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Se alerta a los lectores y a las lectoras de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.

Leer bajo responsabilidad propia.

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Dejo bajar a Thomas y salimos del ascensor besándonos. Las ganas que tengo de hacer el amor con Thomas están por las nubes.

Chocamos contra la puerta de la habitación de Thomas y nos movemos para la pared besándonos. Mis manos están en su culo apretándolo contra mí.

-Tommy, abre la maldita puerta.

-Dyl, si me quitases un segundo las manos de encima podría. Solo un segundo, lo prometo- sonríe, dejo de besarle el cuello y quito mis manos de su culo.

Viendo su sonrisa me hace sonreír a mí.

-De acuerdo. Vamos, abre- sigo sonriendo y me aparto de él. Thomas se separa de la pared, saca la llave del bolsillo trasero. Se pone en la puerta y me pego a él por detrás poniendo mis manos alrededor de su cintura.

Thomas suspira al sentirme.

-Ya pasó un segundo, Newtie- le susurró a la oreja y muerdo suavemente su lóbulo- no puedo mantener mis manos apartadas de ti ¿sabes? Creo que me estoy volviendo más loco por ti de lo que pensaba.

Reparto besos por su trapecio hasta su hombro mientras las puerta se abre y nos metemos dentro.

-Ahora espérame en la cama, Dyl. Voy a cerrar todo.

Sonrío y con ansias me acuesto en la cama mientras observo con detenimiento cada movimiento suyo. Cierra la puerta con la llave y pone la llave encima de la mesa que está al lado de la puerta, va hacia la cómoda y cierra los cajones.

-¿Crees que Wes o los chicos se habrán dado cuenta de que estábamos a punto de hacerlo?- pregunto mientras se mete en el baño a mirar todo. Escucho como baja la tapa de váter, cierra todos los cajones y corre la mampara de la bañera. Sale del baño mirando para toda la habitación, cierra la puerta del baño y va hacia las ventanas.

-No lo creo- cierra la terraza y corre las cortinas de la puerta de la terraza. Sigo sin poder parar de sonreír si lo miro- por lo menos Wes. Los chicos está claro que sabían lo que estábamos haciendo.

Lo veo sonreír mientras cierra las ventanas, corre las cortinas y se va hacia el interruptor de las persianas. ¿Es enfermizo que me encante hasta preocupándose por encerrarnos en su cuarto para disfrutar más de nuestra primera vez juntos?

-A lo mejor Rosa sí.

-Es que eres muy escandaloso, Tommy. Pero estás paredes son gruesas y solo estábamos jadeando, dudo que nos escuchara. Aunque tal y cómo los echamos está claro que lo piensan- me río y me apoyo en mi codo mirando para él.

Enciende la luz de la mesilla de mi lado y mira por toda la habitación.

-¡Por fin! Todo cerrado y ordenado- suspira y sonríe mirando para mí- ¿por dónde íbamos tú y yo?

-Por la parte en la que en lugar de tomar tantas precauciones, buscabas el condón mientras le envío un mensaje a Kaya de que no nos interrumpan ni aunque se esté acabando el mundo- sonreímos y se acerca a mí. Se agacha un poco para darme un beso y va hacia el baño para buscar el condón.

Kaya, por lo que más queráis en este mundo. Ni se os ocurra molestarnos. Y si Wes nos busca le decís que estamos enfermos, podridos o muriéndonos
Yo que sé. Pero que ni se acerque a nuestro pasillo.
A la próxima persona que nos moleste lo o la rajo a trocitos. Besos:)

Pongo el móvil en la mesilla y Thomas sale del baño con la caja de condones que deja en el lado izquierdo de la cama y se acuesta a mi lado. Mi móvil suena y se coloca a mi lado leyendo la conversación.

Okay, Dylan. Nadie os molestará, tranquilo. Gracias por los besos pero dáselos a Thomas<3
Nos vemos. No rompas mucho a nuestro pequeño rubio. ¡Cuidado con los gritos y pasadlo bien!

Tranquila. Ni se me ocurriría dañarlo y ¡oh! Lo haremos, créeme.

Apago el móvil y lo meto en el cajón de la mesilla.

-Tommy, dame tu móvil. Tienes cualquier aparato electrónico desconectado, ¿verdad?

Si él toma sus precauciones, yo tomo las mías. Y los móviles suelen sonar en el peor momento.

-El que hablaba de mis precauciones- ríe y me da su móvil. Se pega a mí y me da un beso en la oreja- Dyl...- susurra poniendo una de sus manos en mi barriga. Meto su móvil apagado con el mío y me doy la vuelta para mirarlo.

-Ya está, ¿vale? A mí también me estaba carcomiendo la espera- miro sus ojos que brillan con más intensidad que nunca- te quiero, Newtie.

-Y yo a ti, Tommy.

Sonreímos y me acerco más a él.

