48
Se alerta a los lectores y a las lectores de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.
Leer bajo responsabilidad propia.
----------------------
Narra Thomas
-Buenos días, mi amor- escucho una suave voz antes de abrir mis ojos. Noto un repentino bulto a mi lado abrazándome por la espalda. Noto su sonrisa en mi nuca y sonrío.
-¿Qué haces aquí?- pregunto dándome la vuelta y refugiándome en su pecho.
-Pueeeees madrugué por ti, puse tu dirección en Google Maps y le pedí permiso a tu madre para prepararte el desayuno- agarrando mi barbilla me da un dulce beso en los labios- hablando del desayuno. Te va a enfriar, Tommy.
-¿Se puede saber a que hora saliste de casa si son...?- miro en mi móvil la hora- ¿¡¡las 7 de la mañana!!?
-Mmm... cinco y media creo- mete su mano debajo de mi camiseta ronroneando.
-¿Has caminado hora y media para venir a verme antes de despertar y darme el desayuno?- pregunto sin creérmelo- espera, ¿tu hotel está cerca de la casa de Will?
-Bueno, una hora. Ponle que me llevó unos 15 minutos hacer el desayuno, estuve 5 minutos hablando con tu familia y otros 5 viéndote dormir. Y sí, Will me llevó ayer en coche.
Me pongo encima de él bruscamente profundizando un buen beso.
-Dios, dime que te puedo comer en lugar del desayuno- susurro en sus labios. Dylan se ríe dejándose hacer.
-No creo que quieras, te he hecho desayuno inglés. Se te van a enfriar los huevos, el bacon, el té y las tostadas.
-A la mierda el desayuno- me coloco bien encima de su cadera empezando a morder su cuello levemente, me restriego lentamente por su entrepierna. Sus manos van automáticamente a mi cadera para intentar después de unos segundos, apartarme de él.
-Tommy. El desayuno, tus padres...
-Dylan- me mira directamente a los ojos y le sonrío con ternura- cállate.
Lo beso antes de que pueda seguir protestando. Meto mi mano debajo de su camiseta acariciando su estómago, se estremece debajo de mí y paso mis manos a su pantalón mientras que profundizo un poco más el beso. Mientras lo desabrocho y bajo unos centímetros su pantalón noto como su erección crece en su bóxer.
Se encarga de pasar sus manos por mi pelo dándome caricias lentas. Ronroneo mientras seguimos besándonos, levanto ligeramente mi cuerpo para bajarle los pantalones hasta la rodilla.
-¿Estoy muy enfermo si quiero hacerlo contigo en mi cama de cuando era niño?- pregunto desesperado mientras intento quitarle la camiseta.
-No- ríe Dylan- lo habrás hecho aquí con Bella muchas veces.
Me paro mirándolo fijamente. Me atrae más a su entrepierna. La temperatura empieza a ascender más rápido de lo que pensaba.
-Bella y yo nunca lo hicimos en esta casa. Tampoco lo hice tantas veces con ella como piensas. No es que fuéramos conejos, mucho menos después de conocerte y de tener eso con Will.
-¿Y dónde está mi baby Trombone?- pregunta sonriendo quitándome la camiseta y empezando a dar besos por mi estómago.
Reprimo algunos jadeos mientras acaricio sus hombros.
-Digamos que el mote empezó a ser real cuando te conocí.
-Entonces sí estás enfermo.
Ríe a carcajadas antes de meter su mano dentro de mi pantalón del pijama. Me lo baja un poco junto el bóxer y empezamos a restregarnos el uno con el otro entre besos y risas, rodando por la cama.
Acaricia mi miembro lentamente mientras humedece mi cuello con su saliva, sin poder reprimirlo suelto un suspiro. Sus labios succionan la parte inferior de mi cuello.
-Más te vale no hacer ruido, Trombone. Tu padre me da miedo cuando se pone serio- susurra Dylan mientras sube de mi cuello hasta mi boca.
-Eh, tranquilo. Aquí no se permite tener armas en casa- sonrío mientras me pongo encima de su pene provocándolo. Bajo su bóxer hasta las rodillas como el vaquero y después de restregarnos un poco más, el sudor se hace presente haciendo que la temperatura aumente más.
Dylan suelta un pequeño gemido.
