07|Capítulo

➼|S I E T E
Una Amiga vale demasiado

Querida Elsa,
Háblame de Anna

Me parece poco creíble las múltiples casualidades que he estado viviendo estas semanas, similitudes que casi me matan a mi y a mis amigos en un accidente en auto. Y si como escuchan, al haber escuchado el cumpleaños de Anna prácticamente me había quedado en shock y me refiero de manera literal.

— ¡Hiccup no molestes! — bufó Jack que casi besaba el estereo que estaba delante del auto.

— ¿Están todos bien?— preguntó Tadashi al haber frenado de manera repentina después de que yo lo sujetará de la mano y prácticamente lo había obligado a cambiar de velocidad.— Hiccup ¿Qué demonios?

Piensa imbécil, este no es el momento para mostrar interés en Anna.— Lo lamento chicos, pensé haber visto a una anciana cruzando la calle.— dije con tono preocupado.

— ¿En una carretera de un solo sentido sin ninguna cebra peatonal?— musitó Kristoff de manera casi repentina.

— si ¿Por qué?— insistí viéndolo seriamente. A veces me pregunto si Kriss no es capaz de estar callado tan solo una vez.

— Por…—noté su curiosidad subiendo hasta su cabeza. Solamente lo mire en señal que se callara, ¡Por favor!— pues por nada, todo está bien.

Al escuchar Tadashi asintió con una sonrisa mostrándose satisfecho ante mi “argumento”,  por lo que luego comenzó a conducir  después de tal vergonzoso accidente.

Al llegar a casa Jack prácticamente había salido corriendo a su trabajo, porque se le había olvidado por completo avisar acerca del contrato que ya había cerrado en la mañana, ¿Había alguien más despistado que él?

Así que me quedé en casa solo y con mil cosas en la cabeza.

— ¿Y ahora qué hago?— me insistí mientras me acostaba en el gran sofá.

La verdad es que por ahora tenía tiempo libre, pues había entregado todas mis tareas antes de la fecha prevista y había terminado mis deberes en el taller, así que si, tenía tiempo de sobra..Mi vista se dirigió de inmediato a mi celular, y la curiosidad se apoderó de mí de manera casi instintiva.

— No habría nada de malo si…— tomé mi celular y entré a mis redes sociales a buscar a Anna.— no es como si fuera un delito buscar a una persona por internet. De ser así, habría varios presos desde la invención de las redes sociales, así que no es malo en lo absoluto.— me excuse a mi mismo.

Entre a mi instagram y busque a Anna en las amistades de Elsa.
Vaya ella estaba radiante como siempre, en una fotografía vestía una bata blanca lo que indicaba sus prácticas de doctora. Baje un poco más y en efecto, Anna había comenzado una relación por más de dos años, pero no había nada del sujeto, ni una foto, ni un usuario, nada.

— Este chico es muy reservado por lo visto.— bufé dándome por vencido por no haber encontrado nada del novio de Anna.— ¿Qué tal si?, Hmmm ¿Sería posible que…?— comencé a pensar e inmediatamente fui a tomar mi chaqueta y mi casco para la motocicleta.

                          ×

Estaba tocando la puerta blanca de un apartamento y con la otra mano sostenía una caja de cupcakes sabor chocolate. Esto iba a ser raro, pero era la última salida para que mi curiosidad fuera saciada y mi mente finalmente descansará en paz.

— ya voy.— se escucha gritar desde adentro.— ¿Hiccup? ¿Qué haces aquí?— me pregunto Elsa con el ceño fruncido mientras abría la puerta de su apartamento.

— ¡Elsa hola!— musité con nerviosismo.— ¿Cupcakes?— le pregunté señalando la caja que sostenía con mi mano derecha.

Elsa me sonrió y con una leve alzada de hombros me permitió pasar. La verdad era que ella era la única que podía decirme algo sobre Anna, y la única que no me juzgaría por algo tan vergonzoso y bochornoso para alguien que ya tiene 26 años. Al entrar me senté en el enorme sofá que decoraba su enorme sala de estar, y ella de inmediato se dirigió a su cocina.

— ¿A qué debo tu inusual visita?  — gritó desde la cocina a lo que no pude evitar sonreír.

— ¿Eso es sarcasmo?— le pregunté mientras me quitaba la chamarra que traía puesta y dejaba los cupcakes en una mesita frente al enorme sofá.— Pues vine a saludarte y a traerte esta caja de cupcakes que Jack me pidió que te diera. Y ¡De nada! Ser delivery es mi pasión.

Ella se asomó a la sala con dos tazas de café en cada mano, y me ofreció una de ellas con amabilidad. — pues delivery ¿Qué te digo?. Jack sabe más que bien que los cupcakes de chocolate no me gustan, me agradan más los de vainilla con betún de arándanos. Asi que dudo que Jack me los haya enviado.— le dió un sorbo a su café mientras me guiñaba uno de sus ojos. ¡Mierda! ¿A quién diablos no le gustaba el chocolate? Las mujeres lo adoran.

— pues se le olvidó a tu noviecito.— respondí incrédulamente bebiendo de mi taza de café.

— ya enserio, ¿A qué vienes Haddock? No eres de visitar mucho que digamos.—me sonrió Elsa que sabía bien que necesitaba hablar con ella de aspectos de interés, y cuando hablo de interés me refiero a Anna.

— ¿Has hablado con Anna?

— Si, ¿Por qué?.

