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Se alerta a los lectores y a las lectoras de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.
Leer bajo responsabilidad propia.
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Narra Thomas
¿Por qué si está conmigo dejo de ser tan fuerte? Soy tan vulnerable a su lado...
Tener sus manos acariciando mis muslos no es tampoco la mejor manera de defenderme pero no puedo evitarlo. Él puede conmigo.
-Tommy- gime en mi oído mientras me pega más a la pared. Yo suspiro.
Me rodea la cintura con sus brazos intentando levantarme pero en lugar de hacer eso me lleva a la cama. Nos quedamos a los pies sin caernos, quita mi camiseta con fuerza y la tira por la habitación para comenzar a darme besos por el cuello y el torso. Hasta que llega al borde del pantalón, se levanta y poniéndose detrás de mí, me tira a la cama.
Se pone encima y mientras nos besamos se restriega un poco contra mi cuerpo. Sus besos son tan adictivos... De verdad quiero pensar que no me utiliza que es verdad cuando me decía que me quería y que todavía lo hace.
-¿Que te pasa, Tommy? No estás haciendo nada- sonríe y me vuelve a besar. Mete su mano en mis pantalones toqueteando mi entrepierna y ahí es cuando dejo de pensar que esto me va a doler más allá de lo físico.
Tomo cartas en el asunto y quito su camiseta recorriendo su torso desnudo. Está más fuerte desde que grabó American Assassin... Bendita película. Lo agarro del pelo y lo beso con fuerza haciendo que se deje hacer y poder ponerlo debajo de mí.
Le quito el pantalón con fuerza y lo escucho gemir. Empiezo a darle besos por todo su cuerpo hasta llegar al bóxer que quito también rápidamente y cojo su miembro entre mis manos. Subo a besarlo. Lo masajeo un poco mientras Dylan jadea y suspira, me araña un poco la espalda.
Baja sus manos a mi pantalón y lo desabrocha con torpeza. Veo que sus manos tiemblan, pero ignoro el por qué. La excitación, supongo.
-Te he echado demasiado de menos, Tommy. Besarte, tocar tu piel...- me susurra mientras baja mi bóxer.
Yo no digo nada, me limito a disfrutar de estar con él.
Me coloca debajo de él. Me doy cuenta de que lo hago con desgana. En cambio él está tan excitado como siempre.
-Vamos a cambiar esto- le digo más para mí que para él. Me mira un poco extrañado pero toda duda desaparece cuando lo beso y lo toco. Pone sus manos en mi culo y lo aprieta haciendo fricción entre nuestros miembros. Suelto un gemido y abro un poco las piernas.
Dylan sonríe.
-¿Quieres preparación?
-Paso, no lo necesito. Hazlo ya.
-De acuerdo, Tommy. Pues prepárate.
-Oh, vamos, Dylan. Hemos follado muchas veces, ¿quieres meterla ya?
Dylan suelta una carcajada y roza su pene con mi entrada. Para por un momento para ponerse el condón.
Suelto un gemido cuando noto que entra. Lo hace poco a poco agarrando mis caderas, va entrando muy poco a poco dentro de mí. Se pasa así metiendo y sacando su miembro de dentro de mí por unos largos minutos en los que gemimos y nos besamos. Siento una de esas corrientes eléctricas que tanto extrañaba cuando entrelaza nuestros dedos y me da un beso dulce mientras me penetra un poco más.
-Más- susurro reprimiendo uno de mis gemidos.
-¿Que dijiste, Newt?- me pregunta sonriendo y afianzando nuestros dedos.
-Que quiero más. Ve más rápido.
-Tus deseos son órdenes- sigue sonriendo y me besa. Con la mano que le sobra, agarra mi pene y empieza a masturbarme. Aumenta de velocidad y con ello aumento el volumen de mis gemidos.
-DYLAN- le grito de placer- mierda...
Dylan ni se molesta en contestarme sigue a lo suyo aumentando todavía un poco la velocidad así como aumentos nuestros gemidos.
-Dylan, me voy a correr- le digo después de un buen apartando su mano de mi miembro.
-Yo también- jadea y vuelve su mano a mi pene.
Varios minutos después nos corremos a la vez y caemos rendidos uno al lado del otro.
Se acerca a mí y mientras me agarra por la cadera acercándome a él me da un beso en el cuello, me doy la vuelta para quedar cara a cara y viendo esa sonrisa se me olvida todo por un momento. Se me olvida Britt, se me olvida sentir que me utiliza, se me olvida hasta respirar.
