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Noviembre, 2019
-Recuérdame que tenemos todo preparado, Julia- digo mientras mamá acaba de colocarme el traje. Negro con camisa blanca y corbata negra. Una flor roja en el bolsillo del pecho de la chaqueta.
Julia resopla y rueda los ojos.
-Lo tenéis todo perfecto, Dylan. Thomas y tú habéis organizado en nueve meses y poco vuestra boda de ensueño. Lo habéis planeado detalle por detalle y hasta habéis mantenido tradiciones absurdas como preparar los pétalos de rosa al salir de altar o no veros el traje hasta el momento en el que os caséis. Está todo perfectamente planeado desde hace tres semanas, disfrútalo Dyl- sonríe Julia- es tu boda. Te casas con Thomas. Con TU Thomas.
Sonrío sin poder evitarlo. Sacudo la cabeza para concentrarme en repasar todo.
-¿El juez?
-Ya está allí- responde Julia rápidamente mirando el móvil- también los del restaurante, se han encargado de todo lo que tiene que ver con la comida. Estaban terminando las mesas que están a unos metros del altar. Kaya acaba de decírmelo hace 5 minutos, ya debieron haber acabado.
-¿Los crisantemos? ¿Las sillas? ¿Las mesas? ¿Y la cubertería? ¿Los manteles? ¿La comida y la bebida está guardada y preparada? Incluida la tarta espero, ¿y la decoración?
Julia asiente divertida.
-¿Estás perdiendo los nervios, eh?- pregunta sonriendo- está todo tal cual indicasteis. También la música de vuestro baile.
Ignoro su pregunta y sigo con el repaso.
-¿El fotógrafo? ¿Y las cestas con los regalos para los invitados? ¿Están todos ya allí?
-También está. Justo al lado del altar haciéndoles fotos a los invitados y los regalos dentro de sus cestas ya envueltas, en una mesa al lado del arco para pasar a donde comeremos todos- mira el móvil y sonríe- Ki me acaba de decir que solo falta Britt. Oh y espero que tengáis el brindis preparado, recordad enlazar vuestros brazos para beber.
Chasqueo la lengua medio molesto.
-Obviamente y bueno... no pasa nada, tenía cosas que hacer aunque me dijo que intentaría venir- se cruza de brazos.
-Dylan O'Brien, brazos quietos o se te arruga el traje- dice mi madre colocándoselo. Mi padre desde el sillón ríe viendo a mi madre de los nervios también.
-Lisa, amor mío, descansa- le dice mi padre levantándose para sentarla en el sofá a su lado. Estamos en la habitación de un hotel cerca del campo donde tenemos el convite y la boda preparada.
-¿¡¡Cómo voy a descansar si se casa mi hijo Patrick!!? ¡Nuestro niño!- dice mi madre protestando. Yo sonrío con ternura.
-Mamá, tranquila- le digo- ya sabes lo feliz que soy con Thomas.
-Ay, mi niño, si yo soy la madre más feliz del mundo junto Tasha de veros así, pero ya has crecido tanto- de sus ojos caen unas lágrimas pequeñas que me tientan en ir y abrazarla pero sé que diría que no me moviese por no fastidiar el traje.
Julia guarda el móvil en su sujetador sonriendo.
-Ava me acaba de decir que Thomas está como tú. Pidiéndoles que llamen a todos para comprobar los preparativos y casi está por morderse las uñas. Tasha no se lo permite- ríe al final.
-¿Que más da? Thomas es hermoso con uñas, sin uñas, calvo, con su precioso pelo o cómo él se lo proponga.
Los tres me sonríen con ternura y yo me ruborizo al haberlo dicho tan directamente.
-¿Nos vamos?- pregunto evitando el tema. Muerdo mi labio nervioso.
-¿Tienes dudas, Dylan?- pregunta mi padre- es el momento de desahogarte.
-No, no. Por Dios, papá. Thomas es el hombre de mi vida. Nadie nunca me ha hecho tan feliz como él, solo estoy nervioso porque a partir de ahora todo cambia, todo es más serio todo...- suspiro- ahora es cuando más consciente soy de que voy a pasar el resto de mi vida con él. Y eso me impacienta y me salen los nervios. Quiero estar ya en el bendito altar con él.
Julia me abraza con fuerza.
-Eso es amor, Dylan. Amor provoca tu impaciencia y nervios por casarte con Tom- está emocionada y me mata ver así a mi hermana mayor, la abrazo con fuerza- seréis los más felices del mundo.
