03| Capitulo
➼| T R E S
¿No ser parte de ella?
Vientos fríos en New York.
×
Hiccup, Te odio
Al terminar la cena Daphne me mandó a llamar por parte de Agnnar, él quería que fuera a su despacho, y pues yo fuí ahí. No tenía de otra más que hacerle caso a las órdenes de mi suegrito.
Al llegar pude ver como él se encontraba de espalda viendo una ventana enorme de vidrio, así que decidí carraspear con la garganta y de inmediato él se volteo donde mí viendo cautelosamente.
Después saco una botella de vino de un estante y me pregunto...
—¿Quieres?—Alzo una ceja.
—No gracias—Respondí con una sonrisa mientras mis manos estaban en mis bolsillos adelanteros.
Hizo una mueca—Tú te lo pierdes...
Yo muevo mi cabeza hacía todas las partes, viendo cada cosa que se encontraba. «Realmente Agnarr es organizado» pensaba viendo cada objeto en su respectivo lugar.
—No tienes porqué estar inspeccionando mi despacho como si fuera un prostíbulo barato...
«Auch» yo no lo estaba comparando.
—No para nada, de echo es un lugar muy—Me quedé pensando pero no se me ocurría nada «no seas idiota y di algo» decía en mis adentros—Es un lugar muy pacifista...
—¿Estás diciendo que soy como un hippy en mi despacho?
«Demonios» Al parecer alguien tiene que medir bien sus palabras.
—No, no, por supuesto que no. Más bien, los hippy's son extraordinarios o más bien eso dice la maestra de arte en el instituto—Hable moviendo mis manos.
—¿Soy ordinario para ti?—Arqueó una ceja.
Maldije en mis adentros—Más bien, creo que usted está confundiendo todo...
De inmediato Agnarr toca su barbilla con sus dedos—Tienes razón—Hace una pausa y toma un poco de vino de su copa—Toda la vida me ha tenido confundido la relación tuya con mi hija. Es un poco extraño...
—¿Extraño? ¿A qué se refiere?
—Nunca te has puesto a pensar que eres inferior a ella—Su mirada era firme.
—¡Demonios!¿Inferior?
Más bien, usted no se ha puesto ha pensar que siempre me trata como una basura.
—Hijo, eres una basura—Mira su copa y la mueve un poco provocando que el vino líquido se deslice por ella—Oh, es una lastima que pienses que triunfarás al lado de ella—Su voz se vuelve cínica—No puedo creer que tú creas que yo te dejaré estar con mi hija el resto de tu miserable vida.
Enojo, ese es el sentimiento que tenía ahorita, claro acompañado de irá y tristeza. No puedo creer que me este diciendo este tipo de cosas.
—Usted sabe perfectamente que amo a Anna como un loco.
Suelta sus puños en un escritorio—Eso no es lo importante...
—¿No lo es?
—¿Acaso piensas que Anna será una futura doctora y tú alguien que trabaja en un simple taller, y ambos dependerán del uno del otro?Anna se merece algo mejor que eso...
Mis manos se dirigen a mi cabello y lo sacudieron con prisa—¿Esta bromeando? Que tonterías dice.
—Tonterías es pensar que ustedes vivirán a base de amor—Me gritó.
En ese momento mi felicidad con Anna se derrumbó.
«¿Quién se cree para hablarme así? Él no tiene derecho de pensar eso..»
Solo lo ví directo a los ojos, nuestras caras presentaban furia en estos momentos.
Hasta que él se digno a hablar.
—Vete, después de todo esto sería tonto verte y estar como mejores amigos en la fiesta..
—Usted nunca me trató como alguien de la familia....
Fue lo único que dije para después marcharme de ese estúpido despacho.
Pero al salir Timmy estaba ahí parado, con sus ojos húmedos.
—¿Papi y tú pelearon?
—No, claro que no—Mentí—Solo charlabamos...
Dediqué una sonrisa falsa y Timmy me abrazó. De inmediato su cara de tristeza desapareció y en su lugar estaba una de felicidad.
De inmediato apareció Anna.
—Te he estado buscando por toda la casa, Hiccup—Me dio un beso en la mejilla.
Solo suelto un par de risas forzadas—Aquí estoy—Dije moviendo mis manos.
Después me acordé que Agnnar no me quería ver más aquí así que me atreví a mentir un poco.
—Linda, tengo que irme. Ocurrió algo y tengo que ver qué pasa en mi apartamento. Seguramente Jack tiene que ver con eso...
—¿Seguro? ¿Quieres que te prepare una porción de postre?—Preguntó Anna, mi preciada chica.
—No te preocupes. Estoy bien así, gracias—le otorgue una sonrisa, fingiendo que no estaba mal por lo ocurrido anteriormente.
—¿Te veo en la graduación?
Lo único que hice fue mover mi cabeza en señal de un "Sí" y me dirigí a la enorme puerta para salir de la enorme casa Smith.
Sentir el frío recorrer mi cuerpo y ver las luces que adornaban la ciudad, hacía que me sintiera más infeliz de lo que ya me sentía. No puedo creer que por un Capricho del “señor Agnnar" deje lo más valioso de mi vida.
Pero sí de algo estoy seguro es que nadie se interpondrá en mi romance con Anna, mi pelirroja.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top