ততত El Museo de Economía ততত
≪ °❈° ≫≪ °❈° ≫
Siempre amó el museo de economía, porque era iluminado, con sonidos y figuras. No lo había visitado en mucho tiempo, pero recordaba que su última vez había sido en la preparatoria. Tenía el ímpetu de la juventud corriendo por sus venas. Le hacían gracia las explicaciones con errores y además corría por las exposiciones con sus amigos, carcajeando por las fotografías de los billetes y siendo silenciados por los demás.
Ahora se sentía diferente, había ido saliendo de su trabajo, porque no tenía otro rato libre. Estaba solo, sus amigos también estaban en la oficina. Junto a él había un grupo de jóvenes que también parecían ir como tarea para la escuela. Ya no encontró en sus risas el jubilo, sino la amargura de quien quiere tomar la vida más en serio.
Ajustó su corbata al tiempo que abrían el elevador para permitirles comenzar la visita libre. Recordaba la ligereza del ayer y la contrastaba con el peso del ahora. Quería entender el mundo más que nunca, antes lo quería conquistar. Cómo es posible que el espíritu muriera de esa forma. No sabía cómo es que había abandonado el brillo hacía varios años atrás.
El grupo de adolescentes lo seguía de cerca, no a propósito, pero para él era una penitencia.
Quería encerrarse en la tristeza, quería llorar porque estaba perdido. Quería que le regalaran un par de billetes, ¿quién no los necesitaba a esas alturas? Una risa explotó a sus espaldas. Parece que ellos no lo necesitaban. Seguramente traían lo del camión y lucían más felices que él. Él tenía la cartera con billetes, con tarjetas, pero también con deudas y con miedo. Tenía cenizas de sus sueños, fotos de sus anhelos. Las de ellos, solo traían lo del camión.
Trató de distraerse de su presencia y comenzó a avanzar por otra sala del museo. Vio el cartel para personalizar billetes. Con sus amigos, se tomaron fotografías graciosas, quizá por ahí todavía estaba alguno de los que compraron. Ahora se preguntaba qué sería aparecer con el rostro más serio en un billete. Quería que la gente lo respetara, sentir el poder, percibir que... Otra risa explotó a sus espaldas.
Los chicos se empujaban y él quería empujar su presencia. Leyó uno de los carteles con profunda seriedad y volvió a ajustar su corbata. Pasó las pupilas por las palabras, intentaba darles un significado más profundo. Ya era aun adulto. Los sueños de la adolescencia debían quedar muertos...
Se distrajo, una vez más. Volvió a iniciar la línea. Sí, tal vez solo le faltaba más concentración. Quizá estaba enterrado en deudas, en problemas, angustiado, porque no estaba esforzándose lo suficiente. Era probable que... Tendría que volver a empezar, porque no estaba prestando atención a las líneas.
"La moneda mexicana fue establecida en...". Unas risas explotaron a sus espaldas.
Quizá era tiempo de rendirse. Miró de nuevo a los adolescentes, ahora con un poco de envidia. Porque pasaron por el cartel que leía sin ni siquiera mirarlo. Qué se sentiría que nada importara, solo tú. Quería volver a estar vivo de esa forma. Miró el cartel... tal vez no era tan importante.
Siguió avanzando y soltó la corbata.
Quería volver a respirar, solo quería volver a estar vivo.
≪ °❈° ≫≪ °❈° ≫
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top