-Han pasado diez meses y yo todavía pienso que no va a llegar el momento de decir mi marido en lugar de mi novio. El padre de mis hijos, el...- suspiro y sonrío mirando para mi familia- vayamos ya, no quiero llegar tarde a mi propia boda.
Minutos antes en el piso inferior y tres habitaciones más a la izquierda
Narra Thomas
-Tom, ¿quieres estarte quieto? Vas a manchar y arrugar el traje- protesta mamá.
-Ponte del otro lado mamá, así puedo hablar con Ava. Está hablando con Julia y quiero saber cómo está Dylan- llevo mi mano a la boca para morderme las uñas pero mi madre me golpea la mano y suelto un quejido- ¡mamá!
-Pues no te muerdas las uñas, Thomas. Que pareces volver a tener 6 años revoloteando por ahí.
-Resulta que tengo 29 mamá- digo rodando los ojos- ya no soy un niño de seis años.
Sin querer agarro los puños de mi traje y mi madre vuelve a ponerme bien con delicadeza
-Ya lo sé mi amor, te vas a casar- sonríe dándome un beso en la frente- pero estás demasiado nervioso. Relájate, los nervios son normales, están a punto de unirte en matrimonio a Dylan, ya no sois dos niños que juegan a escondidas por el set. Sois dos adultos que han decidido y organizado juntos la decisión más importante de sus vidas- abraza a Ava y menciona- si no piensas tener hijos, en ese caso. Cuando decidáis adoptarlos la boda pasará a ser la segunda decisión más importante de vuestra vida.
-Gracias, mamá, por todo. Y sí, Dylan y yo siempre hablamos de adoptar por lo menos tres- sonrío y se acerca para abrazarme. Me coloco una rosa negra en el bolsillo de la chaqueta, arriba. Llevo un traje blanco entero con zapatos y corbata negra. No quiero ni imaginarme lo guapo que estará Dylan...
-Ava, ¿lo has comprobado todo?- Ava asiente yéndose con mi padre para sentarse en la cama.
-Están todos los invitados menos Britt- me esfuerzo por no hacer una mueca. Me habría gustado que Britt viniese y sé que a Dylan también le habría gustado mucho, pero... entiendo que no quiera venir, yo si fuera su boda con Dylan tampoco habría sido capaz- están allí ya todos lo invitados menos nosotros y la familia de Dylan, tus suegros y Julia. También está el juez, el fotógrafo y los camareros. Julia me dijo hace nada que ya lo habían acabado de colocar todo. También me dijo que acaban de salir para la boda y que le ha costado muchísimo quitarse y quitarnos de encima a los paparazzi, pero que podemos bajar cuando estés listo. Dylan estaba tan nervioso como tú. Estáis envidiablemente hecho el uno para el otro- sonríe al final.
Doy un largo suspiro mirándome al espejo y mentalizándome que hoy es el día más importante de mi vida.
Realmente nunca me imaginé que me casaría con Dylan, no fui capaz de soñar con algo tan... tan precioso. A partir de hoy todo cambia y soy tan feliz de que sea así que me va explotar el pecho, y el estómago, los nervios están pudiendo conmigo.
-Ha venido demasiada gente famosa. Admiro a Julia por conseguir que se fueran- comenta Ava y yo asiento. Es totalmente verdad, estamos todo el cast de Maze Runner, el 90% del cast de Teen Wolf y algún que otro famoso amigo nuestro que hemos invitado. También está todo nuestra familia pero no todos son famosos.
-¿Averiguaste algo de la luna de miel?
Ava niega con la cabeza divertida.
-Dylan no le ha dicho nada a nadie sobre vuestro viaje- asiento. Dylan insistió en organizarlo él en secreto ya que yo había hecho lo mismo con la pedida. Lo cuál no es realmente cierto porque su hermana me ayudó pero no le ha dicho nada a Ava así que...
-¿A Julia tampoco le dijo nada?
-Nada, me lo confesó ayer.
-¿Y no te mintió?
Ava se ríe.
-Julia no puede mentirme, la descubriría. Nadie sabe nada.
Asiento y después de unos minutos decido que es mejor irnos ya.
-Bien, pues vamos- sonrío radiante.
-Mejor. Julia acaba de decir que nuestra limusina ya estaba allí cuando ellos se fueron, lo cuál fue hace... 10 minutos.
-Bueno, se tarda 5 en llegar, no llegamos tarde- sonríe mi padre.
