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5 semanas después

-Me he besado con Thomas...- pienso esa noche. No puedo parar de sonreír, es pensarlo y me sale una enorme sonrisa sin poder taparla. A pesar de lo que pasó, después pensar en el tacto de los labios de Thomas es genial. Al día siguiente hubieron demasiado vaciles por parte de Holl, Crystal y los Tylers.

Hoech no paró de decirme lo orgulloso que estaba de mí pero claro... ellos no saben lo que pasó después de ese beso.

(...)

Narra Thomas

Me he besado con Dylan me repito mil veces más después de los muchos besos que nos dimos después del primero. Oí a Dylan con voz ronca, recuerdo cómo pasaba sus manos por mis muslos, cómo su lengua buscaba la mía... tan desesperado como yo por sus besos. Estábamos en medio del pasillo del hotel y nos dio igual.

Así se lo conté a Ki (obviando la segunda parte). Parte de la que me arrepiento como un loco y por la que ahora estoy en el avión camino a Cape Town dispuesto a arreglarlo.

A pesar de que tenía que llegar en unos días después decidí llegar antes para hablar con Dylan y decirle que me gusta, que me vuelve totalmente loco y que lo que hice ese día fue por miedo. Solo por maldito miedo. Decirle que amé con toda mi alma sus besos y que amé ese valor desconocido que se metió en mi cuerpo para decidirme a besarlo.

Por ahora en Cape Town solo están Dexter y Dylan, que llega hoy como yo. Me lo comentó Tyler y por eso he decidido venir antes.

(...)

Narra Dylan

¡Por fin vuelvo a grabar Maze Runner!

Echo de menos ver a Ki, a Kaya, a Dexter, a Gincarlo, a Jacob, a Rosa, a Wes, a James... ¡Y Will! Vuelve nuestro querido Will Poulter, cómo se notó su ausencia en The Scorch Trials.

Y a Thomas... también vuelvo a ver a Thomas y mi corazón se estruja un poquito.

He decidido que voy a tratarlo igual, es mi amigo y lo quiero. Como algo más que un amigo claro, pero tendré que intentar olvidarme de él para que quede solo en un amigo. No voy a echarle nada en cara a pesar de que fuera él quién tomara la iniciativa, quizás se arrepintió, quizás no quiso hacerlo de verdad y fue un impulso movido por sabe dios qué... Quizás sus gemidos eran a causa de que estaba pensando en Bella y todavía no la ha olvidado. Quizás toda nuestra ''química'' es cosa de que por su parte solo hay amistad y confianza de hermanos. No sé, me he preguntado tantas cosas desde ese día cuando me fui de su hotel que ni yo mismo podría contarlas...

Llego con mi padre a Cape Town, me acompaña al hotel donde estuvimos hablando con Dexter . Poniéndonos al día y disfrutando de saber que en nada volveríamos a reunirnos todos. Preguntó por Teen Wolf, por mí y por cómo estaba después del accidente. Es ya por la tarde-noche cuando Dexter se va a su cuarto a descansar y yo voy a despedir a mi padre a la entrada del hotel dónde le esperaba su taxi para el aeropuerto.

-Recuerda, Dylan, por favor. Cuidado, ¿vale? Mantennos informados a tu madre, a Julia y a mí.

-Que sí, papá. Wes lo tiene todo controlado- me mira por unos segundos largos- el doble de controlado que antes- añado.

Me río de su reacción. Lo abrazo durante un rato y al abrir mis ojos para separarme vi a Thomas bajar de un taxi.

Al principio me quedo de piedra porque me dijo que llegaría cuatro días después que yo, ¿por qué está aquí? Aún así, a pesar todo, sonrío. Él siempre me hace sonreír, con cualquier cosa.

Lleva el pelo largo, bien peinado y un chándal gris que le queda genial. ¿Alguna vez vi a Tommy en chándal?

Mi padre nota mi repentina rigidez y se da la vuelta separándose. Mira a Thomas, sonríe y mira para mí.

Debió de ver la estúpida sonrisa que tengo en mi cara.

-¡EH, THOMAS!- le grita mi padre.

Thomas nos mira y sonríe de lado. Se acerca a nosotros y mi padre le da un abrazo.

-¡Cuánto tiempo, Thomas! ¿Que tal estás?

-Muy bien, Patrick. ¿Y tú?

Me armo de valor y me pongo al lado de ellos.

-Hola Tommy- le sonrío y le doy un abrazo. Se queda un poco sorprendido, pero me devuelve el abrazo.

-Hola, Dyl- suspira y noto que medio esconde su cara en mi hombro, no del todo, él es más alto que yo. Suspiro ligeramente yo también y nos dejamos de abrazar, pero seguimos agarrados.

-Chicos, se os ve tan bien juntos- sonríe mi padre. Yo sabía que sospechaban algo de que me gustaba Thomas, pero no podía decir esas cosas así como así delante de él.

-Papá, vas a perder el avión- le sonrío todavía agarrado a Thomas. Tommy también sonríe sin parar de mirar para mí.

-Es verdad. Pasadlo bien, chicos. Disfrutad y no trabajéis demasiado. Recuerda mantenernos informados Dylan, por favor.

-Que sí, papá. Vete, anda. Estaré bien.

-Cuídate, Thomas. Encantado de volver a verte. Ya quedaremos de nuevo para comer todos juntos- le dice mi padre a Thomas mirando para los dos para después guiñar un ojo.

-Igualmente, Patrick. Dale recuerdos a Lisa y a Julia- le sonríe Thomas.

-De tu parte- se despide con la mano y se sube al taxi.

