Escribir es una forma muy creativa de no aburrirse. Pero no hacer un examen o un dictado; escribir historias. Es genial porque puedes crear tu propio mundo y moldearlo a tu antojo. Si quieres que los personajes se tiren por un barranco, se tirarán. Si quieres que los secuestren unos ninjas cocineros mayordomos, pues eso pasará xD. Puedes matarlos a todos o darles su final feliz. Tu los controlas. Son tus marionetas. Harán lo que tú digas y les pasará lo que tú digas. Es genial tener esa sensación de ser el rey de tu universo cuando escribes. Saber que puedes hacer aparecer un edificio de repente de la nada o hacer crecer una flor. Pero ten cuidado, ese poder es difícil de controlar; si te dejas llevar demasiado, acabarás matándolos a todos. Pero no te preocupes. Puedes hacer que vivan como si fuesen un fantasma o decir que sólo era un sueño. Puedes destruir tu universo de una forma muy sencilla; tan sólo tienes que arrancar la hoja o borrar el archivo de tu ordenador; entonces, todo se irá a pique. Tu universo se destruirá con toda la gente que había dentro de él; ¿escuchas esos gritos sofocados? ¿no? Son tus creaciones pidiendo ayuda. Pero no hay nada que hacer. Has acabado con ellos. Los ruidos han cesado. ¿Estás contento con lo que has hecho? Bueno, menos mal que siempre puedes volverlo a hacer. Coge tu bolígrafo o empieza a pulsar las teclas de tu teclado. De repente algo pasa. Si, acabas de crear tu propio universo. ¿Lo destruirás o les darás su final feliz? 

Sólo tú eres el que lo decide.