Sara #29 y el Final

  Lloro con dolor, con ira, con miedo, con nervios y sobre todo con impotencia mientras veo al hombre caminar en mi dirección.

-Tu, mi querida niña- El cuchillo se mueve de lugar, dando paso a la cercanía del hombre, colocandoce en mi nuca.- Puedes darme algo que quieras, elije una sola persona a cambio de la vida de tus hijos... ¿Lince? ¿Vale la pena que mueran tus hijos cuando podrías darme tan solo a una persona? Sara no es tan buena chica como parece... Su vida no será tanta pérdida, pero mira a la pequeña Luz... Asustada, llorando, inocente, herida y con nada mas que su hermano.

Las lágrimas bajan veloces por mis mejillas escuchando sus palabras, cierro los ojos con fuerza con la fe de que todo termine.

"Controlate, sigue respetando, cálmate."

Los abro de nuevo y los fijo serios en los de él.

-¿Eso quieres? ¿Prefieres mi dolor a mi dinero? Te debo las drogas, Jacop... Nada-más que eso.

-Debiste pensarlo mejor el día que te negaste a ser mi esposa.

-No me arrepiento de nada en esta vida...

El chico me toma por el cuello haciendo que el cuchillo raspe mi piel provocando que sangre.  

  -Tráela.

****-****

Sara's POV

-Estás loca de remate.

-Sé que pasa algo.

Miro a la chica sentada a mi lado con ojos de angustia.

-¿Estuviste llorando?

-No... Yo solo..

-¿Cárol?

-La beso, ella lo dejó hacerlo.

Bajo la mirada para observar mis pálidas manos, habían pasado ya años desde la ultima vez que vi a mi hermana y ahora... Solo podía imaginar lo peor.

"¿Mike?"

Siento que es algo peor.

"¿Los niños?"

Miro la ventana pensativa sin tener respuesta alguna para Cárol aún, sabía que algo estaba mal sabía que ella me necesitaba. 

Las sombras siniestras de los árboles se dibujan en la poca claridad de la noche, los ruidos son escasos pues solo se escuchan nuestras respiraciones. Mi labio inferior tiembla con nerviosismo viendo la cabaña pasar a mi lado y ser dejada atrás en tan solo unos segundos. Cada segundo estoy más cerca de mi hermana.

****-****

Miro mi ropa antes de entrar. 

Había decidido por alguna extraña razón llevar una simple camisa negra y unos vaqueros el día de hoy, no sabía porque pero esa ropa me llamaba el día de hoy y para mi era simplemente imposible no escuchar a mi intuición, era ella quien con ayuda de mi conciencia me mantenía con vida.

"¿Lista para lo qué sea?"

No...

Me digo a mi misma entrando en la casa cuya puerta está totalmente abierta.

Pero me necesita.

Pongo ambos pies dentro de la oscura sala de estar aterrorizada por el exceso del olor de sangre, volteo mi rostro para indicar a Cárol que todo está bien y que puedo ir yo sola. De igual manera sé que la chica pelirrojo con su rostro lleno de cicatrices no tardará nada más que diez minutos en bajar del auto y intervenir. 

Mis pasos son sigilosos dentro de la casa, está es oscura y hogareña pero simplemente algo no calza del todo.

Camino por la extensa habitación hasta llegar a una puerta, que supongo debe llevar a la cocina, para luego empujarla y entrar con miedo.

Miro el sitio con horror. Claramente era la cocina pero no era normal lo que había en ella.

El cuerpo de un hombre muerto se encontraba en el suelo y una mancha de sangre y materia gris un metro y medio sobre él daban a entender su muerte. El suelo se teñía de carmesí en su gran mayoría y las moscas ya estaban apareciendo en el lugar.

Me quedo quieta tratando e procesar lo que está pasando en este momento hasta que mi mente es distraída por una mancha café que asoma el hocico de uno de los gabinetes.

-¿Franck?

Susurro su nombre con cautela adentrándome en la cocina y cerrando la puerta detrás de mi para.

-Quédate calladito. ¿Vale? Vendré por ti después  solo.. Espera.

Miro al pequeño animal esconder de nuevo el hocico haciendo que la puerta del gabinete se cierre como si entendiese cada una de mis palabras y tuviera fe en que ellas son ciertas.

La puerta cruje con brusquedad y en menos de lo que logro entender lo que pasa ya tengo un filoso cuchillo en la garganta y a un hombre susurrando en mi oído que no haga nada estúpido.

"Quédate quieta y obedece."

Él me indica que camine haciéndome voltearme y dejándome en frente de la puerta.