Sin querer, rozo su entrepierna con mi pierna y suelto una pequeña carcajada al ver cómo se estremece.

Lo beso inmediatamente con dulzura hasta que noto que el mismo beso está subiendo de tono. Noto las manos de Thomas en mis abdominales debajo de mi camisa y las mías viajan hacia su espalda recorriendo cada centímetro de ella. Juego un poco con la parte baja de su camiseta durante unos segundos mientras nos besamos. Cuando noto que Thomas aprieta mis pezones con las manos, gimo un poco y lo pongo debajo de mí.

Sonrío y le quito la camiseta con brusquedad. Lo beso con fuerza ocupando jugando bruscamente con su lengua que responde de la misma manera.

Todo empieza a aumentar de velocidad y la temperatura se eleva tan rápidamente como nuestras respiraciones se aceleran. Paso mis labios por todo su pecho mordiendo, lamiendo y besando sus pezones. Mojo mis labios y los paso por todo su pecho bajando hasta su estómago, sigo hasta su ombligo y me paro en la zona del pantalón dejando un leve chupón en su cadera. Arquea su espalda con un deje de gemido.

Vuelvo a su boca para besarlo y Thomas intenta meter su lengua para dominarme pero no le dejo.

Bajo mi cabeza para volver a besar cada centímetro que se asoma por esa parte de su pantalón. Tommy empieza a jadear y sus jadeos se mezclan con la respiración entrecortada de los dos.

Me siento encima de su cadera rozando su miembro con mi culo. Noto como empieza a crecer y me restriego un poco.

-Dyl, por favor...- susurra Thomas con los ojos cerrados y agarrando las sábanas fuertemente con las manos. Me inclino y le quito las manos de las sábanas.

-Te vas a hacer daño, bebé- pongo las manos en mi cadera y vuelvo a ponerme encima de su miembro. Se arquea y me acuesto encima de él. Quita mi camiseta bruscamente y me pone debajo de él.

Sin decir nada, desabrocha mi pantalón. Tiene problemas para quitármelo del todo y me río por su torpeza.

-Te ayudo cariño- sonrío y me siento para quitármelo del todo. Thomas me mira sonriendo y vuelve a ponerse encima de mí.

-Ahora ya puedo solo. Gracias, Dyl- sonriendo empieza a besar mi cuello y suspiro.

Intento no gemir notando que deja un chupón en el lateral de mi cuello.

Baja por mi pecho hasta mi bóxer y juega con él. Le agarro el pelo y doy suaves caricias en su cabeza enredando mis dedos. Sube hasta mi boca para besarme con vehemencia y rozando cada parte de su cuerpo con la mía. Pongo mis manos en su espalda y bajo hasta su pantalón.

Meto mis manos debajo y aprieto su culo. Cuelo mi lengua en su boca haciéndole reprimir un gemido y paso para las manos para delante. Las quito del pantalón, le desabrocho el cinturón y el pantalón. Me pongo encima de él y se lo quito entero con fuerza. Los dos jadeamos sintiendo piel con piel. Por fin estamos los dos en bóxer. Palpo completamente su erección contra la mía.

-¿Estás listo, Tommy? Primero te relajaré un poco- alargo mi mano para coger un condón de la caja pero Thomas alcanza uno que ya tenía en la mano.

Sonrío y lo libero de su bóxer. Me quedo por un momento sin respiración mirándolo embobado. ¿Por qué tiene que ser tan perfecto? Mis ojos van hacia los suyos que solo miran para mi bóxer con deseo. Me acerco a sus labios dándole un beso lento. Sus manos van hasta mi bóxer que bajan lentamente por las piernas.

Cuando va por las rodillas, yo mismo me lo quito con ayuda de mis pies. Enredo mis manos en su pelo y suspiramos entre los roces de nuestras erecciones.

Una gota de sudor cae por mi frente y me doy cuenta que los dos estamos totalmente excitados y algo sudados sin haber empezado siquiera.

Bajo mi mano hasta su miembro y lo agarro con firmeza. Noto que Thomas deja de respirar por unos segundos y junto rápidamente mi boca con la suya.

Jugando con nuestras lenguas, empiezo a masajear poco a poco su miembro. Enredamos nuestras piernas e intentamos pegarnos más de lo que podemos realmente. No queda ni un milímetro de espacio entre nuestras pieles. Después de masajearlo un poco y viendo que mi miembro solo con sus reacciones ya está más que erecto me siento en sus piernas haciendo que nuestros miembros choquen de nuevo y soltamos los dos un gemido.

Abro el condón con cuidado de no romperlo y lo desenrollo. Le quito el aire y lo pongo en mi pene con cuidado. Miro para Thomas que no aleja los ojos de mí. A parte de su brillo habitual cuando nos miramos puedo ver un brillo de deseo.

-Allá vamos, Tommy- le digo para que se prepare- primero probamos una postura y luego si quieres cambiamos con cuidado, ¿de acuerdo? No quiero hacerte daño- le acaricio la mejilla y asiente.