En la boda
-¿Quién es tu padrino Thomas?- pregunta Kaya nada más recibirme nerviosa porque todo esté bien. La dejé al cargo mientras Dylan y yo nos preparábamos.
-Jack. Tendría que estar ya aquí- muerdo mi labio mirando a la cantidad de invitados. Toco mi mano derecha inconscientemente- diez meses y ya me acostumbré al anillo- río levemente.
-Tranquilo, Tom. Es menos de un par de horas lo vas a volver a tener y no vas a tener que volver a sacártelo- me sonríe Kaya. De repente abre los ojos en dirección a mi espalda y me giro para ver a Jack corriendo hacia nosotros.
-Lo siento Tom, me acaba de decir Ki que acababas de llegar.
Miro a Kaya que sonríe y levanta el pulgar.
-No llegáis tarde así que podéis esperar uno segundos para que Dylan se tire de los pelos- nos guiña el ojo y yo me río.
-Lo siento, Kaya, pero poco tiempo aguanto más estando sin Dylan.
Kaya pone una sonrisa tierna y me da un abrazo fuerte.
-Pues ve ya cielo, llevo esperando esto demasiado tiempo cómo para que también me hagáis esperar a mí.
Respiro profundo para tomar aire y soltarlo. Jack me sonríe y me ofrece el brazo. Lo tomo sonriendo y siento los nervios a flor de piel.
Nada más pasar el arco que me lleva con una alfombra hasta al altar los nervios desaparecen y me fijo en Dylan. Tengo miedo de babear nada más verlo, todo trajeado de negro con un flor como la mía pero en rojo. Empieza la marcha nupcial y todos se levantan. Enrojecería si no fuera porque no puedo apartar mis ojos de los de Dylan, quién está acompañado de Ty, era obvio que su hermano tendría que ser su padrino.
-Jack- le susurro.
-Thomas no está bien que hables yendo al altar.
Lo miro levantando las cejas y evitando reír, vuelvo a mirar al frente y le sonrío a Dylan.
-Es mi boda, digo y hago lo que quiero.
Jack tose para disimular su risa.
-¿Qué quieres, Tom?
-¿Es normal si tengo una erección por ver a Dylan así vestido esperando por mí en el altar?- susurro divertido.
Jack reprime una carcajada y me mira.
-No, todos menos Dylan te mirarían mal y pasarías la vergüenza de tu vida.
-Bien- sonrío- ahora en serio, no me dejes caer por favor, no quiero hacer el ridículo.
-Tranquilo, hermano. Nunca te dejé caer, menos en el día de tu boda- sonríe y yo me tranquilizo más.
Llegamos al altar y Jack abraza a Dylan poniéndose a mi lado izquierdo mientras que Dylan está en el derecho. Dylan coge mi mano sonriendo.
-¿Nervioso?
-Desde que te vi a ti ya no- le digo sonriendo- pero tuve miedo de caerme.
-A saber que le dijiste a Jack, yo te mataría si me hicieses reír mientras te llevo al altar con todos mirándonos.
-Le pregunté si sería normal si tuviese una erección mirándote aquí- miro a Dylan y su rostro enrojece. Sonrío mordiendo mi labio.
-Mmm... Tommy, la luna de miel de noche- acaricia mi mano y la aprieta levemente.
-Oh sí, lo sé bien. Lo tengo marcadito en el calendario, querido prometido- Dylan resopla divertido y una vez acaba la marcha nupcial el juez empieza.
-Este acto que hoy nos reúne a todos es, sin duda, el más importante de vuestra relación, un paso más en vuestra condición de pareja. En nombre de todos los amigos y familiares que represento os deseo, de corazón, todo lo mejor- sonríe a todos los presentes y coloca el libro para firmar encima de la mesa- procederé a dar lectura a los artículos del 66 al 68 del código civil. A los cuales vosotros estaréis facultados y obligados una vez hayáis contraído matrimonio: artículo 66: los cónyuges son iguales en derechos y deberes. Artículo 67: los cónyuges deben respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia. Artículo 68: los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. Deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes y descendientes y de otras personas dependientes a su cargo.
Nos alcanza el bolígrafo para firmar los trámites administrativos y así poder irnos hoy mismo a la luna de miel misteriosa que tiene Dylan preparada. Después de firmas los dos nos volvemos a coger de las manos, es como si no pudiéramos estar más tiempo separados.
