Mi peor error fue no verte nunca, Gadiel #19

Feliz navidad, Mili:)

Espero que te guste mi regalo:3

Gracias por ayudarme tanto en tan poco tiempo.


El rose de las sabanas contra mi piel desnuda y expuesta me alertan de mi desnudes en el momento en que abro los ojos al despertar esa mañana. Estoy en una cama grande, con mantas y almohadas violetas que combinan con los diseños violetas de las paredes negras del cuarto.

Me siento en la cama tratando de ubicarme sin mucho éxito, me duele la cabeza por todas las cosas que fume ayer. Miro los diferentes letreros con frases escritas a mano y la decoración entre una mezcla femenina y masculina del techo de la habitación.

"La habitación de Cárol. Ahora sí que no la contamos."

¿Qué paso aquí? ¿Qué estoy haciendo desnuda en su cam...?

Luego lo miro... Es un chico alto, de ojos y cabello asquerosamente similares a los de su hermano menor.

-Hola, linda. ¿Dormiste bien?

Bajo la mirada con tristeza hacia mis manos unidas sobre la manta percatándome de la desnudes de mi pecho expuesto a la vista del chico delante de mí. Pienso en cubrirme pero me doy cuenta lo suficientemente a tiempo de que es caso perdido, le di todo de nuevo y cubrirme ahora ya es una estupidez.

-Sí, bien.

Él toma mi barbilla con su mano asiendo levantar la cabeza para que mis ojos se encuentren con los suyos.

Son profundos y parecen en verdad llenos de dolor y arrepentimiento.

Los recuerdos de la noche anterior rondan por mi cabeza y me llenan de dolor.

"Yo esperaba que si volvías a hacerlo con alguien fuera con un chico que te apreciara."

Él lo hace, todos cometemos errores y muchos llegamos a arrepentirnos de ellos pero pocos tienen el valor de admitir su equivocación y de pedir disculpas sinceras por ella.

"Lince, el problema es que sus disculpas no son sinceras."

-¿Qué... Qué hora es?

-Cerca de las dos de la tarde.- Bajo la mirada de nuevo y la mantengo así, Mike suelta mi barbilla y suspira con tristeza.- Sé que es algo pronto pero... Sabes que estoy quedándome donde mi tío, y es patético que un hombre de veinte años viva en casa de sus tíos y... Bueno con algún dinero que conseguí por ahí... Bueno conseguí una casa y quería saber si tu... Bueno, ya sabes. ¿Te mudarías conmigo?... Aún no firmo los papeles pero si aceptas lo haré hoy mismo.

"No, Lince por favor. No"

En verdad parece sincero.    

-Claro.- Levanto la cabeza con una falsa y creíble sonrisa de emoción.- Eso está genial, sería un gran paso para nosotros, amor.

Tomo sus manos y miro sus ojos llenos de emoción.

"Mentirosa, eso eres una odiosa y mentirosa perra traicionera."

Mimi, apóyame.

"¡Jamás! No hasta que hables con él. Si no lo haces, si no hablas con Gadiel, antes de decir adiós jamás te apoyaré. Esto no es correcto, Lince. Quien te ama en verdad es Gadiel no este intento de hombre. Quizá él no sea tan alto o tan fuerte como Mike pero es mil veces más hombre que ese idiota."

Si lo hago. ¿Me ayudarás a no volverme loca?

"Supongo que tengo que, si hablas con él y no dejas esta estúpida idea. Al menos sabré que ya no hay nada que hacer."

Enfoco la mirada a lo que tengo en frente de mí dándome cuenta de que no hay nadie.

"Genial, se fue y ni lo notamos."

Exploto y dejo las lágrimas bajar por mis mejillas cansada de escuchar los regaños de mi conciencia quien me repite una y otra vez que deje esta mentira.

Pero no puedo hacerlo ya.

****-****

Camino por los pasillos del segundo piso de la casa con la mirada perdida y los ojos llorosos, la tela sobre mi piel me hace estremecerme y las lágrimas rodando por mis mejillas me hielan la piel haciendo que esta se erice.

Camino en busca de algo sin saber que es. Luego lo veo sentando frente al teclado del piano de cola blanco de Cárol.

