Boku no hero academy no es de mi propiedad. El manda/anime pertenece a Kōhei Horikoshi. Yo solo tomo sus personajes por diversión.

-5-

Ya había pasado un mes desde aquel día... 

En verdad tenía esperanza que todo hubiera sido una broma...

Pero no...Poco a poco  deje de insistirle en quedar. No quería ni entrenar con él... 

En verdad lo que quería era que él me buscara, con su mal genio me recriminará que estuve distante, me enfadaría y le diría "¿eso que te importa?" y él... sin pensar... solo... mediría que porque me quiere.

Viernes y final de la Agotadora semana de exámenes. Solo quería pasar un día tranquilo... ¿a quien quería engañar? Quería que Bakugou le dijera de quedar, después de todo... es lo que hacen los chicos el 14 de marzo cuando han recibido chocolate.

— Por fin sales Usagi.

La voz de su compañero de clase le sacó de sus pensamientos.
Tenía buena relación con todos, aunque no era muy hablador, mentiría si dijera que no le sorprendió. Araki tampoco era de muchas palabras, pero ahí le tenía, con las piernas temblorosas tratando de controlar sus nervios. La inocencia y tranquilidad que trasmitían sus ojos le alteraba más. Tomo aire y con firmeza se dispuso a confesar.

— ¿¡Quieres ir a las recreativas conmigo?

Lo había conseguido. Se lo ha dicho.
Apretaba con fuerzas sus puños, estaba nervioso. No quería ser rechazado.

Me sorprendió...
Bueno, supongo que ha todos nos sorprende cuando se nos confiesa alguien...
Me parecía tan tierna su actitud... no quería rechazarle...
Pero mi corazón pertenece a otro...
Aunque... ya va siendo hora de...

— ¡¡¡DIE!!

Su grito acompañado de una fuerte explosión le. Dejo sin poder pensar o reaccionar. En un abrir y cerrar de ojos estaba junto a Bakugou, uno muy enojado que le sostenía con fuerza mientras soltaba maldiciones sin sentido, y en su otra mano saltaban chispas. ¿Qué ha pasado?

— Maldito, ¿¡Cómo te atreves!? ¡Pienso matarte cuatro ojos!
— ¡Ya vasta bakugou!
Los gritos, más bien la actitud del rubio, asustaba a su compañero. Ya se sentía mal por tener que rechazarle, como para encima cargar con que tuvo que aguantar Un berrinche del mayor.

— Tsk... por esta vez te salvas. Cuatro ojos.

Sin darle el derecho a reclamar agarró con fuerza aquella mano de suave piel, con leves tirones le sacó del recinto escolar. Pasaron un buen rato caminando sin que ninguno dijera nada. La cabeza de Tatsuki era un lío...

— Si.
— ¿Ah?... ¿Si qué?
— Estúpido enano.

Sus protestas solo le confundía más. Desde hace rato él camina por detrás, permite que se ponga a su lado o le mire. Con los labios curvados hacía abajo, con gento aburrido, y unas mejillas sonrojadas que le quitaban toda la autoridad volteó a ver al castaño. Sus ojos comenzaban abrirse más de la cuenta, sus pupilas se dilataban al tiempo que brillaban, podía llegar hacer más hermoso que de costumbre.

— Si, saldré contigo. Es lo que decías en esa estúpida carta. ¿No?

Aunque Su tono de voz era severo, no pudo evitar reír bajo, cosa que altero al rubio. Ese sonrojo y ver como desviaba la mirada como buen tipo rudo le hacía mucha gracia. Molesto soltó su mano, la ira y nervios le hacían imposible controlar las pequeñas explosiones se sus manos.

— ¡Conejo asustadizo! ¿¡De que mierda te ríe!?
— Jaja, perdón, perdón.

Pudo controlar sj risa, pero él aun maldecía y  soltaba explosiones. Solo podí mirarle con ternura. Cree... entender todo ahora....

Bakugou es como un animal salvaje.

No quiere ser dominado. 

Seguro que pensaba que algo así pasaría si aceptaba... 

Aunque más bien... puede que se trate de su orgullo.

 Acechar a su presa es lo más divertido de la casería. 

Ver como una y otra vez caía en sus garras agrandaba su ego, pero hoy... 

Haber que iba a caer en otras garras le han hecho despertar. 

Si lo hubiera sabido antes...Hay... cuanto tiempo perdido.. 

Sus gritos fueron callados enseguida.

Aun en aquel tierno beso se escuchaba el murmullo de las maldiciones.
Esta vez eran por el ridículo beso. Un beso de verdad es apasionado, cálido, donde gana el que más explore la boca del otro. Poco a poco fue transformándose en un beso rudo. Los brazos del castaño pasaban sobre los hombros del mayor. Las manos del de ojos anaranjados sostenían el trasero de su pareja levantándolo un poco para profundizar cada vez más el beso...
Sus labios se separaron en una búsqueda se aire urgente. Su sonrisa ladina contrastaba con el rostro sonroja e indefenso del pequeño.

— Idiota.... ¿Por qué eres tan complicado?
— ¿Y por qué tú no lo eres?

Pregunta que no dio tiempo a responder.... 

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