Capítulo 43

Los días se sentían años, la preocupación me carcomía y no sabía que hacer. La manada estaba igual, quizás al verme así se han puesto peor porque creen que Ethan me ha hablado sobre malas noticias, lo sé y es por eso que ya casi no salgo, para dejar de preocuparlos. La realidad es que Ethan no me ha dicho casi nada desde que se fue, lo siento en mi pecho, está frustrado, enojado y extranádome... pero no me ha hablado. Quizás está muy ocupado pensando en estrategias o quizás esté luchando, no quería molestarlo si ese fuera el caso.

A veces me meto en sus pensamientos para saber que esta pasando y lo único que consigo ver es sangre... la guerra es algo cruel y horrible, me asusté tanto que ya no quise volver a entrar. Lo único que pude saber es que los vampiros se habían aliado con rogues y otra manada que tenían el mismo odio hacia Ethan y su gente. Así que se vieron en la necesidad de buscar aliados... esto ya no era entre nosotros, esto se estaba agrandando.

-Luna, le traje su cena -Ivonne llama a la puerta.

-Gracias Ivonne... pero no tengo hambre -hablé desde la cama, abrazando una de las remeras de Ethan.

No responde pero entra a la habitación, me escondí entre la remera y ella se acercó a mí, escuché que dejaba el carrito con comida a un lado.

-Sabrá disculpar mi atrevimiento, luna... -menciona haciendo una leve reverencia y yo solo me encogí de hombros-. No puedo dejar que siga aquí, ahogándose sola.

Suspiré profundo, nos quedamos en silencio porque yo no sabía que hacer o qué decir. Miré al techo y cubrí mis ojos con un brazo.

-¿Qué puedo hacer, Ivonne? Tengo miedo, no quiero que sigan allí.

Sentía que iba a llorar una vez más. Me sentía tan impotente por no poder hacer nada por ellos. Ivonne me pide con señas acercarse y yo asentí, ella se sienta en la cama y me abraza tan cálidamente como si fuera un abrazo maternal.

-Luna, sé que esto es difícil de afrontar, lo es para todos nosotros, todos queremos que el Alpha vuelva sano y salvo junto al Beta, delta y los demás. Pero recuerde que esto lo hacen por nuestra seguridad, siempre ha sido así.

-¿Por qué? ¿Por qué tienen que haber guerras? ¿Por qué no pueden ser maduros y arreglar los problemas hablando? Son idiotas...

-A veces creen que matar a alguien es la forma más fácil y rápida de detener un conflicto. Pero no se enteran de que la muerte atrae al odio, y el odio atrae a la muerte... El odio y la avaricia ciegan a las personas y a los demás solo les queda defenderse.

Ivonne acaricia mi cabello con delicadeza mientras yo calmaba mi llanto. La abrazaba más fuerte hasta que me separé para limpiarme, suspiré mas calmada luego de unos minutos.

-Luna, debe levantarse... Debe ser fuerte y salir a demostrar esa fortaleza a los demás. La luna de la manada hace eso, calma la preocupación y fortalece la confianza.

-¿Cómo hago eso? ¿Cómo dar algo que me falta?

-Ama al Alpha, ¿no es así?

Su pregunta me tomó por sorpresa y me hizo sonrojar, no había usado esa palabra ni en mis pensamientos... "amar"... era algo tan fuerte y peligroso, pero también algo hermoso. Pensé en todos mis momentos con Ethan y en la falta que me haría si llegase a perder la guerra. Suspiré profundo y asentí a su pregunta.

-Entonces debe confiar en que el Alpha volverá. Use esa confianza para calmar su propia tristeza y así transmitirla a los demás. Deben ver que su luna confía en su Alpha.

Asentí de nuevo, dándole la razón. Ivonne me sonríe y limpia mis lágrimas con ternura. Se sentía como una madre en verdad.

-Gracias Ivonne -sonreí volviendo a abrazarla-. Te pareces a mi madre...

-Me honra, luna pero estoy segura que como ella no hay comparación.

-Eso es algo que ella diría -muemuré más bajo.

Una vez que ya me había calmado, Ivonne me deja con la condición de que comiera un poco. No había querido hacerlo desde que Ethan se había ido, y tenía que hacerlo finalmente. Me acomodé con el carrito en frente y me obligé a abrir mi estómago a la deliciosa comida frente a mí.

-¿Thalía...? ¿Estás despierta?

Casi escupo la comida al escuchar la voz de Ethan en mi cabeza. Miré a todos lados pensando que lo podría ver pero luego me golpeé mentalmente al recordar que solo podía escucharlo.

-Sí, aquí estoy...

-Me alegra escucharte otra vez.

-Igual que yo. Te... Te extraño, Ethan.

Se mantuvo en silencio por un instante pero podía sentir su alegría y ternura, que aumentaba la mía.

-También te extraño, mi luna.

-Quisiera tenerte aquí.

-Pronto estaremos juntos.