En silencio, camino en la dirección que me indica saliendo por el pequeño hueco en el que ambos entramos con agilidad sin necesidad de abrirla aún más. Miro las escaleras a mi derecha para luego empezar a subirlas escalón a escalón tratando de no resbalar con la sangre que mancha estas.

El silencio era rotundo hasta llegar a la segunda planta donde risas de diversión y gritos de desesperación son el acondicionamiento del lugar.

Entro en una habitación decorada con paredes rosas y una cama parecida a una casa de muñecas, la cual podría parecer hermosa si no estuviera pasando lo que pasa sobre ella.

Miro a mi hermana, tirada en la cama con los pantalones a mitad de pierna, con un hombre que no tardo en reconocer encima de ella.

Mike se encuentra atado  en el suelo demasiado débil para poder hacer algo más que consolar a los pequeños niños de piel canela manchada de rojo tratando de distraerlos de lo que pasa.

La niña con uno de sus brazos muy hinchados me mira confusa al notar que me veo de manera idéntica a la mujer que está tirada en la cama siendo abusada por Jacop con cinismo.

Lagrimas bajan por mis mejillas al ver, a los que supongo son mis sobrinos, teniendo que presenciar algo así pero por desgracia no hay más opciones.

-Señor.

El hombre detrás de mi habla con voz ronca haciendo sonar su garganta con fuerza como si estuviera aclarándosela para luego fijarse en mí.

Jacop se detiene dejando a Lince exhausta en la cama como un trapo viejo, la chica abre los ojos y me mira con seriedad sin decir nada, pero eso no era necesario.

No soy una chica que crea en el destino ni nada por el estilo pero sé que ese día algo paso.

Llámalo suerte, magia, milagro, ángeles, demonios o como tu mente te permita imaginarlo pero... Ese día, cunado vi sus ojos, entendí a la perfección cada cosa que quería que hiciera y, por alguna razón, obedecí.

Me moví con rapidez para tomar el cuchillo y cortar mi estomago sobre la replica de la camisa que llevaba ella ese día. 

Forcejee con el hombre detrás de mí, luche por llegar hasta Lince sin éxito.

Miro a los ojos al hombre que sostiene mi muñeca con ambas de sus manos destrozándola entre la fuerza de sus dedos seriamente en dirección a sus ojos, luego los suyos se abren como platos para caer segundos después de rodillas en el suelo dejando ver a la valiente niña de ojos claros y rizos castaños con la los ojos llenos de lágrimas e ira después de haber clavado el cuchillo en su espalada.

****-****

Lince's POV

Miro a Sara correr en mi dirección y enrollarse en mi, la chica también baja su pantalón quedando manchada totalmente por mi sangre y la sangre del suelo.

La miro con los ojos llorosos sin titubear y sin miedo alguno pues será la ultima vez que veré a la hermana que siempre tuve a mi lado en cada momento.

La miro, y no dejo de hacerlo a pesar de sentir como soy arrancada de ella del pelo y ver como Jacop coloca el arma en la frente, la miro a pesar de ver a Mike gritar frases de amor, odio y desesperación, la miro a pesar de ver a mi pequeña niña aún impactada por lo que ha hecho por salvar a su madre, padre, tía y hermano; la miro a pesar de que el resto de mi cuerpo me grita que me quite de en donde estoy. La miro porque se que es la ultima vez que verá lago en la vida y quiero ella sea siempre lo primero y ultimo que vi, porque ella fue la primera y ultima a mi lado siempre.

-¿Algunas ultimas palabras querida Sara?

Formulo con mis labios las únicas palabras que soy capaz de dar a entender en este momento.

"Cuídalos por mi/ Sara.

Bajo la cabeza cerrando los ojos tratando de recordar cada momento de alegría y paz para traer a mi, para pedir perdón por cada error y sobre todo para dar gracias por la gran vida que hasta dentro de unos pocos segundos seguirá siendo mía. Pues a pesar de que sufrí, siempre tuve a alguien ahí. No la vi, ni la escuche pero estuvo a mi lado.

Siempre fue la única.

-Las tengo.- Formulo mirando los dedos de él en el gatillo y calculando a cuanta distancia están el de  los míos.- No serás tu quien lo haga idiota.

Pongo mis manos sobre el arma sin dar tiempo a nadie de hacer nada más que mirar, tiro del gatillo y dejo que la oscuridad me envuelva en su perfecto silencio tranquila.

Quizá ellos me lloraron... Pero no lo vi y no quería verlo.

Quizá mis hijos me siguieron a la muerte... Pero yo no quería saberlo.

Quizá Sara se delato diciendo su nombre... Pero yo no quería suponerlo.

Solo quería agradecer... Pero ya era demasiado tarde.

FIN

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