-Shh... que no te escuchen mis padres, Dyl- me río de él mientras me pongo encima de su miembro erecto.
-Tommy, no me...
Lo callo con un beso bajando lentamente por su miembro.
-Joder- suspira al separar nuestras bocas.
-¿Puedo decir que lo mismo?- me paro un momento antes de llegar a la base.
-Uff... ahora puedes decir lo que te de la gana, Tommy- agarra mi cadera acariciándola y apoya su espalda en la pared- que pena que no tengas cabecero.
Me dejo caer del todo nada más cierra la boca. La cuál tapo inmediatamente evitando su grito. Me muerdo el labio mientras empiezo a subir a bajar tortuosamente.
-Dios...- suspiro mientras sigo con el mismo ritmo- no sabes lo mucho que me gusta sentirte dentro, Dyl.
-Tú no... tú no te quedas atrás precisamente- jadea mientras atrae mi nuca a su rostro para besarnos. Mientras nuestras lenguas se pelean yo acelero un poco las subidas y las bajadas.
-Mierda, Tommy...- reprime un gemido.
-Shh, Dyl. Aquí solo estamos hablando y desayunando- acelero un poco más. Si pudiese estallar creo que estallaría ahora mismo. Impulsa su cadera hacia arriba para ir acorde con mis bajadas, levanta la cadera hacia arriba necesitado.
-Me cago en D...
-Eh, eh, Dyl- sonrío para molestarlo.
Vuelvo a besarlo para calmarlo, pero solo me provoca para seguir más rápido. Nos quedamos en silencio. En la habitación solo se escuchan leves gemidos y repetidos jadeos.
Sin masturbarme, me corro en el estómago de Dylan a la vez que él se corre en mi interior llenándome y haciendo que los dos soltemos un gran suspiro. Limpio de su estómago el semen con un pañuelo. Me levanto poniéndome bien el bóxer y el pantalón, para tirarlo a la papelera de la habitación.
Tengo que recordarme quitarlo de ahí al irnos y meterlo en el contenedor de la calle.
Abro la persiana y la ventana para que se ventile la habitación. Veo a Dylan vestirse para meterse de nuevo en cama. Me sonríe colocando las sábanas. Toca el té y casi las tostadas.
-Te dije que te enfriaría.
-Tomarlo frío ha merecido la pena- la sonrisa de Dylan parece la de un niño en navidad.
-Vístete provocador- me tira la camiseta del pijama y me la pongo mientras me meto en cama apoyando la mitad de mi cuerpo en el suyo. Coloca la bandeja en mis piernas y me da un beso antes de dejarme comer.
Al acabar, después muchas risas y bromas, me visto bajo la atenta mirada de Dylan. Nos quedamos en cama como otra hora solo besándonos antes de bajar con mi madre y Ava. Mi padre ya salió a trabajar.
Nada más entrar en la cocina veo a mi madre y a Ava sonreír al teléfono. Al vernos entrar, mi madre le quita seria el teléfono a Ava y pulsa no sé qué. Ava nos mira y sonríe radiante, le arrebata el teléfono a mamá y susurra algo.
-Buenos días- dice Dylan sonriendo. Me doy una palmada en la frente.
-Buenos días, mamá- me acerco a darle un beso mientras Dylan se siente junto Ava- buenos días, Ava- le digo dándole un beso en le frente.
-Confirmado 100%, Julia. Tienen cara y Dylan no para de sonreír.
Se escuchan las carcajadas de Julia que pide que a Ava que ponga el altavoz. Dylan mira sorprendido a Ava.
-Hola, hermanito- se escucha claramente su voz forzada para sonar pervertida- ¿que tal el desayuno?
Lo pregunta lentamente mientras que mi madre toma un poco de su café sonriendo.
-Mmm.. bueno, yo... yo desayuné en el hotel- mira de reojo a mi madre nervioso. Miro a mis dos mujeres que están a punto de echarse a reír y ruedo los ojos yendo junto Dylan.
Lo abrazo por los hombros mientras espero que la cafetera acabe. Necesito un café a parte del té si quiero enfrentar el día.
-¿Y no desayunaste dos veces ni nada?
-¿Tú que tal con lo que te hizo Dylan, Tom?- pregunta Ava con la misma sonrisa pervertida.
Resoplo mirándolas a las dos. Mi madre solo se encoge de hombros cómo diciendo... Han sido ellas.