Ya me gustaría estar saliendo con Thomas y que se estuvieran despidiendo como suegro y yerno...

Nos quedamos agarrados mirando para el taxi cada uno en sus pensamientos. ¿Por qué no se aleja?

-Dyl, te eché de menos- dice Thomas volviendo a abrazarme.

Abro la boca para decir algo pero me callo y respondo al abrazo. No soy capaz de reprocharle nada. Amigos dijiste, Dylan.

-Vamos para dentro, Tommy...- le logro decir.

Vamos hasta el mostrador donde le dan la llave de la habitación y el número de esta. Caminamos todo el rato en silencio. Del mostrador al ascensor y del ascensor a la habitación donde dejamos todo. Me dispongo a irme viendo que no diremos nada cuando Thomas cierra la puerta con llave y la guarda en su bolsillo.

-Dyl, ¿por qué no me odias?- tiene la voz horrible.

Trago saliva.

-¿Cómo te voy a odiar Tommy? No sería capaz- respondo nervioso.

-Por lo que hice ese día, de verdad yo no... Yo no quería...

-Tommy, me da igual lo de ese día- lo interrumpo- no me da igual todo, pero me da igual tu reacción. Es normal, supongo.

-Quiero hablar del tema, quiero pedirte perdón, quiero decirte tantas cosas...- se sienta en la cama destrozado.

-Oye, Tommy. Eres mi amigo, no necesito nada de eso. Te necesito aquí, conmigo. Haciéndome reír como Ki, como Kaya, como Dexter...

-No lo entiendes, Dyl... Nunca lo has entendido- suspira.

Sentir los labios de Thomas con los míos es estar en el maldito cielo. Tienen un sabor salado que me engancha, que hace que no pueda despegarme de sus labios por más de cinco segundos. Los necesarios para respirar de vez en cuando.

Su piel es tan suave como siempre pensé.

Llevamos cinco minutos besándonos en el pasillo de su habitación. Solo ha pasado una señora que al vernos aceleró el paso para entrar en su habitación. Tommy y yo nos reímos en lo que seguíamos besándonos. Mis manos recorren su torso debajo de su camiseta, pasaban a sus muslos haciendo que saltase a mis caderas pero en lugar de saltar, Thomas solo se elevaba un poco haciendo fricción entre nuestros pantalones y provocando que gimiéramos los dos en bajo.

-Espera, Dyl. Para- dice Thomas de repente.

-¿Qué pasa, Tommy?- le pregunto extrañado jadeando un poco. Por fin sé que me corresponde, que Tyler tenía razón, que a Thomas le gusto y que podremos estar juntos.

-No puedo, yo... lo siento- con esto se aleja de mí y me quedo mirando para él.

-Pero, ¿Tommy? ¿Qué es lo que...?- ¿se puede saber que coño había pasado? Antes de poder terminar la frase veo cómo se mete corriendo en su habitación. Una lágrima rebelde sale de mis ojos y la quito enseguida de mi mejilla.

-¡Tommy! ¿Qué pasa?- grito aporreando su puerta. Me quedo diez minutos llamándolo y no responde. No entiendo cómo iba todo tan bien para después estropearse de esta manera...

-Tenía miedo, Dyl... tengo miedo ahora y tenía miedo en el avión. Me vine días antes para hablar contigo y estaba temblando tanto que no sabría si sería capaz de explicarme...

-¿Miedo? ¿Miedo a qué, Tommy?

-Miedo a quererte Dylan. MALDITA SEA. Miedo a quererte tanto como te quiero. Miedo a perderte. Miedo a decirte que te quiero y que te alejes de mí porque no sientes nada. Miedo a decirte que estoy enamorado de ti y que llevo estándolo desde el primer momento que te vi. Miedo a que, si algún día me correspondieses, de fallarte. Miedo de que saliera mal y por eso perderte. Siempre miedo a perderte y a sentir cómo esto va a más- señala con los brazos todo lo que hay a nuestro alrededor. ¿Puede ser que mi corazón esté yendo tan rápido que me vaya a salir del pecho? De repente se levanta y se acerca a mí, yo retrocedo hasta que me empotra contra la puerta. Mi corazón se para por un momento para acabar escucharlo latir con más fuerza que antes- no tienes ni idea de lo que es verte y aguantarme las ganas de comerte a besos. Y después torturarme en soledad. Recordándome que te lo debería decir y luego echándome atrás por miedo- estábamos a escasos centímetros- por eso me alejé de ti aquel día, por miedo, por maldito miedo. Y por eso no te beso ahora, por el maldito miedo.

Con una mano cojo sus mejillas para que me mire a los ojos. Con la otra, le cojo de la mano y empiezo a acariciar su mano con el pulgar. Cuando lo veo más tranquilo le cojo la otra mano abandonando sus mejillas. Seguimos estando a centímetros y él respira entrecortadamente.

-¿Por qué no creamos Dylmas?- le pregunto simplemente después de estar un rato en silencio.

-¿No tenemos ya bastante con ocuparnos de Newtmas?- medio sonríe.

-De ti nunca tendré bastante, Newt.

-Tengo miedo- suspira.

-Ya me encargaré yo de que no lo tengas.

Y como si de una cámara lenta se tratase me acerco muy lentamente a sus labios, sonriendo a medio camino notando que ha dejado de respirar hasta juntarnos.

Antes de juntar nuestros labios de todo pongo mis manos en su cintura y le apego más a mí. Ahora sí sonrío y junto de todo mis labios con los suyos llevándome nuevamente al mismísimo cielo.

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