-Antes de proseguir, ¿alguien se opone a este matrimonio?- nuestras familia y amigos se quedan en silencio hasta que el juez prosigue- bien. Así pues, os pregunto, Dylan O'Brien: ¿quieres contraer matrimonio con Thomas Brodie-Sangster y efectivamente lo contraes en este acto?
-Sí quiero- dice Dylan con una seguridad que casi hace que me eche a sus brazos.
-Thomas Brodie-Sangster, ¿quieres contraer matrimonio con Dylan O'Brien y efectivamente lo contraes en este acto?
-Sí quiero- digo sin poder evitar sonreír.
-Podéis intercambiaros los anillos- en ese momento Julia y Ava se acercan con un cojín pequeño de terciopelo rojo cada una con nuestros anillos de plata encima.
Julia alcanza su cojín Dylan guiñándonos el ojo y Ava a mí sonriendo. Cogemos los anillos y después, las dos se retiran a sus sitios juntas. Nos ponemos mirándonos de frente.
-Podéis decir los votos a continuación- continúa el juez. Dylan coge su anillo y agarra mi mano con delicadeza.
-Yo, Dylan O'Brien. Te tomo a ti, Thomas Brodie-Sangster, como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. Por el simple hecho de que te amo con mi vida, porque eres lo mejor que me ha pasado nunca y no podría haber encontrado a nadie mejor que tú. Aquí, delante de nuestras familias y de todos nuestros amigos- echamos un vistazo a los invitados y todos sonreímos porque nuestros amigos hacen burla pero sonriendo. Sobretodo Ki, que hace que vomita- algunos más imbéciles que otros- dice Dylan arrancándome una carcajada. A mí y a algunos de nuestros amigos como Ki o Hoech- pero el caso es que están casi todos los que nos importan y queremos y están presentes en el día más feliz de mi vida. Porque aunque me hagas feliz todos los días hoy es EL día en el que nos unimos en algo mucho más grande- coloca por fin el anillo y siento mis manos temblar de emoción.
Agarra mis dos manos y besa mis nudillos para después bajarlas. Temblando agarro bien su anillo.
-Yo, Thomas Brodie-Sangster. Te tomo a ti, Dylan O'Brien, como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. Me enamoraste el primer día en que nos vimos aunque llevemos poco juntos como pareja nos conocemos mejor que nadie y sé perfectamente que eres el hombre de mi vida y cada día me lo confirmas y me lo reafirmas más. Con cada buenos días, con cada beso, por cada noche juntos, noches, días, tardes. La vida a estas alturas estoy seguro que sin ti carecería de sentido. Nunca sentí por nadie ni un mínimo de lo que siento por ti hasta cuando discutimos me siento seguro a tu lado, tranquilo. Algo enfadado porque sueles cagarla a menudo...- digo riendo y escuchando otro par de risas más la suya- pero yo también, ninguno tiene excusa para ponernos algo tontos. Solo tengo que decirte que te amo con mi vida, que siempre voy a estar a tu lado y con la boda solo firmamos papeles para confirmarlo y hacerlo más fuerte- coloco el anillo en su dedo con una poco de su ayuda con el temblor que tengo de la emoción.
Miramos hacia el juez mientras que nos sonríe.
-Yo os declaro marido y esposo hasta que la muerte os separe, que lo que juntasteis con amor que no lo separe el hombre. Podéis besaros.
-Algo que llevo deseando todo el día- dice Dylan sonriendo haciéndome reír. Coloco mis brazos alrededor de su cuello y el los coloca en mi cintura para atraerme a él. Juntamos nuestros labios en un beso dulce que todos aplauden y silban.
Al separarnos cierro más mis brazos a su alrededor y sonriendo nos damos otros beso. Salimos del altar sonriendo hasta que empiezan a tirar pétalos. Dylan me agarra de las piernas y me coge en brazos llevándome hasta un sitio a parte para que todos los invitados se sienten. Los novios tenemos que llegar los últimos.
-Dios, eres incorregible, Dyl- me río de vergüenza ignorando los silbidos de los Tyler, Ki y Dexter.
-MUEVAN SUS TRASEROS HASTA LA MESA, CHICOS- grita sonriendo. Me río y después de echar la cabeza hacia atrás me agarro más a su cuello y nos volvemos a besar- ¿es posible que tus besos sepan mejor siendo mi esposo?
-Mierda, Dylan- Somos esposos, maridos. Estamos casados- todavía no me lo creo.
Dylan pone una cara de disgusto y me mira fijamente.
