La pequeña Anna estaba sentada en el suelo de su habitación jugando con sus muñecas. Ella tenía apenas 5 años de edad. Anna estaba colocando a sus juguetes en una cama que había en una de las habitaciones de la gran mansión para muñecas que le habían regalado, cuando de pronto se hizo a sí misma una pregunta ¿qué es la vida? La niña, que no sabía darle una explicación lógica se pensó:

-Yo creo que la vida es como un gran mundo de juguetes. Nosotros somos los muñecos de alguien que se pasa horas y horas haciendo que nos movamos y que pasen las cosas. El niño que juega con el mundo deberá ser muy grande y tendrá una camiseta de estrellas, y por eso sólo le vemos la camiseta. 

Dicho esto, Anna se puso a dibujar el niño jugando con el mundo; luego se lo enseñó a su madre.

-¡Mamá, mamá! ¡Mira lo que he dibujado!-dijo la pequeña niña.

-¿Qué es eso?-preguntó la madre.

Entonces Anna le explicó su teoría a su madre la cual, sorprendida por la imaginación de su hija, le dijo:

-Entonces, ¿cómo puedes explicar que exista el Sol y los planetas si dices que el niño sólo juega con la Tierra? ¿Cómo es que se mueven? No pueden ser parte de su camiseta.

-Muy fácil.-replicó la niña.-Al chico le encanta todo lo que tenga que ver con el espacio, y por eso hicieron que la lámpara de su habitación tuviese planetas que se movían. Y el Sol es la bombilla de la lámpara.

-¿Pero existiría en el lugar dónde vive el niño el universo?-preguntó la madre, algo desconcertada.

-Claro. Sería como un bucle. Ese niño viviría dentro de la maqueta de otro niño, y ese otro niño viviría en la maqueta de otro niño... Así hasta el infinito.

-¿Y quien ha creado a los juguetes? Es decir, ¿a nosotros?

-Su padre se los hizo. Es carpintero y sabe trabajar la madera perfectamente.

-¿Pero comprar esa maqueta no costaría mucho dinero?

-No, porque la maqueta la hicieron los compañeros de trabajo del padre y el padre. Su jefe les dio el dinero suficiente para hacerla, ya que es multimillonario.

-¿Entonces, según tú, estamos hechos de madera?

-Si, pero de una madera que proviene de un bosque encantado el cual hace que todos los objetos que se hagan con la madera de los árboles cobren vida. 

-¿Qué tal si el niño dice que te vas a tomar ahora una magdalena para merendar?-dijo la madre revolviéndole el pelo a Anna.

-Je, ¡vale!-respondió la niña mientras iba a la cocina para tomarse una merienda genial.