-Hazlo ya, Dyl. Por favor. No aguanto más sin tenerte dentro.

Enrojezco por sus palabras tan directas.

-Tranquilo, bebé. Ya voy, hagámoslo lento- le sonrío- chupa mis dedos.

Pongo tres dedos en su boca para que los chupe durante unos segundos.

-Ya está- se los quito de la boca y abro más sus piernas. Las pongo a cada lado de mi cadera y las cruza en mi espalda pegándome más a él y arqueándose.

Comienzo con un dedo que meto poco a poco. Espero unos segundos y lo muevo. Hago lo mismo con el segundo esperando menos, pero abriéndolo poco a poco. Paro para dar un par de estocadas.

Segundos después meto un tercer dedo en su entrada haciendo lo mismo. Moviéndolos lentamente y abriéndolos en tijera. Doy otras pocas estocadas leves con los dedos

-¿Vas bien, Tommy?

-Dyl, bastante bien. Deja de preocuparte y métela ya- me río por su reacción y me reclino sobre él.

-De acuerdo- sonrío. Tan pegados como estamos lo beso y saco mis dedos.

Alineo mi pene contra su entrada y después de rozarla un rato empiezo a penetrarlo con lentitud.

De poco a poco lo penetro más y más. Miro a Thomas pero no veo ni un atisbo de dolor en sus fracciones hasta que ya he metido lo suficiente para empezar.

-¿Quieres que empiece con las estocadas?- le pregunto.

-Sí, por favor. Tengo un poco de dolor pero no es una molestia tan grande. Es más bien algo de escozor.

-De acuerdo.

Empiezo a moverme.

Después de darle un par de besos comienzo con unas estocadas lentas. Pongo mis brazos en mi espalda baja para agarrar sus piernas y me enderezo. Me junto un poco más a Thomas y este suelta un gemido. Levanto sus piernas para dar mejor las estocadas.

Sigo con algunas lentas hasta que voy aumentando de velocidad. Empezamos a gemir sin control con cada aumento de fuerza. Me concentro en que tengo que esperar a Thomas para correrme y en controlar la velocidad. Pero todo eso se me olvida cuando la mano de Thomas coge la mía y la pone en su miembro sintiendo de nuevo su dureza. Empiezo a gritar su nombre notando como mueve sus caderas contra mí y simplemente con cada estocada doy más y más fuerte, gimiendo más y más alto. Se me nubla la vista dando en el punto de Thomas y me olvido de todo. Sigo dándole estocadas sin parar a Thomas escuchando sus constantes gritos con mi nombre.

Muevo mi mano de arriba a abajo por su miembro masajeándolo. Seguimos un buen rato entre gritos y jadeos.

-DYLAN. DYLAN. Me... me voy a correr- grita arañando mi espalda.

-Yo también- respondo con un grito final.

Justo después nos corremos al mismo tiempo y caigo rendido encima de él.

Nos damos un pequeño beso y con un pañuelo me limpio la mano. Lo en la mesilla y salgo de dentro de Thomas. Con un último gemido me acuesto a su lado.

Me quito y cierro el condón. Me levanto a tirarlo juntos el papel a la basura del baño. Me lavo las manos y vuelvo para la cama. Después le propondré ducharnos juntos. Me meto debajo de las sábanas donde ya está Thomas colocado.

Me pongo en el lado derecho mirando a Thomas. Nos damos un beso largo abrazados y nos quedamos así.

-Ha sido genial, Dyl. Gracias por ser tan increíble conmigo. Aunque no tenías por qué ser tan cuidadoso.

-Mira el lado positivo, Tommy. La próxima vez ya no tendré que serlo porque ya no necesitarás toda la preparación ni ir con cuidado.

Nos quedamos todo lo quietos que podemos porque durante un rato estamos estremeciéndonos y jadeando.

Cuando ya casi nos encontramos quietos y simplemente respirando, coloco a Thomas contra mí quedando mirando para la puerta del baño. Mi miembro choca con su culo sin querer y no puedo evitar notar que empieza a ponerse erecto. Thomas lo nota y se da la vuelta.

-¿Que pasa, Dyl? ¿Ya quieres volver a empezar?- me sonríe.

¡Y qué bien me vino la excusa!

-Hombre, ya hemos descansado suficiente, ¿no?- empiezo a dar besos en su cuello subiendo desde su clavícula hasta su boca. Cuando llego a su boca empezamos a devorarnos y su mano va mi miembro. Suelto un jadeo- es que me encantas, Tommy. Cada parte de ti me encanta.

-Ya que te encanto tanto... ¿qué te parece si ahora tomo yo un poco el control?- sonríe y se mete dentro de las sábanas.

Sin tener menor idea de lo que pretende hacer, lo miro hasta que noto que empieza a darme besos por mi pelvis y se me olvida todo.

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