Capítulo 3 - Llegando a este nuevo mundo
Jenner mostraba lo orgulloso que estaba de lo que había asignado a sus parámetros. Kamiloli se acercó para observar y su sorpresa fue evidente.
Fuerza.
5
Resistencia.
8
Magia.
5
Velocidad.
4
Agilidad.
4
Sentidos.
8
Destreza.
6
Esa distribución era todo lo que menos esperaba. Kamiloli se sintió confundida.
—¿Por qué solo dos parámetros están al máximo? Tienes los suficientes para tener los tres máximos permitidos —peguntó, observando fijamente a Jenner.
—Esta es a mi consideración, la mejor distribución posible dado que estoy en dos grandes desventajas.
—¿Cuáles son?
—La primera, ellos a parte tienen la habilidad que les diste. En segunda, no tengo idea de adónde iré, necesito estar lo mejor preparado. Y por suerte, me has dado la suficiente.
Kamiloli ya no quiso seguir preguntando y solo chasqueo sus dedos. Acto seguido, el cuadro de los parámetros se convirtió en partículas de luz; las cuales envolvieron a Jenner y se unieron a él.
Jenner movía su cuerpo para ver si notaba alguna sensación nueva. Nada parecía haber cambiado, pero estaba seguro de que ya no era el mismo.
—Listo, has adquirido el poder al que equivalen esos parámetros que escogiste. Ahora si Jenner, es momento de partir —dijo Kamiloli, a la vez que hizo un gesto con sus manos.
Jenner notó como su cuerpo comenzaba a desvanecerse lentamente.
—Quiero hacerte una última pregunta antes de irme Kamiloli.
—¡Ya deja de llamarme así! —resopló en señal de molestia—. Pero dime, ¿cuál es?
Por primera vez Jenner se mostró algo nervioso. Aunque perder tiempo era algo que no podía hacer.
—Y-Yo recibí un mensaje de una amiga antes de que sucediera todo esto. Pero dejándo los cuentos, ¿ella me iba a decir lo que creo? —preguntó, rascándose su mejilla.
La pequeña dios sonrió, pues sabía a qué se estaba refiriendo. Como respuesta, ella solo contestó con un «Si».
—Ya veo… Bueno, al menos es reconfortable saber eso. Lástima que no la vuelva a ver.
—Quien sabe —dijo, mientras aún le sonreía a Jenner—. El destino puede darte muchas sorpresas.
Cuando Jenner oyó eso, iba a preguntarle que quería decir con eso. Pero de la nada…
—¿Eh?…
Siendo la misma expresión que hizo cuando llegó a ese lugar «blanco» por así decirlo. Jenner estaba otra vez sorprendido ya que el lugar cambió radicalmente.
Observando a su alrededor. Pareciera que estaba en un bosque. Pero observando mejor, y viendo el terreno; pudo entender dónde se encontraba.
—¿En serio?… ¡¿Me hiciste a aparecer en una montaña?!
***
—Ese chico si que resultó ser alguien interesante.
Kamiloli observaba a Jenner, por medio de una burbuja que flotaba frente a ella. Observó como hacia una rabieta maldiciendo hacia el cielo.
—A mi me pareció un idiota —dijo Dionora tranquilamente.
—Idiota o no. Ese chico es quien más potencial ha mostrado —mencionó Kamiloli, mientras jugaba con uno de sus rizos—. Veámos que logran mis candidatos en ese mundo.
Dionora seguió viendo a Jenner, a través de la burbuja. Ya se notaba algo calmado y comenzaba a explorar la zona.
—¿Ya fueron eliminadas todas la almas desechadas? —preguntó Kamiloli.
—Listo. Se ha completado la eliminación actual de su universo. —La cara de Dionora se tornó triste—. Actualmente, solo este espacio en blanco, esa burbuja visión y yo, somos sus únicas creaciones que aún quedan.
—Bien. —Kamiloli también tuvo una mirada triste, mientras la veia—. Muchas gracias por todo, Dionora.
Kamiloli hizo desaparecer la burbuja en donde veía a Jenner, pero también Dionora comenzó a desaparecer. Ella mostró un rostro lloroso, que hizo que la pequeña dios comenzara a lagrimear un poco. Aún así, Dionora no dejo de mostrar un sonrisa de felicidad, mientras terminó de desaparecer.
—¡¿Ya estás lista, pequeña?!
Una voz chillante y molesta, sonó en el lugar en dónde estaba kamiloli. Ella puso una cara molesta al escucharla.
***
—Esa maldita.
Jenner exploraba la zona en donde estaba. Como no sabía los peligros que podrían haber, decidió no bajar ni subir esta montaña en donde se encontraba. Algo que creía que era bueno, era el hecho que había llegado con su celular y audífonos; así como su mochila, donde tenía su laptop. Como seguridad, decidió guardar su celular y audífonos en su mochila.
Lo increíble era que ahora todo era diferente. Sus sentidos se encontraban a otro nivel. Podía ver, oler, oír, percibir hasta los mimos detalles de su ambiente, le tomó algo tiempo el lograr controlarlos, y poder ignorar todo eso para solo enfocarse en algo.
También ya tenía un buen rato caminando, y no sentía el más mínimo cansancio.
—Veo que eso de los parámetros hicieron lo suyo —dijo, mientras se observaba a sí mismo.
Siguió caminando hasta que llegó a una zona sin árboles. No era un terreno muy grande, pero parecía perfecto para poder pasar la noche ya que había una cueva cerca.
Jenner se acercó a la cueva, y rápidamente sintió algo fuera de lo común. La temperatura aumentaba poco a poco, a medida que se acercaba. Dado que el clima era fresco por la altura a la que estaba en la montaña, ese cambio en la misma si que era algo fuera de lo normal.
Esto significaba dos cosas, pensó. O algo se quemaba dentro de esa cueva, cosa imposible, ya que no se veía luz alguna que indicara la presencia de fuego. O podría ser alguna criatura dado al lugar donde estaba ahora, un mundo de fantasía.
Acercándose lentamente, poco a poco asomó su cabeza para ver el interior de la cueva. No parecía haber señales de alguna criatura, pero tampoco señales de fuego. Por lo que el misterio del por qué la temperatura aumentaba, seguía ahí. ¿Un hechizo? Fue otra posibilidad que entró, aplicando la lógica de un mundo de fantasía.
La duda de entrar o no solo hacia que Jenner estuviera frente a la cueva sin hacer nada.
—Bien, no sabes que habrá ahí adentro —se habló a si mismo—. Pero sé que eres alguien que no le gusta quedarse con la duda. Así que pon tu maldito trasero ahí y descubre que pasa.
Poco a poco comenzó a adentrarse en la cueva. Cada paso era vital para él, y hacía que su corazón se acelerara mas y mas.
Jenner notó que la cueva hacía una pequeña desviación, y cuando vio lo que se encontraba al final de la cueva, una sonrisa nerviosa salió de él.
—Joder, esto no es bueno —Sus ojos hicieron una escaneada a lo que tenía frente a él—. Es grande —dijo, aún más nervioso.
El nervio que tenía no era provocado en sí, por lo que tenía frente a él. Ese nervio se debía al temor de pensar que era lo que cuidaba el inmenso huevo frente a Jenner.
—Creo que el infierno no sonaba tan mal ahora que lo pienso bien —dijo, terminando con una pequeña risa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top