-Dime que me estás vacilando y no te estás arrepintiendo de haberte casado conmigo justo después de darnos el beso que cierra la boda.
-Eres estúpido, esposo- susurro agarrando levemente su barbilla para besarnos de nuevo.
Nos besamos durante unos segundos hasta que nos quedamos sin aire.
-Bájame, Dyl, anda. Todavía no estamos en la noche de bodas. Cuando entremos donde quiera que me llevas me vuelves a coger así- sonrío acariciando su nuca.
-Mmmm... lo primero que voy a hacer después del brindis va a ser pedirle al fotógrafo que siga haciendo fotos y que al irse, las pase a mi correo. Sin tardar. Necesito tener una foto e ti en traje para mí, para siempre.
-¿Que más da? A partir de ahora nosotros somos un para siempre, puedo volver a ponerme el traje cuando quieras- digo sonriendo.
-Oh y lo mejor es que como no creces vas a tener la misma cara a los 70, lo cuál será un poco creepy porque si ahora aparentas 15 y no cambias nunca con 70 aparentarás 18 como mucho, pero no pasa nada. Prometo hacerte el amor igual- sonríe Dylan besándome de nuevo. Yo ruedo los ojos y lo empujo de bromas.
El fotógrafo se acerca a nosotros para hacer la sesión de la boda antes de comer.
-Vayamos hacia allá- señala Dylan la parte de detrás de nosotros- hay un lago donde podrían quedar buenas fotos.
El fotógrafo asiente y Dylan me agarra por la espalda baja para guiarme. Giro mi rostro siempre para darle besos en los labios y en la mejilla.
Después de unas 1000 fotos y otros 1000 besos, volvimos a donde estaban ya todos sentados esperándonos.
-Por fin, coño. Tengo hambre- rueda los ojos Ki sonriendo.
-Chino, yo no me quejé en tu boda y estabas bastante más vomitivo con Hayo que yo con Thomas- dice Dylan separándome la silla dejando que me siente para después sentarse él en la cabecera.
-Oye, Hayo y yo no fuimos ni la mitad de ñoños en público que tú y Thomas durante tooooda vuestra relación. Nos merecíamos un día como vosotros.
-Déjalo, Dyl. Pura envidia- digo sonriendo.
-Claro, esposo mío- me sonrojo sin acostumbrarme.
-¿Suena para vosotros también como para mí?- pregunto mordiéndome el labio.
-Sí, Tom, pero no tan excitante como a ti- se ríe mi hermana mientras que Dylan y yo enrojecemos.
- Ejem, Dylan, Tom- nos mira Julia alzando una ceja- ¿no se os olvida algo?
Dylan y yo nos miramos sin entender y Dylan se encoge de hombros en respuesta. Vemos a todos mirando para nosotros y seguimos sin entender. Los camareros preparados para repartir la comida pero sin moverse.
-¡El brindis, garlopos!- grita Ki riendo.
-Oh mierda- dice Dylan riendo, se levanta tirando de mi brazo hacia arriba y me levanto con él. Los camareros echan en nuestras copas champán mientras que las de los invitados ya están llenas- bueno- alzo la voz- gracias a todos por venir. Para Tommy y para mí es un honor que esteis hoy con nosotros en un día tan especial. Toda nuestra familia, todos nuestros amigos y toda la gente que amamos. Nos falta gente que no ha podido venir y gente que se fue, pero que desde arriba nos está mirando seguro. Gracias a todos y esperamos veros por muchos años más y poder compartir cada alegría con vosotros.
Miro a Dylan orgulloso de mi marido y alzamos las copas, entrelazamos nuestros brazos y bebemos la copa entera mirándonos a los ojos. Al acabar sonreímos y nos damos un beso lento con el sabor del champán en nuestras bocas.
Nos sentamos a comer mientras sirven toda la comida. Entre bromas y risa acabamos de comer y casi están por poner la tarta.
-Estaba todo muy rico, chicos. Habéis escogido muy bien- nos sonríe Lisa.
-Gracias, Lisa y menos mal que convencí a tu hijo. Que él quería poner nuggets- Tyler (Posey) hace un sonido raro al lado de Dylan y chocan las cinco. Yo ruedo los ojos y me río junto los demás.
-Sois iguales hermanitos raros- me recuesto en mi asiento acomodándome mientras los camareros quitan los platos y van echando champán en todas las copas.
-Cuánto nos amas, Tom- dice Tyler acercándose a darme un beso en la mejilla.
