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Se alerta a los lectores y a las lectores de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.

Leer bajo responsabilidad propia.

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Narra Thomas

-¿Dónde mierdas está el bacon?- resoplo mirando en la nevera.

-Suele estar en el taper detrás del de jamón- me contesta Dylan sonriendo en bóxers mirando para mí. Se apoya en la puerta sin dejar de sonreír.

Me sonrojo al verlo así y meto mi cabeza en la nevera haciéndole caso.

-Oh, es verdad- río nervioso cogiendo el taper y dirigiéndome a los fuegos.

-Mmm... has hecho tostadas- se acerca a mí poniendo sus manos en mi cadera- y huevos- sube una de sus manos a mi pelo acariciándolo por la nuca. Me estremezco bajo su tacto- y quieres hacer también bacon...- humedece sus labios y los coloca en mi oreja dejando un suave beso bajando hasta el hombro lentamente- ¿hay zumo también?- baja la mano a mi cadera de nuevo y sigue con su ruta de besos justo por encima del borde de la camiseta del pijama hasta mi columna- ¿que es lo que celebramos, Tommy? ¿Que el estreno de ayer fuera un éxito?

-No... No, o sea, quiero de... decir- mierda Dylan, ¿y a estas alturas del partido me pongo nervioso? Enciendo los fuegos poniendo la sartén para los bacons con aceite- pensé que podíamos tener un buen desayuno y después hacer algo.

Evito varios suspiros sintiendo sus manos recorrer mi barriga y mi pelvis. Sigue a lo suyo mordiendo mi oreja.

-Algo- lo noto sonreír en mi hombro mientras muerde la oreja suavemente y me empuja ligeramente contra la encimera- ¿algo como qué?

Intento zafarme de su agarre, pero solo consigo que me aprisione más contra la encimera.

-Dyl...

-¿Mmm...?- junta su cadera con la mía y noto un pequeño bulto en sus pantalones. Santa mier...

-Dyl, no... No podemos... aquí es...- noto un nudo en mi garganta impidiéndome seguir hablando.

-Tommy, quiero hacértelo en la isla. Ahora- me da la vuelta bruscamente presionando su ya duro miembro contra el mío.

-Dyl... es donde comemos, no...- me calla empezando a besarme, mete sus manos debajo de mi camiseta. Intento separarlo para hablar, pero su lengua demanda la mía de atención. Muerde ligeramente mi labio inferior para después seguir a lo suyo dentro de mi boca. Me rindo ante la mordida sintiendo cómo mis piernas tiemblan.

Las manos de Dylan van a los fuegos detrás de mí para apagarlos sin apartar su boca de la mía. Cuando quiero mirar lo que hace intento girar la cara pero con una de sus manos fuera mi mandíbula para mantenerla en el frente. Muerdo su labio tirando hacia mí y nada más separar la sartén del fuego pone sus manos en la parte posterior de mis muslos impulsándome hacia arriba. Nos separamos un segundo para respirar antes de que salte a su cadera besándonos nuevamente.

Me lleva hasta la isla con las manos en mis glúteos apretándolos lo suficiente para que mi entrepierna empiece a reclamar atención, bajo mi cuerpo rozando la suya más que dispuesta. Me sube a la isla y acercando una de las banquetas donde nos sentamos se sube para ponerse encima de mí. Al poner las piernas a cada lado de mi cuerpo tira la banqueta. Me río levantando la cabeza intentando mirar para el suelo.

Dylan solo sonríe mientras acecha lentamente, sentándose en mi entrepierna.

-Mierda, Dylan- gimo mientras noto cómo se restriega contra mi erección. Se queda encima de mí besándome mientras sus manos pasean por mi pantalón, bajándolo hasta las rodillas. Con mis piernas ayudo a que acabe en el suelo junto el bóxer. Sonriendo, Dylan quita mi camiseta y deja un camino de besos de mi boca hasta uno de mis pezones. Al llegar lo muerde ligeramente mientras deja otro camino de besos yendo hasta el otro.

-Oh, Dios...- suspiro mientras me dejo hacer. Sigue durante unos minutos llevándome al borde hasta que siento cómo mi miembro se empieza a humedecer.

Dylan lo nota ya que lo tiene frotándose con el suyo constantemente al moverse mientras me tortura. Bajo su bóxer tirando de su boca hacia la mía.

Dylan suelta un gemido cuando mi mano agarra firmemente su miembro moviéndolo lentamente de arriba a abajo. Acaricia su cabeza para humedecerla bien mientras Dylan solo presiona mis caderas. Lo beso tragando cada uno de los gemidos que se le escapan.

Cuando el líquido preseminal empieza a asomarse, los ojos de Dylan se oscurecen al mirarme. Quito lentamente su mano y agarrándolos por la nuca lo atraigo hacia mí para darle otro beso. Entre medias volvemos con los rozamientos que nos hacen perder el control. Después Dylan separa sus caderas de las mías y rodeo su cintura con mis piernas.

Me penetra lentamente mientras que mis brazos rodean sus hombros apretando su gran espalda, busco su boca con la mía mientras que sigue con las penetraciones, muerdo su labio sin contemplaciones reprimiendo un grito cuando da con la suficiente fuerza.

-Mierda, ahí, Dylan- giro mi cadera buscando la misma posición hasta que da otra estocada encontrando el punto- ahí, ahí... justo ahí- muevo mis caderas contra él a ritmo de sus embestidas.