— Jack me dijo que ella…

— ¡Jodido Jackson! ¿Qué parte de no hables no entiende?— se sobre exaltó. — Yo sabía que no era bueno guardando secretos, pero ¿Enserio?. Lamento si fue fuerte para ti.

¿Qué demonios?— ¿Qué? ¡No!— le aseguré calmado.— Jack solo evita no me mentirme, además no es que me importe lo que Anna haga o no.

— ¿Y por qué estás aquí entonces?.— Auch eso sí dolió, fue un golpe con mucha ironía. Jack decía que Elsa solía ser bastante franca, pero ¿hasta este punto?

— ¡Solo quiero saber quién es el novio de ella! La curiosidad me carcome vivo y no voy a parar hasta saberlo.— dije con franqueza.— además ¿Dos años?, Vaya eso es…¡Genial!— sonreí de último.

— ¿Eres raro lo sabes?.— me preguntó a lo que asentí sin prejuicio alguno, lo tomaba como una cualidad.— y con respecto a tus preguntas que señalan tu poca “importancia a Anna” y más cuando fuiste tú el que terminó con ella, me dejan super confundida Hiccup.

— ¿Y eso significa?— arrugue mi nariz sin haber comprendido nada.

— ¡No lo conozco!

— ¿A qué te refieres cuando dices que no lo conoces?

— tú eres el que estudia literatura. ¡Analiza mis palabras!— doble Auch. Elsa dos y Hiccup cero.— no lo sé Haddock, Anna me lo comentó el año pasado y …

— ¿El año pasado? ¿Tu y Jack saben desde el año pasado que Anna estaba saliendo con alguien?— le pregunté mientras dejaba la taza de café sobre la pequeña mesa.

— ¡Si, y presta atención por favor!— me calló alzando su pequeño dedo índice al aire.— supongo que el novio de Anna es bastante reservado y muy ocupado. Cada vez que hablo con ella él nunca está.

¿Nunca está? Y eso que ¿Demonios significa?

— significa que es alguien importante por la falta de tiempo. — respondió Elsa ante mi cuestionamiento omnisciente.— Anna si dice que sale con él, pero nunca me lo ha mostrado, ni a mí, ni a las chicas.

— entiendo.— musité mientras tomaba uno de los cupcakes. — pero ¿ella es feliz?

— si, si lo es y mucho Hiccup.— No se si decirles si eso me había hecho feliz o me había roto en los más profundo.

— me alegro por ella.— dije sin más levantándome del sofá — discúlpame Elsa por haber venido así de repente, no quería molestarte.

— No lo has hecho. Para eso están los amigos.— me respondió dejando su taza de café sobre la mesa para luego dirigirse frente de mi.— sólo que no entiendo.

— ¿Qué no entiendes?

— Si tanto la extrañas¿por qué la dejaste ir desde el principio?— me preguntó alzando una de sus cejas. Este cuestionamiento me había venido persiguiendo por mucho tiempo, y a pesar de ello seguía sin tener una respuesta.

— no lo entenderías.— suspiré mientras me ponía la chamarra.— sólo me alegro que Anna sea finalmente feliz, y aunque teóricamente Jack me lo dijo un año después, es reconfortante saber que Anna se encuentra bien.

— ¿Qué es lo que ocultas Haddock?, Vienes mostrando interés en ella y luego te alegra que esté solo bien.— me preguntó nuevamente, yo solo le sonreí y la bese en la frente. Elsa siempre ha sido como una hermana para mí, yo confío y creo en ella, pero simplemente hay aspectos que no entendería sin el contexto completo.

— No pasa nada Elsa.— le respondí con una leve sonrisa.— y si te hace sentir mejor, solo vine para pasar tiempo contigo.

Rueda sus ojos.— ¡Por favor!— se rió levemente.— me alegra que vengas, pero solo espero que tú estés bien.

— ¿Cuando no lo he estado?— dije mientras empezaba a caminar hacia la puerta.— Hmmm Elsa, no quiero que piensen que estoy deprimido, así que por favor le digas…

— ¿ A Jack?Tranquilo, no le diré nada.

— Gracias.— le dije por último para salir de su apartamento.

Los días pasaron y Tadashi tuvo que regresar a Londres, prometiendo que volvería a New York para pasar tiempo con sus nuevos amigos, pero que por ahora tendría que irse por aspectos personales e importantes.
Yo por lo contrario me sentía extraño, me sentía culpable por muchas cosas; Elsa solo me había hecho pensar en la razón verdadera por la que había terminado con Anna, y eso solamente me hacía sentir triste y bastante miserable, pero lo único que podía rescatar ante tanto drama que yo mismo me provocaba era la creciente inspiración que tenía para escribir algunas palabras.

— No esta nada mal Haddock.— miré con orgullo uno de mis más recientes versos.

¿Estás ahí? ¿Eres capaz de escucharme?
En la noche te pienso y no soy capaz de olvidarte.
Te veo, te siento y quisiera excusarme.
De todas las cosas de las que soy culpable.

— ¿Por qué no puedo olvidarte eh?— mire al cielo desde la terraza de mi apartamento.— ya no puedo seguir así, no puede seguir haciéndome daño. Tú eres feliz, y yo también lo merezco Anna, merezco ser feliz.— dije para luego romper en pedazos el escrito que había hecho.

Todos merecen  ser libres de culpa, libres de decisiones  y libres de poder buscar la felicidad que merecen, aunque eso signifique salir de una tormenta y querer ver un arcoiris de la nada . Todos merecen ser felices a su manera, y si la mía es estar solo el resto de la vida y estar satisfecho con solo ver que la tuya sea perfecta.

Con eso basta.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top