Sus ojos verdes están enfocados en las teclas y las partituras sin prestar atención a nada más. Sus dedos largos y talentosos hacen que el instrumento produzca notas maravillosas haciendo que mis latidos se relajen y que mi conciencia se silencie por un rato.

Camino hasta el lado del chico, que no nota mi presencia, para colocarme firme detrás de él con mis manos unidas delante de mí dispuesta a seguir viéndolo y escuchándolo tocar hasta que mi corazón deje de latir y mis pulmones dejen de funcionar.

Las notas son cada vez más compleja con forme Gadiel pasa las hojas de las partituras delante de él sin percatar aún mi presencia.

Me siento a su lado en el banco del mismo color blanco mármol del piano, él aún no nota mi presencia.

Miles de recuerdos cruzan mi cabeza y las lágrimas poco a poco se secan de mis mejillas sin otras lágrimas que vuelvan a humedecerlas.

Me veo de niña sentada al lado derecho de mi padre frente a las teclas del piano mirándole tocar al lado de mi hermana, me veo tocando en recitales en la escuela y por ultimo veo a dos niñas de trece años sentadas a cada lado de su hermano tres años mayor tocando para el chico.

Ese recuerdo es tan claro, tan nítido. Puedo vernos a ambas tocando con nuestro cabello suelto y atado en una alta cola de caballo, nuestros ojos enfocados en las teclas, el chico con su brazo roto sonriendo a pesar del dolor que implica mantenerse sentado sin un respaldar.

Mis mejores recuerdos con la música, como está siempre calmo mi dolor.

Poso mis manos sobre las de Gadiel leyendo las notas y dejando a nuestras manos fluir sobre el teclado. El chico se sobresalta pero no tarda en entender y continuar tocando.

Después de lo que sentí fueron unos segundos después él se detiene quitando sus manos del teclado y se voltea para mirarme.

La ventana detrás de él me da a entender lo avanzada que esta la noche y las horas que he pasado a su lado.

-¿Qué haces, Lince?

-Solo quería tocar un rato.

-No me refiero a eso, quiero decir... ¿Por qué él?

Bajo la cabeza y quito mis manos del teclado imitándolo.

¿Cómo lo sabe?

"¿Será porque anoche se les escucho por toda la casa?"

-Yo... Solo.

-¿Eres feliz así? ¿Con él?

Lo miro a los ojos tratando de retener las lágrimas.

¡No, solo lo seré junto a ti!

-Sí.

Él baja la mirada para luego ponerse en pie. Lo miro con ojos tristes salir de la habitación hecho una furia.

"Eso no cuenta como hablar, ve tras él."

Pero...

Gadiel entra por la puerta con un pequeño radio y un CD que pone dentro de este. Una música suave y elegante llena la habitación.

Lo miro aproximarse hacia mí y siento como por cada paso que da mi corazón se acelera cada vez más.

-Lince, si te iras para siempre de mi lado a vivir, lo que sabes será un infierno, por lo menos déjame darte un buen recuerdo al que aferrarte cuando sientas que ningún hombre te podrá amar jamás. Déjame demostrarte que yo si lo hago y lo haré siempre, aunque tú no quieras que lo haga.

El chico de cabello despeinado y ojos verdes extiende una mano en mi dirección ofreciéndome un último y primer baile.

Lagrimas bajan por mi rostro al saber que es una despedida y al no saber si volverá algún día este chico que me hizo sentir tanto en tan poco tiempo.

-No soy una buen bailarían.

Las lágrimas no se detienen y aunque lo digo solo en un susurro lo suficientemente alto como para que él me escuche hace caso omiso atrayéndome en su dirección y soltando mi mano para rodear mi cintura.

Suspiro y rodeo su cuello con mis brazos arrecostando mi rostro contra su pecho y aspirando el olor de su olor varonil y poco comun.

Por favor, que esto nunca termine.

Gadiel me guía para dar cada uno de los pasos hasta que puedo hacerlo sola, su corazón se escucha firme y constante al igual que la música y nuestros pasos resuenan en el salón casi vacío con solo el piano de cola y las estrellas como mis testigos de que sea como sea jamás dejaré de amar al chico que me toma de manera tan tierna entre sus brazos...

