Capítulo veintidós

Estaba de tan malo humor que era capaz de morder todo a su alrededor, estaba deprimido pero el sentimiento de molestia le ganaba a la tristeza.

Ese chico de bonita sonrisa no fue a verlo durante ocho días, y no era sorpresa que llevara los días y las horas contados pues no tenía ganas de ir a los absurdos juegos en el parque con Byul, además no quería ser acosado por esa perra en celo, tenia tiempo de sobra para sentarse frente a la puerta a esperar a Taehyung y contar cada segundo que pasaba.

— ¿Tiene cosas más importantes que venir a verme? —. Su mente no dejaba de torturarlo proyectando los hermosos hoyuelos del pelinegro— Quizás no volverá.

Jk empezó a admitirse a sí mismo que la falta de caricias y los juegos de Taehyung le estaba afectando, de hecho el apetito se le había esfumado y Byul no podía hacer nada para alegrarlo. La idea de no volver a ver al chico de sonrisa bonita le estaba llevando al colapso.

La única opción que tenía era la más arriesgada y peligrosa de entre todas sus alternativas, ir a buscarlo. Definitivamente la peor idea era aquella, salir y saber que habían personas buscándolo era aterrador de algún modo.

El gran dóberman se alzó en sus cuatro patas dirigiéndose al baño, ¿tan desesperado de verlo estaba?

—¿Qué puedo hacer ahora?—. El can se perdió en sus pensamientos sobre la decisión que había tomado.

Él no estaba seguro de porqué tenía la necesidad de verlo, quizás se hizo dependiente de él, posiblemente creó un apego hacia el chico puesto que él lo rescató.

—Jungkook, ¿en serio harás esto?— se preguntó mirando hacia la puerta del baño pues se detuvo antes de adentrarse— No sabes si quiera dónde vive, no conoces la ciudad ni las calles ni mucho menos tienes una idea de dónde puede estar.

Sin poder evitarlo soltó un pequeño gemido, de verdad le entristecía la situación. ¿Qué debía hacer?

.

.

.

—Cariño, ¿me estás escuchando?—, La chica sostuvo el brazo de su novio para llamar la atención del muchacho.  

Taehyung simplemente se detuvo y la miró sonriendo, en realidad no quería pensar si quiera que estaba ignorando a su novia,

—Lo siento, me distraje ¿qué me dijiste?

—¿Estás preocupado por algo? Te noto muy pensativo.

—No, nada de eso, es solo que estaba pensando a dónde ir a almorzar— Soltó una pequeña carcajada y continuó caminando con su novia enganchada a su brazo— Pero ¿qué me decías?

—Sabes que cualquier lugar está bien para mi, no soy exigente— Zarandeó un poco al chico con una sonrisa brillante— Ah, y te decía que mis papás te invitaron a cenar esta noche y que vayas a nuestro día de campo mañana por lo que también quieren que te quedes a dormir ¿estás de acuerdo?

Taehyung no quería negarse a la invitación, no quería tener ese desplante con los papás de Eunji pero tenía un gran pendiente desde hace más de una semana y no quería tardar más, a decir verdad estaba preocupado por un doberman gigante. Byul le había informado que carboncito estaba decaído y no comía ni mucho menos quería su medicina así que eso lo tenía ansioso, tenía que ir a verlo. Pero qué excusa tendría para decirle a su novia que no iría ni hoy ni mañana, definitivamente no tenía una aunque tenía la esperanza de que sus padres se negaran, ellos siempre lo controlan de esa forma, definitivamente ellos eran la solución.

—Oh... por supuesto que me gustaría pero sabes que debo pedirle permiso a mis padres.

—No te preocupes por eso, los míos hablarán con ellos— Sonrió y jaló de su novio para continuar caminando por el pequeño parque que estaba poco transitado con niños al rededor jugando y divirtiéndose— Mañana será genial, ya lo verás, amor.

Taehyung no hizo más que asentir y sonreír a la linda chica entusiasmada. 

Todos estos días ha estado ocupado con sus clases y en citas con su novia cómo lo sugirió su padre, no se quejaba demasiado de pasar tiempo con ella porque disfruta de su compañía, sin embargo, también quería ver a carboncito pero parecía no tener la oportunidad de poder hacerlo. Se resignó, le mandaría un mensaje a Byul más tarde.

.

.

.

—JK, ya llegué!— entró al departamento mirando hacia el suelo buscando las patas peludas del gran can pero su corazón dió un vuelco del puro susto cuando en su lugar vió dos pies humanos frente a ella, el desconocido estaba dándole la espalda.

—¿¿Qué mierda?! ¡¿Quién carajos eres?!—, Gritó soltando las llaves y su bolso para agarrar un florero que estaba cerca de la puerta y retrocedió un paso hacia la entrada haciendo que el chico se exalte y girara hacia ella  —¿Dónde está JK? — recorrió la sala en busca del perro pero no lo encontró. Analizó al chico, llevaba una de sus toallas de la cintura para abajo, la pare superior de su cuerpo estaba desnuda, su cabello era negro, muy negro, llevaba una pequeña cicatriz en su cara y sus ojos... esos ojos— ¿Jungkook?— su voz tembló al pronunciar ese nombre, su tono era de asombro, se quedó sin aliento luego de soltar esa simple palabra.

—Perdón por tomar tu toalla, no pensé en la ropa cuando me transformé— Dijo apenado mirándose a sí mismo.

—Carajo.






feliz navidad y año nuevo atrasados.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top