-¿Estas bien? Te ves pálida... Más de lo normal.

Los ojos de Cárol me miran con preocupación desde la parte superior de las escaleras.

Su casa, o una de ellas, es grande, de pisos y techos caros, de puertas elegantes y muchas habitación diseñadas al gusto de la persona que duerme en cada una de ellas. 

¿Por qué nosotras no teníamos un pisos así?

"Ni idea, si su padrastro es mecánico... ¿Como tienen todo esto?"

Tal vez sea narcotrafican...

"No lo es, de eso estoy seg..."

El  suelo bajo mis pies empezó a moverse con fuerza y las luces se volvieron mucho más brillantes, los pies de Cárol bajando a toda velocidad en mi dirección se escuchaban como un retumbo lejano, las cosas se volvían borrosas, mis manos y piernas temblaban y sudor frío bajaba por mi espalda.

"Joder, joder, joder... ¡Fuera abajo!"

Pierdo el equilibrio y caigo hacia atrás siento rescatada por los brazos de Cárol, quien me deja con suavidad y cuidado en el suelo para luego gritar mirando a quien este en la parte superior de las escaleras y formulando algo que no logro entender.

El techo es lo único en lo que me enfoco para retener las ganas de devolver el poco contenido de mis estomago, Cárol me habla pero por más que lo intento no logro decodificar sus palabras... Solo escucho susurros y a mi conciencia tratando de mantener la calma dentro de mi.

"No es nada, solo un desmallo, Lince. Ya pasará. Debe de ser el azúcar bajo por no haber comido. Te dije que tenías que comer."

Una mano abre mi boca con fuerza, después de lo que sentí fue una eternidad tirada en el suelo con mi cabeza recostada en las piernas de la pelirroja,  para introducir algo dulce en ella.

Las cosas a mi alrededor después de unas horas, que supongo en tiempo normal fueron solo unos segundos,  dejaron de moverse con tanta de brusquedad. Enderece la espalda con lentitud sentándome. 

Cárol abrió sus piernas para que me pudiera recostar en su pecho mientras otra mano limpiaba el sudor de mi rostro.

"Lo que esta e nuestra boca es un dulce de Coco... Mas te vale no esculpirlo."

Unos minutos más tarde mi cuerpo ya estaba como si nada hubiera pasado, pero un sueño y pesadez abrumadores me envolvían.

Cierro los ojos dispuesta a dormir hasta que una voz me distrae de mi cometido.

-Lince... ¿Ya mejor?

La voz de Sara llama mi atención pero no logro abrir los ojos para mirarla. En este momento solo quiero dormir y escapar de todos mis problemas aunque sea por unas cuanta e insignificantes horas.

-Ayúdame a subirla al auto, la tenemos que llevar al hospital.

Cárol habla haciendo que mis cinco sentidos de la mano de mi conciencia me empujen a abrir los ojos y a sentarme con la espalda firme separándome de mi cómoda posición recostada a Cárol.

"Más comida sin sal y babosa no. ¡LINCE MUEVE EL CULO!"

-Es.. Est...- Mi cabeza cae una y otra vez cuando trato de hablar, como la de un bebe que aún no sabe como mantenerla del todo firme, por la ardua tarea que implica para mi cuello cansado, al igual que el resto de mi cuerpo, mantener semejante peso en perfecto equilibrio. Me rindo y me dejo caer en el suelo quedando en forma de estrella, boca a abajo, con mi mejilla izquierda recostada en el suelo para poder ver a Sara mientras hablo.- Estoy bien... Sooolo es sueño.

Los colores se ven brillantes por la poca, pero significante, cantidad de marihuana  que hay en mi sangre.

"Arriba... ¡Que nos vuelven a internar!"

Trato de obedecer pero no puedo mover las manos de su lugar por más que lo intento. Estoy demasiado débil.

-Lince... ¿Cuando fue la ultima vez que comiste?

-El dí...- Pongo todas mis fuerzas de voluntad y coraje tratando de decir las palabras de manera entendible.-Dessde.. Desde el díaa que sal..i delll hossspitalll...

Mis ojos se vuelve a cerrar dejándose caer de nuevo con lentitud en brazos de mi buen y amado amigo Morfeo.

¡Listo! El mayor esfuerzo del año. Quizá no fue en Matemáticas como quería mi maestra pero hice un esfuerzo.

"Estamos en Enero."

En ese caso no hice nada con esfuerzo  en un año... Podre vivir con esss.

-¡Lince!... Cárol trae algo para que coma, por favor.

"Todo menos sopa... Ya le tengo trauma."

