La luz es casi nula y los ruidos de bocinas detrás de mi me ensordecen. Trato de caminar pero no puedo, mis pies pesan toneladas y un aroma nauseabundo se acerca cada vez más mareándome y dejándome atontada.

Alcohol y pudrición son las cosas que logro identificar ente los otros mucho hedores de la peste que golpea mi rostro mientras soy envuelta por el bao cálido en el que viaja el aroma. Me quedo paralizada en frente de quien esta delante de mi en la oscuridad, el dueño de ese fétido aliento.

Trato de caminar, correr, gritar... Pero no puedo. Estoy impotente, de pie, en medio de ese enorme lugar lleno de ruidos y olores repugnares para la nariz y el oído, mis manos tiemblan e intento con toda mi fuerza de voluntad moverlas de mis costados para empujar al chico delante de mi sin lograrlo.

El miedo y el pánico se apoderan con más fuerza de mi cuando él pone sus manos sobre mi cintura par luego hacer que ese asqueroso aliento se acerque mucho más a mi rostro y cuello. No puedo ver su rostro pero por alguna razón sé que es Nícolas el dueño de mi miedo y esa horrible hedor que ahora llena la habitación.

Caigo en el suelo perdiendo la fuerza en mis piernas y golpeando mi cabeza contra el suelo, el cual supongo es de madera, que se empieza a impregnar de mi sangre rojiza, luego esta se vuelve polvo entre los dedos que se apoyan en mi frente herida.

La luz se apodera de la habitación como cuando en las obras de teatro enciende todas la luces segando a los actores que se ven obligados a continuar con el papel a pesar de la fuerte luz contra sus débiles y expuestos ojos.

Parpadeo con fuerza y rapidez creando una fuerte brisa que con mis pestañas. El polvo tintado de ese tono sangre se levanta volando por el aire y cayendo en mis ojos.

Siento las lagrimas bajar por mis mejillas por la molestia que esta sensación implica, aún así no me puedo mover de mi indefensa posición en el suelo.

Paso retumban en la madera aproximándose de manera torpe en mi dirección a mi, sollozos sustituyen el estruendo de los coches.

Estoy aturdida y trato de comprender en donde me encuentro, siento oleadas de frío por mi piel aparentemente desnuda y sudor frío baja por mi espalda... En menos de lo que me doy cuenta Nícolas ya esta sobre mi susurrando de nuevo, como cada noche desde ese día, sus ultimas palabras en mi oído.

"Pronto te unirás a Lorena, Lince bonita. Espero que a ti y a tu gemelita les gusten los peces,por la mañana serán su unica compañía"

Y lo siento. Ese ardor punzante y desgarrador en el costado de mi abdomen provocado por la afilada hoja del cuchillo.

El aire se escapa de mis pulmones y el dolor saca unas pequeñas lagrimas de mis ojos.

"¡Despierta!"

Trato de hablar pero no puedo, mi garganta me lo impide.

Algo baboso se mueve por mi rostro asiendo que trata de gritar pero aun no entiendo lo que pasa, solo se que me duele y que alguien muy cerca de mi llora de manera desconsolada.

-¡Te juro que si te mueres te mato, Lince!

No entiendo lo que significa nada, no entiendo porque mis mejillas están húmedas y llanas con algo viscoso, no entiendo porque lloran, no entiendo porque no me puedo mover.

"Lince ¡Despierta ya!"

No entiendo nada, porque los sueños no son lógicos y mucho menos lo es una pesadilla.

****-****

Samantha esta sobre mi apoyando todo su peso en mi pecho y mi adolorido abdomen lamiendo mi cara llena de sudor con preocupación.

La perra empieza a mover su cola con emoción al ver que abro los ojos dejando una lamida más en mi mejilla para luego bajarse y ladrar ufana.

"Al fin... Que feo hacías, parecía que te estaban matando."

Él quería matarme.

"Sí, pero no lo hizo y ahora él esta muerto y tu no."

Pero podríamos estarlo. Sara y yo podríamos haber muerto.

"Hay algo que no termino de entender. También Cárol estaba ahí ¿Por qué no amenazo con matarla también?"

Porque a ella si le podía sacar un provecho.

La luz de la mañana llega hasta mis ojos y atrae el hambre a mi estomago, a fin de cuentas solo fue una pesadilla.

Él ya esta muerto, Nícolas se mato por su ebriedad y estupidez, él se mato antes de matarnos. Eso en una ventaja... Bueno al menos para mi.

Si hay algo que no quiero en lo más mínimo es morir al clavarme un cuchillo en el ojo yo solo bajando las escaleras.

"No olvides que se atravesó la cabeza."

Que cínica.

"Eso significa que tenemos una garantía de que no nos hará daño de nuevo."

Eso en una garantía de que ya Natalia esta totalmente sola.

"¿Y?"

Que nosotras tenemos la culpa.

"¿Yyyy?"

Que querrá matarnos.

"Oh, ese es un pequeño dato un poco importante..."

Recuerden comentarme sus preguntas mis amores:3