-El mejor de mi vida- digo lentamente para después sonreír radiante.
Las tres se echan a reír y Dylan se sonroja.
-Joder, Dylan. Pensaba que no serías capaz- ríe Julia- solo a ti se te ocurre hacerlo en casa de tus suegros con todos recién levantados.
-¡JULIA!- Dylan está más sonrojado que antes y baja la cabeza avergonzado.
-Ni Julia, ni nada, hijo. Me has hecho perder 50$ contra Ava. Y, ¡oh Thomas! ¿Por qué te dejaste?
Sé que Dylan lo está pasando mal, pero yo tengo bastante confianza con mi madre y con Ava.
-No sé si te has fijado bien en tu hermano, Julia. Pero nadie en su sano juicio se negaría.
Ava se ríe y asiente.
-Punto para mi hermano, Julia.
-Dejad de hablar de esto, chicas. Es incómodo para Dyl- digo sentándome a su lado.
-Bien que te...- comienza Julia.
-JULIA, POR FAVOR- grita Dylan alterado.
-Eh, tranquilo. No te preocupes, Dyl- acaricio su pierna lentamente y se calma rápidamente.
Sonrío.
-Mi madre no tiene problemas y Ava y Julia ya conocen esas cosas.
Mi madre sonríe y se levanta para darle un beso en la mejilla a Dylan.
-Mientras cuides con tu vida a Thomas todo está bien, Dylan. Y sé que lo harás- se dirigía a la nevera hasta que timbran y extrañada va hacia la puerta.
Termino el café rápidamente y dejo al taza en el fregadero. Agarro por el brazo a Ava y de la mano a Dylan llevándolos al salón.
Arreglo un poco a Dylan, vino antes de lo esperado. Él se ríe mirándome con ternura.
-No me mires así, intento pei...
-THOMAS- me grita una voz al entrar en el salón.
-JOHN- voy hacia él para abrazarlo.
Dylan está petrificado. Voy hasta él, lo agarro de la mano y lo coloco delante de él.
-Tommy...- susurra- dime que el que está delante de mí no es Hugh Grant.
Yo me río y le sonrío feliz.
-Dylan, este es John. John, este es el famoso Dylan.
-Hugh John Mungo Grant. A tu servicio, Dylan. He oído demasiado sobre ti todo estos años. Me alegra conocerte por fin- lo abrazo con fuerza mientras Dylan sigue algo descolocado.
-Ya que mi padre te impone, espero que mi segundo padre no lo haga. Lo sabe todo sobre nosotros, es como mi confidente.
-Y no sabes cómo me alegré cuando me llamó aquel día en el hotel cuando me dijo que os habíais besado. Por cierto, llámame John. Mark ya te hizo la broma de ponerse ''padre serio'', ¿eh? Lleva bastante diciéndome que quería bromear con ser el suegro difícil cuando vinieses con Thomas. Pero te adora.
-Pero, ¿que haces aquí, John?- pregunta mi madre sonriéndole. Yo cojo de la mano a Dylan mientras sonrío. Lo atraigo al sofá conmigo.
-Pues, aquí tu bebé presente, me llamó ayer bien entrada la noche diciendo que viniese sobre las doce para ver una cosa muy importante- pincha a Thomas en el estómago al sentarse a su lado- claro, que no me dijo que sería una persona. Habría adivinado que era Dylan- dice con algo de altanería.
Me río porque es verdad. Lo habría adivinado.
-Me alegra que por fin hayas podido venir. Nos vamos hoy para llegar a Los Ángeles de noche, así llegamos allí y podemos meternos en cama directamente y no trastocar el horario.
Eso me dijo Dylan ayer y estuve bastante de acuerdo.
Echo de menos mi casa. Nuestra casa.
-¿Ya esta noche?- su cara se ve triste- creí que iba a disfrutar más de conocer a Dylan. He visto algunas de tus películas y tienes un talento enorme, chico. Vas a llegar muy lejos.
-Muchas gracias, John- responde Dylan emocionado.
Se sonríen entre ellos y mientras mi madre ofrece algo de beber, John empieza a contar anécdotas de cuando grabamos Love Actually haciéndome sonrojar y quedar en vergüenza delante de Dylan. Quien se ríe, comenta cosas y me da besos en la mejilla.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top