18.- ¿Arreglar las cosas?

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Solo esperaba que tuvieras siempre lo mejor, que te dieras cuenta que lo que pasó no era tu culpa y que debías sanar lo lastimado que estaba tu corazón.

Saber también que yo siempre iba a estar ahí para ti en todo lo que necesites y además, comprender que algunas cosas simplemente deben de cerrar correctamente.

Pero creo que en eso yo quizás no me daba  cuenta que para ti sería algo difícil de afrontar.

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18.- ¿Arreglar las cosas?

Javier estaba al pendiente de Ronaldo, afortunadamente la fiebre había pasado y también su semblante se veía más tranquilo, eso también a él le hizo sentir mejor.

Por lo que había salido de la habitación para ver qué comer en la cafetería para cuándo Ronaldo despierte. En el ascensor se encontró a Fernando, quién le sonrió palmeando su espalda al entrar una vez que las puertas abrieron.

— ¿Cómo se siente?

— Creo que mejor...

Aunque Javier todavía sentía que no estaba del todo listo para el partido.

— Creo que, no va a poder jugar...

— Yo también lo pienso.— Añadió Fernando.— Pero... creo que no le va a gustar...

— Si ya se.— Hernández lo vio.— Le va a doler estar en la banca...

Por eso suspiró, conocía muy bien a Ronaldo pues la idea del Portugués era que fuera su último Mundial. Tenía planeado retirarse, aunque con todo el sueño de llegar la Copa a su país. Pero también tenía intención de que se retiraría para dar paso a su vida familiar... Cris quería tener hijos con Leo...

Y ahora ese sueño se había roto de una manera cruel...

Y el único que le quedaba era el de llevar la Copa a Portugal, pero su deseo no era estar en la banca sino a ayudar a darlo todo.

— Le haces muy bien Javier.— Comentó de repente Fernando.

— ¿Eh?.— Hernández vio al Director Técnico.

— Agradezco que hayas llegado de tan lejos solo por su seguridad...— Sonrió.— Eso nadie lo haría la verdad.

— Creo que es más que obvió que lo quiero demasiado...— Sonrió javier.— Aunque ese wey a veces hace unos méritos para darle un golpe.

Eso hizo reír ligeramente a Costa Santos, aunque tenía razón. A veces era un poco testarudo Ronaldo. Pero su comentario tenía mucha verdad, y era que Javier estuvo al pendiente de Ronaldo en todo momento cuando su salud se había deteriorado.

— Cuídalo bien, ¿quieres?

— Eso seguiré haciendo.— Javier sonrió.

Poco después, cuando Ronaldo se despertó mejor, también noto que iban a tener un entrenamiento para ese día, al que en su obstinación le permitieron también estar. Javier se había quedado en el hotel, consideraba que quizás el entrenamiento podría ayudarle un poco además de que estaría bien cuidado.

Aunque sin buenos resultados durante el entrenamiento en realidad. Fernando estaba un poco preocupado todavía por Ronaldo pues sus tiros no fueron del todo buenos, ya había mejorado su ánimo gracias a Javier y también su alimentación era estable. Solamente esperaban que para el partido las cosas fueran mejores. El equipo daría todo con o sin El Bicho.

Tras cambiarse para irse a descansar, aún con el ánimo medio en los suelos, Ronaldo guardo su cambio en la maleta y se abrochó la chaqueta... Al tomar sus cosas y salir de allí sintió un jaloneo.

No le dio tiempo a nada más, se dio cuenta de que lo jalaron adentro de un cuarto de limpieza.

— ¿Lionel?

— Necesitamos hablar.

Era Messi quién se había escabullido de la vista de Fernando y esperado el momento justo para ver a Cris y hablar con él.

Obviamente se había sorprendido de verlo. Ronaldo había seguido el par de consejos que Fernando y muy en especial Javier le habían dicho: aléjate de Lionel.

Lo amaba demasiado, no era fácil olvidar aquel sentimiento de la noche a la mañana. Tantos recuerdos, tantas cosas lindas, tantos momentos compartidos a su lado. Eso no se iba a olvidar así nada más.