Cárol quita una de mis piernas de una de la suyas y se levanta de su sitio.

-Noooo, Sssar.. tenggo sueñoo..

Trato de abrir los ojos pero no lo logro. 

Esto ya es caso perdido.

-Lince, si comes algo te juro que puedes dormir todo lo que quiera.

Morfeo cáyala para que pueda alabar la belleza del sueño y el dormir.

-Ten.

Abro un ojo con dificultad mirando la cosa que extiende Cárol hacia mi.

-Nooo.

Sierro los ojos y sigo intentando dormir hasta que un olor hace que la energía vuelva a mi persona.

-Vaaaamooos, Lince... Es picadillo de platanoooo...- Dijo mi hermana tratando de persuadirme alargando las silabas y haciendo las palabras más irresistibles.- Sabeeees que quieeereees.

"Comida, comida, comida, comida, comida, comida, comida, comida..."

Picadillo.

"¡CON QUE SEA COMIDA YO FELIZ!"

Sacando energía, de donde solo Dios a de saber, me senté y tome el plato con mi comida favorita con una sonrisa de oreja a oreja, quince minutos después el sueño, el hambre y el dolor se habían ido.

¿Hay algo que no pueda hacer el picadillo de plátano en mi? No hay nada mejor.

-Ya estas mejor, recuperaste el tono de los labios.

Dice Cárol con las mejillas rojas, como tomates, tomando el plato de entre mis manos y corriendo en dirección la a la cocina, para que no podamos ver su rubor.

-¿Estas drogada?

Pregunta mi gemela con sus ojos celeste pálidos enfocados en mi.

-Nop.

-¿Esa es la verdad?

-Nop.

-¿Que fue ahora?

-Una planta hermosa que nos regala la madre tierra.

-Sí... Y esa misma planta la venden millones de narcos por dinero mientras quienes la compran matan sus neuronas por fumarla.

-Mamá la envía a sus pacientes cunado les duele algo.

-¿Y a ti te duele algo? Tu herida ya sano y los injertos de piel dejaron de doler la semana pasada.¡Estas perfectamente bien, Lince!

-Sí me duele algo.

Respondo con los ojos llenos de lagrimas, bajando la mirada para enfocarme en uno de los parches de mi piel con vergüenza por lo que estuve apunto de decir y por el dolor que implica ese recuerdo.

-Me duele el corazón.

-Pero tu corazón esta bien, el doctor Villalobos dijo...

-Sara, ella no habla de manera literal. 

Cárol interrumpe, con la mirada baja y los ojos llenos de pena. Sintiendo el mismo dolor en el pecho que siento yo cada segundo del día, que es la cantidad de veces que recuerdo a Gadiel.

-¿Qué paso hermana?

Levanto la mirada y me lanzo a los brazos de Sara en busca de consuelo antes de empezar a narrar por primera vez la historia... Incluida la parte del embarazo.

****-****

Las mantas  de la cama de Cárol cubrían mis piernas, mi espalda se encontraba recostada contra el respaldar de su cama y mi vista era borrosa por la hinchazón de mis ojos de tanto llorar.

-Nena... Sin ofender pero te pasaste de estúpida.

-¡Cárol!

-Sara, déjala. Solo dice la verdad.

Llevábamos horas sentadas, con las luces apagadas a pesar de que la tarde ya se había ido para dar lugar a la noche. Yo lloraba, Cárol se estresaba y Lince temblaba por los nervios.

-¿Que quieres que diga, Sara? Una pelirroja muuuyyy sexy lesbiana enamorada desde los cinco de una tipa que no le hace caso, una nerda que por nerda no se entera nadie de que es guapa y la gemela de la nerda adicta a las drogas embarazada.... Si estúpidas y mamonas somos todas, no solo Lince.

-Gracias por subirme los ánimos Cárol. Eres un amor.

Digo entre lagrimas y pucheros llorando con más fuerza. 

-¿Qué haré yo sola con un bebe?

-¿Un qué?

Mike abre la puerta hablando con sorpresa  con su hermano pequeño y su primo detrás de si...

"¿Gadiel qué hace aquí?"

-¿Embarazo?

Los dos chicos menores hablaron hablaron a la vez mirándome preocupados.

"Gadiel por nuestro bien y Gabriel porque podría se el padre. Eso esta claro."

En esa opción no había pensado antes. Alguno de estos  hermanos estúpidos podría ser el padre de mi bebe.

"Hay algo mucho peor."

¿Peor que eso? Imposible.

"Si no me crees mira nada más el rostro de Gadiel. El tenía fe en ti, Lince... Y si de algo estoy segura es que ya perdió toda esa fe."