Quizá algún día todas mis mañanas sean tuyas #28 (Parte 2 y final)
¿Qué les perece esta portada Gansitos? Algunas personas me han dicho que les da miedo y la verdad... Esa es parte de la intención de la portada.. Será temporal a menos que a ustedes les parezca perfecta:3
Ahora sí... Que inicie/Continúe el capítulo.
Suspiro para luego cerrar la puerta y dirigirme de nuevo a mi hogar. De nuevo a lo que amo, de nuevo a lo que extraño, de nuevo sin Gadiel.
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Entro en el oscuro lugar en silencio sorprendida por el hecho de que se encuentra en silencio total. Doy pasos sigilosos para que, si es que hay alguien, no molestarlos.
"¿Aún tienes la fe de que no lo notarán?"
Tengo la fe de que Mike este cuerdo aún.
Subo las escaleras cerrando ignorando el hecho de que la puerta está abierta y la sangre seca, mi sangre, aún en el suelo.
Pero no estaba preparada para ver lo que había en mi habitación.
Luz tirada en un enorme charco de sangre carmesí atada inconsciente a su hermano quien no hacia nada más que llorar. Me quedo paralizada sin poder moverme de mi lugar tratando de entender lo que pasa, deseando que esto sea mentira.
Reacciono sacudiendo mi cabeza y entrando apresurada para levantar a mis niños del suelo alegrándome al notar que la sangre no era de ninguno de ellos.
-Mami, lo mató.. Él lo mató.
Miro al niño de piel canela delante de mi con lagrimas en los ojos, su hermana sigue inconsciente y pálida.
-¿Quien? ¿Qué paso?
"¡LINCE! Solo tiene tres años... Déjalo."
Suelto la gruesa soga que ata a los niños delante de mi para luego alzarlos y llevarlos a la cama que antes estaba cubierta por sabanas blancas, sabanas que ahora se encuentran teñidas con la misma sangre que hay en el suelo.
-Todo estará bien... ¿Vale?
Lágrimas de ira y dolor corren por mis mejillas cuando el niño asiente y abraza a su hermana de manera protectora cerrando los ojos para luego caer dormido de manera automática.
"Despiertala."
Pero...
"¡LINCE!"
Me giro en dirección a la cómoda negra al lado de la cama en la que se encuentran unas cuantas gotas de sangre fresca, esto paso hace muy poco tiempo. Abro uno de los cajones tomando una pequeña botella con alcohol dentro, luego empapo parte de la tela de mi blusa y la acerco a la nariz de la pequeña pero nada pasa.
Lágrimas corren por mis mejillas con mayor velocidad aún por el estrés de ver como mi pequeña hija de solo 3 años no abre los ojos.
Me alejo para correr fuera de la habitación para ir por agua fría cayendo al resbalarme en el charco de sangre que ya había olvidado se encontraba en el suelo.
Me levanto con cuidado apoyándome en una de las paredes asqueada por el olor de mi ropa, manos y mejilla.
Salgo de la habitación con el paso más veloz que me permiten las suelas de mis zapatos empapadas en sangre en dirección a las escaleras.
Me aferro con fuerza a la baranda para bajarlas a paso veloz, saltándome algunos escalones y resbalando en algunos más. Al llegar a la cocina no puedo creer lo que veo, de nuevo.
"No-Te-Muevas."
Me quedo quieta en mi lugar mirando la terrorífica escena.
Mike esta arrodilla, sin camisa y lleno de heridas en el suelo, con pies y manos atadas y un arma apuntando a su cabeza.
Siento como las lagrimas calientes bajan por mis mejillas quemando como fuego y mi boca se siente como un desierto, no sé que pensar.
-¿Jacop?
El chico vuelve su rostro para enfocarse en mi.
Habían pasado años desde que no le veía y al parecer viene a cobrar su deuda.
-Lince, estás bien. Creí que él...
-Silencio. A ti te quería ver linda.
El hombre delante de mi muestra una maliciosa sonrisa e muy pocos dientes a causa de la droga, su piel se ve pálida a pesar de ser moreno, sus ojos están desorbitados y sus labios resecos al igual que su piel.
"No es posible ser tan delgado y poder mantenerse en pie."
No es posible drogarse tantos años y seguir vivo.
Siento como sudor frío baja por mi espalda viendo a Mike herido al borde del desmayo, mis manos y la labio inferior tiemblan y un extraño olor a pudrición me asusta.
Una mano se posa sobre mi boca y otra coloca un cuchillo casi en mi abdomen.
"Quieta."
Abro los ojos como platos y obedezco sin reprochar a mi conciencia. Me corren de en frente de la puerta para dejar entrar a otras cuatro personas.
Más lágrimas bajan por mis mejillas acompañadas por el fuerte ritmo de mi corazón queriendo escapar de mi pecho al ver que dos de esas personas son mis hijos, ya despiertos y llorando, en los brazos de dos hombres altos y con peor apariencia aún que el chico que apunta a Mike.
Luz cierra los ojos al ver la posiciones en que se encuentra su padre mientras Gadiel se dedica a solo mirar palideciendo más y más cada vez.
Los hombres extremadamente tatuados bajan a los niños dejando a Gadiel correr debajo de la mesa para luego detener a Luz con fuerza tirando de su brazo.
-Tu no pequeña.
El tira de su brazo, haciendo que un extraño crujido salgad de el acompañado de un grito, llevándola a rastras en dirección a Mike y el hombre armado.
Jacop toma el otro brazo de la niña acercándola a él y dándole el arma para que la tome entre sus pequeñas manos, miro como mi hija se estremece al tomarla y como sus pequeños ojos se abren como platos al ver que el arma ahora se dirige a la cabeza de su padre.
Miro como Jacop se agacha frotándose en mi hija para luego colocar su mano derecha en su intimidad y señalar con la izquierda a su padre.
Mike se estremece de rabia en su lugar al igual que yo, pero ambos somos impotentes.
-Dispara.
-¿Q-Qué?
-Dispárale a tu papi.
-¿Eso qué es?
El reacciona con frustación tomando el arma con su mano izquierda y disparándole justo en la cabeza a uno de los hombres que trajo a los niños. Luz grita ante la escena con todas su fuerzas para luego ser callada de un golpe.
-¡NO!
Siento un corte limpio en mi abdomen y me quedo quieta después de liberar un desgarrador grito de dolor.
-Shh... No querrás que tu niña termine como él ¿O sí?
El chico detrás de mi abre su pestilente boca para liberar las palabras señalando con la cabeza al hombre muerto en el suelo.
Vuelvo mi mirada a la niña negando con la cabeza.
-Buena chica.
Muerdo mi lengua reprimiendo un grito al ver que ahora mi hija tiene ambas de las manos de Jacop sobre ella haciéndole daño y llenando su pantalón de sangre.
"Sera peor, quédate quieta. Si mueres no podrás cuidarla. Espera, no te muevas."
Mi bebe.
"Lince, estará bien. Saldremos de esta."
-Por favor no hagas esto. Es solo una niña, terminaré de pagar.. Lo-Lo Juro.
-Ya se acabo el tiempo... Pero...
El hombre suelta a mi niña dejando un asqueroso beso en su cuello antes para caminar en dirección a mi tapando la visión de lo que Luz hizo después.
Lloro con dolor, con ira, con miedo, con nervios y sobre todo con impotencia mientras veo al hombre caminar en mi dirección.
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