Mira fijamente mis ojos sonriendo mientras me acaricia y se acerca a mí lentamente dándome un beso largo y suave. Cuando nos separamos, abro los ojos medio drogado por el beso. Porque al fin y al cabo solo él provoca esto en mí.
Pero la magia se acabó.
Veo como me da otro beso en los labios corto y uno en la frente. Me tapo con la sábanas para incorporarme y lo miro.
-¿Qué pasa? ¿No te vas a quedar?- pregunto mientras lo veo vestirme. Siempre nos quedamos abrazados para después repetir o, raramente, irnos a dormir.
-Sí. Verás, Tommy... es que quedé con Britt para ir a dar un paseo- dijo esto sin mirarme y noto cómo algo se rompe dentro de mí.
¿Qué pensabas, Thomas? ¿Que se quedaría a dormir contigo teniendo a Britt?
-¿A las doce de la noche?- lo miro extrañado intentando controlar mi voz para que no se quiebre.
-Sí... dice que... bueno, que quiere ir a ver las estrellas.
A ver las estrellas... Mi corazón se encoge al escuchar a mi ''novio''.
Me quedo callado y serio mirando cómo mi novio, después de acostarnos juntos, se está vistiendo para irse con Britt. A ver las estrellas. ¿No le vale verlas sola desde la terraza?
-¿No te podrías quedar un poco más?-pregunto. Mierda ya se me ha quebrado un poco la voz. ¿Por qué te arrastras Thomas? No quieres darle pena.
Él me mira con pena. Sé la respuesta, pero quiero escucharla de sus propios labios. Se queda callado un buen rato atándose las deportivas y se acerca a mí por su lado para subirse a la cama y quedar a mi lado.
-No. De verdad lo siento, Tommy- me responde con pena- ¿nos vemos mañana? Podríamos repetir lo de hoy. Estuvo muy bien.
Nunca me sentí tan vacío después de tener un orgasmo. Todo el éxtasis que viene con el se esfumó al ver a Dylan vestirse.
Podríamos repetir lo de hoy. Estuvo muy bien... Ni un te quiero me ha dicho, pero claro, puedes ignorarme y venir solo a follar conmigo mientras estás con tu ex novia. Porque no quieres a tu novio.
Pero no soy capaz de decir eso. Solo sonrío levemente y asiento deseando que se vaya. Saco de mi mesilla un calzoncillo y me lo pongo. Me levanto hacia el baño y me encierro dentro. Ahí dentro ya no puedo evitar mis lágrimas pero sí reprimo los sollozos para que Dylan no me escuche.
-Tommy...- toca la puerta del baño y espera un rato. A lo mejor espera que le abra, pero la lleva clara- me voy. Mañana hablamos, descansa. Te quiero, mi amor.
Pongo mi puño en mi boca para que no me escuche. Se queda un rato en silencio parado en la puerta hasta que escucho como se va y cierra la puerta de fuera con cuidado.
Sí. Seguro que me quieres, Dylan... Por eso te vas. Para mentirme prefiero que no me digas que me quieres.
Espero unos segundos más y rompo a llorar sin importarme ya que alguien me escuche. Sé que estoy solo y me siento tan mal y tan vacío que nada podrá arreglar esto. Excepto, tal vez él...
Después de un rato tranquilizándome e intentando no pensar en Dylan para no romper a llorar de nuevo. Salgo del baño y cojo mi móvil. Marco su número, es tarde pero sé que contestará.
-Hey, Tom, ¿que tal?- dice un poco adormilado. Por lo menos estamos en la misma zona horaria.
-Te necesito- me vuelvo a romper y las lágrimas brotan de nuevo de mis ojos.
-¡EH, EH, EH, THOMAS! ¿Qué ha pasado? No me asustes.
-Es Dylan.
-¿Tú compañero de trabajo? ¿Él que tanto te gusta? ¿Qué ha hecho? ¿Se ha comprometido con la novia esa que tenía?- no para de hacerme preguntas y necesito respirar.
-Creo que tengo que actualizarte un poco, Jack...
-Y más te vale empezar ya, Thomas Brodie-Sangster. Porque para que tú estés llorando, Dylan ya tuvo que hacer algo grave.
-Mi problema es que lo quiero demasiado, Jack. Lo amo tanto que me duele.
Rompo a llorar de nuevo mientras escucho como Jack intenta consolarme y pidiéndome que le cuente qué ha pasado.
Pero yo por ahora solo puedo llorar.
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