-Nunca me notaste. ¿No es así?... No notaste que existía hasta el día en que deje de intentarlo.

No me alejo de él pero de igual manera sus palabras me confunden. Mantengo el silencio que he conservado hasta ahora y espero a que Gadiel me explique de lo que habla.

-Linz. Cada día desde que inicio el jardín de niños eh tratado de hacer que me veas, que me escuches... que me notes.- Él suspira pero de igual manera no me suelta ni me deja de abrazar con la misma ternura.- Lamento no haber sido lo suficiente bueno como para que notaras mi existencia nunca, Linz. Lamento no ser yo quien se mudará contigo algún día, lamento que no puedas darme todas tus mañanas... Lamento que te alejes de mí, después de tantos años de mirarte cada día... No sé si sea capaz de seguir siendo el mismo sin verte Linz.

Las lágrimas esporádicas se han convertido en llanto, las ganas de no soltarle nunca cada vez me invaden más pero no puedo quedarme... No soy buena para él, no soy buena para un chico tan perfecto como lo es Gadiel.

Quito mis brazos de alrededor de su cuello sin alejarme de él para rodear su espalda con ellos. Me aferro y lloro, él me consuela.

"Esto no debería ser así, no te compliques más la vida. Dile que no te irás."

Lo amo y por eso debo alejarme de él.

-No quiero irme.- Lo abrazo con más fuerza para tomar el aire y fuerza que necesito para separarme.- Pero tengo que.

Me alejo, lo suelto y bajo la mitrada tratando de disimular mis gemidos de dolor y ahogo por el llanto.

Al verlo noto, que si bien él no está llorando, está a solo unos segundos de hacerlo.

Me acerco los dos pasos que me separé de él para ponerme en puntillas y rosar mis labios con los suyos. La sensación me hace estremecerme y siento como una corriente eléctrica atraviesa mi cuerpo completo haciendo a mis piernas temblar.

Gadiel me sujeta de la cintura y me atrae en su dirección de manera suave pero con la fuerza suficiente como para levantarme del suelo y volverme a dejar en el en unos instantes, su boca contra la mía me hace sentir que como si nada más existiera. Olvido cada cosa que he hecho mal, cada reproche hiriente que eh escuchado de mis hermanos, padres y conciencia, olvido cada momento en que quise morir de dolor para remplazar cada una de esas sensaciones de vacío por euforia y nostalgia.

Siento como mis manos sudan atrapadas entre nuestros pechos y como el beso cada vez es más intenso sin llegar a ser agresivo.

Pero todo tiene un final.

Me separo del chico con todas mis fuerzas de voluntad y con los ojos llenos de lágrimas dejando escapar un suave quejido.

-Gadiel, te amo. Y creo que todos cometemos un error terrible del que debemos arrepentirnos todas nuestras vidas... Y mi peor error fue no verte nunca, Gadiel. Mi peor error fue no verte hasta que ya era demasiado tarde y peligroso para ti estar conmigo.- Me alejo y camino hacia atrás chocando con la pared, me enfoco en la música que aún no se ha detenido para poder decir las últimas palabras sin desboronarme en el suelo.- Gadiel, te amo. Y porque te amo me voy... Pero por más lejos que llegue a estar de ti y por más personas que vea en mi vida jamás saldrás de mi mente... Tu estas en mi corazón de por vida y espero que me perdones por cometer semejante error...- Me ahogo y tropiezo con mis palabras a causa de las lágrimas, luego corro hacia la puerta dejándolo detrás de mí con lágrimas bajando por las mejillas para detenerme de golpe recordando algo importante que debía decir y por lo que me odiaría si no lo decía antes de partir.- No dejes de amar, no le quites al muchas otras chicas la oportunidad de ser el amor de tu vida por mi culpa... Solo eso te pido y te juro que me sentiré el ser más miserable si no lo haces. Prométeme que seguirás viviendo a pesar de que yo estaré muerta en vida sin ti.

Corro lejos del lugar sin esperar su respuesta. Sé que si lo escucho una vez más no tendré la fuerza de irme.

Gansitos, los amo.. Feliz navidad y por favor comenten que les pareció el cap y si les esta gustando la novela:)

Espero que te guste el cap, Mil... Comenta que te pareció:3



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