Boku no hero academy no es de mi propiedad. El manda/anime pertenece a Kōhei Horikoshi. Yo solo tomo sus personajes por diversión.

-4-  

Mis esperanzas terminaron por romperse.

Ayer 14 de febrero.

De nuevo...

Fui rechazado...

Nada hasta ahora había funcionado. Que le podía hacer creer que entregarle chocolate cambiaría algo. Su amor... tener fe que su amor acabaría siendo correspondido.

Se pasó una semana entera para aprender como hacer un chocolate perfecto y conseguir dominar la manga para darle la forma que quería. Quería hacerlo todo él. Demostrarle con ese chocolate lo mucho que le importaba. Esto Solo lo hacían las chicas... pero se quedaba sin ideas.

El día de los enamorados llegó.

Con cuidado y sigilo consiguió guardar la caja con el chocolate y una nota en su taquilla. Solo... tenía que esperar.

El día trascurrió con normalidad. Las chicas entregaban chocolates en una bolsa de plástico a sus amigos, y el chocolate especial en una caja envuelta con papel llamativo y un lazo.

Aquel día recibió el chocolate de sus amigas y una chica, que no pudo corresponder. Le dolía haberle daño, pero lo que más le dolía era ver como "su" rubio era acosado por algunas chicas, le dolía tener tanta competencia, pero aun más que él le rechazara con tanta frialdad.
¿Y si hacía lo mismo con su chocolate?
¿Cómo puede amar a alguien así...?

El final de las clases. Ansioso esperaba escondido para ver su reacción. Sabía que hoy no se podía quedar a entrenar, solo... tenía que esperar unos minutos.

El nudo en su garganta cada vez se hacía mas grueso. Aun estaba a tiempo de sacarlo todo y hacer como si nada hubiera pasado. Solo... tenía que ser rápido...

Acabó por convencerse a sí mismo que era lo mejor recuperar el chocolate, pero cuando se disponía hacerlo el dueño de la taquilla ya estaba abriéndola. La sangré subió tan rápido que su rostro enrojecí. Sin saber como mejor reaccionar se escondió a un lado para observarle.

Su rostro no cambio.
Tomo sus zapatillas para cambiarlas.
Por fin en sus manos la caja y carta.
Se hacía eterna la espera.
El sonido de papel siendo arrugado y arrojándolo al suelo.
Había tirado su carta sin ni siquiera leerla.

Él se marchó, pero el castaño se quedo agachado, agarrando sus piernas con fuerzas tratando de sanar sus heridas.

¿Por qué él?
¿Por qué de todos los chicos? ¿Por qué de todos los habitantes del planeta? ¿Por qué tenía que enamorarse del más complicado de todos?

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