si el culpable resultaba ser un tornillo mal puesto me tiraba de un puente por la frustración.
Era la 1:20 pm cuando entraste por la puerta del laboratorio saludando cómo de costumbre y me viste tratando de no colapsar sobre la mesa de trabajo al tratar de encajar unos engranes.
-Flug, estás temblando como tlacuache aplastado, ¿Cuánto dormiste?. - te acercaste tocando mi hombro para después pasar tus brazos por mi cuello y abrazarme desde atrás, al mismo tiempo que colocabas tu mentón en mi hombro derecho. Mi corazón se agitó por esa repentina acción y no pude evitar sonreír. ¿Los amigos hacen y sienten este tipo de cosas?
Tu voz sonaba preocupada debido a mi estado. La mesa estaba desorganizada, había piezas metálicas por todos lados, una taza de café a nada de terminarse, partes rasgadas de planos y algunas llaves inglesas y destornilladores. Incluido un envase de Coca-Cola de 600 ml.
-Nada, estoy funcionando con una coca cola en mi sistema, un parche de cafeína y las horas que dormí ayer. -respondí, dejando de lado mi labor para segundos después tomar con delicadeza tu mano derecha y depositar un efímero beso sobre el dorso de esta. - Estoy listo para enfrentarme a Dios o convertirme en él.
-Que desorden. Solo los universitarios viven así. -comentaste al ver mi área de trabajo, comenzando a tomar algunas cosas y colocándolas en su sitio. - ¿Y que hay de Flug malhumorado?
-Despertó en la madrugada, -respondí. - críticó un rato mi estupidez por el mal funcionamiento de la máquina y le apliqué Clonazepam para que se callara. -señalé al lugar donde se encontraba. - Ahora está dormido, hay silencio y eso es bueno.
-¿Le has dado por lo menos agua y comida? - cuestionaste tomando entre tus manos el envase vacio de refresco para tirarlo en el contenedor más cercano.
Mierda, con razón tenía la sensación de que algo se me estaba olvidando.
Instantáneamente mi silencio te alertó y te giraste para verme sorprendida. Pude notar cómo esa expresión de sorpresa pasó a preocupación.
-Flug, ¿te das cuenta que lo golpeamos?, Lo sedaste dos veces, más tarde yo le aplique tiopental sódico, ¿y hoy le pusiste Clonazepam?
-Corrección, tú lo golpeaste
- ¡Ahorita debe estar como un pollito de colores! ¡Se va a morir si no le das algo! -exclamaste preocupada.
-El trató de matarnos ¿Para qué preocuparse?
Lo admito, no estaba en mis 5 sentidos, pero seamos sinceros, a él no le importó nuestra vida cuando nos atacó, si hubiera tenido la oportunidad nos hubiera matado sin piedad alguna.
-No somos cómo él Flug, si, lo admito, yo ayer lo electrocuté pero ¿Dejarlo sin comida ni agua?, es cierto que no es de este mundo, pero en su dimensión debe haber alguien preocupado por él y preguntándose dónde diablos está. Queríamos averiguar más sobre su universo, no matarlo en el proceso. -explicaste. - Voy a la cocina por algo. Ya vuelvo
Regla No. 15 rota, nunca tener compasión o piedad por tu enemigo
Al cabo de unos minutos regresaste de la cocina, trayendo una bandeja con unas rebanadas de pan tostado con miel y una botella de agua, antes de acercarte a él me miraste, un tanto insegura por lo que estabas apunto de hacer, asentí autorizando tu acción, a lo que procediste a acercar una mesa con rueditas para colocar la bandeja mientras despertabas a mí contraparte.
-Ey, ¿Estás bien?, ¿Sigues vivo? -tocaste su hombro tímidamente, lo que bastó para que este diera un brinco en su lugar y al instante te mirara extrañado. - Tranquilo, no te voy a hacer nada.
Él desconfío, era de esperarse.
-Primero me noqueas, luego me drogas y después me lanzas descargas de energía ¿Cómo esperas que confíe en tí así como así? -respondió a la defensiva, no lo culpaba, yo hubiera dicho lo mismo.
-No has comido ni tomado agua en casi dos días ¿No tienes hambre ni sed?
Él mantuvo silencio, estaba a nada de responderte cuando fue interrumpido por el ruido de su propio estómago.
-Es lo que creí, ahora abre la boca.
Subiste ligeramente su bolsa hasta dejarla sobre su nariz, procediste a tomar la botella de agua y retiraste la tapa, para después acercar con cuidado el envase a su boca, colocando a la vez tu mano debajo de su mentón para evitar que se derramara el contenido. Vaya que tenía sed, terminó tomando más de la mitad de la botella de una.
Luego de que lo alimentaras retiraste las cosas y regresaste conmigo para poder continuar con el artefacto. Sin embargo estaba confundido, ¿Por qué ese repentino interés por ayudarlo? ¿Dónde había quedado la chica que podía llegar a ser despiadada y molesta cuando se trataba de torturar a alguien?. Nunca antes te había importado ¿Por qué esta vez fue la excepción?.