-¿Cuándo?

-Pronto...

Me acomodé en la cama, sujetando la remera de nuevo entre mis manos y aspirando su aroma con nostalgia.

-Tampoco tienes idea, ¿eh?

-Quisiera poder decirte otra cosa -se escuchaba triste.

-Está bien. Sé que será pronto... ¿Cómo está todo allí?

-No quisiera mentirte.

No pude ocultar mi mueca, sabía el significado tras esas palabras y no iba a gustarme, pero quería saber de él y de que estará bien.

-No lo hagas. Dime la verdad.

-Mi luna... temo que no podamos seguir con esto. De alguna forma, nuestros enemigos saben nuestros movimientos como si conocieran nuestra forma de pensar.

Me puse a pensar en todo lo dicho hace un instante. ¿Un infiltrado? No creo que fueran tan idiotas, menos Ethan... además, no hay tiempo para que alguien pueda pasar por todos ellos y escuchar sus técnicas. No, debe ser alguien que ya lo conocía de antes.

-Emma...

-¿Qué pasa con ella?

-¿Y si ella se ha aliado con los vampiros? Sé que hay lobos atacándolos, ¿y si es ella quien dirige a una parte?

Ethan guarda silencio pero sentía todo lo que él, sabe que es lo más probable. La idea de Emma del lado del rey vampiro me enfermaba, estaba segura de que probablemente estaba con él ahora, quizás acostándose con él otra vez. ¿Y si había vuelto esa vez para conseguir más información sobre Ethan? Si yo no estaba eso hubiera sido peligroso para todos, ¿qué tal si lograba engañarlo? ¿Y si hubiera conseguido hacer que la perdonara?

-Tienes que dejar de pensar como lo haces normalmente.

-¿Cómo hago eso?

-Haz lo contrario a lo que harías o diles a los de las otras manadas que te ayuden. Pedirle ayuda a Zack y Aarón solamente también sería arriesgado, los conoce.

-Tienes razón. Mi luna, eres un genio.

Sonreí y me sonrojé a la vez. Me acomodé en la cama sintiéndome útil y especial, podía sentir sus emociones concordando conmigo y alabándome.

-Espero que cambien las cosas -respondí.

-Ahora, gracias a ti, lo harán. Si no me recordabas a Emma no habría tenido en cuenta ese detalle.

-Bueno, me alegra saber que nunca piensas en ella.

-¿Cómo hacerlo? Si en la único en quien pienso es en ti.

-Bueno, ve a ser un Alpha y gana esta guerra.

-Si lo hago será por ti.

Ambos cortamos la conexión al despedirnos. Me sentí mejor y como dijo Ivonne, más confiada. Estaba a punto de decirle a Ethan que lo amaba pero... prefería hacerlo de frente, cuando volviera. Me levanté y fui a arreglar mi imagen antes de salir y ver a la manada, todos con los ánimos por el suelo y algunos empezando a desesperarse.

-Luna... -algunos notan mi presencia y consiguen hacer que los demás también lo hagan.

Nellie, Deimos, Lorraine y Trish me miran y se me acercan de inmediato. Les sonreí con mejores ánimos y abracé a Nellie.

-Acabo de hablar con Ethan -llamé la atención de todos-. No voy a mentirles, lo que sucede allá es algo grande y complicado... pero la situación puede cambiar y va a hacerlo. Tenganlo por seguro.

Vi tantas expresiones de duda al comienzo pero mientras más hablaban de la situación y an verme tan tranquila más se calmaban. Fue allí cuando fui consciente del peso que mis emociones tenían sobre la manada. Mi imagen debía reflejarse en ellos para poder mantener el orden y la alegría en todos. Miré a Ivonne y la hice acercarse.

-Quiero que todos se animen un poco. Haz que preparen una mesa con comida, bebida y juegos para los menores.

-¿Una celebración? -pregunta una niña cerca de mí.

-Algo así -respondí sonriendo y miré a los demás-. Muchos tienen a sus Mates allá y sé lo preocupados que están por ellos, pero recuerden que ellos sienten lo que ustedes y al revés... Deben confiar en ellos y transmitirles las mejores energías para que sepan que están bien y que cuentan con ellos.

-Sería como una fiesta espiritual -comenta Nellie.

-Exacto -asentí.

La idea pronto fue algo ideal para la manada. Me daban la razón en que debíamos hacerlo. Ivonne fue a por la gente para preparar puestos de comida y juegos en el centro de la manada. Pusimos decoraciones y preparamos cosas para una fogata por la noche. Ni siquiera había iniciado la celebración pero ya todos estaban emocionados y con mejores ánimos.

Podía sentir como la carga emocional entre Ethan y yo se volvía más ligera por ello. No como antes que ambos debíamos luchar contra nuestras emociones negativas, soportando las nuestras y las del otro. Esto era lo mejor, les estábamos quitando un peso de encima a los guerreros en la batalla.

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