Nos besamos bebiéndonos cada jadeo y gemido del otro. Acabamos bastantes minutos después gritando el nombre del otro mientras nos corremos a mismo tiempo.

Dylan cae encima de mí y nos abrazamos mientras sale de mi interior. Se acomoda a mi lado en la isla dándonos el frío necesario para bajar la temperatura del cuerpo. Dylan entrelaza nuestros dedos sonriendo. Yo ruedo lo ojos al ver su mirada y después de devolver la sonrisa acerco mis labios a los suyos para besarlo de nuevo.

-CHICOOOOOS, ES HORA DE DESPERTAAAAAR.

-¡MIERDA!- dice Dylan moviéndose bruscamente. Se cae de la isla y yo intentando no reírme me inclino mirando al suelo para ver si se encuentra bien.

-Dylan, cariño, ¿te has hecho daño?- digo conteniendo una carcajada.

-No es gracioso, Tommy. Muévete, es la voz de Ki.

-Oh, mierda- gimo lastimeramente levantándome mientras me visto. Miro la isla manchada y a Dylan poniéndose los bóxer intentando no caerse.

Ki vuelve a gritarnos y a timbrar.

-Ve arriba a ponerte el pijama. Por cierto, ayer te dormiste con él- digo entrecerrando los ojos poniéndome la camiseta- ¿te quedaste en bóxers solo para provocarme y hacerlo en la cocina?

Dyla me mira culpable, pero sonriendo.

-Dios, O'Brien... más te vale correr- lo miro mal mientras cojo papel de cocina para limpiar.

-Te amo- me dice antes de acercase a mí para besarme. Yo resoplo y lo mando con la mirada escaleras arriba. Antes de que se escape de mi mano le doy una nalgada y me guiña un ojo antes de salir.

Resoplo sonriendo dejando todo limpio y los papeles en la basura. Corro hacia la puerta para abrirle a Ki. Le abro con una sonrisa que nada más ver se aparta unos metros.

-Iugh, ¿no podéis follar de noche como las personas normales? Te iba a dar un abrazo, hermano, pero tal y cómo te ves prefiero no hacerlo- dice entrando en la casa evitando tocarme. Cierro la puerta.

¿¡QUÉ!? En mi mente salta rápidamente la idea de estar manchado. Voy hasta la tele mirándome en el reflejo. Limpio de arriba a abajo.

-Mierda, Ki, ¿cómo narices lo sabes? Estoy perfecto.

-Sí, perfectamente despeinado.

-Pudo ser de dormir- me cruzo de brazos mirándolo.

-Sí, ¿los labios rojos, el sudor y las mejillas sonrojadas también son de la cama? Vaya cama, eh, Tom. Vas a tener que decirme dónde la compraste.

Me sonrojo aún más y me desplomo a su lado suspirando.

-Quita- me empuja y me dejo caer en el sofá- pervertido. Siempre follando con Dylan por las esquinas- pone cara de horror mirándome- espero que no lo hicierais donde estoy sentado ahora.

Niego con la cabeza y me acomodo en el sofá poniendo los pies en su colo.

-Dios, te ves reventado.

-Solo a ti se te ocurre venir a estas horas- pongo mi brazo tapando mis ojos reprimiendo una sonrisa- además, normal que esté reventado.

-EH, EH, EH, EH para el carro, Thomas. Ya te dije cuando hablamos por teléfono aquella vez que fuiste a buscar a Dylan al set que no quería saber nada del tema. Además, solo a vosotros se os ocurre montároslo recién levantados. ¿No os da pereza?

-Ninguna- dice Dylan guiñándole un ojo mientras me mueve para ponerse él y dejar mi cabeza caer en su colo. Empieza a acariciarme el pelo mientras le sonríe a Ki.

-Oh, Dios... Y ahora vais a estar ñoños delante de mí como en Cape Town. ¿Por qué tuve que venir solo?- se lamenta mientras se da una palmada en la frente. Yo me río y le empujo las piernas con los pies.

-Porque nos echabas de menos, chino mentiroso- le pico mientras evito ronronear al sentir las caricias de Dylan en mi pelo.

-Coreano, Thomas y... es verdad. Pero no penséis que voy a volverlo a admitir- se ríe mientras se acomoda en el otro extremo- entonces os va bien, ¿no? Os veo bien- sonríe con complicidad.

Nosotros nos miramos y sonreímos automáticamente.

-Nos va muy bien. Hace una semana cumplimos un año de nuestro primer beso y... en un mes hacemos un año- lo miro sorprendido. Ni yo llevaba la cuenta.

-¿Ya? ¿Ya ha pasado un año desde que llegasteis a Cape Town?- pregunta Ki sorprendido.

-Dios, ¿vamos a hacer un año juntos? ¿En serio?- Dylan se ríe mientras sigue con las caricias.

-¿Pensabas que llevábamos más o menos, Tommy?

-Menos, muchas menos- digo sonriendo- se me ha pasado volando.

Me mira con ternura y Ki interrumpe nuestro acercamiento.

-Besos que os incitan a más delante de mí no, por favor- pone las manos delante de sus ojos y yo me río. Nos vuelve a mirar sonriendo- ponedme al día, anda.

Cruza las piernas modo indio y Dyl empieza a contarle todo desde que nos fuimos de Cape Town, de lo que no nos dio tiempo a contarle en Corea.

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