Decidí ignorar ese pensamiento para poder concentrarme en el arreglo de la máquina. Había tanto por hacer y tan poco tiempo. Sentía que no tenía tiempo ni para respirar, el arreglo del artefacto había movido todo mi horario de trabajo y ahora me encontraba con cientos de pedidos por hacer y atrasos de entrega.
Dos horas pasaron y parecía que no teníamos ningún avance.
-Estoy harto. - me aparté derrotado
-Tranquilo Flug, aún hay tiempo.
-Con todo respeto mi amor no hay tiempo. Me duele la espalda, hay pedidos atrasados y lord Black Hat seguro me matará cuando se entere de lo que está pasando.
Retiré la bolsa de mi cabeza para tallar mis ojos debido al cansancio.
Y la voz de Slug en ese momento no ayudó mucho.
-Tal vez no avanzan en nada porque estan haciendo grande algo tan pequeño
-¿A qué te refieres? - Cuestionaste.
-¿Cual era la necesidad de construir un artefacto así de grande? ¿Han pensado en la forma en que lo llevará el cliente? Pudieron realizar una pistola que utilizara otro tipo de energía o elegir un objeto simple de la vida cotidiana y adaptarlo para que genere ese tipo de portales a otros universos. - contestó, tal vez no había problema en su observación, sino en el tono con el que se expreso.
¿Quién se creía este?, era mi laboratorio y el diseño del portal había sido de orden directa, claro que pensé en hacerlo más pequeño pero aún así no estaba para ese tipo de comentarios en ese momento.
-Realmente lo solicitó así para que este pudiera estar en todo momento en su guarida. -explique tratando de no mostrarme molesto.
-En ese caso están instalando mal el circuito, si esperan que vuelva a hacer corto van por buen camino, -mierda, ¿Cómo no lo noté antes? Era tan obvio. - van a tener que iniciar de cero y ademas de eso calibrar su energía para evitar que el límite estimado de su máquina no colapse. Solo digo
Hice caso a sus palabras por lo que me acerqué rápidamente a la mesa con los pedazos de planos rotos para comprobarlo por mi mismo. Sostuve en mis manos la anotación con la cantidad de energía solo para descubrir que nuevamente tenía razón y era errónea.
-Chingada ma...
-Ok ok, momento. - me interrumpiste antes de siquiera terminar mis palabras. - Estamos a días de la entrega, tal vez deberíamos considerar su ayuda en lugar de ponernos a pelear, además, ya no nos sirve tenerlo en la silla pudriéndose y criticando cómo víbora mientras nos ve trabajar.
-¿Disculpa? -Dijo Slug.
-Dejame continuar. - lo miraste y volviste a mi. - Ya sabemos lo suficiente sobre su universo, y por lo que sabemos también construye este tipo de artefactos para su compañía. tal vez si trabajamos juntos sea más rápido acabar.
Fruncí el ceño, ¿Yo trabajando con él? No me parecía la mejor idea.
- ¿Por qué te interesa tanto?... -expresé.
-Porque es cómo tú, luce cómo tú pero es amargado, y se que querías dejarlo morir pero siendo sincera, - tu mano derecha se apoyó en mi hombro para mirarme atentamente. -yo no soportaría tener la imagen mental de mi mejor amigo muerto en una silla.
Mejor amigo, claro.
¿Cómo podía hacerte ver que no me gustaba cuando te referías a mi cómo tú amigo? Quería que supieras pero me aterraba la idea de arriesgarme y que tú me rechazaras, aunque después de todo yo nunca supiera que decir cuando te tenía frente a mi. Ante ese debate interior a mi mente solo pudo llegar el fragmento de una canción que había escuchado días atrás.
Acuérdate de mí
Que para mí tú siempre vas primero
Yo soy discreto pero igual te quiero
Perdón si no he sabido cómo hablarte de lo que siento por ti
Suspiré, no vendría demás la ayuda de Slug así que acepté la propuesta que habías hecho.
-Está bien, tu ganas.
Eso te hizo sonreír.
-¿Cómo están tan seguros de que los ayudaré y no los traicionare? - habló desde su lugar, encontrando ridículo aquel trabajo en equipo.
-No tienes a dónde ir ni a quien recurrir, la única forma de regresar a tu universo es por este bebé. -dijiste, al tiempo que dabas unas palmadas en la máquina lo cual emitió un sonido hueco. -Bienvenido al club.
-Cierra la boca
-Creeme, es lo que menos va a ser - comenté divertido por la situación y acercándome para liberarlo de los grilletes en sus brazos y piernas. - Cuidado con intentar algo.
***
¿QUÉ DIJERON? ¿Otra vez se murió? Pos no.
Tenía el capítulo a medias desde que actualice y pasé una semana tratando de encontrar una canción que encajara con la situación actual y cuando la escuché solo pude pensar en Flug.
¡Feliz navidad por cierto!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top