Pese a saber lo que pasó... pero aún lo amaba.

Se sentía dolido... pero aún lo amaba.

Había decepción... pero aún lo amaba.

Aún lo amaba.

— ¿Qué haces aquí Lionel?

Messi lo observó, seguidamente suspiró con pesadez.... Cris no le decía jamás por su nombre, siempre le decía algún diminutivo cariñoso o algún sobrenombre lindo. Ya imaginaba que estaría enojado.

— Estuve buscándote varias veces... no me respondías las llamadas...

— No tenía ganas de hablar contigo... y si me disculpas...

Lo empujó ligeramente pero en ese momento al poner la mano sobre la manija de la puerta, Leo enseguida lo sujetó evitando que abriera.

Incluso se interpuso entre la puerta.

— Déjame salir...— Ronaldo no tenía ganas de estar con él.

— ¿Por qué no jugaste?

— No me sentía bien...

— No te llegó el celo como dijeron, no me mientas a mi.

— ¿Y tú si puedes mentirme a mi?.— Arremató el Portugués.

La mirada de Cris reflejaba todavía su tristeza, pero su aroma a Ginjinha, comenzó a hacerse más fuerte.

— ¿Q-qué?

— ¿Por qué?.— Preguntó Ronaldo.— ¿Por qué Leo? Dime...

— Pero de que...

Enseguida sujetaron al Argentino de los hombros acorralandolo contra la puerta.

— ¿Tan mal novio fui? Te dije que quería recuperarte, volver a empezar... si todavía había algo entre nosotros...

— Cris...

— ¿Por qué me dijiste que si a recuperarte? Y luego te acostaste con...— Aunque eso no lo termino de decir el más alto, pues no tenía idea todavía quien era el amante.

Eso sorprendió a Lionel... al parecer Ronaldo ya sabía lo que había hecho hace unos días... pero no pudo decir nada.

Se dio cuenta como Ronaldo se tocó la cabeza, sintió un mareo pues su salud todavía no era estable, aunque también eso se debía a la fiebre que anteriormente había tenido. Dado al mareo perdió un poco el equilibrio pero Leo fue hábil para sujetarlo.

— No me siento bien...

— Te llevaré a tu hotel...

El espacio allí adentro era muy pequeño, por lo que solo bastó con que Lionel extendiera la mano libre para abrir la puerta. Pero ahora fue Ronaldo quien lo impidió cerrando de golpe está y poniendo el pasador del seguro.

— Quiero que me digas...— Aunque el Portugués por su mareo se aferró ligeramente del hombro de Leo.

— Olvida eso ahora debes descansar.

— ¿En serio fui tan mal novio? ¿Eh? Dime.

Messi desvió la mirada debido a ello, la expresión de tristeza de Ronaldo le había hecho sentir mal.

— Perdóname... en verdad perdóname...

— ¿Por qué?

— Ni siquiera yo lo sé...

Tras ello bajo la mirada. No sabía ni siquiera que era lo que pasaba consigo mismo... amaba a Ronaldo si, pero no era el mismo amor de antes, ni siquiera sabía explicar ello. Tal vez si la distancia y la rutina cambiaron todo ello, pero lo amaba de cierto modo. Aunque al conocer a Guillermo...

Las cosas no salieron como esperaba y eso confundió sus sentimientos.

En el hotel, Javier estaba viendo su celular... habían varias fotos por no decir muchas en el móvil... De ellos dos...

Desde que estaban en el Real Madrid habían hecho una buena amistad, Ronaldo era muy abierto a decirle como se sentía y también le entendía...

— Te quiero...— Sonrió ligeramente Javier.— Pero no te das cuenta de en qué forma te quiero...

Se tiró a la cama pensando en Ronaldo... al momento en que hizo eso el aroma en la colcha le recordó al Portugués pues era su aroma impregnado... sonrió levemente al pensar en él.

— Quisiera que me quieras de la misma manera.

Por desgracia las cosas no estaban saliendo realmente bien en otro lado.

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