-Yo siempre, Ty. No sé cómo, ni por qué, pero lo hago- río colocándome bien al ver que traen la tarta.
Dylan y yo nos levantamos para hacer la foto. Es costumbre que los novios cojan una espada y hagan como que cortan la tarta para una foto. Después los camareros la cortan para repartirla entre los invitados.
Me coloca justo delante de la tarta sujetando la espada. Dylan detrás de mí, da un beso en mi oreja y agarra la espada justo encima de mis manos, apoya su cabeza en mi hombro sonriendo y mientras el fotógrafo hace fotos nos vamos moviendo y sonriendo hasta que giro mi cabeza un poco para mirarlo y nada más hacerlo, sonreímos. El fotógrafo nos dice que no nos movamos, saca las últimas fotos y un camarero viene a coger la espada y empiezan a cortar y repartir la tarta.
Al acabar Dylan se levanta sonriendo y yo lo miro interrogante. Tiende su mano para que ponga la mía encima.
-Esposo, nos falta el baile- miro para los camareros que están montando una serie de altavoces portátiles enormes y un portátil que supongo tendrá nuestra lista de reproducción escogida. Sonrío recordando la canción. Me levanto con él aceptando su mano.
En medio de estos 10 meses mientras escogíamos esta, nos pusimos a bailar en medio del salón con esta canción sin pensarlo si quiera. Fue cuando decidimos que sería la canción con cuál abriríamos el baile.
Tirando de mí, sonreímos los dos hasta estar cerca de las mesas pero con suficiente espacio para que al acabar la canción haya espacio para que los demás bailen.
*Poner canción en el segundo 23*
Dylan agarra mi cintura nada más empezar las primeras notas. Coloca una mano en mi cintura rodeando mi espalda, mientras que con la otra coge mi mano poniéndola en horizontal. Mi mano de sobra la pongo en su hombro llegándole al otro hombro.
Juntamos nuestras frentes sin poder evitar sonreír.
-Nunca pensé que me creería estas palabra al decirlas, pero... soy el hombre más feliz sobre la faz de la tierra ahora mismo- dice Dylan sonriendo.
-¿Puedo copiarte la frase? Estamos en las mismas.
De reojo veo a Kaya y nuestros amigos de pie mirándonos. Algunos grabando, seguro que para Instagram.
-Puedes solo porque a partir de hoy lo mío es tuyo y lo tuyo es mío. De ahora en adelante y hasta que la muerte nos separe- susurra para acercarse a mis labios lentamente. Sintiéndolo como si fuera el primer beso. Con los labios cosquilleándome por impaciencia y con la música de fondo acorto la poca distancia que quedaba saboreando los labios de mi ahora esposo. ¿Puedo decirlo siempre? Mi esposo. Nos movemos lentamente, casi sin movernos, solo disfrutando de nuestros labios y de estar tan pegados, de estar casados.
Al separarnos escondo mi cara en su cuello respirando su perfume mientras canta en mi oído ese I will be right here waiting for you. Porque es verdad. Vaya a dónde vaya, haga lo que haga voy a estar aquí esperándolo. Amándolo como el primer día.
Antes de acabar la canción nos besamos. Al separarnos sonreímos y vamos de la mano de vuelta a la mesa esperando que ahora salgan los demás, reclamando un poco tiempo para nosotros.
Acabo sentado en el colo de Dylan viendo a Tyler bailar con Kaya y a Cody con Aml, mientras que Hoech y Ki bailan juntos más riendo que bailando.
Pego mi frente a la suya antes de darle un beso.
-¿Me vas a decir ya a dónde nos vamos de luna de miel?- pregunto entre besos y sonriendo. Dylan pone sus manos en mi cintura para pararme sonriendo también.
-No, lo verás cuando estemos allí.
-Te odio- refunfuño sin enfado mientras seguimos besándonos.
-Te amo, esposo- dice Dylan siguiendo cada uno de los besos.
-Yo también te amo, esposo mío- río ligeramente antes de seguir besándonos.
Un buen resumen de lo que resta son bromas, risas y bailes de todo tipo. Seguido de despedidas de todo el mundo dando los regalos, pagando lo que resta y yéndonos a casa en una limusina con las parte de atrás indicado nuestro ''recién casados'' que espera a que cojamos las maletas para llevarnos al avión. Nos cambiamos en la limusina para salir corriendo al avión e ir a donde sea que Dylan haya preparado.
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